tag:blogger.com,1999:blog-52423964739404130112024-03-13T11:03:11.393+01:00Recibe las nuevas entradas en tu e-mailEscribe tu e-mailYACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.comBlogger140125tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-52869895130986092502018-08-07T14:46:00.001+02:002018-08-15T15:34:07.697+02:00Inteligencia artificial <br />
<div class="MsoNormal" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img alt="Resultado de imagen de Inteligencia artificial" src="https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRfUfIUPtB1Ex0cgx_Y8HPYLRMQywmkyCpFDW5k_uN5gzO65ditbA" /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: blue;">Uno de los términos más utilizados últimamente en Internet
es el de “inteligencia artificial” ya sea como la solución mágica a todos
nuestros males o como el mayor peligro al que nos hemos enfrentado como
especie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: blue;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: blue;">En cualquier caso, parece que no hay nada ni nadie que pueda
detener el proceso de avance exponencial de este extraño fenómeno, por
lo que nos toca asumir el papel de espectadores y disfrutar de los fuegos artificiales,
aun a sabiendas de que en mitad del espectáculo puede producirse una
explosión accidental que acabe con todos nosotros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: blue;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: blue;">En esta ocasión, trataremos de hacer algunas reflexiones
sobre lo que significa “inteligencia artificial” y las posibles consecuencias
que se derivarán de ella en el futuro inmediato.</span></div>
______________________________________________________________<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
Asistimos a un creciente interés por la inteligencia
artificial, en la que se nos dice que será la solución a todos nuestros males,
o, por el contrario, nuestro particular Armagedón como especie.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="color: red;">Tratemos en primer lugar de definir</span></b> lo que es la inteligencia
para luego intentar vislumbrar en qué puede acabar su continuo y explosivo avance.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Imaginemos la totalidad del universo. Suprimamos mentalmente
todos los seres vivos y los cambios que estos han provocado en ese universo (arrecifes de coral,
objetos artificiales, cambios atmosféricos, etc.).<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A partir de este escenario exento de vida, podemos visualizar
la evolución de ese universo abiotico, por la simple aplicación de las leyes físicas.
Así, cada instante, sería el resultado de aplicar al instante anterior las correspondientes
leyes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="color: blue;">Ahora introduzcamos en este escenario un</span></b> ser inteligente. ¿Qué
cambiaría?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Antes de contestar a esa pregunta, consideremos un nuevo
concepto: plan.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="color: #134f5c;">Un plan es un propósito </span></b>para cambiar el escenario universal
de una determinada manera, a fin de que sea diferente a como lo sería de no existir
ni aplicarse el plan.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Un plan puede ser tan ambicioso como desviar, para que no produzca daños, un asteroide
que va a colisionar con la Tierra , o tan simple como
echar una cucharilla de azúcar en el café para endulzarlo.<br />
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En ambos casos, la configuración del universo va a cambiar como causa de la aplicación de ese plan. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="color: #a64d79;">Llegados a este punto, podemos definir la inteligencia </span></b>como
la capacidad para modificar el presente (sólo el presente puede modificarse) a fin de que la configuración del
futuro se ajuste a la definida en un plan ya existente.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero para ser capaz de implementar ese plan, para merecer el apelativo de agente inteligente, se
requiere la capacidad de imaginar el futuro por defecto y el futuro planificado. Y también capacidad para idear estrategias capaces de superar todos los obstáculos que surjan para la consecución del plan, es decir, para que se haga real la configuración del universo contenida en el plan.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Veamos un ejemplo con la ayuda del concepto de coche autónomo:
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Yo deseo trasladarme a una determinada dirección a 15 kilómetros
de donde me encuentro. Mi plan es, por lo tanto, transferir mi cuerpo a un
lugar especifico (calle X, numero 34).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="color: #660000;">Un coche “inteligente” aceptaría mi petición</span></b> de traslado como un plan y a partir de ese momento, tendría que superar múltiples obstáculos
hasta cumplir el objetivo especificado por el plan que yo le he proporcionado. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Naturalmente, se asume que cuanto más difícil de conseguir
es el objetivo propuesto, más inteligente deberá ser el agente que consiga superarlo
con éxito.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>Pero ¿y el plan? ¿quién establece el plan?</b> ¿es necesario ser
inteligente para establecer planes?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Hasta donde sabemos, no es necesario ser inteligente para
establecer un plan, porque esta tarea podría realizarla cualquier dispositivo
sencillo, aunque sí que se necesita inteligencia para idear planes viables y
útiles.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Podríamos utilizar una peonza sobre un mapa para establecer
el objetivo de nuestro viaje, pero lo usual es que seamos los humanos los que
establezcamos planes para nuestro propio beneficio, aunque los seres vivos también ejecutan continuamente planes, incluso aquellos que carecen de cerebro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero ¿qué significa beneficio?: Lo que nos satisface. Pero ¿por
qué nos satisfacen unas cosas sí y otras no? Si nos remontamos hacia el origen,
nos topamos con la selección natural, cuyo plan maestro parece ser el de conservar
y perfeccionar las configuraciones que posean la capacidad de ejecutar con gran
eficiencia todo tipo de planes, y prioritariamente su plan maestro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #0b5394;"><b>Si elevamos la perspectiva, podemos </b></span>afirmar que la selección
natural tiene como plan maestro el de fabricar agentes cada vez más
inteligentes, capaces de cambiar a gran escala la futura configuración del universo en una
determinada dirección. ¿Pero cuál es esa configuración final?<br />
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Considerando la evolución actual, y muy especialmente la
evolución exponencial de la inteligencia artificial, no es muy difícil deducir
que evolucionamos hacia un universo en el que la materia inteligente crezca exponencialmente
a partir de la materia no inteligente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
De acuerdo, esto es un gran plan, ¿pero a dónde nos lleva?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="color: #cc0000;">La respuesta puede ser</span></b> esta: la consciencia cósmica.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Entonces podríamos sustituir inteligencia por consciencia, y
reformular el objetivo final hacia el que el universo se dirige de manera cada
vez más evidente y deliberada: Partiendo de un universo insensible, incapaz de
sentir, evolucionar hacia otro sensible y consciente de su propia existencia, de
forma similar a como nosotros somos conscientes, pero a una escala
inimaginable.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y este si que sería un gran plan que tuviera sentido. Pero, ¿qué papel desempeñamos
nosotros en este plan?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En realidad, nosotros, los seres humanos, seríamos la cabeza
de puente entre la inteligencia biológica y la inteligencia no biológica y
también entre la consciencia biología y la no biológica. Y ahora estaríamos
justo en el instante en que se está consumando el transito entre la inteligencia biológica y no biológica. El plan de crear la consciencia no biológica, posiblemente nos venga demasiado grande, pero para alcanzarla estarán las IAs que evolucionaran sin limitaciones a partir de las actuales máquinas inteligentes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No podemos saber qué ocurrirá con nosotros durante esta transición, pero no sería un
mal final para nuestra especie en cualquiera de los casos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Puede que tengamos suerte y que la inteligencia artificial que
hemos creado nos conceda una apetecible y merecida jubilación en un mundo
virtual donde todos nuestros deseos de hagan realidad, o bien que seamos
triturados accidentalmente en cualquier momento del proceso. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero esto ya se verá en su momento. Por ahora nos limitaremos a advertirlo para que todos mantengamos los ojos bien abiertos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-47743357997208423432015-11-28T20:28:00.001+01:002016-05-21T19:35:15.223+02:00Cómo acabar con las crisis económicas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuum8pzS2C2X8-QWUNUMA_9CIxnewCkDJd1NFRaGmkQJXntll-VVqXfKRVp7IW1C6gtR_p-lETwl3DpCqz-NtZNmnm2xLcumZD4JVg7mRAU-7v6BXyKfWYvijCGndfNOLhBalfdB3o8kqJ/s1600/Crisis.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuum8pzS2C2X8-QWUNUMA_9CIxnewCkDJd1NFRaGmkQJXntll-VVqXfKRVp7IW1C6gtR_p-lETwl3DpCqz-NtZNmnm2xLcumZD4JVg7mRAU-7v6BXyKfWYvijCGndfNOLhBalfdB3o8kqJ/s1600/Crisis.jpg" /></a><span style="color: blue; font-family: "calibri";">Atravesamos una crisis económica que no parece tener fin y como siempre que se está inmerso en un grave problema colectivo, no cesan de aparecer profetas y agoreros que explican desde la tribuna las causas del mal que nos aqueja y sus posibles soluciones.</span><br />
<br />
<span style="color: blue; font-family: calibri;">Naturalmente no vamos a dejar escapar la oportunidad de entrar en el juego y exponer nuestra propia opinión que como siempre quedará sometida al</span><span style="color: blue; font-family: calibri;"> juicio de los lectores de este blog.</span><br />
<span style="font-family: calibri;">_______________________________________________________</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
Yack:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><strong><span style="color: blue;">Las economías anteriores al siglo XX se caracterizaban</span></strong> por
un crecimiento supeditado a su capacidad para atender la demanda social de bienes y servicios de primera
necesidad. Esta limitación, además, suponía
un freno insalvable para el crecimiento demográfico de las poblaciones. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Sin embargo, con el advenimiento a mediados del XVIII de la Revolución Industrial, y sus
portentosas invenciones, tuvo lugar un brusco y sostenido incremento de la
producción, sin parangón en la historia pasada, que continuó desplegándose hasta nuestros días. Posteriormente, y
como resultado directo e indirecto de los profundos cambios tecnológicos y sociales acaecidos, la
natalidad inició una caída espectacular en el seno de las sociedades de economías más avanzadas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="color: #990000;"><b style="color: #990000;">Y como
resultado de la confluencia de ambas tendencias </b>(la tecnología y la estabilización del crecimiento demográfico)</span>, la capacidad individual
para adquirir bienes y servicios, se vio incrementada sin limitación,
permitiéndonos transitar en menos de un siglo desde una economía de supervivencia a una economía
de consumo <strong><em>suntuario</em></strong>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="color: #38761d;"><em><strong>Lo que caracteriza a una economía suntuaria</strong></em></span> es que el 90% de
los bienes y servicios (joyas, viajes a lugares exóticos, autos de alta gama, moda) que
constituyen el grueso de la actividad económica son innecesarios para la supervivencia.
Así, las motivaciones del ciudadano para trabajar todos los días, han dejado de ser la
de asegurar la supervivencia de su prole, para concretarse en objetivos tan
fútiles como ir de fin de semana a Florida o sustituir su móvil de un solo año
de uso por el último modelo que ha salido al mercado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="color: #c27ba0;"><strong>Pero las economías suntuarias adolecen de un problema oculto, </strong></span>y ese
problema es que resultan demasiado vulnerables al efecto mariposa. Y con esto queremos
decir que pequeñas causas pueden producir grandes efectos, difíciles de prever y aún más difíciles de controlar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Veámoslo con el siguiente ejemplo: Supongamos que, por
razones reales o imaginarias, aparecen en el horizonte señales de una hipotética
crisis. En tal caso, los consumidores de nivel medio, ante la duda, podrían
tomar la decisión de reducir un 25% su consumo habitual, sin que por ello se
viera comprometido su nivel básico de confort (seguridad, alimentación,
educación, entretenimiento, etc.). Cuando una familia de clase media se aprieta
el cinturón, no está pensando en racionar las cebollas y las remolachas que constituyen
su única provisión de comida, sino en renunciar a las vacaciones en Nueva york y
resignarse a veranear en una playa nacional. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="color: red;"><strong>Las economías suntuarias, al no basarse en la producción bienes</strong></span>
y servicios de primera necesidad, pueden experimentar bruscas contracciones
como consecuencia de cualquier suceso insignificante, tal como la quiebra de una empresa conocida,
unas previsiones pesimistas de crecimiento, una guerra en Oriente medio, un error importante en el mercado bursátil, etc.
</span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";">Pero el auténtico problema reside en el hecho de que esa pequeña perturbación en las expectativas económicas, puede amplificarse rápidamente e introducirse en el cerebro del consumidor y socavar así su confianza en un futuro que se ha vuelto bruscamente incierto. </span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";"><strong><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Y cuando el grueso de una sociedad compuesta de homo sapiens teme por su futuro económico</span></strong>, su
primera reacción es la de suspender o reducir los gastos suntuarios. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y entonces, pasamos de una
alarma virtual sin fundamento objetivo a una situación de emergencia real que
puede penetrar en la mente de los consumidores hasta cambiar radicalmente su
conducta. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Y en este punto entramos en el temible círculo vicioso que
nadie ha sabido (hasta ahora) detener: </span></div>
<ol>
<li><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: purple; font-family: "calibri";">Los consumidores creen (con o sin fundamento) que la
situación económica puede ir a peor. </span><span style="font-family: "calibri";"></span></div>
<span style="color: purple;">
</span></li>
<span style="color: purple;">
</span>
<li><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: purple; font-family: "calibri";">Para ponerse a cubierto de lo que se avecina, deciden
ahorrar, es decir, reducir el consumo.</span></div>
<span style="color: purple;">
</span></li>
<span style="color: purple;">
</span>
<li><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: purple; font-family: "calibri";">Al reducirse el consumo, muchos trabajadores se queda sin
trabajo, lo que reduce aún más el consumo, el gobierno aumenta los impuestos para subsidiar
a la población que ha perdido el empleo y el futuro se vuelve cada vez más lúgubre.</span></div>
<span style="color: purple;">
</span></li>
<span style="color: purple;">
</span>
<li><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: purple; font-family: "calibri";">Ahora los consumidores constatan que lo que en la fase 1
era solo una conjetura, se ha convertido es una realidad palpable y se
reafirman y profundizan en su estrategia de ahorro. Estamos ante una profecía autocumplida.</span></div>
</li>
</ol>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Pero antes de dar el siguiente paso, volvamos al principio. Las crisis económicas de antaño estaban
motivadas por una drástica reducción de la producción, que a su vez se debía a
causas reales y tangibles tales como sequías prolongadas, hecatombes naturales, plagas, guerras e incluso un crecimiento explosivo de
la población como resultado de un largo periodo de prosperidad.
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><strong><em>La estrategia más razonable e inteligente en estas situaciones</em></strong> era la de ahorrar,
es decir, restringir el consumo tanto como fuese posible, para alargar la
duración de las reservas alimenticias, en espera de mejores tiempos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="color: red;"><strong>Sin embargo, nuestra economía suntuaria</strong></span> se caracteriza
porque no adolece del problema de la insuficiente capacidad productiva de época
pasadas. Por el contrario, la economía de los países más avanzados se muestra capaz de producir cantidades cada vez mayores de
bienes y servicios a un ritmo siempre más elevado que el crecimiento de la población.
</span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";"><span style="color: #3d85c6;"><strong>Su talón de Aquiles está, paradójicamente</strong></span>, en la posibilidad de que una porción importante de consumidores tomen, sincronizadamente, la decisión de ahorrar. En tal caso, y en la medida en que
se reduzca el consumo, caerá la demanda y el sistema productivo se ralentizará, dado
que carece de sentido, por ejemplo, seguir fabricando coches si nadie quiere
comprarlos. Las fábricas están ahí, la maquinaría engrasada y lista para producir bienes, los trabajadores deseosos de entrar en acción, pero una parálisis general bloquea todo el sistema.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><strong><span style="color: #38761d;">Según lo anterior, las crisis económicas de los países más
desarrollados</span></strong> tienen que ver con la psicología de los individuos que siguen
pensando como sus antepasados paleolíticos, cuyos genes se conformaron a lo largo de milenios de economías
de supervivencia. Y si bien es cierto que desde la perspectiva del individuo, es
positivo ahorrar para afrontar el futuro incierto, también lo es que cuando esta estrategia se aplica
masivamente en una sociedad de economía suntuaria, se produce un colapso económico
y se crea un problema real de paro y de reducción de la riqueza
disponible, que afecta con especial virulencia a los desempleados. </span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";">En la medida que las máquinas se detienen o dejan de trabajar a pleno rendimiento, se reduce la generación de riqueza y esto, tarde o temprano afectará a la disponibilidad de bienes, o lo que es lo mismo, contribuirá inevitablemente al empobrecimiento real de la población.</span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";"><strong><em>La fórmula mágica para evitar las crisis económicas</em></strong> en las economías
suntuarias pasaría por incentivar el consumo de la población, cuando esta
incurriera en el error colectivo de “ahorrar” para afrontar un futuro que se
percibe amenazador. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="color: #741b47; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><strong>Pero aquí nos topamos con el problema insalvable</strong></span> del egoísmo
individual frente al altruismo del bien común. Si el equipo económico del gobierno
que se enfrenta a una crisis nos asegurara que para salir de la crisis solo
tendríamos que consumir más, nuestro egoísmo nos haría decir en tono burlón: ¡Que
empiecen los demás! </span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";">Solo cuando comprobásemos que la prosperidad crece, y que
la crisis es agua pasada, estaríamos dispuestos a volver al nivel de consumo
anterior, pero por desgracia, esto no va a ocurrir mientras sigamos inmersos en el
círculo vicioso de la desconfianza en el futuro. Sabemos cuál es el problema, sabemos cuál
es la solución, pero el egoísmo individual y la desconfianza en el altruismo de
los demás nos impide romper el sortilegio. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Se han intentado fórmulas mágicas para salir de este círculo
vicioso, tales como el keynesianismo, que prescribe instar al <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gobierno a que gaste mucho dinero en
construir infraestructuras (carreteras, puentes, pavimentado de calzadas, etc.) para
de este modo inyectar dinero en los bolsillos de los trabajadores y confiar en
que estos lo gasten en consumo y con ello reactiven el círculo virtuoso. </span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";">Sin embargo, para financiar estas obras, en buena
parte innecesarias y poco o nada productivas, el gobierno se ve obligado a sacar ese dinero del
bolsillo de los ciudadanos, y al hacerlo reduce su capacidad de consumo, con lo
que se agrava el problema que se pretendía resolver. Se requiere, por tanto, algún método mágico que
incentive al ciudadano, desde su propio egoísmo, a consumir más. Pero ¿cómo?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><strong><span style="color: #990000;">Después de reflexionar largo y tendido sobre el arduo problema</span></strong>
que nos ocupa, causa fundamental de las crisis económicas que padecen las economías
occidentales, hemos ideado un revolucionario procedimiento que nos permitiría salir
de cualquier crisis económica tan rápida y fácilmente que ni siquiera llegaríamos
a percibirla. Veámoslo, pero antes advertiremos que es del todo impracticable
porque para llevarlo a término, habría que convencer antes a centenares de viejos
dinosaurios de la política y la economía, por no hablar de los incorregibles sindicatos:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Imaginemos que el gobierno de la nación nos hace la
siguiente propuesta fiscal: Todo lo que usted gaste en este año por encima del 70% de los
ingresos que obtenga, también en este mismo año, se beneficiará de una exención
fiscal del 5%. Lo que gaste por encima del 80% disfrutará de una exención del
10%. Y lo que supere el 90% llegará a una desgravación del 25%.</span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";">Veámoslo con cifras: Usted gana 100.000 € este año.</span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";">-<span style="color: #674ea7;"> Lo que gaste por encima de 70.000 hasta 80.000 le generará una desgravación neta de 5% sobre ese importe.</span></span><br />
<span style="color: #674ea7; font-family: "calibri";">- Lo que gaste por encima de 80.000 hasta 90.000 le generará una desgravación neta del 10% sobre ese importe.</span><br />
<span style="color: #674ea7; font-family: "calibri";">- Lo que gaste por encima de los 90.000 hasta los 100.000 le generará una desgravación neta del 25% sobre esa cifra. </span><br />
<span style="color: #674ea7; font-family: "calibri";">- Lo que gaste por debajo de 70.000 o por encima de 100.000 no producirá ninguna desgravación.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Para acogerse a esta desgravación fiscal, bastaría con acreditar, en
la declaración de hacienda, los ingresos y el porcentaje que de esos ingresos se
han dedicado al consumo. La acreditación podría hacerse proporcionando las facturas
de compra o, más fácil aún, aportando los cargos en las tarjetas de crédito mediante
el sistema telemático que conecta a los bancos con la Administración pública. Una alternativa, automática, económica, rápida y transparente. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";">El ajuste anual de esta tabla de exenciones fiscales por tramos quedaría a cargo del correspondiente Ministerio de Hacienda/economía del país, sometido a su vez a directrices comunitarias, que dieran coherencia a la medida, en el seno del interés general de los miembros de la Comunidad Europea.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "calibri";">En nuestra opinión, con la puesta en servicio de este sencillo incentivo fiscal,
se conseguiría incrementar o reducir a voluntad la tasa de consumo, sin efectos colaterales, en función de la
situación económica del país y conjurar para siempre el problema recurrente
de las crisis económicas cíclicas generadas por el pernicioso retraimiento preventivo del consumo.</span><br />
<span style="font-family: "calibri";"><br /></span>
<span style="font-family: "calibri";">Adicionalmente, los ciudadanos se verían incentivados para declarar la totalidad de sus ingresos a fin de beneficiarse de la máxima desgravación posible, que será tanto mayor, cuanto más altos sean los ingresos declarados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: blue; font-family: "calibri";">El método propuesto explota eficazmente el poderoso afán de beneficio egoísta
del ser humano. Una fuerza de la naturaleza irresistible y de la que hasta
ahora éramos rehenes durante los periodos de crisis económica. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Simplemente se trata de poner al día los viejos
instintos ancestrales que se habían vuelto obsoletos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>reconduciéndolos para supeditarlos al servicio del
nuevo paradigma que nos ha traído la economía suntuaria.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
</div>
YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-53753916283034502782014-10-01T18:39:00.000+02:002014-10-01T21:06:24.155+02:00El arte y la técnica del diálogo<h2>
<a href="http://www.sebascelis.com/wp-content/uploads/2012/08/disociacion-mental-para-el-dialogo-interno-positivo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://www.sebascelis.com/wp-content/uploads/2012/08/disociacion-mental-para-el-dialogo-interno-positivo.jpg" height="149" width="200" /></a><span style="font-size: small; font-weight: normal;"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Todos
conocemos a personas con las que mantener una conversación resulta ser una
experiencia placentera y otras, en cambio, a las que tratamos de evitar porque,
aun antes de comenzar el diálogo, suponemos que vamos a vivir una mala experiencia.</span></span></h2>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Simplificando
mucho podríamos afirmar que los malos conversadores son aquellos que nos
proporcionan una experiencia desagradable o aburrida.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Dado
que las relaciones sociales son cruciales para el progreso y el bienestar de los
seres humanos y que la conversación es la piedra angular de esas relaciones,
trataremos en esta ocasión de dilucidar qué hace que una conversación sea divertida,
cuáles son los errores que convendría evitar y qué normas habría que seguir para
aspirar a ser buenos conversadores.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">______________________________________________________</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Yack:</b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Antes
de entrar en las técnicas que podrían ayudarnos a ser mejores conversadores, conviene
mencionar cuatro hechos probados, cuyo conocimiento nos ayudará a progresar
hacia el objetivo que nos hemos fijado:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 18.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD"><b>1</b>.<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;"><b>La conducta humana</b></span>, como la del
resto de especies, tiene como finalidad principal la de <i><b>resultar útil al
individuo que la pone en práctica y a la especie a la que pertenece</b></i>. Ejemplo de
ello serían la conducta alimentaria para el beneficio del individuo y la reproductiva
para los intereses de la especie.<br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 18.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD"><b>2</b>.<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span lang="ES-TRAD">Al pertenecer nuestra especie al
orden de los primates, somos, como el resto de nuestros parientes más cercanos,
animales sociales, lo que significa que necesitamos relacionarnos con nuestros
semejantes íntima y frecuentemente. Como ejemplo, citaremos el hecho de que la
soledad y el aislamiento nos causan sufrimiento y que unas buenas relaciones
sociales son una de las claves fundamentales de la felicidad.<br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 18.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD"><b>3</b>.<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span lang="ES-TRAD">Somos la especie más
inteligente, con diferencia, que habita este planeta, lo que nos proporciona
habilidades y capacidades superiores que nos elevan por encima del resto de las
otras especies animales.<br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 18.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD"><b>4</b>.<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span lang="ES-TRAD">Poseemos, gracias al lenguaje
hablado, la capacidad de intercambiar y compartir la información que contienen
nuestros cerebros. El lenguaje hablado, que sólo se ha desarrollado en nuestra
especie, constituye un avanzado sistema de comunicación a la altura de nuestro
poderoso intelecto. Gracias a la capacidad de dialogar, hemos podido reunir la
ingente cantidad de conocimientos que conforman la cultura humana, clave de
nuestro éxito evolutivo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 18.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: red;">Y comenzaremos
nuestro análisis afirmando que</span></b> las sociedades humanas se comportan como
supermentes virtuales, constituidas por cientos, miles o millones de cerebros
humanos interconectados entre sí.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Pero si las neuronas de nuestro cerebro se comunican
entre sí mediante sinapsis, los cerebros humanos se conectan entre sí con la
ayuda de sinapsis virtuales que denominamos "diálogos", siguiendo un
protocolo de comunicación que llamamos "lenguaje".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Y
gracias a nuestra capacidad para generar, almacenar y compartir información, la
especie humana ostenta la supremacía absoluta sobre los millones de especies
que pueblan el planeta Tierra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Pero la
combinación de una mente excepcionalmente inteligente y un lenguaje sofisticado
no es condición suficiente para explicar la supremacía de la especie. Es necesario
añadir un punto importante que suele darse por supuesto y que aquí nos interesa poner
en valor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: #45818e;">En
efecto, para que funcione este modelo de organización</span></b>, basado en la formación
de supermentes virtuales, se requiere que el intercambio de información entre
los individuos de la comunidad sea continuado y eficiente. Y para conseguir
este doble objetivo, la Selección Natural (SN) ha establecido un mecanismo
automático de recompensa (nos sentimos satisfechos cuando establecemos un
diálogo eficiente) y de castigo (sufrimos cuando quedamos aislados o no
conseguimos establecer comunicaciones relevantes con nuestros semejantes).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
relación con la necesidad emocional de establecer conexiones eficaces no vale, por
ejemplo, que un niño se conecte (hable) con un físico nuclear sobre la
estructura atómica de la materia porque, en tal caso, ni los interlocutores ni la
comunidad sacarían provecho alguno de ese diálogo. Es necesario, por tanto, que
las conexiones (los diálogos) se establezcan selectivamente, buscando siempre
la máxima eficacia: un niño con otro niño de su edad o un físico nuclear con
otro físico nuclear o con un empresario que disponga de recursos para poner en
marcha su costoso proyecto tecnológico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En la
misma línea de razonamiento, sería previsible que un científico que acaba de
descubrir un nuevo fármaco revolucionario, no dispusiera de mucho tiempo para
charlar con sus amigos y familiares sobre asuntos cotidianos porque sus
compromisos profesionales se lo impedirían.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: blue;">La interpretación correcta de lo que está ocurriendo</span></b> en este supuesto es
que en el interior del cerebro del científico se ha generado una información
extraordinariamente valiosa para sus colegas y para la humanidad en su
conjunto. A resultas de esta situación excepcional, un enjambre de mentes
ávidas de adquirir esa información, relevante para ellas, competirán por
conexionarse con el descubridor, y le dejarán poco tiempo libre para establecer
conexiones triviales. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">También se dará el caso de que el científico de nuestro ejemplo, sentirá un
fuerte impulso interior a priorizar los diálogos con sus colegas, en relación
con los de ámbito privado y familiar, siguiendo el patrón natural e innato de
optimización de la comunicación entre individuos del grupo. Incluso dentro del
enjambre de colegas que pugnan por hablar con él, elegirá a aquellos que él
considera más relevantes, con más prestigio social, más receptivos, más capacitados, más cercanos a sus tesis, etc. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: #990000;">Y esto
nos lleva a afirmar que en la mente</span></b> de cada ser humano existe una facultad que
le permite elegir entre todas las opciones disponibles de comunicación, aquella que es más relevante,
evaluando automáticamente los distintos aspectos del problema. El veredicto
final es percibido por el propio sujeto como "deseo" de establecer un
diálogo con un determinado interlocutor, antes que con otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Como se
verá, existen normas y protocolos complejos que regulan las conexiones entre
los seres humanos, que determinan el momento, la duración, el estatus social de
los interlocutores, la dirección en la que fluye la información, la edad, los
conocimientos y otras muchas circunstancias de menor importancia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: #351c75;">Desde
el punto de vista que aquí nos interesa</span></b>, podríamos resumir este complejo
protocolo de comunicación humana afirmando que un buen conversador es aquel que
está en condiciones de establecer conexiones útiles, o al menos placenteras, con
sus potenciales interlocutores. Y avanzando un poco más, añadiremos que una
conexión relevante es aquella que interesa a ambos interlocutores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Por
ejemplo, un interlocutor que nos ofrece algún servicio útil o deseable sería un
buen conversador, al menos durante el tiempo que estuviese proporcionándonos
información relevante sobre el asunto que nos interesa. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Consideremos, a título
de ejemplo, el diálogo que se establece entre el presidente de un club de
fútbol importante y una estrella del balompié que está buscando un contrato
millonario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Consideremos
ahora otro dato importante: la Naturaleza recompensa todos los actos que
contribuyen al beneficio del individuo o de la especie. Y esto nos induce a
suponer que mantener una conversación relevante debe, necesariamente, tener asociada
una recompensa que nos estimule a mantenerla y a repetirla siempre que nos
resulte posible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Entonces,
si esto es cierto, y sin duda lo es, podemos asegurar que las conversaciones
relevantes son, por lo general, divertidas y gratificantes para los
participantes. Y una vez establecida
esta correspondencia, podemos emplear el criterio de relevancia para identificar
las claves que hacen que las conversaciones sean divertidas, que era nuestro
objetivo inicial: aprender a mejorar nuestras habilidades en la comunicación
oral interpersonal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Repasemos
ahora nuestra propia memoria para localizar las ocasiones en las que hemos
tenido conversaciones divertidas. A continuación, apliquemos las conclusiones
que hemos obtenido sobre la relevancia comunicativa y, por último, confeccionemos
una relación con todas las normas y prevenciones que deberíamos tener en cuenta
para ser buenos conversadores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Supuesto
que ya hemos realizado esta labor de introspección e identificación de patrones,
ha llegado el momento de exponer los resultados para que el lector los coteje
con sus propias experiencias y extraiga las conclusiones a que hubiera lugar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">El
objetivo final de este esfuerzo de reflexión es el de ayudarnos a modificar
nuestra conducta en la dirección de hacernos mejores conversadores. Y la
finalidad última de hacernos mejores conversadores es la de ampliar nuestras
oportunidades para establecer relaciones sociales exitosas y productivas, que por
tanto sean -y esto es lo realmente importante- gratificantes, es decir, que nos
ayuden a ser más felices.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Y sin
más preámbulos, pasemos a analizar algunas de las conclusiones a las que hemos
llegado:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;">1 ¡Deja hablar a tu interlocutor!</span></span></b><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Lo
mejor que podemos hacer mientras nuestro interlocutor habla con fluidez y entusiasmo
es mantener la boca cerrada en tanto no dé muestras de agotamiento o solicite explícitamente
nuestra intervención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Conviene,
además, potenciar nuestro silencio con ligeros asentimientos de cabeza,
sonrisas, expresiones de espanto, sorpresa o aprobación, acompañados de comentarios
rápidos del tipo "de veras", "¡No me lo puedo creer!",
"¿Es posible?", "¿Y tú qué hiciste?", en consonancia con los
contenidos del relato. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Esta conducta, poco costosa para nosotros, incrementa la
diversión de nuestro interlocutor al comprobar este que permanecemos callados
(nos hemos quedado mudos de asombro), atentos a su relato y que la información
que fluye desde su mente penetra en la nuestra y surte los efectos deseados (asombrar,
sorprender, emocionar, divertir, etc.). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Visto
desde el punto de vista antropológico, cabría decir que ese <i>feed
back</i> positivo que le estamos proporcionando, confirma en nuestro
interlocutor la creencia de que ha establecido una conexión relevante con otra
neurona (nosotros) del gran cerebro colectivo al que pertenece. Sobra añadir
que esta constatación intelectual, provoca en nuestro interlocutor una descarga
automática de endorfinas que inducen una sensación placentera a corto plazo y una
elevación de su autoestima a medio y largo plazo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">No
debemos olvidar que nuestro interlocutor disfrutará de la conversación, solo
cuando se den una de estas condiciones: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li>Que
esté recibiendo datos muy valiosos para sus intereses individuales. Por ejemplo,
información relevante sobre la persona con la que anhela establecer una
relación amorosa.<br /> </li>
<li>Que esté proporcionando a su interlocutor
información relevante para los intereses de este. Por ejemplo, que le esté sugiriendo
cómo causar buena impresión en la importante entrevista de trabajo a la que se
enfrentará al día siguiente. Nótese que hemos asumido, por ser el caso más
frecuente, que el interlocutor es persona amiga, porque de ser un enemigo, el
placer estaría en proporcionarle información que le causara sufrimiento.</li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: blue;">Conviene ahora hacer notar que, en
general</span></b>, y dado que rara vez encontramos a un interlocutor con información realmente
interesante para nosotros, lo que suele ocurrir es que se establece una pugna instintiva por tomar el uso de la palabra y conservarlo
tanto tiempo como sea posible. De ahí que en las tertulias se requiera la
presencia de un moderador que impida que todos hablen a la vez en un afán
desmedido de emitir información antes que recibirla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
realidad, el afán de hablar, aun a pesar de no tener nada interesante que
decir, responde al deseo, que todos compartimos, por mostrar nuestras
capacidades y habilidades ante los demás, con la finalidad implícita de proporcionarles
motivos para que nos respeten, nos estimen y nos tengan en cuenta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">La
posibilidad de sorprender o interesar a otras personas con la información que
poseemos, es gratificante en sí misma, y además nos ofrece la oportunidad de
elevar nuestro estatus social si conseguimos, por medio de nuestra habilidad
dialéctica, erigirnos ante los receptores en una valiosa fuente de información
de calidad. Es el mismo principio que explica el hecho de que los medios de
información (periódicos, radios, cadenas de televisión, páginas Web, blog,
etc.) dediquen sus mejores esfuerzos a reclutar usuarios a toda costa, dado que
su propia autoestima dependerá del número y categoría de sus receptores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: #0b5394;"><b>Volviendo
al tema inicial, cabe añadir</b></span> que el único inconveniente de mantenernos callados
y atentos al discurso de nuestro interlocutor sobre temas que no nos interesan,
es que para ello debemos adoptar el papel de mártir (sufrir en aras del bien
ajeno) y eso no suele ser agradable porque la pasividad comunicativa es
penalizada por la propia Naturaleza, siguiendo el mismo criterio que aplica a
la recompensa: la conveniencia de que nos comuniquemos eficientemente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">De ahí
que lo que suele hacer un mal conversador ante un interlocutor cuyo discurso no
le interesa, es interrumpirlo continuamente por todos los medios posibles para
tomar la palabra e imponer al otro su propio discurso. Con mucha probabilidad
tampoco su discurso interesará a su interlocutor, pues en otro caso, este se habría
callado espontáneamente, seducido por una alocución interesante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
definitiva, las malas conversaciones entre malos interlocutores suelen reducirse
a luchas por el control de la palabra durante lapsos de tiempo tan prolongados como
sea posible. Este tipo de conversaciones se basan en el pacto tácito de que
ambos intervinientes están dispuestos a soportar el sufrimiento de escuchar un
discurso aburrido a cambio del placer de emitir su propio discurso, igualmente de
aburrido, para su sufrido interlocutor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: #cc0000;">Pero de
lo que se trata aquí es </span></b>de mejorar nuestro estatus de conversador y no de caer
en la repetición de los estereotipos ineficientes de dialogo que manejan el
común de los malos conversadores. Vamos a ello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Para convertirnos
en buenos conversadores, deberíamos alcanzar el doble objetivo de mantener un
silencio activo mientras habla nuestro interlocutor, y ser capaces de generar
una alocución brillante que tenga la facultad de interesar al receptor por
encima de su deseo de recuperar la palabra. Es decir, focalizar nuestros
esfuerzos en conservar el uso de la palabra en virtud de un discurso que
resulte interesante a nuestro interlocutor en lugar de recurrir al socorrido
ardid de emitir una alocución rápida y atropellada, sin pausas ni fisuras por las
que pueda "colarse" el indeseado discurso de nuestro oponente
dialéctico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Así, en
lugar de luchar por conseguir la palabra por la fuerza bruta o por cansancio, habríamos
de trabajar para el fin de subyugar a nuestro interlocutor mediante la elección
de un tema que le interese, ejecutado con maestría y destreza. Es en ese noble
objetivo en el que debemos invertir nuestra energía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: #0b5394;">En el
protocolo básico que regula </span></b>las intercomunicaciones en el interior de la mente colectiva, la
comunicación tiende a fluir desde el cerebro más eficiente al menos eficiente,
del que posee la información de mayor calidad, al de menor calidad, del que
cuenta con mejores dotes dialécticas y fluidez verbal al que menos. Y si queremos
tomar la palabra, hagámoslo preparando algo que impresione y subyugue a nuestro
interlocutor, si es que aspiramos a ser buenos interlocutores en lugar de
interlocutores-plomo que basan su estrategia en no dejar hablar a nadie y además mantienen un
interminable y aburrido discurso que no concede al otro la oportunidad de
intervenir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Podríamos
decir, por tanto, que el peor interlocutor posible es el que rara vez emite
contenidos interesantes y además no deja hablar a nadie con su cháchara
interminable sin resquicios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: #cc0000;">En
resumen</span></b>: Manténgase callado mientras su interlocutor habla con énfasis y
fluidez. Si el discurso no le interesa, aproveche el tiempo para pensar en qué
va a decir que pueda interesar a su interlocutor cuando usted tome la palabra. Hable
cuando se produzca una pausa y termine su conversación cuando se le agote el
tema o cuando advierta que su interlocutor desea hablar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Evite a
toda costa una costumbre muy generaliza típica de los malos conversadores, que
consiste en interrumpir continuamente a su interlocutor, no dejarlo terminar
las frases ni las ideas, y peor aún, cambiar abruptamente de tema e incurrir en
cuestiones personales de autobombo o en asuntos que sólo le interesan a él
mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Ejemplo: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A:
Acabo de recoger mi coche nuevo en el concesionario. Es una maravilla, figúrate
que tiene... </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;">B: Pues
mi cuñado se compró el mes pasado un Mercedes impresionante. Mañana
precisamente vamos a probarlo en un viaje a La Coruña. Por cierto,
aprovecharemos para tomarnos unos chopitos en el restaurante que tiene mi amigo
Benancio, en el barrio viejo, a tres calles de la Plaza Mayor.....BLA, BLA, BLA.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Una
última observación:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Si su
interlocutor le interrumpe abruptamente sin que usted pueda preverlo, continúe hablando sin darse por aludido hasta terminar
la frase o la idea, si cree que puede resolverla en menos de diez segundos. Es
importante hacerse respetar y hacer llegar a nuestro interlocutor la idea de que aunque somos
generosos en concederle el uso de la palabra, no nos gusta que nos la arrebaten
arbitrariamente y sin previo aviso. Debemos enseñar a nuestros interlocutores,
con nuestra conducta generosa, y al mismo tiempo enérgica, coherente y
sistemática, el tipo de conversación que queremos tener. En la medida en que
este no se atenga a ese modelo, hagámoselo saber mediante una actitud de
indiferencia y silencio pertinaz, pero cuando, por el contrario, sea respetuoso con nuestro uso de
la palabra, premiémosle con un <i>feed back</i> positivo, mientras él tiene el uso de
la palabra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;">2 No hable de sí mismo</span><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">No
olvidemos algo muy importante: el tema favorito de los malos conversadores es
hablar de sí mismos, de su vida feliz y plena, de su familia, de sus amigos, de
su perro, de sus viajes, de sus gustos y así hasta el infinito. Y lo que puede
ser aún peor, de sus penas, desgracias y frustraciones, repitiéndolas hasta la
exasperación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;"><b>Lo que parecen
ignoran este tipo de malos conversadores</b></span> es que a nadie le interesa sus vidas,
ni sus gustos ni sus aventuras y desventuras. Es más, cualquier relato de un éxito,
ya sea real, exagerado o inventado, causa incomodidad en el interlocutor porque
los seres humanos somos envidiosos por naturaleza. Y puesto que nos incomoda el
bien ajeno (aunque lo disimulemos), un buen conversador debería renunciar al
placer mezquino que obtiene al imaginar el sufrimiento que provoca en su
interlocutor el relato de sus éxitos personales. Nuestros éxitos, aventuras o
desventuras personales, la mayor parte de las veces son extremadamente
aburridas para los demás, por lo que hay que evitarlas como norma, a menos que
haya un buen motivo, y rara vez lo hay. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
cualquier caso, y si no podemos resistir la tentación malsana de contarlas,
debemos hacerlo empleando poco tiempo y sin
florituras, dejando que sea nuestro interlocutor el que decida si necesita, o no, más información. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Solo procedería ampliar la noticia si detectásemos una
inequívoca "avidez" en nuestro interlocutor por conocer más detalles,
sin olvidar que a menudo su interés solo será una manifestación de cortesía y deseos
de agradar, es decir, simulada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">También
debemos considerar que, en no pocas ocasiones, su curiosidad será malsana y estará
orientada a extraer información sensible que luego pueda utilizar, si se
presenta la ocasión, para desacreditarnos o menoscabar nuestra imagen ante
terceros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: #cc0000;">Este
afán desmedido de alardear</span></b> que tanto afea al ser humano, suele ser fuente de
nuestras peores y más perjudiciales indiscreciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Por
ejemplo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A</span></span></b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">: Por cierto, al fin me publicaron el libro
del que te hablé. Ya te regalaré un ejemplar cuando me lo manden de la
editorial. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(¡) No
todos los días se publica un libro, y a todos nos gusta tener un amigo al que
le publican libros, para presumir de ello, por lo que el planteamiento de A puede
considerarse aceptable, sobre todo en la forma escueta en que lo plantea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;">B: ¿De verás? Enhorabuena. Me alegro mucho de tu éxito.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A:
Tampoco es para tanto. Todos los días se publican miles de libros, pero muy
pocos llegan a ser conocidos. Esto de publicar es una lotería. Por ahora sólo
tengo una papeleta, pero no cuento con que me toque...</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(¡) Visto
el escaso interés de nuestro interlocutor por los detalles, ponemos nuestro
éxito en perspectiva para neutralizar el ataque de envidia que ha sufrido y
cambiamos de tema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A: Y
hablando de otra cosa, ¿en qué quedó el asunto aquel que te tenía tan
preocupado? </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(¡) Le
ofrecemos el uso de la palabra y dejamos que se explaye con sus pequeñas vivencias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Pero ¿qué hacer cuando nos enfrentamos a un interlocutor que habla de sí mismo sin
respiro, que nos cuenta un centenar de veces la misma historia, los mismos detalles
de su anodina biografía?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">No hace
falta decir que lo mejor es evitarlo, si es posible. La norma general a seguir
con los malos interlocutores es eludirlos, pero no siempre es posible aplicar
esta solución y a veces nos vemos forzados a hablar con ellos por diversas
razones (sería el típico caso del cuñado pelmazo).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">La técnica
paliativa que mejor resultados da en estas situaciones es mantenerse en
silencio a menos que se nos reclame nuestra opinión, mostrar poco o ningún entusiasmo
por lo que se diga, no hacer preguntas ni comentarios. Con nuestra conducta pasiva
le estamos enviando el mensaje de que sus palabras no encuentran eco ni
asentamiento en nuestra mente, o dicho de otro modo, que está hablando con una
pared. Y si como ya se dijo, las conversaciones más divertidas son aquellas que
consiguen trasladar información relevante a nuestro interlocutor (que inspiren
emociones y curiosidad en él), con nuestra actitud pasiva estamos desincentivando
su afán comunicativo, y con suerte, conseguiremos desembarazarnos de su incomoda
conversación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Si no vislumbramos
una ocasión próxima para deshacernos de su plúmbea compañía, podríamos buscar
mentalmente algún tema que pueda resultar interesante tanto a él como a
nosotros mismos, para introducirlo cuando se produzca la primera oportunidad. Por
ejemplo, sacar a la palestra alguna noticia sorprendente de índole política,
económica o social, algún recuerdo de experiencias vividas juntos, o cualquier
tema genérico del que todos tenemos una opinión formada sobre la que poder
dialogar. Nuestra estrategia debe consistir en mantenerlo alejado de su tema
favorito: él mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
resumen, se trataría, de hacerle llegar subliminalmente, a través de nuestra
actitud pasiva o activa, gratificante o punitiva, qué temas debería escoger y
en qué forma debería conducirse cuando
dialoga con nosotros, al margen de cómo lo haga con los demás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;">3 Elegir un tema adecuado</span><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Por lo
general, los temas de una conversación surgen al azar, pero si se prevé que la
conversación se va a prolongar, conviene desviarla hacia un tema que resulte
divertido para nuestro interlocutor y, en la medida de lo posible, también para
nosotros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
todos los casos debemos evitar incurrir en el típico error de elegir un tema
que sólo nos interese a nosotros. Si no conocemos a nuestro interlocutor,
deberíamos explorar diferentes propuestas hasta descubrir qué puede
interesarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">También
es buena idea dejar que él tome la iniciativa, lo que nos permitirá adivinar
cuáles son sus áreas de interés. Manteniendo al principio una conversación
variada y poco profunda que permita saltar de una cuestión a otra, será más
fácil encontrar un tema en el que se pueda profundizar más.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Hay que tener en cuenta que, por lo general, las conversaciones más divertidas tienen lugar en torno a
un tema interesante para ambos interlocutores, en el que se profundiza más allá
de lo habitual, lo que produce un fuerte vínculo emocional y el deseo de
repetir la experiencia. Sería un efecto parecido al de las fuertes emociones
que embargan a dos exploradores que se adentran en un paraje inexplorado y
descubren, juntos, secretos que sólo ellos conocen y comparten, frente al común
de los mortales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Ejemplo:
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A:
Vaya, que poca gente hay por las calles. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(Una
forma poco comprometida de iniciar el dialogo)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;">B: Si.
Debe ser las vacaciones. Todo el mundo se va a la playa</span>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(Aquí
aparecen dos posibles temas: el trabajo y las vacaciones.)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A: Qué
envidia ¿no? (A no se decide y pone una nota emocional, a ver por dónde tira
B).</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;">B: Dímelo
a mí. Yo debería estar ahora en San Sebastian pero mi jefe me tiene secuestrado
hasta Agosto. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(Aquí
se podría optar por hablar de S. Sebastian y de las vacaciones que B pasa allí
o del trabajo, que podría derivar en una queja insufrible o en una oportunidad
para que B alardeara de lo importante que es para la empresa donde trabaja.
También A puede pasar de puntilla por esas dos opciones y explorar otros temas
más refrescantes, según sea el deseo de A en conocer la vida de B o de hacerle
pasar un buen rato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A: Así
que veraneas en San Sebastian. ¿Qué tal es aquello? </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">A ha
decidido dejar que B se explaye con historias sobre sus experiencias en S.
Sebastian, lo que con seguridad proporcionará a B la doble satisfacción de
presumir de disfrutar de una vida plena y feliz
y de revivir los mejores momentos de vacaciones anuales ante un receptor
virgen, con su capacidad de asombro intacta. Seguramente repetirles las mismas anécdotas
a sus conocidos y familiares ya no resulta gratificante porque ha dejado de ser
una conexión relevante, al tratarse de una historia ya conocida por los
receptores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A: Muy
cierto, es lo que tiene el trabajo. Cuando acumulas mucha responsabilidad, a
veces tienes que renunciar a tu vida personal en favor de la empresa.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(A
elige indagar sobre el tipo de trabajo de B y el estatus que posee en este
ámbito. También aprenderá algo sobre su conducta moral, sus sueños, sus
frustraciones, etc. Algo que puede ser útil si por alguna razón le interesa
conocer mejor a B, o muy aburrido e incomodo en caso contrario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A: Pues
lo que acabas de decir me recuerda un artículo que leí ayer sobre lo difícil
que es decidir en el día a día. Según decía el articulista, la vida en la
ciudad estresa mucho por la cantidad de decisiones que tenemos que tomar
continuamente, con el inconveniente adicional de no saber nunca cuál es la mejor
opción. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(Aquí A
ha optado por una conversación filosófica que puede dar más juego si discurre
en la dirección correcta, es decir, si B no se lanza a contar una anécdota
personal que ilustre su propuesta filosófica. Es el riesgo que se corre con los
malos conversadores del tipo yoista).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Conviene
recalcar aquí, que el máximo disfrute en la conversación se produce cuando se
toma consciencia de que el interlocutor entiende y valora positivamente lo que
decimos, lo que implica que haya demostrado previamente ser un experto en el
tema a través de sus propias intervenciones. Por eso resulta tan conveniente
elegir un tema que los dos dominen. De esta manera ambos pueden hablar en la
seguridad de ser comprendidos y valorados por un interlocutor entendido. Una
vez más, el objetivo es establecer una conexión relevante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: red;">Las
mejores amistades se dan entre personas entendidas</span></b> y apasionadas por un mismo
tema, y de ahí que existan tantos clubes y foros en los que se fraguan rápidas
y productivas amistades. En tales casos, uno mismo percibe que ha encontrado
una oportunidad de hablar de un tema que resulta aburrido a la mayoría de los
semejantes, y en el que hemos invertido mucho tiempo y esfuerzo. ¡Por fin
alguien puede apreciar nuestra superioridad y valorarla en lo que vale!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Es
importante recordar que un buen tema de conversación no es el que a nosotros
nos apasiona, sino aquel que interese a, y sea conocido por, las dos partes, a
fin de que exista un intercambio de opiniones fluido y coherente entre ambos
extremos de la comunicación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">La
conversación perfecta es aquella en la que podemos verificar que nuestras
opiniones suscitan en nuestro interlocutor ideas y propuestas acordes con las
nuestras, que demuestran que ha entendido hasta en sus últimas sutilezas, nuestros
argumentos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Para facilitar
este clima mágico, conviene exponer opiniones o anécdotas que puedan expresarse
en no más de 2 minutos, preferiblemente en torno a los 30 segundos, con el fin
de dar la posibilidad a nuestro interlocutor de que tome la palabra con
frecuencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Es
decir, yo expongo una opinión o una anécdota de no más de dos minutos, me callo
y mi interlocutor pregunta o cuenta otra al hilo de lo que le he contado, etc.
Dicho de otro modo, habría que buscar un formato en el que se produzcan
intervenciones alternadas por tiempos similares y, salvo casos excepcionales,
de duración menor de dos minutos. Sin olvidar el precepto de no hablar de uno
mismo ni de contar historias personales que por su propia naturaleza favorecen
el monopolio de la palabra, ya que nuestro interlocutor no puede opinar de
cuestiones que sólo nosotros conocemos. Es esta una vil estrategia de los malos
conversadores-plomo para acaparar el uso de la palabra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;">4 No llevar la discusión al terreno personal </span><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Una de
las razones principales del fracaso de la conversación, en su aspiración a
convertirse en una experiencia agradable y productiva, es la tendencia generalizada
a derivar las disputas hacia el terreno personal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">La
causa que origina el deslizamiento desde el dialogo civilizado hacia la disputa
personal se suele ignorar y de ahí la frecuencia con que se incurre en este
error. La manera más eficaz de evitar esta deriva es, sin duda, conocer las
causas, y es justo por esa importante cuestión, por la que vamos a comenzar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">El
proceso al que nos referimos, y que hemos de tratar de evitar a toda costa, se
atiene a este patrón general: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Se
inicia una conversación sobre cualquier tema y al poco tiempo se llega a un
punto de discrepancia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
lugar de mantener el dialogo en el ámbito del intercambio de argumentos
racionales, se pasa, sin ser consciente de ello, al terreno de la
descalificación personal, cuando no al de la ofensa y el insulto, maquillado o
no con palabras biensonantes. Lo que ha ocurrido en tales casos es que ante la
falta de argumentos sólidos con los que defender el propio posicionamiento, se
ha trasladado la disputa desde el terreno ideológico al ámbito personal. Y eso
por dos motivos:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li>Sabemos
mucho más de nuestro interlocutor que del tema objeto de debate y por eso
suponemos que ahí la batalla se inclinará a nuestro favor. Es decir, trasladamos
la batalla a terreno conocido.<br /> </li>
<li>Al
tropezar con argumentos contrarios a nuestras creencias y afirmaciones, se
dispara en nosotros las emociones propias de una agresión territorial y reaccionamos
instintivamente agrediendo a nuestro oponente con el propósito de hacerle
retroceder. Y nada más indicado para hacerle daño que los ataques directos a su
persona, al núcleo mismo de su sensibilidad individual.</li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: blue;">Por
regla general, nuestro interlocutor </span></b>al verse agredido en la personal
contraataca en parecidos términos y antes de que nos demos cuenta, nos
hallaremos sumergidos en medio de una disputa agria y personal que solo puede
acabar mal o muy mal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Añadiremos
que, habitualmente, el que inicia esta deriva es quien tiene mayores
posibilidades de ganar la batalla en el terreno de la confrontación personal.
Esta circunstancia puede deberse a que
el transgresor posee un mayor conocimiento, experiencia o habilidad en el ataque
personal. Pero también puede explicarse por un mejor conocimiento de la
víctima, por contar con un ascendente sobre ella o simplemente porque interiormente
se sabe inferior en el tema que se está debatiendo. Y en cualquiera de estos
supuestos, prefiere trasladar el escenario de la confrontación al del
enfrentamiento personal, en el que se siente más seguro y con mayores opciones
de éxito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Ejemplo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A: -¿Qué
te ha parecido la película?</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;">B: -Aburrida.
Creo que ese director debería dedicarse a otra cosa.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A: -Ya...
Basta con que me guste a mí para que le tomes manía. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
(A ya
ha entrado en el terreno de la confrontación personal. Podría haberle dicho,
por ejemplo: Pues a mí me ha gustado. ¿Qué es exactamente lo que no te gusta de
su trabajo?).</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;">B: Sólo
he contestado a lo que me has preguntado. Si quieres que te dé la razón, dímelo
de antemano. A mí no me gusta discutir, pero a ti te encanta. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(B ha
entrado al trapo. Ha aceptado (sin darse cuenta de que está siendo manipulado)
que la conversación ha derivado al terreno de la descalificación personal y
ahora ambos están enfrascados en una disputa que puede acabar muy mal.) <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Una
respuesta inteligente de A podría haber sido: <span style="color: blue;">Tienes razón en una cosa, y es en
que le tengo manía. No me gusta la manera en que alarga cada escena hasta el
aburrimiento, ni su afán de llevar los sentimientos hasta lo patético. Pero ese
es solo mi punto de vista sincero. Es eso lo que querías ¿no?</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Una vez
que se entra en el terreno person</span>al, la conversación se torna tormentosa y los
reproches se suceden en incontrolable escalada, lo que suele acabar
en un enfado que enturbia las relaciones de la pareja y que, repetido durante mucho tiempo, puede
incluso acabar con la relación.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: red;">Para
evitar esta deriva, causa de innumerables conflictos</span></b> y rupturas, hay que
mantener una vigilancia permanente para detectar cualquier intento de incursión
en el terreno personal por parte de nuestro interlocutor. Solo así podremos
inhibir a tiempo nuestra propia reacción instintiva de responder en el mismo
nivel personal desde el que hemos sido agredidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Si
deseamos poner en práctica esta estrategia, debemos asegurarnos de que ante la
primera provocación, nuestra respuesta sea tranquila y bien meditada. Ignorar la reseña a lo personal y dar
argumentos objetivos sobre nuestra última opinión, ignorando el ataque personal
del que hemos sido victima. Si nuestro interlocutor persiste en la misma línea
de descalificación personal, lo más indicado es hacer un largo silencio y si
nos interrogará sobre la razón de nuestro repentino silencio, habría que darle
una respuesta educada pero seca, sin apartarse de esta línea:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">- Creo
que estás llevando la conversación al terreno personal y yo sólo quería hablar
de cine.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">Si quieres
hablar de cine, estoy a tu disposición, pero si vas a continuar hablando sobre
mí, prefiero no continuar con esta conversación.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En resumen,
la fórmula es fácil de aplicar: no responder a ninguna de las provocaciones de
índole personal, y si insiste en la misma línea, permanecer en silencio hasta
que cambie de tema o de actitud. Si su avieso interlocutor le exige una
explicación sobre su silencio, repita siempre este argumento, sin salirse ni un
ápice de él, sin poner ejemplos, sin caer en cuestiones morales o personales.
Repita variantes de esta idea:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">Estás
llevando la conversación al terreno personal y no estoy interesado en esta
conversación.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Con el
tiempo, y si mantenemos esta actitud, nuestro interlocutor evitará incurrir en
esta nefasta práctica, en la medida en que llegue a la conclusión, por propia
experiencia, de que la conversación se interrumpirá abruptamente tan pronto la
derive hacia el terreno personal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Como
medida extrema ante el acoso continuado, y siempre que sea posible, aléjese de
su interlocutor sin dar explicaciones y
no regrese antes de 2 horas. Esta acción le dará ocasión para reflexionar,
calmarse y darse cuenta de que su actitud le ha hecho daño a usted, y lo que es
más importante, que también tendrá consecuencias para él mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;">5 Reproches, <i>flash back</i> y quejas </span><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Una
buena conversación, es decir, cualquier conversación que se plantee con el propósito
de disfrutar de una experiencia agradable, debe excluir reproches, quejas y
<i>flash back</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: #cc0000;">Por
reproches</span></b> nos referimos a comentarios sobre algún aspecto negativo o criticable
de la personalidad o de la actuación presente o pasada del interlocutor.
Ejemplo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A: No
sé por qué tienes que aparcar siempre tan cerca de la acera. Vas a reventar los
neumáticos. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">(Por
principio, hay que suponer que B no desea reventar los neumáticos y por lo tanto
el reproche o la advertencia es innecesaria. Como máximo puede decirse una
única vez en la vida, dado que no es una cuestión capital para nadie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: #cc0000;"><b>Los
<i>flash back</i></b></span> son reproches sobre hechos pasados y que, por tanto, no tienen
posible arreglo. El problema de los <i>flash back</i> es que pueden reeditarse sin límite,
por lo que representan una munición inagotable para alimentar las ametralladoras
de las disputas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A: Qué
lástima que no fuésemos de viaje el pasado fin de semana. Mi amigo Antonio me
comentó que hizo un tiempo fantástico en la playa donde teníamos pensado ir.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;">B: Pues
si no fuimos fue por culpa tuya. Ya te dije que no había que hacerle caso a los
pronósticos meteorológicos que dan por la tele. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Aquí B
reprocha a A una decisión pasada, que además resultó razonable en el momento de
tomarse. Hay que tener siempre en cuenta que las predicciones pueden fallar
tanto en un sentido como en el contrario. B podría responder con otro ejemplo
similar imputable a A e iniciar una disputa interminable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Para
evitar la aparición de <i>flash back</i> es necesario hacerse el firme propósito de no
criticar nunca sucesos del pasado y si lo hace el interlocutor, debe
negarse a entrar en el juego, es decir, enrocarse en el silencio. Si el otro insiste,
sólo debe insistirse en la idea de que discutir sobre algo que ocurrió en el
pasado sólo sirve para fastidiar el presente y el futuro. O lo que es
lo mismo: no voy a entrar en ese juego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: #990000;"><b>Las
quejas</b></span> se pueden definir como comentarios negativos, a veces lastimeros, a
veces amenazadores, sobre algún aspecto de la realidad que consideramos injusto
y que desearíamos cambiar. En todos los casos debemos tener presente que el
concepto de "injusto" es subjetivo y de ahí que cualquier intento de convencer
a nuestro interlocutor de su error o de nuestro punto de vista sólo sirve para
iniciar una agria disputa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Existen
quejas sobre aspectos externos ("Vaya tiempo más malo que hace" o "De
este atasco no salimos hoy"), sobre cuestiones presentes personales ("Ya
estás otra vez diciendo tonterías" o bien "Pareces una coliflor con
ese vestido" ), sobre cuestiones pasadas ("No sabes comportarte en
sociedad" o bien "Eres un peligro conduciendo") y también sobre
uno mismo ("No sirvo para nada" o bien "Con mi formación no voy
a encontrar trabajo nunca").<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
general, las quejas, de cualquier tipo, crean un ambiente lúgubre o depresivo
("Me parece que nadie nos libra del desastre" o "Estoy seguro de
que me van a echar de la empresa"), irritante ("No sé cuando aprenderás a ordenar tus
cosas" o "A ver si puede ser que pongas los platos pequeños en el
mismo montón"). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Pero
siempre, cualquiera que sea su naturaleza o intención, degradan el dialogo y la
relación, por lo que hay que evitar incurrir en ellas y procurar no prestarle
atención cuando vienen de nuestro interlocutor. Y podemos estar seguros de que
con el tiempo, aprenderá a eliminarlas de su lenguaje, al comprobar que, una y
otra vez, no tienen eco, ni más reacción que el silencio y la indiferencia,
cuando no la huida física. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Únicamente
son aceptables, aunque en pequeñas dosis y solo cuando están justificadas,
aquellas quejas que se refieren a
elementos o situaciones externas y que constituyen elementos de acuerdo y mutuo
refuerzo. Por ejemplo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue;">A:
Tengo ganas de que acaben las obras en la calle. No se puede ni oír la tele. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;">B: Dímelo
a mí, ni siquiera puedo leer el periódico. Ojala sea cierto lo que me acaba de
comentar Luis. Me aseguró que terminan el sábado.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: red;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Pero
incluso en estos casos, al repetir el problema y hablar sobre él, se amplifica
su efecto depresivo sobre los dos interlocutores. Como norma, no comenzar conversaciones
que tengan como tema algún tipo de queja y si es el otro quien la inicia, sólo
cabe ignorarla o sumarse a ella añadiendo un sesgo de esperanza o un punto de
vista optimista que le quite hierro. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Lo que nunca debe hacerse es criticar a
nuestro interlocutor la acción de quejarse, porque eso constituiría en sí mismo
un reproche particularmente irritante y peligroso para el mantenimiento de una
buena comunicación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
resumen, para frenar las quejas de nuestro interlocutor, la única estrategia es
no darse por enterado y no entrar en el juego del enfrentamiento en ningún
supuesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;">6 Diplomacia en la gestión de las discrepancias</span><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Todos
sabemos por propia experiencia que una conversación discurre por buen camino
mientras no aparezcan discrepancias importantes. Por otra parte, aceptar como
buena cualquier afirmación o creencia de nuestro interlocutor es una táctica difícil
de aplicar y que, a largo plazo, puede volverse contra nosotros, haciéndonos
quedar como vulgares corifeos, sin criterio propio ni personalidad. Un precio
demasiado alto que ni siquiera nos concederá ese estatus por el que hemos
sacrificado nuestra propia dignidad y autoestima.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Veamos
algunas normas que pueden ayudarnos a manejar las discrepancias:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li>No emitir
nunca expresiones que pongan de manifiesto la discrepancia. Con esto queremos
decir que habría que suprimir del vocabulario expresiones como: "No estoy
de acuerdo contigo", "No comparto tu opinión", "Pienso todo
lo contrario", etc.<br /><br />Seamos
conscientes de que una declaración inicial de desacuerdo no ayuda al dialogo ni
aporta nada positivo a la argumentación. Podemos omitirla, y en su lugar
desplegar la argumentación que corresponda, ganando con ello una actitud más
receptiva y amistosa en nuestro interlocutor.<br /><br />Comenzar
nuestra intervención, en el caso de no estar de acuerdo con lo que se acaba de
escuchar, con expresiones neutras que denoten modestia y ausencia de
agresividad. Por ejemplo: "Mi
opinión es que...", " Por lo que he tenido ocasión de ver, yo diría
que...", "Hasta donde yo sé...", etc.<br /> </li>
<li>Actuar
siempre desde la convicción profunda de que no es probable que consigamos
convencer a nadie de nuestras tesis y que por lo tanto, cualquier esfuerzo en
ese sentido será vano. Por esa razón debemos evitar a toda costa propiciar un clima
de hostilidad dado que no nos jugamos nada importante. <br /><br />Recuerde siempre que un
dialogo no debe tener como objetivo principal convencer a nuestro interlocutor de
nuestras propias creencias, en especial cuando este se muestra reticente. El
objetivo principal de una conversación debe ser el de tener una experiencia
agradable, a través del establecimiento de una comunicación fluida de doble
dirección con un miembro de nuestro grupo.<br /><br />Bien es
cierto que el objetivo natural de toda conversación es convencer a nuestro
interlocutor de nuestras tesis, porque eso responde al objetivo de la
Naturaleza que consiste en enfrentar ideas diferentes para que se imponga la
más eficaz. Sin embargo, no tenemos que ser esclavos de la Naturaleza. <br /><br />Al ser
animales racionales podemos burlar los objetivos naturales en nuestro favor. El
truco, en este caso, consiste en que cuando detectemos que nuestro interlocutor se
muestra renuente, cambiemos el rumbo de nuestra actuación. Dado que el objetivo
primario de convencer se ha vuelto inalcanzable, pasemos el plan B, es decir, divertirnos o al menos evitar una situación incómoda. <br /><br />Si, dejándonos llevar por nuestros instintos,
persistiésemos en el plan A, aun a costa de comprometer nuestro bienestar, sólo
conseguiríamos enfadarnos y deteriorar la relación con nuestro interlocutor, que
podría proporcionarnos, más adelante, otros servicios y experiencias agradables.<br /> </li>
<li>Todos
sabemos que las conversaciones más divertidas, con diferencia, son las que
tratan sobre temas en los que hay acuerdo y coincidencia entre ambos
interlocutores. Sólo hay una excepción a esta ley y es cuando conseguimos
convencer a nuestro interlocutor, pero esta posibilidad es tan remota, que no
merece la pena considerarla. <br /><br />Y si pese a todo, conseguimos que tenga lugar el prodigio, podemos
dar por seguro que cuando volvamos a hablar sobre ese mismo tema, meses
después, nuestro interlocutor habrá vuelto a su posición inicial.<br /><br />Una
técnica muy potente para potenciar la experiencia positiva de nuestro
interlocutor es aparentar un desacuerdo inicial y posteriormente ceder a sus
argumentos proporcionándole con ello una sobredosis de endorfinas. Sin embargo
no se debe abusar de esta técnica y reservarla para casos muy especiales, casi
de vida o muerte.<br /><br />Y la
razón es que nunca se debe repetir el mismo truco a la misma persona si
queremos mantener la magia de su efecto. En otro caso se nos llegará a
considerar como débiles mentales o bien se descubrirá nuestro ardid y
perderemos el respeto de los demás porque se sentirán engañados y manipulados en
lugar de sentirse inteligentes y grandes polemistas, por obra y gracia de nuestra
maniobra oculta. <br /><br />Este
sería el caso de dejarse ganar al ajedrez por nuestro oponente para
proporcionarle una buena experiencia. Para que funcione, debemos ganarle de vez
en cuando para que nos valore como buenos contrincantes y disfrute más sus
victorias. Cuando descubra nuestro juego, perderá el interés de jugar con
nosotros y nos considerará personas poco fiables.<br /> </li>
<li>Si
manejamos bien el dialogo, podemos crear la impresión en nuestro interlocutor de
que es inteligente, ocurrente y brillante. Y lo más importante es que nos
asociará con esa sensación placentera y nos buscará como agua de mayo, pensando
que somos seres deliciosos e inteligentísimos, cuando solo nos hemos convertido
en espejos amables, como los que hay en los vestidores de las tiendas de ropa.<br /><br />Bien es
cierto que la Naturaleza trata de condicionarnos para establecer diálogos
relevantes para el bien de la comunidad. Y si entre dos mentes hay desacuerdo,
es comprensible que se produzca una batalla para intentar establecer una verdad
común, pero en la práctica, esto funciona pocas veces y de ahí que sea más conveniente
renunciar a este objetivo en beneficio del más egoísta de pasar un buen rato y
reformar los lazos de amistad, que también es una estrategia adaptativa. <br /><br />Al fin
y al cabo, vivimos en un mundo donde son los científicos quienes se encargan de
descubrir y establecer la verdad, por lo que nosotros, liberados de esta
responsabilidad social, podemos y debemos concentrarnos en establecer buenas
relaciones sociales. Si nuestro interlocutor se empeña en afirmar que la tierra
es plana o que la homeopatía tiene valor curativo, hagamos un primer intento de
sacarlo de su error, pero si comprobamos que no vamos a conseguirlo, es mejor
optar por acabar con ese tema recurriendo a una solución de compromiso: <span style="color: blue;">Lo
cierto es que yo no soy un entendido en este tema y no tengo una opinión fundamentada.
Tal vez tengas razón dado que lo has estudiado en profundidad</span>.<br /> </li>
<li>En el
fragor de la discusión no hay que olvidar nunca que nuestro objetivo al
conversar debe ser, prioritariamente, obtener una experiencia agradable, tanto
para nosotros como para nuestro interlocutor. En la medida en que empiece a
sentirse incomodo y malhumorado, se está saliendo de su objetivo.<br /><br />Un buen
conversador nunca permite que su termómetro emocional sobrepase la temperatura
de confort. Y para enfriar el ambiente, sólo tenemos que fijar nuestra atención
en poner en marcha las maniobras y técnicas de apaciguamiento que ya se han
descrito (cambiar sutilmente de tema, guardar silencio, expresar nuestro
desconocimiento del tema). Lo que nunca debe hacerse es incurrir en reproches o
criticas personales, por muy justificadas que estén, del tipo: "No tienes
que ponerte así por tan poca cosa", "Ya has vuelto a perder los
estribos", etc.<br /><br />En
general, debemos aplicar frases de enfriamiento que no impliquen reconocimiento
o sumisión hacia nuestro interlocutor, porque estaríamos enviándole el mensaje
de que se puede salir con la suya perdiendo la compostura y eso sería a la
larga contraproducente para él y para nosotros.<br /><br />Convendría emplear expresiones que no pongan en cuestión lo que él dice, pero sin por
ello renunciar a nuestro posicionamiento ni al trato amistoso y respetuoso. Por
ejemplo: "<span style="color: blue;">Si
estás tan seguro, tal vez lleves razón, aunque yo no acabo de verlo así. Déjame
un tiempo para que lo piense</span>"o bien: "<span style="color: red;">Bueno,
creo que hemos mantenido una conversión en la que ambos hemos tenido ocasión de
exponer con detalle nuestros respectivos puntos de vista sobre el tema. Me ha
resultado muy útil conocer todos esos
argumentos que hasta ahora desconocía, y aunque sigo con mis convicciones, ha
sido muy interesante oírte</span>. <span style="color: red;">Tenemos que repetir este debate cuando haya
reflexionado un poco sobre todo esto</span>.<br /> </li>
<li>No
citar nunca lo que previamente ha dicho nuestro interlocutor, con la intención
de poner en evidencia sus propias contradicciones. Esta es una de las tácticas
que más irritan, tanto si la contradicción es real o si se trata de una
interpretación sesgada por nuestra parte, voluntaria o involuntaria. Es una
táctica peligrosa porque eleva la temperatura hasta el punto de que puede
entrarse en un nuevo nivel de agresión.<br /><br />Debemos
limitarnos a expresar argumentos autoevidentes, mientras seamos capaces de
expresarlos con tranquilidad y sean recibidos por nuestro interlocutor sin irritación.<br /><br />En el
caso de que sea nuestro interlocutor quien cite lo que nosotros hemos dicho, y lo
haga sesgadamente, hay que evitar entrar en una discusión absurda sobre lo que
hemos o no hemos dicho. Lo mejor en estos casos es ignorar la cita y si nuestro
interlocutor insistiera en ello, limitarse a decir: " <span style="color: blue;">Si es eso lo que
crees que he dicho, no he debido expresarme bien. Si quieres saber lo que
pienso sobre este punto, no tengo inconveniente en decirlo</span>".</li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;">7 No cuestionar las creencias </span><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En el
caso de que nuestro interlocutor manifestara creencias absurdas, religiosas,
conspiratorias, etc. debemos ser muy prudentes en nuestras réplicas porque si
hay algún tema inmanejable, ese es precisamente el de las creencias absurdas.<br /><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: #cc0000;">Nunca
hay que intentar convencer a nuestro</span></b> interlocutor de que sus ideas son
estúpidas porque eso le ofenderá y hará aún más difícil que cambie sus ideas.
Si existe alguna posibilidad, aunque sea minúscula, de cambiar las creencias de
nuestro interlocutor, esta desaparecerá tan pronto provoquemos su enfado.<br /><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b><span style="color: blue;">En el
supuesto de que los intereses</span></b> o el bienestar de una persona a la que apreciamos
estuvieran en juego por razón de esa creencia estúpida, limitémonos a expresar
con tranquilidad nuestras dudas razonadas, aportando opiniones de expertos y
añadiendo ejemplos de lo que puede ocurrir si se confía y se aplican esas creencias.
Sería recomendable, además, que nos ilustremos a fondo sobre el tema, en
fuentes fiables, antes de abordar el desafío de hacerle entrar en razón.<br /><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Volviendo
al caso más usual, es decir, aquel en el que esa creencia no va a tener
repercusiones directas o indirectas sobre nosotros, conviene seguir estas
normas:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Si nuestro
interlocutor se muestra insensible a nuestros argumentos e insiste con
vehemencia y convicción en los suyos, (completamente absurdos desde nuestro
punto de vista), lo más práctico es dejarlo hablar y mantener un silencio
educado hasta que se canse. Si nos pregunta sobre nuestra opinión, podemos
salir del paso diciendo: "Lo cierto es que no tengo formada una opinión
definitiva sobre este tema…", o
bien, "Es una cuestión muy complicada para poder opinar con fundamento.
He leído artículos que apoyan lo que tú dices pero también he leído otros que
expresan dudas fundamentadas. Por ahora no sé qué pensar aunque me resultado
muy interesante conocer tu punto de vista". <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
resumen, de lo que se trata es de convertir lo que podría derivar en una
discusión acalorada y frustrante, en una experiencia agradable, al menos para
nuestro interlocutor, y neutra para nosotros, lo que ya es todo un éxito.<br /><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
estos casos, siempre podemos adoptar la socarrona actitud de divertirnos oyendo
los múltiples disparates que dice nuestro interlocutor, e incluso hacerle
algunas preguntas para sondear la profundidad de sus errores conceptuales. Sería
como convertirnos en un cirujano cargado de curiosidad que ante un enfermo desahuciado, se
documenta en la naturaleza y extensión del mal para conocer el malfuncionamiento
del cuerpo humano. Un conocimiento que nos resultará muy útil para relacionarnos
con nuestros semejantes.<br /><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Es
decir, en lugar de adoptar el papel de mártires ante el aluvión interminable de
insensateces que surgen de la boca de nuestro contrincante, adoptaremos la actitud
de un estudioso de la naturaleza humana y trataremos de divertimos desde ese
rol, en tanto nuestro interlocutor se desfoga alegremente y se siente feliz al
sentirse comprendido o al menos escuchado con respeto.<br /><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Tomemos
el habito de considerar cualquier conversación que se plantee en el futuro como
un reto personal, que consistirá en gestionarla de tal manera que resulte una
buena experiencia compartida, antes que intentar a toda costa imponer dialécticamente
nuestra tesis. Si intentamos esto último, solo conseguiremos, en el mejor de
los casos, humillar a nuestro interlocutor y en el peor enfadarnos y debilitar
las relaciones con nuestro ocasional oponente.<br /><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En
resumen: adaptemos nuestro dialogo al nivel de nuestro interlocutor, pero
controlando en todo momento que no se produzcan situaciones tensas de
enfrentamiento agresivo ni de desprecio o falta de respeto. La consecución de
este logro siempre nos reportará, como poco, la satisfacción personal de haber
sido capaces de llevar a buen fin nuestro propósito inicial y sin perjuicios
colaterales.<br /><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Cada
conversación puede dar un fruto diferente. Lo importante es evaluar, al poco
tiempo de haberla iniciado, qué es lo máximo que podemos esperar de ella e ir directamente
a por ello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;">8 Pensar por anticipado nuestra intervención</span><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Por lo
general, comenzamos a hablar arrastrados por una pulsión que surge desde lo más
profundo de nuestra mente. El mecanismo cerebral encargado de la comunicación
social nos impulsa a expresar nuestra propia opinión en relación con lo que oímos
en cada momento, con independencia de que sea o no lo más adecuado para
nuestros intereses.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Una de
las tácticas más potente para mejorar nuestra intervención es pensar por
anticipado lo que vamos a decir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Esta técnica
tendrá, entre otras, la virtud de reducir el número de nuestras intervenciones,
lo que nos evitará decir imprudencias de las que luego podamos arrepentirnos.
Además nos permitirá reflexionar sobre lo dicho anteriormente, y conformar un
mensaje más claro, conciso y coherente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Si nos
obligamos a nosotros mismos a no dejar que escapen de nuestra boca las palabras
bajo el impulso irreflexivo y placentero de soltar lo primero que se nos ocurre,
mejoraremos considerablemente nuestra buena imagen como conversadores. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Nuestros
interlocutores nos juzgan por el número, calidad, coherencia y oportunidad de
nuestras intervenciones, así que si hay una reflexión previa, nuestra imagen
subirá </span>muchos puntos en función del
tiempo que dediquemos a preparar las contestaciones, que será el mismo que
concedamos a nuestro interlocutor para desfogarse.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Los
buenos conversadores hablan poco, pero cuando lo hacen dicen cosas que merece
la pena escuchar, razón por la cual, todos guardan silencio y prestan atención.
Los malos conversadores hablan mucho pero aportan poca información útil, por lo
que nadie los escucha, dado que suponen que cuando comienzan a hablar sólo van
a decir naderías o insensateces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">No
debemos olvidar que la importancia de un emisor se mide por la calidad de la
información que aporta, y que cada receptor se forma su propia opinión sobre el
emisor, y emplea esa opinión para valorar por anticipado la conveniencia de
escucharlo o no, de dejarlo hablar o de impedírselo. Crearse fama de mal
conversador, garantiza que nadie nos escuche, en especial cuando hay más de un
interlocutor disponible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-size: large;">9 Calidad formal de la <o:p></o:p></span></span></b><span style="color: blue; font-size: large;"><b>elocución</b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Elevar
nuestro estatus de conversador, en su vertiente de emisor de contenido, es una
necesidad que no puede descuidarse, porque para ser un buen conversador no basta con ser un buen escuchador.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">También resulta imprescindible hablar de vez en cuando y asegurarnos de que
nuestras intervenciones sean de calidad, porque sólo así los demás tendrán
interés en conversar con nosotros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Ya
vimos al principio que cada individuo intenta interaccionar con el interlocutor
de mayor rango y calidad que sea posible, y para cumplir este requisito, se
hace necesario demostrar nuestro estatus cada vez que tomamos la palabra. Esto
significa que, si bien es cierto que nos gusta que nos dejen hablar, también lo
es que no estamos dispuestos a perder nuestro tiempo con un interlocutor que está muy por debajo
de nuestro nivel. Por ejemplo, el director de una gran empresa rara vez
mantendrá una conversación con un mozo de reparto, por muy receptivo que este
se muestre. Y la razón es que sólo son divertidas las conexiones relevantes, es
decir, entre iguales o superiores, en cualquiera de los sentidos que puede
entenderse el término "superior" en el ámbito de una conversación
concreta (de mayor o menor edad, más rico, más simpático, más atractivo, con mayor capacidad de decisión, mejor adaptado, etc.).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">La
manera en que se conduce nuestro interlocutor, su vestimenta, su porte, su
cargo, su estatus, su edad, su forma de hablar, la claridad, variedad y calidad
de los contenidos, la gracia y dominio con que los expresa y otros muchos
factores van a determinar el hecho de que obtener su atención nos resulte
interesante o no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Veamos
algunas recomendaciones para mejorar nuestro estatus de interlocutor:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Responder
pronto y con ingenio es una demostración de talento y de capacidad
comunicativa, porque cuanto menos tiempo se tarda en realizar una tarea
difícil, mayor es el mérito, el dominio
y la capacidad que se demuestra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Sin
embargo, con frecuencia se cae en el error de replicar a nuestro interlocutor
casi instantáneamente, porque es lo que vemos hacer a los demás y en especial a los triunfadores. Frente a este
mal habito de contestar "al vuelo" cabe la estrategia contraria, es
decir, la de habituarnos a responder pausadamente y difiriendo la respuesta dos
o tres segundos por norma, incluso cuando ya conocemos la respuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Esto
nos concede un tiempo extra que nos libra de no pocas meteduras de pata y
mejora la calidad de nuestras intervenciones. Si tenemos por costumbre
contestar inmediatamente, a riesgo de decir insensateces, cuando difiramos la
respuesta algunos segundos, estaremos indicando que nuestro cerebro no consigue
encontrar una respuesta y eso transmitirá una imagen de debilidad a nuestro
interlocutor. </span>Sin
embargo, si tomamos la costumbre de esperar dos o tres segundos antes de
responder, esta peculiaridad será interpretada como un fuerte autocontrol sobre
nuestras acciones y emociones, y si además viene acompañado de una respuesta
inteligente, original y bien fundamentada, nuestros interlocutores esperarán
con paciencia e interés la respuesta cuando finalmente nos decidamos a darla.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Las
personas de mente rápida, lo que no significa necesariamente, profunda, juegan
la carta de la velocidad, pero si poseemos una mente lenta, lo que es
compatible con la profundidad y la excelencia, tendremos que habituarnos a una
forma de dialogar que optimice esa circunstancia personal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Adicionalmente
hay muchos otros aspectos formales de nuestro discurso a los que tenemos que
prestar atención para ir mejorándolos, porque de su perfeccionamiento y
coordinación dependerá, en buena parte, la calidad de nuestras experiencias de
relación con los demás. </span>Veamos
algunos puntos a considerar:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li>Vocalizar
con claridad, para que el discurso resulte fácilmente legible. Si a los demás
les resulta difícil entendernos, nadie se sentirá interesado por saber lo que
decimos, dado que eso le va a suponer un esfuerzo adicional. Sería el caso de
un texto escrito a mano y con una caligrafía poco legible. ¿Quién se tomaría la
molestia de averiguar qué dice habiendo tantos textos perfectamente legibles?<br /> </li>
<li>Entonar
adecuadamente para expresar con exactitud y claridad los sentimientos y
emociones que acompañan al mensaje. Una buena entonación es esencial para el
establecimiento de conexiones eficientes, porque las emociones son fundamentales
para darle sentido e interés a los contenidos. Ayuda mucho prestar atención a
los expertos (políticos, actores de doblaje, personajes públicos seductores,
etc.) y realizar ejercicios de autoaudición para mejorar nuestras habilidades.<br /><br />Consideremos
que hay personas que tienen un talento innato y sin esfuerzo consciente captan
e incorporan a su propia forma de hablar, las técnica más eficientes que
detectan en los demás. Sin embargo, no todos poseemos esas cualidades, pero sí
que podemos compensarlas en buena medidas mediante un esfuerzo consciente y
sistemático.<br /> </li>
<li>Es
crucial termina las frases y las ideas durante nuestras intervenciones. A
veces, mientras estamos desarrollando una idea, se nos cruza otra que
consideramos más interesante y cortamos abruptamente nuestro discurso para
reiniciarlo en otro punto distinto.<br /><br />Esta práctica
denota inestabilidad mental, falta de fijación, ideas e intenciones poco claras
y cambiantes, lo que nos convierte, por ese simple hecho, en un receptor/emisor
de bajo nivel.<br /><br />Conviene
habituarse a pensar por anticipado la idea que vamos a desarrollar, considerar
si conviene exponerla, y si finalmente
nos decidimos por salir a la palestra, pongamos toda la atención en expresarla con
la mayor claridad y expresividad posible. Y tan pronto como la terminemos,
guardemos silencio en lugar de recrearnos añadiendo vaguedades. Cada
intervención nuestra sólo ha de contener una idea potente y clara y no una
sucesión ilimitada de opiniones flojas y carentes de interés.<br /><br />De
hacerlo así, nuestro interlocutor sacará la conclusión, basada en su propia
experiencia, de que cada vez que tomamos la palabra, le convendrá callarse y
escuchar con atención lo que vayamos a decir, sabiendo que será breve y que,
por tanto, no tendrá que interrumpirnos para retomar la palabra.<br /><br />En este
sentido, debemos acostumbrarnos a contar una historia o expresar una idea y
callarnos. No enlazar una historia con otra hasta agotar la paciencia de
nuestro interlocutor, como suele hacerse con frecuencia. Con esta conducta le
estaríamos obligando a estar más atento a una pausa nuestra, para interrumpirnos y comenzar su
perorata, que a lo que estamos diciendo.<br /><br />Una vez
más, recordamos que una intervención normal debería estar en torno a los 30
segundos y no sobrepasar nunca los 2 minutos.</li>
</ul>
<br />YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-13491910861357025072014-05-19T17:26:00.001+02:002014-08-22T22:53:45.896+02:00Cómo salir de la crisis económica<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFLOC6mC2-E8udPvSNjH_0j2gvXKF8tM_TZ1VsYnPX8HKV3h6cowrHvoPNjQ7rBkBJvDFdpyujPITTU19wb1kUWO9sDlkba_RHM6ZUZGf7jcKdQO4Lhn1MLLoESsb5nb1EKSpgUZjUH2VQ/s1600/crisis.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFLOC6mC2-E8udPvSNjH_0j2gvXKF8tM_TZ1VsYnPX8HKV3h6cowrHvoPNjQ7rBkBJvDFdpyujPITTU19wb1kUWO9sDlkba_RHM6ZUZGf7jcKdQO4Lhn1MLLoESsb5nb1EKSpgUZjUH2VQ/s1600/crisis.jpg" /></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="color: #e06666;"><i>En los
últimos años una nueva preocupación se ha instalado</i></span></b><span style="color: blue;"> en la mente de los
españoles, una preocupación que se alimenta día a día con la tertulias
radiofónicas, la prima de riesgo, el IBEX 35 y las declaraciones de algún que
otro gurú de las finanzas internacionales. </span></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: blue;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: blue;">Hablamos, naturalmente de la crisis económica,
un fenómeno que no sólo amenaza a nuestra economía personal sino que también pone en riesgo de zozobrar al barco en el que hasta ahora habíamos navegado, sin poner en duda su solidez.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: blue;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: #38761d; font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Ya no se
trata, por tanto, </b></i></span><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">de superar nuestros retos personales, sino que por primera vez
en nuestras vidas, hemos tomado conciencia de que nuestro destino está indisolublemente
unido al de España y al de Europa. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">Pero el problema que de verdad nos roba el sueño es que tanto España como
Europa están sumidas en una tempestad económica de la que nadie está seguro de
cómo salir.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque es
poco probable que en esta tertulia demos con la solución, no por ello renunciaremos
a reflexionar sobre este trascendente tema en la esperanza de encontrar alguna luz que nos
indique en qué dirección deberíamos navegar para mantenernos a flote, lejos de
los afilados arrecifes del paro y la deuda.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">__________________________________________________</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>Yack</b>:<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b><span style="color: #c27ba0;">Existen,
al menos, tantas teorías sobre el origen de la crisis</span></b></i>, sus causas y su solución
como españoles pensantes. Y de todas esas teorías, creen una gran mayoría de
ellos, la peor de todas es la que maneja el gobierno y sus más altos
responsables económicos. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero
este curioso fenómeno sociológico también se da en el fútbol y a estas alturas nadie
se sorprende de que sea precisamente el entrenador de un equipo de fútbol el
único que desconoce lo que ha de hacerse para ganar los partidos.</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este síndrome autocomplaciente
forma parte inseparable de la condición humana y sírvanos este de excusa para proponer
nuestra propia teoría, desde la tranquilidad moral que nos otorga el hecho de
saber que no va a ser tenida en cuenta y, menos aún, llevada a la práctica, y que
por tanto, podemos equivocarnos sin temor a causar daño alguno. Empecemos pues:<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;">El origen de la crisis</span></span></span></b><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿De
dónde viene la crisis? ¿Cuál es el origen?</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y por último: ¿quién o quiénes son los autores
intelectuales de tamaño desaguisado?, si es que pertenecemos al nutrido grupo de los que buscan los orígenes en una insidiosa conspiración urdida por mentes
perversas y maquiavélicas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #e06666;">He aquí
nuestra posición de entrada</span></i></b>: Una sociedad avanzada, como es España, debe entenderse como un
conglomerado hipercomplejo de personas, máquinas y recursos que interaccionan entre
sí con el único fin de satisfacer los deseos y las necesidades de sus ciudadanos, hasta donde esto sea posible.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i>La mayoría
de los bienes y servicios que se producen</i></b> en una sociedad avanzada (digamos un 99%) son generados por
las máquinas, y la mayor parte de la energía que mueve esas máquinas proviene del
petróleo, el carbón, la energía atómica, los saltos de agua y, en menor cuantía,
de otras energías alternativas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es
decir, que los humanos sólo realizamos aquellas tareas (cada vez menos) que las máquinas aun no saben
ejecutar, y en su realización solemos utilizar pequeñas cantidades de energía orgánica (pensar, teclear, rellenar impresos, atornillar, hacer la compra en el
supermercado, desplazarnos al lugar del trabajo, etc.).<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y de lo
anterior se sigue que la abundancia en la que vivimos (comparándonos con épocas
pretecnológicas como la Edad Media o más remotas aún, como el Paleolítico)
proviene de la interacción sinérgica entre máquinas, materias primas, energía e inteligencia. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #0b5394;"><b>Entonces, si las materias primas y la energía no se han agotado</b></span> y las máquinas
siguen intactas, ¿dónde reside el problema? ¿qué causa la crisis económica?
¿por qué razón se producen periódicamente crisis en las economías avanzadas?<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">·<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span lang="ES-TRAD">Contrariamente a lo que se suele creer, el origen de la crisis no hay
que buscarlo en los políticos corruptos e incompetentes, ni en los codiciosos
empresarios y ni siquiera en los malvados especuladores sino, como veremos
enseguida, en una ancestral peculiaridad de la psicología humana. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="color: #cc0000;"><i>Consideremos
en primer lugar</i></span></b> el hecho cierto de que la psicología básica de los habitantes
del siglo XXI fue configurada y puesta a punto en épocas muy remotas. Épocas en las que no existían máquinas, combustibles
ni tecnología avanzada más allá de sencillas herramientas de madera, piedra y
hueso. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En aquellos tiempos, el hombre se
veía obligado a usar su fuerza muscular para extraer de la tierra el alimento que
a duras penas le permitía sobrevivir, día a día, entre hambruna y hambruna.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el
entorno, escaso en recursos, en el que la especie humana se desarrolló, la norma
básica de supervivencia era consumir durante los periodos de abundancia y ahorrar
(consumir menos) en las épocas en que se sufría o se barruntaba </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">escasez</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">. </span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #45818e;">Con la
invención del dinero</span></i></b> y la superación de la economía del trueque, se dio un gran
paso hacia adelante para sentar las bases de una economía más próspera, basada
en el intercambio rápido y fluido de bienes y servicios. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo, el dinero
esconde en su interior una bomba de relojería que se activa cíclicamente, y que constituye la causa fundamental de las
crisis financieras y monetarias que azotan periódicamente a las economías capitalistas
más avanzadas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El origen
del problema hay que situarlo en el hecho de que cuando percibimos (o creemos
percibir) el advenimiento de una época de vacas flacas, reaccionamos acaparando
dinero, en lugar de trigo, carne en conserva o frutos secos, como se hacía antaño. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: blue;">La razón por la que acumulamos dinero</span></i></b> en lugar de comida, hay que buscarla en el hecho de que confundimos el dinero, que sólo es
papel, con un auténtico bien, como podría ser el trigo, el aceite o la carne
ahumada. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero, insistimos sobre este punto, porque es un concepto crucial para comprender la naturaleza de la crisis: el dinero no es un bien en sí
mismo (aunque pueda parecérnoslo) sino una convención social que nos permite intercambiar bienes y
servicios reales con mayor fluidez que la que haría posible el viejo sistema de trueque.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¡Atención a lo que sigue! Si en
el seno de una sociedad <b>basada en el dinero como medio de intercambio</b>, un grupo mayoritario de ciudadanos presiente la llegada de un periodo de escasez, se activa automáticamente, </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">en sus mentes paleolíticas, </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">el modo "ahorro"</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">. </span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este hecho crucial significa que, en
lugar de continuar gastando su dinero (consumiendo) al mismo ritmo, activan la táctica del ahorro, es decir, de reducción del consumo, con el fin
de afrontar la escasez que supuestamente se avecina. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y como respuesta inmediata a esta conducta, se produce
una reducción del consumo de los bienes y servicios menos necesarios (relojes
de oro, joyas, coches de lujo, restaurantes, viajes de placer etc.). <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b><span style="color: #a64d79;">La consecuencia de la reducción masiva del consumo</span></b></i> es que el sistema productivo se ve obligado
a ralentizar su ritmo para acompasar la producción a la decreciente demanda.
Pero la disminución del ritmo de producción tiene un efecto perverso: deja sin salario a muchos
trabajadores, debido a que los ingresos de las empresas disminuyen como
consecuencia de la política de ahorro de su clientela. Pero esto sólo es el
comienzo de la crisis. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A medida que se incrementa el número de parados, más se reduce el
consumo y más aumenta la percepción de inseguridad en la población que aún conserva su
empleo, lo que genera una espiral imparable de ahorro y de progresivo
estrangulamiento del consumo y de la producción.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
resultado de este proceso circular es la formación de un ciclo de debilitamiento y
frenado de la maquinaria económica cuyo efecto más grave es la generación de paro
y pobreza. Y eso a pesar de que toda la maquinaria productiva sigue intacta, los
trabajadores y los empresarios continúan interesados en incrementar la
producción y las materias primas continúan disponibles.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #38761d;">Entonces,
el conjunto de la sociedad</span></i></b>, incapaz de comprender lo que está ocurriendo, en un intento desesperado de diagnosticar y dar
solución a la crisis económica que se agrava día a día, pone en marcha un proceso
de caza de brujas y de autos de fe. Se
analiza con lupa la conducta de los individuos, de las empresas y de las
instituciones públicas en busca de los responsables de la catástrofe. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Inevitablemente
se descubre corrupción, imprevisión, despilfarro y avaricia, e inmediatamente después, se inicia una cruzada contra los responsables y contra las estructuras
involucradas.</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En no pocos casos, la panoplia de acciones, castigos,
persecuciones y reformas urgentes que se ponen en marcha, solo ayudan a
desmantelar sistemas que funcionan y a sustituirlos por otros que son fruto de
la improvisación y de modelos económicos trasnochados, que pueden agravar aún
más la crisis al aumentar el caos, la inseguridad y la inestabilidad del sistema.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y para empeorar aun más la situación, los
medios de comunicación y los blogueros, en su afán de vender más o de aumentar
el tráfico en sus tribunas digitales, buscan y publican las peores noticias, las
amplifican y las distorsionan tanto como sea necesario para arrojarlas en las
fauces insaciables de su clientela sedienta de sangre. Una clientela angustiada
e indignada a partes iguales, que busca culpables en los que saciar su sed de
venganza, comenzando por los poderosos que han caído a los pies de los
caballos.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es el momento perfecto para un ajuste de cuentas a gran escala que, en no pocos casos, ha degenerado en un baño de sangre multitudinario.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><b style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><span style="color: purple;">Pero no hay que dejarse seducir</span></i></b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> por la sugerente idea de que la crisis es responsabilidad de legiones de malvados especuladores y corruptos sin escrúpulos, y que la solución pasa por perseguirlos hasta darles su merecido. Y la razón de ello es que toda esa fauna ha existido siempre, tanto durante las crisis como en las épocas de prosperidad.</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: blue;">La auténtica razón</span></i></b> de las crisis económicas en los países avanzados reside,
en último término, en el
acaparamiento de dinero y en el ahorro generalizado que se desata cuando la población "percibe" una reducción (real o imaginaria) en las expectativas de crecimiento y prosperidad.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta reacción en la dirección de reducir el consumo, que podría
ser adaptativa en el seno de una economía preindustrial, se vuelve devastadora
en una economía avanzada de corte occidental, basada en la producción sostenida
de bienes y servicios no esenciales, generados en su mayor parte por máquinas y
procesos industriales refinados.</span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las
economías occidentales son capaces de producir cantidades ingentes de riqueza
con la única condición de que los consumidores mantengan o incrementen el ritmo
de consumo, dado que el 99% del trabajo productivo lo realizan las máquinas y
estas multiplican su capacidad día a día, al ritmo de los avances tecnológicos. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y además, y esta es otra clave para entender las crisis, una gran parte de la
producción de las economías desarrolladas está dedicada a bienes y servicios
completamente prescindibles (móviles de última generación, pantallas planas de alta definición o conciertos de rock)
que facilitan una contracción rápida y significativa del consumo al menor signo de alarma. Es decir, los consumidores no reducen la cantidad de pan cuando aumenta la prima de riesgo, pero sí cancelan el viaje de vacaciones o la compra de un televisor inteligente de última generación.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i>Y si,
como hemos visto, la razón última de la crisis</i></b> económica mundial que estamos
padeciendo es el retraimiento global del
consumo, cabe preguntarse: ¿por qué se ha producido ese retraimiento?<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
respuesta es similar a la que se daría a la pregunta ¿por qué,
precisamente hoy, ha tenido lugar el alud de nieve o ha entrado en erupción el volcán?<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En algún
momento del pasado se produjo un pequeño cambio o un conjunto de pequeños cambios que, por casualidad, se combinaron y llegaron a crear un minúsculo decrecimiento
puntual en un sector de la economía de EEUU. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b><span style="color: #a64d79;">Esta
reducción en las expectativas de
crecimiento</span></b></i> provocó un retraimiento preventivo del consumo sectorial que, a su vez, disparó algunas
alertas macroeconómicas, lo que a su vez alertó a los omniscientes operadores
del mercado especulativo que, anticipándose para evitar posibles pérdidas, retiraron
inversiones a gran escala y
sincronizadamente. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En razón a la elevada conectividad y a los masivos sistemas de inteligencia artificial involucrados en la toma de decisiones en la economía actual, fuertemente interconectada a través de la Red, la situación se descontroló en muy poco tiempo. La desconfianza en el futuro se extendió como una mancha de aceite a Europa y a todos los países
de economías avanzadas, dando lugar a una crisis mundial en toda regla,
caracterizada por la reducción brusca del consumo y la consiguiente activación del peligroso ciclo
de ahorro-paro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #134f5c;">La
solución, desde esta perspectiva</span></i></b>, parece obvia: inducir desde los Estados involucrados el
cambio de las creencias pesimistas de los ciudadanos para que vuelvan a los
niveles de consumo anteriores a la crisis, pero ¿cómo? </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El keynesianismo es una de
las fórmulas más recomendadas (que no recomendables) para atajar el problema del
estrangulamiento del consumo y de sus nefastas consecuencias. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
estrategia keinesiana prescribe que el Estado genere el monto de actividad económica que la ciudadanía ha reducido como consecuencia de la estrategia de ahorro que ha puesto en marcha. Y para conseguirlo, el Estado ha de seguir el procedimiento de auspiciar y financiar todo
tipo de obras públicas tales como carreteras, infraestructuras, contratación de funcionariado innecesario,
etc.</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El objetivo de esta hiperactividad estatal es el de generar puestos de trabajo, pagar nuevos salarios y confiar en que los
ciudadanos que reciben esos salarios incrementen el consumo y ayuden a restablecer el ritmo productivo anterior a la crisis.
Sin embargo, esta estrategia no funciona por dos razones:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los bienes y servicios que genera el Estado
no son los que los consumidores demandan, por lo que, en realidad, no reactivan el consumo. La
razón por la que el Estado no puede generar bienes y servicios demandados por los consumidores es
porque si así lo hiciera, robaría puestos de trabajo a las empresas que aún
siguen funcionando y en tal caso sólo conseguirían destruir puestos de trabajo en el sector privado que aun sobrevive, sin aportar nada positivo.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los consumidores no volverán al ritmo de
consumo anterior a la crisis hasta que vean con sus propios ojos que ha regresado
la prosperidad real, es decir, que el futuro se ha vuelto prometedor y que ha
llegado la hora de consumir y de arriesgarse a adquirir productos que no son
estrictamente necesarios (un nuevo televisor, otro teléfono móvil de última generación, etc.).<br /><br />Y para
que se produzca ese cambio en la mente de los consumidores, tienen que
comprobar, por sí mismos, los signos reales de recuperación. Por ejemplo, que el vecino se compra un coche nuevo y se va de vacaciones, que las
tiendas y los restaurantes están a rebosar, que sus hijos encuentran empleo y
que nadie habla ya de crisis sino de prosperidad y de curvas de crecimiento generalizado. En pocas palabras, tienen que reconocer el paisaje característico de la prosperidad.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otras alternativas
para solucionar las crisis pasan por liberalizar la economía y dejar que sea el
propio mercado quien arregle el desaguisado, pero el inconveniente de esta
solución es que puede transcurrir demasiado tiempo hasta que se restablezca la prosperidad. Recordemos que la crisis no
acabará hasta que la ciudadanía recupere su confianza en el futuro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y llegados aquí, debemos retomar nuestro modesto propósito que era, recordémoslo,
sacar de la crisis a nuestro bendito país, España.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: blue;">Pero
comencemos nuestra titánica tarea haciendo un poco de historia</span></i></b> para situarnos en el escenario actual. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Establezcamos, en primer lugar, que la peculiar situación económica
de España se explica, en parte, por un hecho nuevo que no había estado presente
en crisis anteriores: pertenecemos a un club de países (la CEE) y compartimos con
ellos una única moneda (el euro). </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esto significa que no podemos aplicar las recetas keynesianas
que recomiendan a los estados fabricar billetes con los que pagar los salarios de
los trabajadores a los que ha contratado para realizar obras públicas innecesarias y de
dudosa utilidad.</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Recordemos que estos trabajadores "por decreto" no
responden a una demanda real de la sociedad, sino que se les encomiendan trabajos que nadie
necesita, y por lo tanto, no aportan valor real a la economía del país. Además, la ciudadanía en su conjunto, sigue rehacía a gastar su dinero en cualquier cosa que no sea estrictamente
necesaria, aún en el caso de disponer de recursos suficientes.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #a64d79;">Y si
España no puede fabricar billetes</span></i></b>, porque pertenece a la zona euro, el Estado se ve obligado a pedir prestado a otros países para pagar a esos trabajadores que ha contratado con el único fin de reactivar la economía estancada.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta fue
la fórmula que aplicó Zapatero, y en su empecinamiento keynesiano acabó con las
reservas monetarias del país y tras pedir prestado a todos los países europeos,
nos endeudó hasta llevarnos a la quiebra y a la insolvencia. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando el crédito extranjero se agotó, </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">dado que nadie se fiaba de prestarnos más dinero, </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Zapatero se
vio obligado a dar por terminado el experimento keynesiano, pero para entonces habíamos acumulado una deuda gigantesca (que
había que pagar con intereses) y un paro como jamás este país había conocido.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El inconveniente
(o la suerte) de pertenecer a la CEE, impidió al gobierno poner a trabajar la máquina de
fabricar billetes (pesetas) para continuar con el experimento keynesiano. Esta política probablemente nos habría llevado a una inflación descontrolada y a sucesivas devaluaciones de la peseta lo que tal vez nos hubiese conducido a un escenario aun peor del que ahora sufrimos.</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero esto, como todo lo que no llega a ocurrir, es y seguirá siendo objeto de interminables polémicas teóricas en las que no vamos a detenernos.</span></span><br />
<br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y volviendo a Zapatero, añadiremos que no pudo
continuar con su táctica de crear empleo ficticio porque la máquina de fabricar billetes estaba en manos del Banco Europeo y sometida a controles muy estrictos. Y estas restricciones se habían establecido en la CEE para evitar que los países más endeudados, recurrieran al sencillo procedimiento de fabricar más euros para solucionar sus problemas de productividad, siguiendo el modelo keinesiano.</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y esto se comprende fácilmente si recordamos que el euro es la misma moneda en países tan diferentes como Alemania y Grecia. Si Grecia pudiera fabricar euros con la misma facilidad que antes fabricaba dracmas, el efecto de devaluación monetaria también lo sufriría Alemania, que no tiene problemas de productividad, de deuda ni de paro, porque los alemanes apostaron por la solución de trabajar más y mejor en lugar de aplicar las soluciones mágicas de Keynes, como hizo Zapatero jugando a aprendiz de brujo.</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<b style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: red;"><i>Volviendo
a la crisis económica que padece España</i></span></b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">, cabe decir que se centra en dos
aspectos fundamentales:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una
altísima tasa de paro que deja a muchos españoles sin ingresos suficientes para
mantener un ritmo de consumo normal. Esta importante restricción del consumo, incrementa aún más el paro y potencia el temible circulo vicioso de menos consumo-más paro-más
incertidumbre-menos consumo.</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Además,
los ciudadanos que disponen de recursos, también se sienten inclinados a
conservar en lugar seguro esos recursos en espera de mejores tiempos. Un ejemplo
esclarecedor de lo dicho anteriormente se manifiesta en el hecho de que casi nadie,
aún disponiendo de dinero suficiente para hacerlo, compra viviendas, dado que las
expectativas apuntan a que los precios seguirán bajando.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una deuda
exterior gigantesca que hay que devolver con intereses y que al día de hoy
sigue incrementándose. Esta deuda se ha producido como resultado de pedir
préstamos a otros países con la vana ilusión de romper el círculo vicioso
paro-ahorro, por el dudoso procedimiento de disparar las inversiones públicas,
según el modelo keynes-Zapatero.<br /><br />Ahora ya
sabemos con certeza que la solución keinesiana puesta en marcha por Zapatero no era buena y
que además de haber incrementado el paro en lugar de reducirlo, ha
agotado nuestra capacidad de endeudamiento, es decir, que nadie se fía de
prestarnos más dinero porque no cree que se lo podamos devolver. Pero aún así,
seguimos gastando más de lo que ingresamos, es decir, cada año nuestra deuda y
los correspondientes intereses se incrementan aún más.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y descrito ya el escenario actual de la crisis, consideremos algunas de las medidas que convendría aplicar en España para salir de nuestra
particular crisis, aunque somos conscientes de que muchas de estas soluciones
no son políticamente viables. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y con esto queremos decir, que de aplicarse, las
fuerzas políticas y sindicales de izquierda tomarían la calle y extorsionarían al
gobierno legitimo mediante sabotaje masivo para que no llevara a cabo estas
medidas. Y no por razón de que les parecieran medidas inadecuadas, sino por
todo lo contrario, es decir, porque temen que funcionen y eso acabe con sus
escasas expectativas políticas, que dependen casi por entero, del nivel de
malestar de la población.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Veamos, pues, esas medidas organizadas por temas: <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></span></b></span>
<span lang="ES-TRAD"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;">Impuestos</span></span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el
imaginario colectivo, los ricos son los ciudadanos que ganan o poseen mucho dinero o bienes
tangibles. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b><span style="color: blue;">Y dado que no es justo (según el imaginario colectivo)</span></b></i> que haya
individuos que acaparan cantidades desproporcionadas de la riqueza disponible, mientras otros apenas tienen lo necesario para sobrevivir, parece lógico y
obligado, esquilmar continuamente a los ricos para redistribuir, </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">entre los más desfavorecidos, </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">el exceso de riqueza
que acaparan.</span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De
acuerdo con este modelo, los impuestos deben grabar a los que más ganan y aquí
cabe recordar que el IRPF es un impuesto progresivo, pudiendo llegar a
confiscar hasta el 56% del salario, cuando este rebasa los 300.000 euros al
año.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estos
impuestos se emplearán en financiar los servicios que el Estado presta
gratuitamente a los ciudadanos y en multitud de subvenciones y prestaciones de
lo más variopinto que el Estado "estima" que conviene repartir según
su propio criterio.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero enseguida
veremos que este modelo de gestión de la riqueza adolece de graves errores que
resultan, a la larga, contraproducentes para los intereses de la ciudadanía en
su conjunto.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #0b5394;">Consideremos
que una sociedad</span></i></b>, como sería el caso de España, genera anualmente una riqueza R
(bienes y servicios) y que los ciudadanos C1, C2, C3...Cn, consumen esa riqueza
en diferentes proporciones.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Provisionalmente, y a efectos de desarrollar la tesis con mayor claridad, llamaremos
ricos a los que "consumen" mayor cantidad de bienes y servicios, <b>con
independencia de lo que ganen o posean</b>. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Además, definiremos "consumir"
como <b>destruir</b> (comerse un kilo de
caviar o de pan, por ejemplo) o <b>usar</b>
(tener diez relojes de lujo en la mesilla de noche para cambiar de look cada
día de la semana).<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ahora
imaginemos dos ejemplos extremos que nos servirán para ilustrar nuestra tesis:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un
excéntrico millonario que posee 100 millones de euros en el banco, gana
anualmente 2 millones de euros y, por ser un tacaño compulsivo, sólo </span><b style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: red;">consume</span></b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
6.000 euros al año.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un
trabajador de clase media que no posee ningún patrimonio, gana 20.000 euros al
año y </span><b style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: red;">consume</span></b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
exactamente esos 20.000 euros.</span></li>
</ul>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
pregunta que ahora trataremos de responder es: ¿quién de los dos ciudadanos debería pagar más impuestos? ¿Cual de ellos es más rico?</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Recordemos
que el trabajador de clase media <b><span style="color: red;">consume</span></b> 20.000 euros mientras que el
supermillonario sólo <b><span style="color: red;">consume</span></b> 6.000 euros (tres veces menos). <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En este
ejemplo se aprecia con claridad que lo que se posee o lo que se gana no afecta
al resto de ciudadanos españoles porque estas magnitudes sólo son billetes de papel, asientos
contables en bancos, o bienes de producción, como por ejemplo, una fábrica de
relojes, que destina su producción al resto de ciudadanos y no a su
propietario.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo único
que debe contar a la hora de redistribuir equitativamente la carga fiscal, ha
de ser la cantidad de riqueza (bienes y servicios) que cada cual <b><span style="color: red;">consume</span></b>
(destruye o acapara para uso propio) de la riqueza generada por el conjunto de la sociedad. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Naturalmente,
debe darse un tratamiento diferente a un enfermo que <b><span style="color: red;">consume</span></b> un tratamiento médico
costoso (algo obligado por las circunstancias) que a alguien que gasta su
dinero en un coche de lujo, que representa un despilfarro innecesario que ha de asumir el
resto de la sociedad. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si en lugar de un coche de lujo adquiriese otro que costase
la quinta parte, la sociedad dispondría de esas cuatro quintas partes sobrantes para
consumo sin que eso supusiese una diferencia significativa en prestaciones para el
propietario-consumidor del automóvil. Tampoco un reloj de oro y diamantes, cuya utilidad es dar la hora, supone una ventaja relevante para el usuario respecto a un reloj de acero o incluso de plástico, 200 veces más económico.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por
otra parte, si esquilmamos a los ciudadanos que ganan más (porque son más
productivos y generan más riqueza para la sociedad) estamos dándoles motivos
para que trabajen menos, se trasladen a otro país con menos presión fiscal y
oculten sus beneficios al fisco.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si,
además, gravamos con impuestos a las empresas en función de los beneficios que
obtienen, estamos generando varios problemas graves:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Penalizamos a las empresas más competitivas y favorecemos a las menos
eficientes, al reducir su carga fiscal.<br /> </span></li>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Reducimos
la competitividad de las empresas más eficientes y con ello lastramos su
capacidad exportadora, estimulando con ello las importaciones, lo que provoca un
aumento de la deuda externa.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como
efecto adicional, venderán menos, reducirán su actividad económica y tendrán que despedir empleados, lo que
incrementará el paro.</span></li>
</ul>
<br />
<b style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: blue;"><i>Todos estos inconvenientes se reducirían</i></span></b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> o evitarían
si se eliminaran los impuestos directos (por lo que se tiene o lo que se gana)
y se sustituyeran por los indirectos sobre el consumo.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y repetimos aquí que estos
impuestos indirectos (IVA o similares) estarían tasados en función del nivel de lujo
que supusiese cada tipo de recurso o servicio consumido. Por ejemplo, una barra de pan podría ser grabada con un IVA del 5% mientras que un
coche de lujo lo sería en un 200%. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Consideremos un caso diferente: Una vivienda destinada a alquiler no debería generar impuestos para el propietario, sino para el inquilino porque está siendo usada (consumida) por este y no por el
propietario. A una segunda vivienda, sin embargo, sí se le impondría un fuerte impuesto, en
función de su valor catastral, dado que estamos ante un claro ejemplo de despilfarro al ser usadas dos viviendas por un
único propietario, cuando podría dar cobijo a dos familias por el mismo coste social.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La idea clave a tener en cuenta es que sólo se pagarían impuestos por el <b>consumo</b>
(destrucción o uso personal de bienes y servicios) y el tipo aplicado estaría
en función del grado de despilfarro que supondría en relación con el nivel medio de la economía del país. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De
esta manera, los impuestos al consumo tendrían un efecto disuasorio
sobre el gasto suntuario y el despilfarro, que no es otra cosa que gastar los
recursos sociales en bienes innecesarios (un collar de diamantes) o más costosos
de lo necesario (un reloj de oro).<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b><span style="color: #e06666;">En
resumen, gravemos el</span></b></i> <b>consumo</b> en
función del lujo que representa e ignoremos los ingresos de los
individuos y de las empresas puesto que estos sólo son una medida de la cantidad de riqueza que han generado para el disfrute de la sociedad.</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta forma de distribuir la carga impositiva atraerá inversión y empresarios, estimulará
el trabajo productivo, evitará el fraude, reducirá la deuda y el paro y
promocionará una mayor reinversión </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">en los sectores productivos por parte </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">de las empresas.</span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Adicionalmente,
para optimizar el sistema impositivo, convendría grabar con mayores impuestos los artículos
y servicios que importamos (electrónica de última generación, por ejemplo) y
reducirlos en aquellos otros que se realizan en su totalidad en nuestro país
(servicios turísticos, construcción, artesanía, etc.). En buena lógica, consumir productos de importación, supone un despilfarro en una economía con una fuerte deuda con el extranjero. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
definitiva, de lo que se trata es de potenciar la actividad económica que
utilice recursos del país y frenar el consumo de aquella que provenga del extranjero, con objeto de mejorar la balanza de pagos y el paro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una
última observación: cuando se graba a un ciudadano rico, se suele pensar que se le está privando
de parte de su inmensa riqueza y reutilizándola en servicios sociales gratuitos. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pensemos que los
impuestos directos que pagan los ricos se detrae de sus inversiones en empresas
productivas o del dinero que tienen depositado en cuentas bancarias. Pero, no debemos olvidar, que el banco invierte ese dinero en la economía productiva vía préstamos a empresas y particulares y al pagar sus impuestos, el rico reduce el saldo de sus cuentas bancarias y de sus inversiones en economía productiva. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #134f5c;">Es
decir, que la recaudación que consigue</span></i></b> el Estado a través de impuestos directos no se obtiene por el procedimiento de rebajar el consumo suntuario del rico, sino que se está extrayendo
de la economía productiva (generando más paro y menos productividad) e inyectándolos,
vía burocracia estatal, en subvenciones y servicios de dudosa utilidad y bajísima
productividad.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></span></b></span>
<span lang="ES-TRAD"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;">Trabajo</span></span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="color: #cc0000;"><i>Como
herencia malsana del marxismo</i></span></b> y de las diferentes teorías socialistas, la
inmensa mayoría de los españoles siguen viendo al empresario como un explotador,
egoísta y codicioso que abusa de una pléyade de trabajadores buenos y honestos,
de acuerdo con el modelo de la Lucha de clases y de la explotación de la clase
trabajadora por parte del empresariado.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Según
este modelo, el Estado con la inestimable ayuda de los sindicatos, debe
"proteger" a los desvalidos trabajadores para evitar, o al menos
limitar, el abuso de poder que los empresarios ejercen sobre los asalariados,
desde su posición de fuerza.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #8e7cc3;">En
respuesta a este modelo decimonónico</span></i></b> tenemos una legislación extensa, compleja y
costosa de aplicar que lastra la productividad de las empresas y disuade a
muchos emprendedores de iniciar o continuar con su proyecto empresarial de creación
de riqueza.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un
análisis objetivo de la realidad económica, definiría al empresario como alguien
que tiene la visión necesaria para descubrir oportunidades de crear riqueza y la
capacidad para poner su proyecto en marcha venciendo todas las fuerzas y
dificultades que se oponen a su éxito, empezando por la competencia y
terminando por la legislación laboral.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Idealmente,
el mercado del trabajo debería ser tan libre como el de los tomates o el de las
aspiradoras. El trabajador ofrece en el marcado laboral su trabajo, sus conocimientos
y su tiempo, y el empresario acude al mercado para adquirir ese servicio
laboral, pagándolo al precio de mercado, es decir, acordando libremente con el
trabajador unas condiciones de intercambio libremente propuestas y aceptadas
por ambas partes tras un proceso de negociación.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: blue;">En un mercado
libre de trabajo</span></i></b>, los salarios aumentarán cuando crezca la demanda de trabajo y
bajarán cuando la oferta se reduce, de igual manera que los tomates suben de
precio cuando aumenta el diferencial demanda- oferta y bajan cuando se reduce,
al margen de que el productor pierda o gane dinero en su negocio de explotación
agrícola. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si se aplicaran al mercado de los tomates </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">los mismos principios que rigen el mercado laboral</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">, cuando hubiese un exceso de tomates, en lugar de bajar los precios, el Estado obligaría a mantener el precio y el resultado sería que gran parte de la cosecha se pudriría en los estantes (el equivalente del paro).</span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Volviendo al mercado laboral, si
un empresario no ofrece buenas condiciones a sus trabajadores, estos se irían a
otra empresa de la competencia que les ofreciera contratos más ventajosos. Para evitarlo, los empresarios que ofrecen los salarios más bajos, se verían
obligados a subirlos. Es lo mismo que
ocurre de manera pública y notoria con el salario de los jugadores de fútbol en
relación con los clubes. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por
otro lado si el trabajador no realiza bien su trabajo, el empresario lo
sustituye por otro más eficiente, y como resultado de este proceso, se
conseguiría que los buenos trabajadores reemplazaran a los más ineficientes y
con ello se incrementaría la productividad, lo que aumentaría la generación de
riqueza y la exportación, con el consiguiente incremento de los puestos de
trabajo y la reducción de la deuda. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y este
simple mecanismo de despido libre, tiene el efecto benéfico de que los
trabajadores despedidos se dirijan hacia los sectores económicos en expansión, que
es donde existe mayor demanda, y abandonen aquellos otros en declive, en lugar
de luchar por la conservación a toda costa de sus obsoletos puestos de trabajo. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">También motivaría a los trabajadores a formarse mejor para desempeñar aquellos trabajos donde
existe más demanda en lugar de atribuir la culpa de sus males al Estado o a los
empresarios.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #a64d79;">Si
dejáramos que los salarios</span></i></b> se estableciesen libremente, habría trabajo para
todos, aunque se cobrara menos. Pero si los salarios disminuyen, los bienes y
servicios que generan las empresas serían más baratos, lo que facilitaría la
exportación y se reduciría la deuda que pesa sobre la economía española. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">También a los propios españoles les sería más fácil adquirirlos, lo que
compensaría en buena la reducción del salario, contando además con que el Estado tendría que pagar menos desempleo y, por tanto, podría reducir la presión impositiva sobre los ciudadanos que aun conservan su empleo. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por el
contrario, mantener salarios artificialmente altos mediante huelgas, extorsión sindical
y leyes para regular el mercado, sólo genera paro, nos resta competitividad y
lo único que se consigue es que sólo una parte de la población pueda trabajar. Además este afortunado sector tendrá que mantener con su esfuerzo a la legión de parados que no encuentran trabajo por
razón de esa legislación "protectora". </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La mejor protección para un
trabajador es un mercado libre en el que pueda encontrar y elegir trabajos, entre
una amplia oferta, que se adapten a su capacidad y vocación.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el
supuesto de que hubiese una grave crisis económica y se generase paro coyuntural,
pese a la liberación total del mercado laboral, el Estado prestaría a los
parados una cantidad razonable para subsistir hasta que encontrasen un nuevo
trabajo, momento en el cual comenzarían estos a devolver lo recibido en forma
de una pequeña cuota que no incidiera significativamente sobre su economía doméstica. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De esta forma, se acabaría con todo el fraude que envuelve al subsidio de desempleo
y dejaría de ser un incentivo para que el trabajador rechace las ofertas de
trabajo mientras disfruta de la prestación por desempleo, como ahora ocurre en
un alto porcentaje de casos. En la actualidad muchos trabajadores se toman el
paro como unas larguísimas vacaciones pagadas o como un suplemento a lo que
ganan en la economía sumergida.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y en
cuanto a los sindicatos, cuya función es extorsionar a los empresarios, al
gobierno y a la ciudadanía, so capa de defender a los trabajadores, habría que
retirarle todo tipo de privilegios y subvenciones, dejándolos subsistir con el
dinero de sus afiliados. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: red;"><b><i>Por
otra parte habría que promulgar</i></b></span> una ley de huelga que acabara con la patente de
corso con la que los sindicatos violan la ley, amenazan y extorsionan a los
trabajadores, a los empresarios, a la ciudadanía y al Estado, investidos de una
impunidad sacrosanta sustentada en el falso paradigma de que ellos están de
parte de los trabajadores en la sempiterna Lucha de clases, según reza la
desacreditada teoría marxista.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Adicionalmente,
desde el Estado debe alentarse, a través de la legislación y de la estructura
impositiva, los trabajos que cumplan estas condiciones:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Realizados por españoles, porque dar trabajo a inmigrantes no soluciona el
problema del paro en España, sino que lo agrava, y además buena parte del
salario que perciben los inmigrantes lo envían a los países de origen, impidiendo
así que revierta en el bienestar de los españoles.<br /> </span></li>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Que
utilicen materias primas, tecnologías y conocimientos que están disponibles en
nuestro país. Evidentemente no es igual de productivo para España vender un
automóvil de importación, aunque se creen puestos de trabajo en el
concesionario de la marca, que si el automóvil está diseñado y fabricado
íntegramente en España. Para conseguir este objetivo, sería buena política
reducir el IVA de aquellos productos en los que España es productor destacado e
incrementarlos en los que somos importadores netos.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">También
la rebaja sustancial de impuestos a la empresa repercutiría en hacer más
competitivos los productos españoles en relación con sus alternativas
importadas.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Educación<o:p></o:p></span></span></b><br />
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
educación de la ciudadanía constituye uno de los aspectos más importantes y a un tiempo más descuidados e ineficientes en España. Nuestra sugerencia es que la educación debería
replantearse desde los siguientes postulados:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sólo
debe enseñarse en la educación básica lo que resulta útil para la vida cotidiana,
puesto que lo que no cumple esa condición, resulta difícil de aprender y se
olvida a los pocas semanas o meses de haberlo aprendido. ¿quien recuerda la
regla de Ruffini o las leyes de <span style="background-color: white; color: #545454; font-family: arial, sans-serif; line-height: 18px;">Kirchhoff</span>?</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Enseñar a los alumnos a comportarse socialmente, a dialogar y a expresarse con
claridad y eficacia tanto en lenguaje hablado como escrito. Aprender bien el idioma
español y el inglés y dejar a la iniciativa y financiación de los padres el
aprendizaje de otros idiomas autóctonos o extranjeros de poca o nula utilidad.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la
formación profesional, el Estado debe proveer sólo las plazas que el mercado
demande, tanto en carreras universitarias como en maestrías y oficios. Para
seleccionar a los candidatos que optarán a ocupar las plazas disponibles,
además del historial académico, deberían efectuarse exámenes de actitud y aptitud,
a fin de evitar la entrada en la universidad y en la formación profesional de malos estudiantes sin motivación y
sin talento, condenados al fracaso. </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como
alternativa a este modelo público, estarían las universidades privadas en las que los
alumnos tendrían que pagar íntegramente el costo de la educación si bien podrían elegir la profesión que prefiriesen.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Erradicación total de la religión en las escuelas y centros de enseñanza financiados por el Estado, ya que todas las religiones
representan un modelo falso de la realidad y los centros públicos sólo deben
enseñar conocimientos ciertos y comprobados. <br />La religión quedaría restringida al
ámbito privado y su enseñanza, financiada íntegramente por los padres, aunque
supervisada y controlada por el Estado para evitar sesgos ideológicos que atenten contra la
constitución española y los derechos humanos.<br /> </span></li>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Proporcionar a los alumnos un modelo sencillo pero profundo de la realidad en
la que viven, facilitándoles el conocimiento y uso práctico de técnicas efectivas para indagar, valorar,
discriminar lo falso de lo cierto, identificar el fraude, juzgar y calificar artículos
de opinión, evaluar la fiabilidad de la información, etc.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Disponer de textos y material didáctico, idénticos para todos los alumnos
españoles sin distinción de localidades ni regiones, así como de un programa sincronizado
en todos los centros de enseñanza para facilitar a los alumnos el cambio de centro.<br />Por
otra parte, al exigir un temario específico y común en toda España, se acabaría con la arbitrariedad de profesores que imparten sus propias teorías y creencias, en
muchos casos, demenciales. Lo ideal sería que este programa general se basase en las
directrices de la CEE para evitar que cada nuevo partido que accede al poder
cambiase los contenidos para adaptarlo a su ideología política y a sus
intereses particulares.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Revalida oficial para todas las titulaciones. Así, aunque existiesen muchas
universidades, institutos o escuelas privadas, sólo se obtendría el título
oficial si se superan unas pruebas de reválida gestionadas por un cuerpo independiente de
Examinadores del Estado. De esta manera se evitaría el fraude que tiene lugar
cuando estas empresas de enseñanza privada emiten titulaciones fáciles de conseguir. Esta política genera una ciudadania mal preparada que no puede desenvolverse en un mercado internacional más competitivo y cualificado.<br /> </span></li>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Prácticas reales en empresas, combinadas con los estudios académicos para
obtener profesionales cualificados y con experiencia real que puedan incorporarse inmediatamente a sus puestos de trabajo.</span></li>
</ul>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;">Empresa</span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
Estado graba a las empresas con diferentes tipos de impuestos y gravámenes al tiempo
que les concede toda clase de subvenciones, reducciones, incentivos y ayudas condicionadas a
múltiples factores arbitrarios. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta permanente tentación del Estado por asumir
el papel de un ser omnisciente y sabio, sólo contribuye a distorsionar
gravemente el proceso productivo, haciéndolo más costoso y menos eficiente y competitivo.
<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Al
subvencionar a una empresa, ya sea para que ponga en marcha programas de investigación, para que
renueve la maquinaria, para que contrate a más empleados, para que adquiera
vehículos de empresa o para que sus directivos asistan a simposios en un país
remoto, sólo se consigue que el empresario modifique su estrategia empresarial para
obtener más subvenciones y pagar menos impuestos. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: blue;">El único objetivo de todo
empresario</span></i></b> debería ser el de concentrar toda su atención en producir más bienes o servicios con
menos, es decir, aumentar la productividad de su empresa.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por
otra parte, se carga sobre las empresas elevados costes relacionados con sus empleados, como por ejemplo, el pago de una parte de la seguridad social, enfermedad, embarazos, así como
fuertes indemnizaciones en caso de despido, además de aumentos automáticos de salario recogidos en los convenios laborales. Recordemos que los convenios laborales son obtenidos mediante extorsión y amenaza sindical amparada por la ley.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
resultado de estas imposiciones arbitrarias es que el empresario ve reducida su
capacidad para optimizar el funcionamiento de su empresa, al no tener libertad
para renovar la plantilla en función de la capacidad y actitud de cada
trabajador. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otra consecuencia grave de esta política intervencionista es que el empresario se vuelve reacio a contratar a más personal desde el momento en que le resultará difícil y costoso despedirlo si así lo
aconsejaran las circunstancias. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta situación da lugar a un fraude
generalizado, a acuerdos secretos entre empresarios y trabajadores, a despidos
amañados y a múltiples figuras delictivas que no se darían si el Estado dejara
de intervenir en las relaciones laborales y confiara en el libre juego de las
leyes de mercado. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entonces,
y según esto, la solución que volvería más competitivas las empresas españolas,
propiciando así la exportación (reducción de la deuda y del paro) y el consumo
interno (menos paro), pasaría, idealmente, por eliminar todas las ayudas a la empresa y, al
mismo tiempo, todos los impuestos y gravámenes que pesan sobre ella.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #741b47;">En
resumen, las empresas deberían tener libertad</span></i></b> para contratar y despedir a sus
trabajadores libremente, sin indemnizaciones y a establecer libremente los salarios, con la única obligación de
cumplir las cláusulas que se hubieran suscrito libremente entre las partes en el momento de la firma
del contrato. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es lo que ocurre, por ejemplo, en el mercado de futbolistas, un
mercado transparente a la curiosidad de la ciudadanía, que se rige por este tipo
de contrato libre, sin condicionantes legales.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con
este modelo de contratación, las empresas se quedarían con los trabajadores más
productivos (como ocurre en los equipos de fútbol) y los salarios se
establecerían en función de la demanda y de la productividad en cada sector. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En aquellos sectores
productivos dónde se requiriesen más trabajadores el salario subiría y en
aquellos en los que sobrasen, bajaría, que es la forma en la que el mercado
regula y distribuye automáticamente los recursos para optimizar el rendimiento
del conjunto de la economía.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con
esta política, disfrutaríamos de pleno empleo y de una mayor volatilidad laboral, lo que facilitaría
que cada trabajador encontrase el mejor de los trabajos posibles en función de
sus deseos, facultades, motivación y ubicación geográfica y a resultas de ello, disfrutase de una mayor satisfacción personal y de mejores emolumentos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
cuanto a los ingresos que el Estado obtiene grabando la actividad empresarial,
se compensarían al retirar las múltiples subvenciones a las empresas y al
eliminar la costosa maquinaria burocrática que se emplea en inspeccionar,
juzgar y castigar a los empresarios que caen en la tentación de defraudar al Estado. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #cc0000;">El déficit que pudiese producirse</span></i></b> en la recaudación neta, se cubriría con el
incremento de la recaudación por impuestos indirectos sobre el consumo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;">Autonomías</span><o:p></o:p></span></span></b><br />
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las
autonomías surgieron en la España democrática para satisfacer las exigencias de
políticos separatistas (principalmente catalanes y vascos) pensando,
ingenuamente, que así se integrarían en el nuevo régimen constitucional y le darían
mayor legitimidad.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #cc0000;">Transcurridas
varias décadas</span></i></b>, hemos podido constatar que esta estrategia no sólo no alcanzó
el objetivo de legitimar la Constitución a los ojos del separatismo, sino que
ha supuesto un inmenso costo para todo el país, en ineficiencia, abusos,
injusticia, corrupción y despilfarro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Adicionalmente
se ha inducido un enfrentamiento entre los ciudadanos españoles como
consecuencia de organizarlos en supertribus autonómicas con identidad e
intereses propios que odian, envidian y desprecian al resto de comunidades. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y
lo peor es que se trata de una tendencia que crece día a día y necesariamente
nos lleva hacia una disgregación explosiva que menaza con convertir a España en un grupo
de estados minúsculos en conflicto permanente.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
solución obvia para este problema pasa por frenar y dar marcha atrás al proceso
autonómico-separatista, mediante una legislación inteligente y sin complejos, formalizando
pactos de estado entre las fuerzas políticas hegemónicas no separatistas y
retirando progresivamente las competencias que por imprevisión e
irresponsabilidad se les cedieron a las autonomías.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sólo haciéndolo
así, España podría recuperar la paz social y acabar con el chantaje permanente
de políticos que trabajan para perjudicar a un país que odian por el simple
hecho de que se opone a sus alucinaciones separatistas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es una
tarea difícil que requerirá años pero que convendría iniciar ya, comenzando por
la recuperación para el Estado central de la competencia educativa con el fin de
eliminar el sesgo separatista que se introduce en las mentes vulnerables de los
escolares hasta convertirlos en nacionalistas irreductibles.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
desmantelamiento progresivo de las autonomías reduciría el peso insoportable de
un funcionariado sobredimensionado, redundante, con escasa o nula utilidad y poco eficiente,
aliviando el gasto desaforado del Estado. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Al mismo tiempo se transferirían
trabajadores desde áreas redundantes e innecesarias de la administración pública a
la economía productiva, reduciendo así el déficit público y haciendo más competitivo
al conjunto del país.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;">Inmigración</span><o:p></o:p></span></span></b><br />
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
primer lugar, cabe señalar que existen tres tipos de inmigrantes: </span></span><br />
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los inmigrantes legales que son ciudadanos de los países de la CEE.<br /> </span></li>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los ciudadanos que proviniendo de países
no comunitarios entran en España legalmente.<br /> </span></li>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aquellos otros a los que
llamaremos "ilegales" que han entrado ilegalmente en España o bajo el
subterfugio de una estancia transitoria para hacer turismo y se han quedado definitivamente, incumpliendo fraudulentamente su compromiso.</span></li>
</ul>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: red;">El fenómeno
de la inmigración</span></i></b> crea problemas a medio y largo plazo en la medida que los
inmigrantes vienen acompañados por proyectos e intereses que no siempre son compatibles
con los intereses y creencias de los españoles.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los
inmigrantes europeos, por razón de convenios con la CEE tienen derecho a
establecerse y trabajar en nuestro país, aunque eso no signifique que haya que
aceptarlos si no tienen un trabajo o una fuente de ingresos legal con la que
puedan mantenerse. En muchos casos vemos a ciudadanos de países comunitarios dedicados a la mendicidad o a actividades ilegales cuando no delictivas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los
únicos inmigrantes no europeos que cabria aceptar son aquellos que procedan de
una cultura compatible con la nuestra (hispanoamericanos, por ejemplo), que
sean jóvenes, disfruten de buena salud, no traigan familia con ellos, sean buenos
profesionales en la especialidad que se demanda, y su estancia sea transitoria,
hasta que cumplan el contrato que los ha traído aquí. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todo
extranjero que esté en situación ilegal en España debería ser devuelto a su
país de origen, sin excepción alguna, porque sólo así se conseguirá que España deje
de ser un destino preferente para las mafias que controlan el tráfico ilegal de
seres humanos. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es fácil
comprender que cuanto mejor trato se dispense a los inmigrantes ilegales, más se
incrementará su número y que, en la medida en que se obstaculice la
legalización de los inmigrantes ilegales, antes se acabará con la lacra de la
inmigración ilegal.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por
supuesto, cualquier inmigrante, legal o ilegal, que cometa alguna infracción de
la legislación española debe ser expulsado inmediatamente, después de cumplir
la condena a que hubiera lugar. De esta forma se frenaría la entrada masiva de
delincuentes internacionales que se afincan en España pese a su largo historial
delictivo, atraídos por la permisividad de nuestra legislación.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #674ea7;">No
tiene sentido alguno aceptar</span></i></b> trabajadores extranjeros teniendo aquí millones de españoles en paro. Por otra parte, en no pocas ocasiones, los parados que cobran subsidio de desempleo se niegan a trabajar, y se hace necesario ceder a trabajadores extranjeros los escasos puestos de trabajo disponibles.</span></span><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para
evitar esta situación absurda habría que convertir el subsidio de paro en un
préstamo a devolver y sustituir plazas universitarias sin salida laboral por
plazas de aprendizaje de oficios y maestrías que se adapten a las necesidades
del mercado laboral actual y futuro. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El hecho de contar con más universitarios de los
que la economía puede absorber, se convierte en un problema desde el momento en
que muchos de estos universitarios frustrados se niegan a ocupar puestos
laborales que ellos consideran de menor categoría. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo, el hecho cierto
es que al existir más títulos universitarios de los que la economía demanda,
estos carecen de valor real más allá de las ilusiones de sus titulares.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #990000;">La
solución obvia es que las universidades</span></i></b> públicas sólo ofrezcan el número de
plazas que la economía demanda, desviando al resto de aspirantes hacia plazas
de formación no universitaria en los distintos oficios y maestrías que requiere y demanda la economía
del país.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;">Vivienda y construcción</span><o:p></o:p></span></span></b><br />
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una de
las teorías más difundidas y afincadas entre los españoles, tanto en políticos,
economistas y ciudadanos de a pie, es la de que somos víctimas de la explosión
de una superburbuja inmobiliaria, que se originó por la codicia desmedida de
los especuladores.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: blue;">En
realidad, la auténtica historia</span></i></b> de lo que aconteció con el próspero negocio
inmobiliario fue que en Estados Unidos se inició una crisis financiera (falta de
confianza en el futuro) que se contagió rápidamente a todos los países
avanzados del planeta. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como consecuencia de este contagio, el entramado
económico de cada país se ha visto afectado en función de sus características y
circunstancias particulares.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
España, de no haber aparecido la supercrisis financiera mundial, el precio de la
vivienda se habría estabilizado durante un periodo de tiempo y después hubiese
vuelto a experimentar nuevas subidas como ha venido sucediendo desde hace muchos lustros, en
respuesta a las fluctuaciones de la oferta y la demanda. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin
embargo, en esta ocasión, la aparición de una supercrisis mundial, provocó una
brusca caída en la demanda de compras y alquileres de viviendas por parte de
los ciudadanos europeos, que inició una caída lenta de precios. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta caída de
precios frenó en seco la adquisición de nueva vivienda en España e incentivó la
caída de precios en las viviendas que ya estaban a la venta, como consecuencia
de la lógica prevención de los compradores ante la perspectiva de un mercado a
la baja. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Adicionalmente, el aumento brusco del paro hizo que muchas hipotecas
dejaran de pagarse y se sacaran a subasta un considerable número de nuevas viviendas
que saturaron aún más la oferta. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todos
estos procesos concurrentes que se reforzaban mutuamente, en el seno de una
supercrisis mundial, tuvo el efecto inimaginable de dar la vuelta a la evolución
del precio de la vivienda provocando, por primera vez en la historia, una descenso
continuado y sostenido durante varios años.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las
previsiones especulativas de los potenciales compradores de viviendas, que antes de la
crisis se concretaba en la creencia de que comprar viviendas era una manera
segura de obtener grandes beneficios, se transmutó en su contraria, es decir, en
que la compra de una vivienda era sinónimo de pérdidas millonarias.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><i><span style="color: #e06666;">En
pocos meses, los españoles</span></i></b> sustituyeron su inamovible creencia de que la
inversión en ladrillo era la más segura y rentable, por la de que ésta era la
más arriesgada y ruinosa. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y esta nueva creencia, no cambiaría hasta que se invirtiera la
tendencia bajista de los precios, lo que creaba un círculo vicioso que se
retroalimentaba sin que nadie supiera cuando se iba a detener.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero, aclarada
la naturaleza de la crisis del ladrillo, nos queda por averiguar cómo salir de
este bucle infinito que está devorando a nuestra economía y despojando a muchas
familias de sus viviendas. Viviendas que </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">pasan a engrosar el stock de
pisos vacíos, que arruinan a los bancos y pone contra las cuerdas a la
economía del país, además de ser una de las causas más importantes del paro,
dada la importancia del sector económico vinculado a la construcción.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #0b5394;"><b><i>La
clave para salir de esta situación pasa por</i></b></span> conseguir, cuanto antes, que el
precio de la vivienda toque fondo, momento en el cual, los potenciales
compradores de viviendas tomarán la decisión de comprar. Los nuevos
compradores estarán constituidos por aquellos que desean adquirir la vivienda
para formar una familia o para independizarse de sus padre o de su pareja y también por
los que buscan una inversión segura y rentable para sus ahorros. </span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todos ellos se
lanzarán al mercado para posicionarse ventajosamente al comienzo de una subida histórica que sin duda se producirá con fuerza después de una caída tan drástica y
prolongada como la que ha experimentado el precio de la vivienda en España.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para propiciar
la llegada de esta situación de cambio de signo y así reactivar el mercado
inmobiliario, y con ello abrir una vía formidable de creación de riqueza en
nuestro país, habría que aplicar las siguientes normas:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Reducir la construcción de nuevas viviendas por todos los medios posibles. Este objetivo se podría alcanzar, por
ejemplo, dificultando la concesión de nuevas licencias e imponiendo fuertes tasas e impuestos a la
construcción de vivienda nueva. La razón de esta política restrictiva está en el hecho de que cuanto antes
se agote el stock de viviendas vacías, antes se iniciará la subida de precios.
La construcción de vivienda nueva en la actual situación sólo ayuda a retrasar la llegada del
cambio de tendencia hacia el alza en la actual evolución de los precios.<br /> </span></li>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sacar
a la venta, como vivienda social protegida, los stock de viviendas a cargo de los
bancos y de las constructoras, con el fin de acabar con las existencias de
viviendas vacías, que son las que impiden que el precio toque fondo.</span></li>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Derruir edificios de viviendas en mal estado y trasladar a los inquilinos a bloques de
viviendas desocupadas. Con esta
estrategia reducimos el stock de viviendas, saneamos el parque inmobiliario y
creamos puestos de trabajo en el sector de la construcción.<br /> </span></li>
<li><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Realizar
inversiones en infraestructuras, embellecimiento y restauración de zonas
turísticas para atraer e incrementar la llegada de turistas. Esta estrategia atrae más divisas y euros hacia el país, reduce el déficit, y crea puestos de trabajo con personal y materias
primas autóctonas.</span></li>
</ul>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En resumen, cuando se
acabe con el stock de viviendas, se iniciará una fuerte y sostenida subida de
precios, que reactivará la economía, reducirá el paro, atraerá capital foráneo
y nos ayudará a salir con fuerza de la crisis.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<i style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #cc0000;"><b>Y
llegados aquí, y aun a sabiendas</b></span></i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> de que el análisis ha sido somero e
incompleto, tenemos que dar por terminada esta receta apresurada en la
esperanza de que, si no le convence, al menos invite al lector a elaborar o
enriquecer su propia teoría sobre la crisis. </span>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com50tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-47266947893344977272013-01-03T15:43:00.000+01:002014-06-12T12:30:58.540+02:00Por qué nos peleamos con los demás<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheZF7LZJfTcJjeJFRhVS2PljkQXED1Y-sHN1gckDJdGjmQdEEt-jsYyWeKl2CrHtBWqIQ7-bcrcSUO1uEPJFMpZeyjGFiyu5r6dB3wVmy66ed68FB-kDFFFh4hamweCpXCOvK-r4hic2VZ/s1600/Parejas.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheZF7LZJfTcJjeJFRhVS2PljkQXED1Y-sHN1gckDJdGjmQdEEt-jsYyWeKl2CrHtBWqIQ7-bcrcSUO1uEPJFMpZeyjGFiyu5r6dB3wVmy66ed68FB-kDFFFh4hamweCpXCOvK-r4hic2VZ/s1600/Parejas.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><span style="color: #cc0000;">Las
relaciones sociales que mantenemos con nuestros semejantes</span></i><span style="color: blue;"> implican una
actividad intelectual muy compleja y elaborada, hasta el punto de que buena
parte de las neuronas que conforman nuestro cerebro están asignadas a esa tarea,
que es vital para nosotros.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="color: blue;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y si nos
parece que relacionarse con los demás es muy fácil, se debe a que nos
encontramos ante una actividad tan crucial para nuestra supervivencia que
comenzamos su aprendizaje desde el mismo momento en que abrimos los ojos y a partir
de unas habilidades innatas adquiridas por evolución en el transcurso de varios
millones de años.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #45818e;">No
obstante lo dicho, hemos de admitir</span></b><span style="color: blue;"> que con demasiada frecuencia nuestras
relaciones sociales se erosionan hasta terminar en dolorosas rupturas. Y lo más
sorprendente de este hecho es que en la mayoría de los casos, no es ese el
deseo de ninguna de las dos partes en conflicto. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="color: blue;"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i>Podríamos
suponer</i></b>, en base a todo lo expuesto, que somos víctimas de algún
malfuncionamiento de nuestra propia mente que nos arrastra, aun contra nuestra
voluntad, a destruir y perder lo que más amamos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Por
otra parte sabemos que estos conflictos suceden con mayor frecuencia en la
relación de pareja y en la relación paterno filial, aunque también afectan a las
relaciones entre amigos, compañeros de trabajo y familiares en general.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En esta
ocasión trataremos de identificar los errores conductuales que solemos cometer
con mayor frecuencia en nuestras relaciones con los demás y hablaremos también
de las posibles estrategias para evitarlos.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">_____________________________________________________</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span lang="ES-TRAD">Yack</span></b><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span lang="ES-TRAD"><br /></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La cuestión
que nos plantearemos es la de por qué nuestras relaciones sociales tienden a
deteriorarse, aún en los casos en que ambas partes preferirían que no fuese así.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: red;">Admitimos
como razonables las</span></b> rupturas con las personas que nos traicionan, nos son
infieles, nos desprecian o nos engañan reiteradamente. Sin embargo, lo que
ahora nos interesa comprender es por qué
se deterioran con tanta frecuencia las relaciones cruciales para nuestra
felicidad sin que, en apariencia, existan razones de peso que justifiquen tan temido
final.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El ejemplo
más claro de esta dinámica se da en la relación de pareja, que suele verse
sometida a un deterioro progresivo e irreversible que no sólo destruye el amor,
la confianza y el respeto mutuo sino que transforma a los cónyuges en enemigos irreconciliables
condenados a vivir en una batalla interminable. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i><span style="color: #a64d79;">Se
podría argumentar que tal vez</span></i></b> la explicación haya que buscarla en la pérdida de
atractivo sexual por efecto de la cotidianidad en la reducción del factor novedad,
en el litigio permanente por el reparto obligado de recursos escasos (dinero,
tiempo, libertad...) y de tareas incomodas (limpieza, trabajos domésticos,
educación y cuidado de los hijos, etc.).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Pero sería
un error, en el que no vamos a caer, dar por buena una explicación tan
simplista que no nos lleva a ningún lado, ignorando el hecho de que estos
desencuentros se producen también cuando no concurren estas circunstancias,
como sería el caso de las relaciones entre padres e hijos, amigos, compañeros
de trabajo, familiares, etc. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #bf9000;">La
universalidad del proceso de deterioro</span></b> progresivo que experimentan las
relaciones humanas nos podría llevar a sospechar que tal vez existan en nuestro
cerebro una serie de actitudes, reacciones y rutinas erróneas que se disparan
automáticamente y degradan progresivamente la buena convivencia. De ser así,
cabría compararlos con radicales libres que infringen pequeños daños
acumulativos al ADN de nuestras relaciones sociales.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Por
otro lado, y en apoyo de esta hipótesis, constatamos que existen personas
afortunadas que gestionan con envidiable eficiencia sus relaciones sociales, conquistando
con facilidad el cariño y el respeto de sus respectivas parejas, hijos, amigos
y familiares.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="color: #990000; font-weight: bold;">Tal vez
-podríamos aventurar- existan técnicas, métodos, </span>estrategias o simples argucias
que puedan ayudarnos en la difícil tarea de gestionar mejor las relaciones con
nuestros semejantes, ya sean pareja, hijos, familiares, amigos o conocidos. Y
si así fuera, a buen seguro que el lector estaría interesado en echarle una
ojeada a ese santo grial de las buenas relaciones humanas para decidir si le
conviene o no ponerlas en práctica.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Sea
pues. Veamos a continuación algunos de los fallos que con más frecuencia
cometemos en nuestras relaciones sociales y las correspondientes propuestas para
corregirlos:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<h2>
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Los reproches </span></span></b></h2>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El
reproche es la crítica verbal de la conducta presente, pasada o futura de nuestro
interlocutor. La intención y la utilidad original del reproche es la de cambiar
un determinado tipo de conducta, que consideramos inadecuada, por el
procedimiento de infringir dolor moral a quien la practica. El mecanismo
psicológico subyacente se fundamenta en asociar en la mente del sujeto la
conducta a reprimir con el dolor que le provoca el reproche al que ha dado
lugar.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #990000;">Por la
razón antes apuntada (infringir dolor moral)</span></b>, será percibida por nuestro
interlocutor como una agresión. Tal vez al principio, cuando la relación es
buena, pueda interpretarla como una reprimenda justificada y hasta
bienintencionada, pero con la reiteración, acaba pareciéndole cruel, injusta y
desproporcionada, lo sea o no. Pero en cualquiera de los casos, siempre le
resultará dolorosa y tarde o temprano ese dolor aplicado reiteradamente sobre
la misma herida, generará una actitud agresiva-defensiva en la victima contra
su "verdugo", con independencia de que esté o no justificado el
reproche.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Esta
situación de agresión moral evolucionará hacia un intercambio de reproches que irán
subiendo de tono y frecuencia hasta acabar con la relación, sin que ninguno de
los dos acierte a comprender que el origen del problema estuvo en esos
inocentes y tal vez bienintencionados reproches iniciales que pusieron en
marcha un mecanismo de deterioro progresivo y autoalimentado. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Veamos
un ejemplo:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: #999999; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i>A: ¿Ya
estás fumando otra vez? ¿Es que no sabes que no soporto el humo? ¿Es que te has
propuesto llevarme a la tumba?<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: #999999; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><span style="color: #999999;">B: Y tú
¿ya estás amargándome la vida otra vez? ¿Es que no puedes verme disfrutar de un
solo instante de tranquilidad? Y, cambiando de tema, ¿cuándo vas a dejar de despilfarrar
el dinero en ropa que ni siquiera llegas a estrenar?</span></i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Este intercambio
de reproches se puede prolongar por tiempo ilimitado, en una escalada de recriminaciones
cada vez más dolorosas, exageradas e injustas que sólo sirven para añadir odio
y rencor hasta volver la relación asfixiante. En estas disputas, los reproches
pierden su original intención "correctora" en beneficio de la
potenciación de su componente lesivo hasta convertirse en auténticos “misiles”
dirigidos contra el oponente con la única finalidad de hacerle daño.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #a64d79;">La única
estrategia eficaz para acabar</span></b> con esta dinámica malsana es la de hacerse a uno
mismo la firme promesa de no pronunciar reproches ni críticas en ninguna
circunstancia, ni siquiera en respuesta a un reproche previo, justificado o no.
Y para alcanzar esta difícil meta, que implica un cambio en nuestro propia
conducta automática (carácter), hay que comenzar practicando la sanísima
costumbre de suprimir de nuestro lenguaje las criticas y los reproches en todos
los ámbitos. Y esa norma incluye el "más difícil todavía" de no
criticar a los que critican, y en especial a los que dirigen sus críticas
contra nosotros mismos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #45818e;"><i>Pero antes
de continuar</i></span></b> tenemos que responder a una pregunta que probablemente se esté
haciendo el lector. Con ser bastante difícil abandonar nuestro habito de emitir
todo tipo de críticas y reproches, al menos es un objetivo que está bajo
nuestro control pero, ¿qué hacer cuando somos nosotros mismos el objeto de
críticas y reproches por parte de los demás? <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Vaya
por delante que, como norma general, debemos interpretar los reproches y las
críticas de nuestro prójimo como avisos a navegantes para que cambiemos el
rumbo de nuestra conducta que se está
acercando peligrosamente a los arrecifes de coral. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Así
pues, la primera medida a tomar cuando somos objeto de un reproche o crítica es
considerarla como una oportunidad de <i><b>automejora</b></i> en base a la información que
recibimos de nuestro entorno. La segunda medida será evaluarla, considerando
las circunstancias, para determinar si se trata de una crítica justificada y objetiva.
Y, si determinásemos que la crítica está justificada, deberíamos hacer
propósito de cambiar nuestra conducta para no dar pie a nuevas críticas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Al seguir
esta pauta nos estaremos haciendo un gran favor a nosotros mismos, corrigiendo
los defectos de nuestra personalidad que nos están cerrando muchas puertas,
aunque no seamos plenamente conscientes de ello. Son las críticas ajenas el
espejo que nos permiten tomar conciencia plena de nuestras deficiencias
conductuales.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i><span style="color: #990000;">No
obstante, y sin menoscabo</span></i></b> de lo anterior, no es bueno convertirse en blanco
permanente de las críticas y reproches de nuestros allegados. Si esta conducta
se vuelve crónica, acabaremos por odiar a nuestro interlocutor y/o perder
nuestra autoestima, dos situaciones que hay que evitar por todos los medios.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><b>Pero
entonces, ¿cómo evitar los reproches continuos de nuestro interlocutor?</b></i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La
primera norma y la más importante es no responderle nunca con otro reproche,
por muy justificado y oportuno que nos parezca. Es necesario dejar claro desde
el principio que no vamos a entrar en una guerra de reproches ni tampoco vamos
a tolerar ser blanco de críticas y reproches, justificados o no.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="color: #674ea7;"><b>La
primera reacción ante un reproche </b></span>o una crítica debe ser un prolongado silencio.
La segunda, no modificar inmediatamente la conducta objeto del reproche, pues si
así lo hiciéramos, estaríamos reforzando la conducta de nuestro interlocutor confirmándole
que ha alcanzado su objetivo. Si insiste en repetir el mismo reproche, lo que procede
es manifestarle con tranquilidad y firmeza que suspenda los reproches. Si sigue
insistiendo, el único recurso que nos queda es el de alejarnos físicamente para
imposibilitar la comunicación y, por tanto, los reproches. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Posteriormente
y cuando volvamos a vernos, reduciremos nuestra relación con él a lo
imprescindible, evitando en nuestra conducta todo aquello que creamos que pueda
resultarle placentero. Poco a poco, a lo largo de uno o más días iremos
cambiando de actitud hacia la normalidad cotidiana, si no se producen nuevos reproches. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #b45f06;">La idea que debemos transmitir</span></b> es que no aceptamos los reproches en ninguna
circunstancia y que si estos tuviesen lugar, reaccionaremos adoptando una
actitud pasiva e indiferente, que sin llegar a ser agresiva, resultará incómoda
para nuestro interlocutor. Naturalmente esta actitud también nos resultará
incomoda a nosotros, pero debemos verla
como una inversión para disfrutar de una buena y duradera relación basada en el
respeto mutuo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Si el
reproche de que hemos sido objeto está justificado y obedece a la intención de
cambiar una conducta inadecuada, sólo debemos cambiarla pasados unos días y sólo
si el reproche se ha expresado con respeto hacia nuestra persona y con la sana y
evidente intención de ayudarnos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i>La
estrategia general contra los reproches</i></b> se basa en evitar a toda costa que el
emisor obtenga alguna recompensa que le estimule a repetirlo. También debe
quedar clara la idea de que con reproches no va a conseguir nada de nosotros, y
en especial, nunca vamos a darle una réplica en similares términos. Naturalmente
debemos estar dispuestos a esforzarnos por corregir nuestras conductas
inapropiadas o al menos habremos de buscar una solución de compromiso
consensuada con nuestro interlocutor.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Nos
queda por considerar una importante cuestión: si nuestra pareja/hijo/amigo
repite a menudo una conducta que consideramos reprobable, ¿debemos aceptarla? ¿decirle
lo que pensamos? ¿reprochársela aunque sea cordialmente?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: blue;">Esta es
una pregunta difícil de contestar porque la respuesta</span></b> puede ser diferente para
cada situación y por eso sólo cabe buscar y probar con paciencia, discreción y
sentido común, sucesivas estrategias hasta encontrar la que mejor resultado
proporcione. Hay que tener muy en cuenta que para que los planes tengan éxito
es muy importante que no resulte evidente que estamos empleando una estrategia,
pues tan pronto nuestro interlocutor detecte la maniobra, buscará la forma de
neutralizarla, con independencia de que sea justa, bienintencionada o
apropiada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Téngase
en cuenta que todo intento de manifestar nuestra desaprobación ante su conducta,
será percibido como una forma disimulada de reproche y eso es lo que hemos de
evitar por encima de todo. El reto al que nos enfrentamos es, en pocas
palabras, buscar fórmulas efectivas e imaginativas no basadas en el reproche ni
en la crítica.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><b><span style="color: #45818e;">Aunque
no podemos abordar aquí las infinitas técnicas</span></b></i> que pueden aplicarse, diremos
que como norma general, hemos de buscar una manera indirecta de hacerle llegar
el mensaje para que sea el receptor quien saque sus propias conclusiones. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i>Veamos
un ejemplo y la estrategia que se ha seguido en ese caso concreto: <span style="color: #999999;">A es
desorganizado, B ordena todo lo que desordena A para que este tome conciencia
de que le está haciendo trabajar en exceso por culpa de su conducta negligente.</span></i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Si A le
pregunta a B por qué está siempre ordenando la casa, B le contesta diciéndole
que no se siente cómodo en una habitación desorganizada y que prefiere tomarse
el trabajo de ordenarla. Con este mensaje no estamos criticando a nuestro
interlocutor, pero le estamos dando los datos para que extraiga sus propias
conclusiones y cambie de conducta espontáneamente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Otra
estrategia más radical es la de asumir como propia la responsabilidad de
ordenar la vivienda, considerando que es una opción mejor que la de deteriorar
las relaciones con la persona con la que convivimos. Pensemos que las personas
"organizadas" disfrutan ordenando todo lo que les rodea, mientras que
las "desorganizadas" no son conscientes de la necesidad de limpiar y
sienten una invencible pereza ante la perspectiva de hacerlo. Es preferible que
cada cual se dedique a lo que mejor se la da y más le gusta que empeñarse en
obligar a quien no está motivado a realizar tareas que no considera necesarias
o para las que no está preparado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i><span style="color: orange;">Con
demasiada frecuencia un miembro de la pareja</span></i></b> (generalmente la mujer) se siente
menospreciada o agraviada por parte del otro miembro cuando este no cuida o
limpia con el suficiente esmero el mobiliario de la casa. En la mayoría de los
casos, la auténtica razón de su conducta negligente se debe a que la limpieza
no ha sido incluida en su educación y por lo tanto, no percibe la suciedad o el
desorden como un problema, o en muchos casos ni siquiera es consciente de ella.
Se requiere tiempo para adquirir esa sensibilidad y a veces resulta imposible,
por lo que tal vez la mejor solución sería desistir y no convertir la limpieza
en una fuente de discordias que degradará inexorablemente la relación de
pareja.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span><br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Otra
fórmula a considerar es contratar un servicio de limpieza y así se elimina la
fuente de disputas, resolviendo el conflicto que tanto incomoda a uno de los
miembros de la pareja.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">También
se pueden distribuir las tareas en base a los intereses/habilidades de cada
uno. Por ejemplo, yo me ocupo de la limpieza y tú pagas el alquiler, llevas
todo el papeleo, el mantenimiento de la vivienda, etc. No siempre es fácil
encontrar un equilibrio, pero casi siempre se pueden encontrar soluciones, que
no tienen que ser 100 equitativas. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Pensemos que cuando vamos al cine, pagamos
el 100% de la entrada a cambio de placer y a veces el afecto de nuestra pareja
bien vale ese desequilibrio que nos parece apreciar. Tal vez en el futuro las
cosas cambien y la balanza se incline hacia nuestro lado. Recordemos que una
exigencia de equidad perfecta (según
nuestro criterio) puede acabar fácilmente con unas buenas relaciones.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i><span style="color: blue;">Recomendamos
al lector entregarse</span></i></b> con buen talante a la tarea de buscar y aplicar soluciones
no agresivas, como un ejercicio para la
mejora del autocontrol y de las habilidades sociales que lo preparará para
gestionar con más eficiencia sus relaciones con otras personas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<h2>
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Las descalificaciones</span></span></b></h2>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La descalificación
puede definirse como un juicio valorativo de tipo general, que se dirige a
nuestro interlocutor con ánimo de desacreditarlo o de poner de manifiesto
alguna deficiencia física, intelectual o conductual. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Una de sus características
distintivas es que no emplea argumentos ni elementos definitorios del problema
sino que ataca al interlocutor sin especificar la razón ni aportar una
indicación de cuál es la conducta especifica que tendría que cambiar. La
descalificación no intenta solucionar un problema conductual sino agredir al infractor
y por eso puede considerarse como una forma degenerada del reproche en la que
se ha primado el componente punitivo en menoscabo del corrector. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #cc0000;">La
descalificación ofrece varios niveles</span></b> de gravedad: Puede dirigirse a la persona
(¡Eres estúpido!), a su conducta (¡No hagas estupideces!), a su pensamiento o
creencias (¡no digas tonterías!) o a sus afectos (Ese amigo tuyo es un
estúpido, o bien, ese actor que tanto te gusta es un espanto). Pero no
olvidemos que en todos los casos estaremos agrediendo a nuestro interlocutor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En la
mayoría de las descalificaciones, no se suelen aportar argumentos, sino un
juicio tan genérico como negativo. En resumen, la descalificación se limita a
expresar el desprecio del emisor hacia el receptor. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La
estrategia a seguir en este caso pasa por suprimir de nuestra conducta la
emisión de descalificaciones de todo tipo. Si se diera el caso de que consideráramos
necesario criticar algo, debemos hacerlo
aportando argumentos autoevidentes, expresados en un lenguaje exento de insultos,
ofensas y juicios de valor. Sería un buen ejercicio, previo a la crítica,
realizar el esfuerzo mental de ponernos en el lugar del que criticamos para
deducir sus posibles motivaciones, y si lo hacemos a conciencia, tal vez
lleguemos a la conclusión de que tal critica es injusta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i>En todo
caso, una crítica constructiva</i></b>, moderada y exenta de descalificaciones elevará
nuestro prestigio ante nuestros interlocutores, y nos enseñará a pensar con
mayor rigor y a reducir la cantidad de insensateces que salen de nuestra boca y
que sólo sirven para devaluar nuestra propia imagen antes que la de aquellos a
los que descalificamos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Un
ejemplo de descalificación: <i><span style="color: #999999;">El partido que has votado y que ahora gobieerna,
está formado por una cuadrilla de inútiles corruptos que nos llevará al
desastre. </span></i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Una
crítica aceptable: <i><span style="color: #999999;">El problema de este gobierno es que no tiene experiencia en
gestionar una crisis económica internacional, y sus esquemas teóricos sólo
funcionan en épocas de bonanza. Me consta que actúan de buena fe, pero creo que
no podrán sacarnos de esta situación. </span></i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En todo
caso, las críticas, aunque sean constructivas y bien argumentadas, no se deben
dirigir contra nuestro interlocutor ni a su esfera de intereses, porque si así
lo hiciésemos, estaríamos socavando innecesariamente las mutuas relaciones.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En
cuanto a la actitud que se debe adoptar frente a un interlocutor que profiere
descalificaciones que nos resultan incómodas, será siempre la del silencio indiferente.
Si se nos exige una contestación, debemos evitar entrar en su juego. Basta con
decir: No sé, no tengo una opinión sobre esto. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #cc0000;">Si las
descalificaciones se refieren a nuestra persona</span></b> o a algún allegado o familiar, y
nuestro silencio no es interpretado como desaprobación, lo que procede es
advertirle con calma: Si sigues hablando de este tema y en esos términos, tendré
que irme. Y no dar ningún tipo de explicación, más allá de que "me haces
sentir muy incomodo".<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">De esta
manera, nuestro interlocutor detecta nuestra desaprobación, pero no puede enzarzarse
en una disputa contra nosotros, que es lo que busca y lo que le resulta más
divertido. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Nuestra
actitud numantina, fría y decidida le enseñará que si desea tener alguna
relación con nosotros, la condición necesaria será la de respetarnos, es decir
evitar cualquier conducta que nos pueda herir, como serían las
descalificaciones sobre personas o ideas a las que profesamos cariño o respeto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<h2>
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Las bromas, ironías y sarcasmos</span></span></b></h2>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Aunque
el sentido del humor suele tener buena prensa, hay que tener siempre presente
que el humor mal empleado es una importante causa de deterioro y ruptura de las
relaciones humanas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Por
fortuna, es fácil manejarlo sin que produzca efectos perversos, siguiendo una
sencilla norma: Nunca hacer humor a costa de nuestro interlocutor ni de nada
que pueda incomodarle.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El
humor requiere agudeza y rapidez mental y por lo tanto es una forma de exhibir
públicamente nuestro talento y habilidad intelectual, y de ahí que cuando tenemos
una ocurrencia humorística que juzgamos ingeniosa sentimos un fuerte impulso a expresarla
en voz alta, para alardear de nuestro ingenio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Con
frecuencia se nos ocurren comentarios ingeniosos, que contienen en su
planteamiento un dardo dirigido a la sensibilidad de nuestro interlocutor y no
podemos resistirnos a la satisfacción de soltarla para disfrutar de la breve
gloria que produce ese destello de ingenio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i><span style="color: #cc0000;">A la
larga estas bromas a costa de nuestra pareja</span></i></b>, amigos y familiares, deteriora la
relación, al provocar una respuesta equivalente en nuestros interlocutores, que
acaba convirtiendo un juego inofensivo en una guerra cruel sin que seamos
conscientes de cómo ha tenido lugar esa transformación al haberse producido muy
lentamente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La táctica
para evitar este proceso de deterioro consiste en renunciar a pronunciar bromas
a costa de nuestro interlocutor, sometiéndolas a una autocensura antes de
expresarlas en voz alta. Podemos hacer bromas, pero siempre que estemos seguros
de que no van a molestar a nuestro interlocutor y la única forma de estar
seguros es no hacer chanza a costa de nada que el aprecie. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i><span style="color: #0b5394;">Tampoco
ayuda a mejorar nuestra propia imagen hacer bromas crueles</span></i></b> e injustas a costa
de los demás, aun cuando sean bien recibidas. Sería un buen ejercicio ir
descartando este tipo de bromas, si es que queremos el respeto de los demás.
Aunque la gente ría de buena gana los chistes crueles, en el fondo juzgan al
“chistoso” como un individuo peligroso y despreciable con el que no conviene
relacionarse si no es estrictamente necesario.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En
cuanto a la conducta a seguir respecto a las bromas de que somos objeto por
parte de los demás, lo más práctico es no darse por aludido, no reír la gracia
y no manifestar ninguna emoción ni desaprobación explicita, si no es un frío y
largo silencio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El
objetivo es mandar a nuestro interlocutor el mensaje de que no nos gustan las
bromas a nuestra costa, y que en ningún caso vamos a replicar, si no es con el
silencio y la frialdad. Una vez más, la técnica es evitar que el infractor
reciba recompensas por sus acciones, ni la ocasión de entrar en una discusión acalorada
que tal vez gane él y que en cualquier caso degradará la relación. Téngase en
cuenta que el ganador de una confrontación siempre obtiene placer, aunque a la
larga tenga que pagar un alto precio en forma de deterioro de una relación que
antes era una fuente de placer.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El
problema más grave se da cuando formamos parte de un grupo y no podemos
zafarnos de las bromas agresivas de algún miembro del grupo que recibe la
recompensa de los otros miembros del grupo que ríen sus gracias. En estos casos
lo más práctico es no darse por aludido, y si insiste en su conducta, aprovechar
el momento en que se produzca un ataque particularmente cruel para pedirle serenamente
y en voz alta para que lo oigan todos, que no vuelva a ocuparse de nosotros y
que si persiste en su actitud, nos veremos obligados a irnos. Si insiste, lo que procede es despedirse del
resto y abandonar la reunión con determinación y serenidad. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Lo
normal, si el resto del grupo siente aprecio por nosotros, es que le afeen su
conducta, y si no es así, lo mejor es abandonar definitivamente un grupo donde
no se nos respeta, porque sólo conseguiremos humillaciones y malas
experiencias. Es importante la relación con nuestros semejantes pero también
puede convertirse en una mala experiencia que además menoscaba nuestra
autoestima y seguridad. Aquí vale lo de "mejor solo que mal
acompañado".<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<h2>
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">No decir a los demás cómo y cuándo deben hacer
las cosas </span></span></b></h2>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Una mala
costumbre muy generalizada que suele pasar desapercibida al que la práctica es
la de decir a los demás cómo y cuándo deben hacer o dejar de hacer determinadas
cosas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Normalmente
esta mala costumbre se da con mayor frecuencia en las relaciones entre padres e
hijos, y tiene su origen en la necesidad que siente el padre de enseñar a su
hijo buenas costumbres que le ayuden a abrirse camino en la vida. El problema surge
cuando se ejerce en demasía y también cuando se prolonga hasta más allá de la
adolescencia. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">También
se suele aplicar en la relación con amigos, familiares y cónyuges, favorecida
por la familiaridad y confianza que se tiene con estas personas cercanas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #cc0000;">Contra
esta pésima costumbre, causa importante del progresivo</span></b> deterioro de la
relación, la única actitud que cabe es tomar consciencia del peligro que
encierra y hacer un esfuerzo deliberado y sistemático para suprimirla de
nuestra conducta habitual. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Téngase
en cuenta que este tipo de conductas se ponen en marcha automáticamente, sin
que seamos conscientes de ellas y que son percibidas subjetivamente como
intentos bienintencionados de ayudar a los demás, por lo que no nos sentimos
culpables y eso hace mucho más difícil su erradicación y control.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Entonces,
¿cómo educar a nuestros hijos?, ¿cómo explicarle a nuestra pareja lo que
esperamos de ella o lo que no soportamos? ¿cómo ayudar a los demás a que lleven
unas vidas más organizadas y productivas, por su propio bien?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La
cuestión a considerar es que estos consejos conminatorios (no dejes el plato
sucio, baja la tapa del inodoro, no aparques tan alejado de la acera, etc.) no
van a cambiar la conducta de nadie y aunque finalmente lo consiguieran van a
generar odio, resentimiento y finalmente desinterés por el
"instructor".<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En los
casos en que creamos que debemos dar uno de nuestros bienintencionados
consejos, antes de abrir la boca, debemos considerar estos puntos:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">¿Es
realmente importante? ¿Una cuestión de vida o muerte?<br /> </b></li>
<li><b style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Si se
lo digo ¿en base a la experiencia que tengo, creo realmente que va a cambiar la
conducta a corto o medio plazo?<br /> </b></li>
<li><b style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="color: blue;">¿Existe algún otro medio que no pase por decirle explícitamente lo que debe
hacer?</span></b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Si
finalmente creemos que merece la pena deteriorar nuestra imagen, nuestra
relación y nuestra capacidad de persuasión, a cambio de lo que creemos que
vamos conseguir, tratemos de adoptar un estilo natural, casual, despreocupado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><span style="color: #999999;">“¿Sabes
un truco para hacerlo”, en lugar de: ¡No seas bruto! ¡Te voy a enseñar cómo se
hace!</span></i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #cc0000;">La
clave está en plantear el consejo</span></b> de tal forma que no parezca que tú eres
superior a él, ya sea en conocimientos o en estatus, porque en tal caso se
disparará su mecanismo de defensa jerárquico y hará oídos sordos a lo que le
estás diciendo y se reforzará su idea de que eres un pesado y un incordio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Debemos
buscar estrategias alternativas para inducir cambios en la conducta de los
demás: Por ejemplo, hacer nosotros mismos las acciones para que el otro vea
cómo se hacen. Comentar algo que sirva de referencia. Por ejemplo, podríamos
decirle: Tengo un compañero de trabajo que huele muy mal porque no se ducha a
diario. Figúrate que el jefe lo tuvo que llamar al despacho para decirle que
había recibido quejas de sus compañeros sobre su higiene personal. No quiero
pensar la vergüenza que tuvo que pasar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Esto es
mucho más efectivo y menos peligroso que decirle: Hueles muy mal. Deberías
lavarte más a menudo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #76a5af;">En
resumen, se trata de buscar soluciones imaginativas</span></b> para conseguir el objetivo
sin que nuestro interlocutor sea consciente de que le estamos dando
instrucciones para que cambie de conducta. Para ello hay que tener la habilidad
de plantearlo como un reto personal que le llevará a una situación mejor para
sus propios intereses sin someterlo a crítica ni vejaciones que finalmente se
volverá en rencor contra nosotros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Con
frecuencia, nos cuesta entender los malos hábitos de otras personas, y a menudo llegamos a considerarlos como una
afrenta personal contra nosotros. Así, si vivimos con una persona descuidada, podemos
llegar a creer que actúa así por desprecio a nuestra persona, cuando lo que
ocurre es que tiene una sensibilidad diferente ante lo que se considera como
"suciedad". De hecho hay personas que sufren obsesiones por la
limpieza y consideran cualquier nivel de limpieza como insoportablemente
deficiente. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<h2>
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cultivar el respeto</span></span></b></h2>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El ser
humano es fuertemente jerárquico y esto significa que intentará expandir el
límite de su territorio y de su influencia sobre los demás, tanto como sea
posible. De hecho, intentamos expandirnos hasta que nos encontramos con el
territorio de los demás y ahí comienza un forcejeo que no termina nunca. Y lo
que solemos ignorar es que este proceso es automático y se desencadena aún en
el caso de que no lo deseemos y sin que seamos conscientes de ello.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El
problema reside en que en el decurso de estas luchas territoriales y de estatus,
aparecen fricciones que suelen desembocar en un deterioro progresivo de las
relaciones. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: blue;">La
clave para evitarlo está en trazar fronteras bien definidas</span></b>, basadas en los
principios de igualdad y equidad y respetarlas, aun en el caso de que nos sintamos
con capacidad para sobrepasarlas o nos inviten a expandir nuestro territorio a
expensas del de los demás.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Además,
si respetamos las fronteras de los demás, estaremos en mejores condiciones para
exigir a los demás que respeten nuestras propias fronteras.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cada vez
que nos veamos en la necesidad de invadir el territorio de los demás, debemos
pedir respetuosamente permiso, dejando claro que sólo será por esta vez y en
base a la urgencia o importancia del caso y que no volverá a repetirse. Sin
embargo, la mejor solución es evitarlo siempre que sea posible.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i><span style="color: #38761d;">Tengamos
en cuenta que las fronteras</span></i></b> nos separan de objetos deseados, pero también nos protege
de otros indeseables. No podemos abrir o cerrar las fronteras que nos rodean
cuando nos interese, porque después tendremos que aceptar que los demás invadan
las nuestras.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Lo más práctico
para mantener unas buenas relaciones con los demás es fijarnos a nosotros
mismos unas fronteras y respetarlas y hacerlas respetar a rajatabla, porque
cuanto menos veces se traspasen, más solidas se harán y más ayudarán a la
concordia basada en el respeto mutuo. El respeto es, en esencia, la aceptación
del territorio físico y psicológico de los demás.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">No caigamos
en el error de pensar que la confianza, sinónimo equívoco de las buenas
relaciones, consiste en eliminar las fronteras, porque a medida que pase el
tiempo esta táctica, que al principio parece dar excelentes resultados, se volverá
contra nosotros. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La
gente experta en las relaciones sociales, profesa un respeto exquisito al
territorio de los demás y defiende con firmeza y determinación el suyo propio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En el
terreno práctico debemos situar la frontera de los demás muy alejada de su área
sensible, aunque nos inviten insistentemente a sobrepasarla.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Por
otra parte debemos establecer nuestra propia frontera con límites muy amplios,
de tal forma que cuando alguien las sobrepase tengamos oportunidad de emitir
señales de desagrado sin tener que recurrir a la agresión y a la disputa.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><i><span style="color: #990000;">Pensemos
que el respeto mutuo es, a la larga, el mejor ambiente</span></i></b> donde se puede disfrutar
del cariño y de la mistad duradera y enriquecedora. Al eliminar las fronteras,
lejos de conseguir mejores relaciones, aumenta el riesgo de una confrontación fronteriza que acabará con la
confianza y el respeto. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y
llegados este punto convendrá dar por terminado este tema, no sin advertir que
nos hemos limitado a tratar los errores más graves que se cometen en las
relaciones sociales. Para tener una buena relación, también hay que desplegar
técnicas que proporcionen satisfacción a los demás, pero eso lo veremos en otra
ocasión. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Si
somos capaces de implementar estas sencillas normas en nuestra vida habremos hecho el 50% del
trabajo en lo que a las buenas relaciones se refiere (no deteriorar las
relaciones). En otra ocasión trataremos el otro 50% restante (hacerlas más
divertidas y atractivas).</span><o:p></o:p></span></div>
YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-52493236519560933902012-03-01T18:14:00.005+01:002012-03-03T11:04:51.226+01:00Antes y después de Darwin<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5-crhzxsFA8uCEXhutvJeRyLCHQfDlWqJIb2VBE9kzw6FgRC6qxiOAktr8wd7hVoLrly1I5Ee9H4xBVtPWjsnE1T0-99ECk5K6rrVQs6MEym-ZenyC3qR9qWBnlgRm3mJPv5OdcbKAdSu/s1600/Darwin.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5-crhzxsFA8uCEXhutvJeRyLCHQfDlWqJIb2VBE9kzw6FgRC6qxiOAktr8wd7hVoLrly1I5Ee9H4xBVtPWjsnE1T0-99ECk5K6rrVQs6MEym-ZenyC3qR9qWBnlgRm3mJPv5OdcbKAdSu/s1600/Darwin.jpg" /></a><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">Siempre que la Humanidad se ha enfrentado con algo que no comprendía, ha recurrido al subterfugio de atribuirlo a los designios inescrutables de una entidad omnipotente.</span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">Newton fue quien nos proporcionó la primera explicación coherente de la misteriosa e intrincada mecánica celeste y con ello expulsó a la divinidad de esas regiones celestiales.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">Pero encontrar una explicación razonada para la existencia de millones de especies vivas que desafiaban todas los conocimientos y explicaciones que la ciencia había acumulado hasta 1859, era un reto ante el que todo intento había fracasado. </span></span><br />
<br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">Una vez más, la mejor explicación pasaba por admitir la existencia de un gran diseñador todopoderoso que hubiese pergeñado y creado aquellas criaturas fantásticas que poblaban la superficie del planeta.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">Pero hete aquí que un naturalista casi desconocido llamado Charles Darwin publica en 1859 un libro que cambiará radicalmente el pensamiento humano y abrirá una nueva y poderosa visión del fenómeno de la vida y del origen, naturaleza y destino del propio ser humano.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">Darwin inició una revolución que obligó a reconstruir desde cero, todo aquello que tenía que ver con la vida en general y con el hombre en particular (religión, filosofía, ética, psicologia, antropologia, biología, etc.), aunque todavía haya quien no se ha enterado.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">En esta ocasión trataremos de profundizar en el modelo de la realidad que el darwinismo aportó y las consecuencias que sobre el pensamiento humano tuvo y sigue teniendo.</span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">______________<br />
<br />
<object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://newmedia.ufm.edu/gsm/extensions/player/gplayer.swf"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><param name="FlashVars" value="file=rtmp://174.129.171.207/vod&id=mp4:haeringlegadodarwin/haeringlegadodarwin.mp4&type=rtmp&crop=false&controlshade=true&bordercolor=0xb6b6b6&hover=false&bufferlength=5&displayheight=300&displaywidth=400&backcolor=0xa3a3a3&frontcolor=0xff0000&lightcolor=0x00ff00&width=400&height=315&image=http://newmedia.ufm.edu/gsm/images/previewsNM/haeringlegadodarwin.jpg&enablejs=false&javascriptid=medranosamabaj&trafficstats=&traffictext=New Media UFM&trafficcolor=0xff9900&minactivewidth=2&scrubcolor=0x000000&timecolor=0x282828&activecolor=0xff9900&minbarwidth=250&activesound=http://newmedia.ufm.edu/gsm/extensions/sounds/shuc.mp3&trafficalpha=100&controlsbackcolor=0xa000000&autostart=false"></param><embed src="http://newmedia.ufm.edu/gsm/extensions/player/gplayer.swf" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="400" height="320" flashvars="file=rtmp://174.129.171.207/vod&id=mp4:haeringlegadodarwin/haeringlegadodarwin.mp4&type=rtmp&crop=false&controlshade=true&bordercolor=0xb6b6b6&hover=false&bufferlength=5&displayheight=300&displaywidth=400&backcolor=0xa3a3a3&frontcolor=0xff0000&lightcolor=0x00ff00&width=400&height=315&image=http://newmedia.ufm.edu/gsm/images/previewsNM/haeringlegadodarwin.jpg&enablejs=false&javascriptid=gplayer&trafficstats=&traffictext=New Media UFM&trafficcolor=0xff9900&minactivewidth=2&scrubcolor=0x000000&timecolor=0x282828&activecolor=0xff9900&minbarwidth=250&activesound=http://newmedia.ufm.edu/gsm/extensions/sounds/shuc.mp3&trafficalpha=100&controlsbackcolor=0xa000000&autostart=false"></embed></object><br />
<br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>Yack</b>:</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span style="color: #cc0000;">Todos hemos oído hablar</span></b> de la Teoría de la evolución darwinista pero ¿qué es lo que exactamente descubrió Darwin y cómo repercutió sobre el pensamiento humano?</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Antes de Darwin, algunos pensadores habían lanzado la hipótesis de que tal vez las especies se hubiesen formado por evolución de otras anteriores, y eso tenía bastante sentido si consideramos las similitudes entre las distintas especies y subespecies.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="color: #351c75;">Pero el gran mérito de Darwin</span></i></b> reside en el hecho crucial de que fue él quien primero proporcionó una explicación fundamentada de cómo se había producido esa evolución, y además lo hizo con tal precisión que, al día de hoy, la ciencia no ha hecho sino confirmar y robustecer esos puntos que él señaló en su libro "</span><i><span style="background-color: white; font-size: 8.5pt; line-height: 115%;"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/El_origen_de_las_especies" title="El origen de las especies"><span style="color: #0b0080; text-decoration: none;">El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida</span></a>"</span></i><span lang="ES-TRAD">.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es cierto que Darwin cometió algunos errores de escasa relevancia, en parte porque en aquella época se desconocía el mecanismo de la herencia, pero estos errores no afectaron significativamente al núcleo duro de su teoría.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span style="color: #134f5c;">En esencia, la teoría darwinista</span></b> de la evolución viene a decir que los descendientes de un ser vivo presentan ligeras diferencias morfológicas entre sí y que esas diferencias inciden sobre sus posibilidades de sobrevivir en un determinado entorno. Los ejemplares mejor adaptados, tendrán mayores posibilidades de llegar a adultos y transmitir sus características ventajosas a su prole. Por el contrario, los especímenes peor dotados, tendrán más dificultades para reproducirse y sus características menos eficientes desaparecerán con ellos y no se incorporaran al patrimonio genético de la especie.</span></span><br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Afinando un poco más, podemos decir que, en términos muy simplificados, el darwinismo se sustenta en tres postulados:</span></span><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></span></div><ol><li><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Todos los seres vivos proceden de un antepasado común.<br />
<br />
</span></li>
<li><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Los cambios de forma que han experimentado las distintas especies desde el antepasado común, se han producido mediante la acumulación de cambios graduales y minúsculos, de naturaleza aleatoria.<br />
<br />
</span></li>
<li><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La evolución se produce cuando la Selección natural actúa sobre los cambios aleatorios (2) y elimina las variedades menos eficientes antes de que tengan oportunidad de reproducirse y transmitir sus características negativas.</span></li>
</ol><br />
<div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span style="color: #b45f06;">Al día de la fecha no se ha descubierto</span></b> nada que invalide estos postulados y no existe ninguna otra explicación plausible y sí muchas predicciones y confirmaciones de estos postulados en campos tales como la cría selectiva, la genética, o la programación evolutiva en el campo informático.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Las repercusiones de esta teoría, firmemente afianzada en la ciencia actual, y hasta en la religión, han sido muchas.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><i><span style="color: #741b47;">La teoría darwinista nos viene a decir</span></i></b>, en síntesis, que todo aquello que existe en el ámbito de los seres vivos, tiene una función y un propósito, porque de no ser así no se habría formado a lo largo de un largo periodo evolutivo. </span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En la economía de supervivencia de los seres vivos, todo aquello que no es útil se vuelve un peso muerto que lastra las expectativas de supervivencia del individuo.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Incluso los comportamientos han de tener una razón de ser y la razón de ser, tanto de los comportamientos como de todas las características morfológicas de un individuo normal, hay que buscarlas, únicamente, en su contribución al propósito general de sobrevivir y dejar descendencia. Y nada más.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></span><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="color: #cc0000;"><b><i>A partir de esa poderosa visión simplificadora</i></b></span>, todo adquiere una nueva dimensión interpretativa, un nuevo origen y un nuevo destino.</span></span><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El amor ya no es una potencia del alma inmortal, sino un instinto animal dirigido a la procreación y al mantenimiento de la pareja para hacer frente a la crianza de los hijos.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El odio deja de ser un ominoso pecado merecedor del castigo eterno, para pasar a ser un sentimiento que nos protege del oportunismo depredador de los demás.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La fidelidad no es una virtud teologal de obligada observancia, sino una estrategia para asegurarse el mutuo compromiso de sacar adelante la dotación genética de ambos miembros de la pareja, almacenada en los retoños.</span></span><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Dios ya no es el gran diseñador que explica y justifica nuestras concepciones éticas sobre el bien y el mal, y tampoco nos recompensará o castigará después de la muerte, dado que Darwin ha aportado una explicación que lo hace tan innecesario como absurdamente redundante y mimético con la teoría darwinista.</span></span><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span style="color: #cc0000;"><i>Dennet lo expresa muy bien</i></span></b> diciendo que la teoría darwinista representa una especie de "ácido universal" que ha disuelto todas las teorías poéticas que la Humanidad había ideado para explicar el universo y la realidad. Pero debajo de las viejas estructuras carcomidas por el ácido universal, surge otra realidad infinitamente más sólida, bella y sorprendente, aunque menos ñoña y autocomplaciente, hecha a medida de mentes más maduras y abiertas a la auténtica realidad que habitamos.</span><o:p></o:p></span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com53tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-22083281411688473342011-11-22T12:22:00.003+01:002014-06-05T14:12:03.942+02:00Cómo debe ser la filosofía del siglo XXI<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRkxS5x_lAHCrRY8644FqgXshnthBQfSkhASPJwYWjEkchC_8CVojVlouxBlNjsFG7jbTDKsNBkM02k9SnzEjmLue9FMUg3gLQbO3t_9vUcKPZIfELP5zO8OtEmmSH6n1aWIanpP9Y7H46/s1600/Filosofia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRkxS5x_lAHCrRY8644FqgXshnthBQfSkhASPJwYWjEkchC_8CVojVlouxBlNjsFG7jbTDKsNBkM02k9SnzEjmLue9FMUg3gLQbO3t_9vUcKPZIfELP5zO8OtEmmSH6n1aWIanpP9Y7H46/s1600/Filosofia.jpg" /></a><span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Bien entrados ya en el siglo XXI</b>, podemos constatar, con cierto estupor, que buena parte de la población profesa hacia la filosofía y, aun peor, hacia los filósofos, una suerte de admiración que a menudo raya en la veneración. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero aun descubrimos un hecho más inquietante si cabe: La mayoría de estos apologetas se declaran incapaces de explicar qué es exactamente la filosofía, para qué sirve y cuál es el objeto de su estudio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Y tal vez la razón</b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> de que no lo sepan esté en que la filosofía no admite una definición clara, no sirve para nada y tampoco cuenta con un objeto claro de estudio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: #45818e;">Entonces, -cabría preguntarse- si esto es así</span></i></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, ¿por qué se llama este blog "Tertulia filosófica Puerta de Toledo"?<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">En esta ocasión trataremos de aclarar qué es la filosofía, cómo debería ser la filosofía del siglo XXI y de paso, por qué se llama así este blog.</span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">__________</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Yack</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><br />
</b></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Hubo un tiempo en que las criaturas</span></b> que poblaban este planeta sólo eran capaces de hacerse tres preguntas: cómo comer, cómo no ser comido y cómo tener sexo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">Pero esta situación inicial cambió </span></b>cuando un extraño mono lampiño descendió de los árboles y aprendió a caminar sobre sus cuartos traseros. Su cerebro creció más allá de todo límite imaginable y como resultado de ello apareció sobre la Tierra la especie que ahora conocemos como "<i><b>homo sapiens sapiens</b></i>", lo que viene a significar: el mono que sabe <span class="Apple-style-span" style="color: red;"><i>que sabe</i></span>. Y el resto ya es historia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cuando la especie humana aprendió algunos trucos (el fuego, la rueda, los metalurgia, etc.) y dispuso de suficiente tiempo libre para pensar sobre cuestiones no vinculadas a la supervivencia, apareció la filosofía.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Esta primera versión de la filosofía</span></b>, que podríamos definir como "deseo de conocer" surge de la combinación de tres factores: </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Un cerebro muy potente. </span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Mucho tiempo de ocio.</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Un instinto de exploración muy desarrollado, heredado de los primates.</span></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Y es en este escenario inédito</span></b> donde surgen las primeras preguntas no relacionadas directamente con las tres cuestiones fundamentales. Por ejemplo: ¿qué son esos puntos de luz que brillan en el cielo nocturno?, ¿qué ocurrirá después de la muerte con nuestra conciencia?, ¿quien hizo el mundo y para qué?, etc.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En principio, podría parecer que estas preguntas carecen de interés práctico, pero analizadas desde la perspectiva del siglo XXI podemos considerarlas, retrospectivamente, como la semilla de donde surgió la ciencia y la tecnología actual. La clave, en suma, de nuestro imparable y floreciente éxito evolutivo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La filosofía nace</span></i></b>, pues, como una actividad intelectual producto del "deseo de conocer" pero, y aquí está lo esencial, no sólo de lo que es, o parece ser, útil (confeccionar la ropa, cazar animales, conservar la comida, etc.), sino de todas aquellas otras cuestiones que resultan incomprensibles, sean útiles o no.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Así pues, con la aparición de los primeros filósofos, se inicia la escisión de los pensadores humanos en dos castas cada vez más diferenciadas:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span lang="ES-TRAD">Tecnocientifico</span></b><span lang="ES-TRAD">s: Que son aquellos que reflexionan sobre problemas reales y prácticos con el fin de elaborar modelos predictivos de la realidad y desarrollar soluciones técnicas que permitan satisfacer los deseos de sus semejantes: el relojero, el constructor de acueductos, el arquitecto, el físico, el médico, etc.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span lang="ES-TRAD"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span lang="ES-TRAD">Filósofos</span></b><span lang="ES-TRAD">: Los que se dedican a buscar respuestas a preguntas sobre cuestiones que cumplen alguno de estos tres requisitos:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span lang="ES-TRAD"><br />
</span></span></div>
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<ul>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Problemas que no tienen repercusiones sobre el mundo real</span></i>: ¿Cómo se mueven las estrellas? ¿cómo aparecieron los seres vivos? ¿cuándo se acabará el mundo?<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Problemas imaginarios</span></i>: ¿Cuál es el sexo de los ángeles? ¿cómo es Dios? ¿de dónde proviene el alma?<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Problemas mal planteados</span></i>: ¿Cual es el sentido de la vida? ¿Qué misión tiene el hombre en la Tierra? ¿por qué nos visitan los difuntos durante los sueños?</span></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y dado que las respuestas a estos tipos de problemas no pueden ser verificadas en el mundo real, la filosofía se fue convirtiendo en una ciénaga poblada de monstruos estériles e incapaces de vivir y prosperar fuera de su mundo hermético, de ese ecosistema cada vez más depauperado que llamamos "filosofía".</span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Si nos remontamos a los comienzos</span></i></b> de la filosofía griega, podemos constatar que ya los primeros filósofos, y dado que no producían nada útil, se vieron forzados a vivir a costa de los demás. Para conseguirlo, se convirtieron en mercachifles de la sabiduría y desarrollaron hábiles estratagemas dialécticas para convencer a su público iletrado y a sus ingenuos mecenas de que conocían las respuestas a casi todas las preguntas. Y dado que la información y el conocimiento es poder, utilizaron su truculento prestigio para mantener un estatus de superioridad moral e intelectual sobre sus conciudadanos y también sobre las generaciones venideras. Un prestigio que ha perdurado hasta el siglo XXI, junto con el de otros residuos del pensamiento erróneo, como son las religiones.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los filósofos se convirtieron con el transcurso del tiempo en atareados artesanos de lo inútil, desarrollando una amplia panoplia de ideas, teorías y afirmaciones que compartían la dudosa virtud de no admitir demostración ni refutación alguna. Por si eso fuese poco, además resultaban perfectamente inútiles, cuando no contraproducentes. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><i><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Quien se acercaba a la filosofía</span></b></i>, guiado de su noble afán de conocer, se sentía abrumado por su lenguaje críptico y su nomenclatura inaprensible, llegando finalmente a la conclusión de que su inteligencia no estaba a la altura de la de los grandes filósofos. Estos, en cambio, sí parecían entender toda aquella barahúnda inextricable, a juzgar por los interminables debates en los que se enzarzaban y por los gruesos libros que leían y escribían.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En otro ámbito, los ingenieros, arquitectos, y demás pensadores tecnocientíficos, interesados en solucionar problemas reales, fueron creando, sin alharacas y con perseverancia, la ciencia y la técnica que hoy conocemos y que tanto ha cambiado nuestras vidas. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Y aunque la filosofía y la ciencia</b> comparten el afán de conocer, la filosofía pronto calló en el pecado de la soberbia y la molicie, abandonando el gravoso principio de consistencia con la realidad, mientras que la ciencia se mantuvo firme en su creencia de que resultaba imprescindible validar sus hipótesis en el mundo real, mediante experimentos objetivos.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El filosofo idea explicaciones y teorías pero no las somete a verificación, porque sabe por propia experiencia, que nunca arrojarán un resultado positivo, de la misma manera que el teólogo nunca plantea hipótesis que puedan verificarse o falsarse objetivamente. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El científico también idea teorías y explicaciones, pero enseguida las somete a prueba a través de experimentos y predicciones. Si su idea no sirve para resolver problemas reales ni puede realizar predicciones útiles, la desecha o la somete a revisión hasta que demuestre su utilidad, si es que la tiene.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #45818e;"><i>El filósofo, por el contrario</i></span></b>, se considera a sí mismo liberado de la necesidad de validar sus teorías y eso le permite seguir avanzando en sus elucubraciones, sin invertir apenas esfuerzo, ni correr el riesgo de la decepción y el ridículo. No le importa lo descabellada que sea su hipótesis, pues sabe que su defensa es sólo una cuestión de habilidad dialéctica y de empecinamiento.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El peor inconveniente de la filosofía es que todo el esfuerzo que invirtamos en ella se reduce a tiempo perdido. Su eterno deambular por las esferas celestiales del pensamiento, no la lleva a ninguna parte, como lo demuestra el hecho de que después de tantos siglos de filosofía, no haya aportado ni una sola idea útil a la humanidad, proeza sólo igualada por la religión.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero -podría objetar el lector- no es posible que tantos sabios, pensando durante tantos siglos, no hayan conseguido sacar a la luz ni un sólo fruto tangible.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Pues, lo es</span></b>. Y este auténtico prodigio de incompetencia se explica por el tipo de problemas a los que se han dedicado y la absurda metodología que han seguido. </span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Como ejemplo, tomemos un caso particular de la filosofía: la teología cristiana. A estas alturas sabemos sin ningún género de dudas que Jesucristo, o bien no existió, o sólo fue un hombre normal y corriente. Pues bien, los teólogos, que fueron considerados grandes pensadores por sus coetáneos, se dedicaron durante siglos y siglos a idear explicaciones y teorías sobre un hecho inexistente: la divinidad de Jesús. Y peor aún: en el siglo XXI siguen haciéndolo, ignorando la poderosa y revolucionaria visión de la Realidad que nos ha proporcionado la ciencia en los dos últimos siglos.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><i>La ciencia ha comprendido desde</i></span></b> hace mucho tiempo que la mente humana yerra continuamente y que cada paso, cada suposición, requiere una validación objetiva contra la única instancia fiable: la Realidad.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y gracias a esa sencilla pero poderosa idea, ha podido avanzar con paso firme y seguro hasta proporcionarnos una cantidad inmensa de respuestas correctas que, además de satisfacer nuestra curiosidad, nos han ayudado a sobrevivir y a convertirnos en los dueños del planeta.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Recordemos que la curiosidad no es sino un instinto adaptativo que nos empuja a conocer el entorno para dominarlo. Somos curiosos porque a la larga, como la ciencia ha demostrado, la curiosidad nos espoleará hasta encontrar la gran respuesta a las tres peguntas fundamentales: como comer, como evitar ser comido y <a href="http://tertuliafilosoficatoledo.blogspot.com/2011/06/tranhumanismo.html" target="_blank">como tener sexo</a>. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Sin embargo, durante la larga exploración realizada y gracias a la versatilidad de nuestro cerebro, hemos encontrado muchas otras preguntas y respuestas intermedias que han enriquecido nuestra vida más allá del estadio animal en el que continúan el resto de las especies vivientes.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;"><i>Y llegados a este punto</i></span></b>, trataremos de plantearnos si puede existir en el siglo XXI una filosofía que sea algo más que una fuente de errores y que no esté aquejada del mal que hemos mencionado, es decir, de la inoperancia y la inutilidad. Y si así fuera, cómo debería ser esa filosofía.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><i>La mayoría de las personas no distinguen</i></b> netamente la diferencia esencial que hay entre un texto filosófico y un texto científico. En ambos casos se siente sobrepasados y abrumados por los conceptos y la nomenclatura incomprensible y eso les hace creer que esta percepción responde a la misma causa: el haber entrado en contacto con mentes superiores que, por razón de esta superioridad intelectual, le resultan incomprensibles.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero en realidad la diferencia fundamental está en que los textos filosóficos son un simulacro de pensamiento enrevesado mientras que la ciencia es la descripción objetiva y demostrada de la realidad, que puede resultar difícil de entender si no se posee formación científica. Sin embargo un texto filosófico no contiene información útil, lo lea quien lo lea, mientras que un texto científico aporta información relevante al lector preparado para comprenderlo.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">No obstante lo dicho anteriormente</span></i></b>, no toda la filosofía es desechable. Para que un relato filosófico merezca ser leído y resulte útil al lector, debe reunir dos condiciones: </span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Estar escrito a partir del siglo XIX y apoyarse en la ciencia sin contradecirla ni ignorarla en ningún momento.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><i>Cuando afirmamos que debe ser posterior</i></b> al siglo XIX queremos decir que sólo a partir del siglo XIX, la ciencia comenzó a manejar conceptos lo suficientemente enrevesados como para necesitar de la filosofía para interpretarlos. Y cuanto más reciente sea la filosofía, como también ocurre con la ciencia, mayor será la cantidad de información relevante disponible.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Adicionalmente, la buena filosofía</span></i></b> debe basarse y ser coherente con los últimos descubrimientos de las ciencias experimentales, tales como la física, la astronomía, la biología, etc. Pero, dicho esto, tal vez el lector podría preguntarse para qué necesitamos filósofos si ya tenemos científicos.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Esta es la cuestión clave. La neurociencia, por ejemplo, ha descubierto recientemente que las decisiones tienen lugar unas decimas de segundo antes de que tengamos conciencia de haberlas tomado. Y ahí se detiene. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La buena filosofía, toma ese nuevo hecho recién descubierto e intenta interpretarlo desde el punto de vista de los intereses, creencias y expectativas humanas: ¿somos realmente libres? ¿somos responsables de nuestros actos? ¿es legitimo castigar a los culpables o habría que exonerarnos de su culpa considerando que las decisiones se toman automática e inconscientemente?<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Respecto a la teoría de la evolución, por ejemplo, la ciencia constata que el diseño de los seres vivos es el resultado de un proceso progresivo de perfeccionamiento basado en las mutaciones aleatorias y en la supervivencia del más apto. Esto es lo que la ciencia ha descubierto, pero eso no satisface plenamente nuestra curiosidad humana. Queremos saber las implicaciones de ese descubrimiento. ¿Existe el Gran Hacedor? ¿Existe el alma, la ética, el premio o el castigo divino? ¿tiene sentido la vida humana?, ¿tiene una finalidad?, etc.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;"><i>Todas estas preguntas y muchas otras</i></span></b>, no son tarea para la ciencia, sino para la buena filosofía. Pero no se puede hacer buena filosofía sin conocer a fondo la teoría evolutiva y sólo desde ese conocimiento se puede crear una nueva visión, esta vez revolucionaria y auténtica, del hombre como una especie dotada de una inteligencia superior, pero sin conexiones con la divinidad ni en posesión de un alma inmortal, responsable de las funciones superiores del intelecto.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Se necesitan nuevos filósofos para interpretar en claves humanas lo que la ciencia saca a la luz, pero hay que dejar atrás la vieja filosofía, basada en ocurrencias sin fundamento, trabadas con la pegajosa goma de la dialéctica y defendidas desde el principio de autoridad y con la ayuda de una nomenclatura abstrusa.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Tan absurdo es hablar de física</b> basándose en la física infantiloide de Aristóteles, como hacer ética basándose en Platón o Kant, ignorando a Newton y a Darwin.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En cuanto a la última cuestión que nos planteamos, es decir, por qué se llama este blog Tertulia "filosófica" creemos que ha quedado ya explicado. Nuestra intención es proporcional una explicación de algunas cuestiones de interés humano, basada en lo que la ciencia ya conoce, y reinterpretada desde la propia experiencia vital.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La filosofía como conocimiento autosuficiente, ajeno a los descubrimientos científicos y al paso del tiempo, es una utopía trasnochada que, como ocurre con la homeopatía o la acupuntura, aun es defendida por muchos, ya sea por interés, por desconocimiento o por mimetismo cultural.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La filosofía como un intento de interpretar, desde el punto de visto de la curiosidad humana, los descubrimientos científicos, puede ser valiosa para proporcionar al lector unas referencias sólidas que le permitan tomar decisiones acertadas, o al menos para no incurrir en ocurrencias peligrosas para sí mismo y los demás.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">Somos máquinas de procesar información</span></i></b>, y en la medida que esa información sea errónea o inconsistente con la realidad, se vuelve peligrosa. La buena filosofía ayuda a estructurar la información y a interpretar correctamente las experiencias personales para mejorar y optimizar nuestra conducta. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
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<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En suma, la buena filosofa nos ayuda a ser más felices, que es el objetivo último de cualquier sistema de pensamiento, ya sea ciencia o filosofia.</span><o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
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<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/lcOcIwMzwsY" width="420"></iframe><br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: x-small;"><i>He aquí un filósofo del siglo XXI haciendo buena filosofía del siglo XXI. No estoy diciendo que la buena filosofía es tan fiable como la ciencia, pero sí que es la única digna de consideración, y que puede ayudarnos a comprender la complejidad de la realidad</i></span>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com66tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-70858656940772725342011-10-18T20:10:00.000+02:002011-10-18T20:10:11.778+02:00¿Es posible evitar el sufrimiento?<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKUv-STuLolFOXfNbEvfZJdy0hP7H9NTGra_w57YOWSvcDGL7hC2vvSMA8Uw7L-f_lu40L4AQcJUEeUqmEGOQfYLuavAqkChTkh_yG5IX-03VZTesNOjwVeu6sWHEoyzqwuGE4a9bjQ2aL/s1600/sufrimiento.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKUv-STuLolFOXfNbEvfZJdy0hP7H9NTGra_w57YOWSvcDGL7hC2vvSMA8Uw7L-f_lu40L4AQcJUEeUqmEGOQfYLuavAqkChTkh_yG5IX-03VZTesNOjwVeu6sWHEoyzqwuGE4a9bjQ2aL/s1600/sufrimiento.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El sufrimiento es una emoción desagradable y duradera que nos invade a veces, sin que podamos evitarlo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Varias son las preguntas que suscita la existencia del sufrimiento, unas de orden teórico y otras de naturaleza práctica:</span><br />
<br />
<ul><li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Responder a preguntas tales como, ¿Por qué o para qué sufrimos?, puede satisfacer nuestra curiosidad y darnos acceso a conocimientos clave que nos ayuden a reducir o evitar el sufrimiento. Ya sabemos que la curiosidad es el instinto que nos incita a explorar nuestro entorno en busca de información que podrá resultarnos útil en el futuro.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En el orden práctico, contestar a las preguntas: ¿Cómo evitar el sufrimiento o escapar de él?, son quizás las cuestiones más importantes.</span></li>
</ul><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En esta ocasión trataremos de adentrarnos en la comprensión de esta temida emoción al tiempo que intentaremos extraer algunas recomendaciones de orden práctico para aligerar su pesada carga.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Yack</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><br />
</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;"><b>El sufrimiento es al dolor</b></span>, lo que la felicidad al placer: una cuestión de tiempo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El sufrimiento se diferencia del dolor en su mayor duración, dándose a menudo el caso de que se ignora cuándo terminará, circunstancia esta que agrava aún más la situación al privarnos de la esperanza. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">Por opuesta razón, la creencia</span></b> en que el dolor terminará en un futuro cercano, induce por sí sola la emisión de endorfinas que contrarrestan el dolor presente. Por ejemplo, si nos duele la rodilla como consecuencia de un golpe, suponemos que en diez o quince minutos el dolor se habrá pasado y eso nos reconfortará. Sin embargo, si el dolor tiene su origen en una artrosis degenerativa, la creencia en que el dolor irá a más y nunca cesará, nos infringirá un sufrimiento adicional.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El porqué y el para qué del sufrimiento son cuestiones que la ciencia ha explicado hace tiempo, aunque la mayoría del pueblo llano, y no tan llano, siga desconociéndolo, dado que este tipo de conocimientos no se considera materia digna de incluirse en los planes de estudio. Tendremos por tanto que repasar brevemente esta cuestión, para seguir avanzando sobre terreno firme.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Desde el mismo instante en que nacemos, la Naturaleza nos guía con mano invisible, pero enérgica, para que llevemos a cabo su plan maestro: conservar y mejorar el diseño de la especie a la que pertenecemos. Y nos guía mediante inyecciones intermitentes de placer y dolor asociadas a nuestros aciertos o errores.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Así que, de lo anterior se deduce que cuando sufrimos, es porque hemos caído o vamos a caer en una situación que pone en peligro nuestras expectativas vitales. Y el sufrimiento es la manera en que nuestra conciencia percibe ese hecho existencial.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #351c75; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>- Pero, ¿sirve para algo el sufrimiento? - cabría preguntarse. </b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y la respuesta es que sí, que tiene utilidad. Y tiene la misma utilidad que los castigos que nuestra madre biológica nos infringió cuando éramos jóvenes y la misma que nosotros infringiremos a nuestros retoños si se presenta la ocasión: Mejorar sus expectativas futuras.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En realidad, los padres sólo son extensiones de los planes generales de la Naturaleza optimizadas para entornos específicos y la conducta maternal no es sino una de las múltiples formas en la que se manifiesta ese plan maestro. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #0c343d;"><b>Si reflexionamos un poco, caeremos</b></span> en la cuenta, de que el castigo que percibimos como sufrimiento tiene como fin movernos a la acción, a desencadenar conductas que solventen el problema origen del sufrimiento: "<i><b>Escapa de aquí como sea y toma todas las medidas necesarias para no volver a caer en una situación semejante</b></i>".</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cuando, por ejemplo, nos fracturamos una pierna, el sufrimiento que experimentamos nos está informando de lo que nos ocurrirá la próxima vez que descuidemos nuestra seguridad al tiempo que nos obliga a inmovilizar la pierna para evitar males mayores. Cuando tenemos hambre, también recibimos un doble mensaje: busca urgentemente comida y haz lo necesario para no volver a verte en esta situación nunca más.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Nuestro cerebro es, en esencia, una prodigiosa máquina de simulación que nos permite idear y probar estrategias y acciones que nos libren del dolor o nos eviten caer en él. Y sólo cuando ha alcanzado este objetivo prioritario (evitarnos el dolor), se ocupará de proponernos nuevos proyectos que nos procuren placer. Si tienes clavada una astilla en la planta del pie, no te planteas tomarte un helado, porque la prioridad siempre es evitar el dolor.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y ahora que ya hemos esbozado estas ideas básicas, pasemos a considerar el aspecto más interesante del asunto, es decir, el cómo gestionar las situaciones de sufrimiento para minimizar su efecto. Para ello veremos algunas de las causas más frecuentes de sufrimiento y propondremos algunas ideas para afrontarlo:</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Desembarazarse de las fuentes de sufrimiento</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cada situación, persona u objeto animado o inanimado con el que nos relacionamos, puede actuar como una fuente de dolor o de placer, dependiendo de las circunstancias.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Todos sabemos desde que nacemos que el juego de la vida consiste en evitar las fuentes de dolor y buscar las de placer. Pero esta sencilla conducta, en la práctica, puede complicarse <a href="http://tertuliafilosoficatoledo.blogspot.com/2007/06/qu-es-el-amor-y-cmo-conservarlo.html"><b>mucho</b></a>, y de ahí que tengamos un cerebro que consume el 20% de nuestra energía para que nos ayude en esta difícil tarea.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, podríamos preguntarnos, y de hecho lo hacemos continuamente, por qué seguimos relacionándonos con personas que no cesan de ocasionarnos sufrimiento. ¿por qué no nos desembarazamos para siempre de estas incómodas relaciones?</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La respuesta obvia es que nunca sabemos cuándo una antigua fuente de placer se ha agotado definitivamente o ha dejado de ser emocionalmente rentable en términos absolutos.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Esto lo podemos ver mejor con un objeto inanimado, como puede ser un automóvil. Si bien en los primeros años, pudo constituir una fuente de satisfacciones, finalmente llega el día en que las averías se suceden y se vuelve una fuente de problemas más que de soluciones. El saldo emocional se ha vuelto claramente negativo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La cuestión es ¿por qué no me desembarazo de él y me compro otro?</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La respuesta a esta cuestión es que en el fondo de mi mente, pervive la creencia de que sólo está atravesando una mala racha y que finalmente volverá a funcionar como lo hizo en su época dorada. Nos cuesta olvidar los buenos tiempos y solemos creer que las rachas de mala suerte cambiarán a mejor.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Con las personas (amigos, familiares, conocidos) nos ocurre algo parecido, pero peor. Las personas con las que nos relacionamos voluntariamente deberían ser, en teoría, fuentes de placer, pero inevitablemente también lo son de dolor. Pueden enfermar, traicionarnos, desatendernos, ignorarnos, defraudar nuestras expectativas, infundirnos dolor, en suma.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero siempre -solemos pensar- existe la posibilidad de que cambien de actitud, de que vuelvan a ser tan buenos, comprensivos y generosos como lo eran antes, que reconozcan nuestros méritos, que nos pidan perdón por sus malas acciones, etc.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y encandilados por esa creencia, más basada en la fe y en la necesidad, que en la razón, alargamos indefinidamente un calvario que lejos de mejorar, empeora con el paso del tiempo. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En tales casos, la única razón por la que continuamos con la relación es porque confiamos en que alguna vez las aguas volverán a su cauce. ¿Por qué? Sencillamente porque es lo que deseamos, lo que nos gustaría.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Sin embargo, rara vez se cumplen este tipo de esperanzas. Podríamos decir, en base a la experiencia, que para que una fuente de placer envenenada se vuelva de nuevo potable, es imprescindible que cambien favorablemente las circunstancias externas. Por ejemplo, podría ocurrir que la pareja que te ha abandonado, sea víctima de una humillante infidelidad por parte de su nueva pareja y entonces caiga en la cuenta de que no es oro todo lo que reluce y que más vale pájaro en mano (tú) que ciento volando (su amante).</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Ahora su actitud puede dar un giro de 180 grados, para contigo, o bien buscarse otra nueva pareja. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No merece la pena confiar en la suerte, ya sea en forma de máquina tragaperras, bonoloto o infidelidades caídas del cielo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En estos casos, lo mejor es hacer una evaluación objetiva de la situación. Si a lo largo de uno o más años, la relación evoluciona hacia peor y ha dejado de ser emocionalmente rentable, lo más práctico es terminar esa relación, cualquiera que esta sea.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Al final, la ruptura se producirá y cuanto antes la propiciemos, menos sufriremos. Naturalmente hay que planificar cuidadosamente esta ruptura para minimizar los daños colaterales y lo mejor en todos los casos es procurar "quedar como amigos", aunque evitando sistemáticamente cualquier contacto posterior con esa <b>persona</b>.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En resumen: Hay que atreverse a cortar las relaciones con las fuentes de placer que se contaminan, una vez que hemos intentado todas las <a href="http://tertuliafilosoficatoledo.blogspot.com/2007/06/qu-es-el-amor-y-cmo-conservarlo.html"><b>estrategias</b></a> que se nos han ocurrido sin conseguir mejoras permanentes. Y este procedimiento deberíamos aplicarlo a todas aquellas situaciones en las que la fuente arroja un saldo negativo en nuestra contabilidad emocional. Y no sólo hablamos de relaciones sociales, sino que nos referimos a cualquier objeto animado o inanimado o situación en la que se dé esta condición.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Siguiendo este método, nuestra vida mejorará y el horizonte se despejará de nubarrones innecesarios.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Bloquear los pensamientos desagradable</span>s</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Otra fuente importante de sufrimiento es la continua irrupción de problemas en la conciencia. Cuando un problema grave logra acceder a la conciencia, induce un estado de sufrimiento al tiempo que nos obliga a revisar una y otra vez la estructura del problema y a explorar sus posibles soluciones. Pero como los auténticos problemas no tienen solución, lo que suele ocurrir es que acabamos recalamos una y otra vez en los mismos callejones sin salida, donde volvemos a sentir la misma angustia y frustración de siempre.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Empecemos por comprender la naturaleza de los problemas graves y por qué los gestionamos tan torpemente desde el punto de vista emocional. Trataremos de averiguar por qué recaemos una y otra vez en intentos desesperados e inútiles de solucionarlos que sólo nos generan sufrimiento y angustia.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Un problema "grave" es una situación que nuestro cerebro identifica como un riesgo para nuestras expectativas de supervivencia o prosperidad. Dos ejemplos:</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<br />
<ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Hemos perdido el trabajo y tomamos consciencia de que no podremos pagar la hipoteca del piso y que, como consecuencia inevitable, nos embargarán la vivienda.</span></li>
</ul><br />
<br />
<ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En un análisis rutinario, nos diagnostican diabetes, lo que significa incomodidades y problemas de salud para el resto de nuestra vida.</span></li>
</ul><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En situaciones como estas, la estrategia que adopta nuestro cerebro consiste en traernos a la conciencia el problema e infringirnos dolor para que pongamos todo nuestro interés en solucionarlo porque, por experiencia sabemos, que sólo cuando lo solucionemos, cesará el sufrimiento. Y nuestro cerebro actúa así porque si nos permitiera olvidarlo, dejaríamos de sufrir pero en tal caso no pondríamos empeño en solucionarlo y justamente de eso es de lo que se trata: de solucionarlo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El sufrimiento, en este entorno psicológico, sólo es la forma emocional que adopta el requerimiento apremiante que nuestro sistema de supervivencia nos envía para que solucionemos una situación que pone en grave riesgo nuestros intereses vitales.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero, ¿quién maneja los hilos de nuestro cerebro y cómo funciona este mecanismo responsable del sufrimiento que experimentamos?</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Imaginemos que el cerebro es una gran máquina en la que existen numerosos recursos, tales como: el lenguaje (para comunicarnos), la interpretación de los estímulos externos (visión, oído, tacto, etc.), la imaginación (para ver por anticipado lo que ocurrirá en el futuro), los instintos (para dirigir nuestra conducta), los sentimientos, etc.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Además de estos recursos, disponemos de un amplio páramo de neuronas desocupadas donde pueden nacer, crecer y extinguirse diferentes entidades virtuales con personalidad propia. Yo no soy el mismo cuando me relaciono con A que con B. Algunos actores pueden imitar con extraordinaria verosimilitud la personalidad, la manera de hablar y hasta de pensar de ciertos personajes conocidos. Todo esto es posible porque la evolución ha dotado al cerebro de estas habilidades para optimizar las relaciones humanas, en función del interlocutor que tengamos enfrente. Podríamos llamar a esta capacidad "polimorfismo de la personalidad".</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero este polimorfismo también se emplea para crear "proyectos" y "problemas" que adoptan la estructura de personalidades con vida propia. Cuando pierdo el trabajo, se crea automáticamente el problema "Estoy-parado" cuyo objetivo y razón de ser es encontrar trabajo. Si no encuentro trabajo durante mucho tiempo, el problema se expande y acaba difundiéndose por el páramo neuronal hasta impregnar la propia identidad personal y entonces decimos: "Soy un parado".</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El Yo sería la entidad de mayor magnitud, la que nos identifica y la que engloba, coordina y unifica a todos los proyectos y problemas que coexisten en nuestra mente. Cuando un problema o proyecto crece en demasía, pasa a formar parte significativa del Yo, porque la prioridad de su objetivo le autoriza a acaparar más y más recursos en tanto no encuentre una solución: "Soy un ludópata, un drogadicto, un psicópata, etc.".</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Todas estas entidades virtuales que habitan nuestra mente con una misión que cumplir necesitan acceder a los recursos del cerebro para avanzar en la consecución de su objetivo, pero no pueden hacerlo todas al mismo tiempo. Tienen que turnarse para acceder a la conciencia y además tienen que luchar y competir entre ellas por conseguirlo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La conciencia es el puente de mando, la sala de control de esa gran máquina que es nuestro cerebro. Cuando el problema "Estoy-parado" logra acceder a la conciencia, monopoliza buena parte de los recursos de la mente y ha de aprovechar esa oportunidad para hacer planes y ponerlos en práctica: "Voy a leer la sección de empleos y seleccionar el que mejor se adapte a mi caso", es una posible tarea a realizar. En general, un determinado problema tiene más facilidad de acceso a la conciencia cuando se produce un evento que le favorece. Por ejemplo, si estamos en situación de paro y cae en nuestras manos una oferta de empleo, se abre un acceso directo a la conciencia para el problema "tengo-que-encontrar-empleo".</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Es importante señalar aquí, que durante el tiempo que un problema permanece en nuestra conciencia también accede a los mecanismos de castigo y recompensa, es decir, puede infringirnos dolor (si no consigue avances) o placer (si vislumbra alguna nueva esperanza de mejora). El placer nos recompensa y nos marca el camino a seguir, mientras que el dolor, nos obliga a realizar acciones intrínsecamente desagradables, pero necesarias para llevar a buen término el problema. Pero, ¿para qué el dolor? se preguntará el lector, ¿simple sadismo de la madre Naturaleza? ¿No nos lo podría decir amablemente? No es sadismo, es sólo que la única cosa que oímos y obedecemos es al dolor, porque esa es la forma en que estamos diseñados y construidos. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La entidad que hemos dado en llamar "Estoy-parado" nos viene a susurrar algo que podríamos traducir así: "ya sé que no te apetece ir a una entrevista de trabajo donde posiblemente harás el ridículo después de una incómoda antesala, pero si no lo intentas te aseguro que me encargaré de que te arrepientas, torturándote con remordimientos, inhibiendo los receptores de endorfinas para que te sientas mal y no puedas disfrutar de ningún placer. ¡Tú mismo!"</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Lo deseable, podría aconsejarnos un psicoterapeuta de medio pelo, sería pensar en ideas agradables y melifluas (cumpleaños, fiestas, viajes, etc.) para así impedir la irrupción en nuestra conciencia de estas entidades maléficas que solo intentan atormentarnos.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero esta táctica sólo funciona en los individuos irresponsables y bobalicones, que suelen pagar cara esta actitud, al no haber dedicado tiempo y esfuerzo a la solución de sus problemas personales, confiando en que se arreglarán solos o por la intermediación de vibraciones positivas o con el golpe de suerte que anuncia el horóscopo semanal.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Sin embargo, lo cierto es que las entidades problemáticas que habitan nuestra mente, poseen un estatus especial que les permite penetrar en la conciencia con exasperante frecuencia, sin que podamos evitarlo. Y si lo pensamos bien, es lógico que así sea porque los Problemas-graves son situaciones que ponen en riesgo nuestra supervivencia, que es la prioridad número uno para la diseñadora de nuestra mente: la madre Naturaleza.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Entonces, ¿qué hacer? ¿Dejamos que los problemas entren en nuestra conciencia y nos torturen o les impedimos la entrada a cal y canto, siguiendo los consejos de los libros de autoayuda?</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La estrategia que se propone aquí es aplicar la inteligencia y el sentido común para gestionar óptimamente esta fuente de sufrimiento. Y lo primero que hay que hacer, en este orden de cosas, es calificar cada problema en una de estas tres categorías:</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Intratables</span></b>: No tiene posible solución, porque está más allá de mis posibilidades. Por ejemplo, la crisis monetaria internacional, la fusión de los polos, el agujero de ozono, las interminables obras del ayuntamiento, el déficit presupuestario, etc.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Tratables</span></b>: Aunque no podemos solucionar el problema, si podamos tomar medidas paliativas: La subida del tipo de interés de la hipotecas (vender el piso, cambiar de banco, irse a vivir con los padres, etc.), el paro (buscar trabajo, irse a otro país, hacer oposiciones, etc.), la perdida de piezas dentales (hacerse un implante, un removible, un puente, comer a base de puré, etc.).</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Solucionables</span></b>: Son aquellos que, al menos en teoría, pueden solucionarse si nos aplicamos a ello. Hacer la declaración de hacienda, aprobar las matemáticas de 3º, pintar la casa, etc.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No creemos necesario añadir que nos encontraremos con problemas que no encajan al 100% en una de las tres categorías, pero en tal caso, lo asignaremos a la más cercana y le daremos un tratamiento mixto. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Ahora veremos qué tipo de procesamiento hemos de dar a cada uno de estos problemas para que no irrumpan continuamente en nuestra conciencia y nos infrinjan sufrimiento innecesario, que es de lo que aquí se trata: de minimizar el sufrimiento, sin por ello comprometer nuestro futuro. Ignorar el futuro es diferir el sufrimiento y, lo que es peor, acrecentarlo.: un mal negocio.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Problemas intratables</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los problemas intratables, como el del agujero de la capa de ozono, están lejos de nuestras posibilidades reales, así que lo más práctico es olvidarse de ellos. El inconveniente es que nuestro cerebro no distingue claramente entre problemas intratables, tratables y solucionables. Todos ellos conviven en nuestro cerebro y todos ellos irrumpen en nuestra conciencia para infringirnos dolor, sólo que en el caso de los problemas intratables, este dolor es estéril porque no va a servir para solucionar el problema.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Aquí hay que detenerse un momento para aclarar una duda que probablemente ha asaltado al lector: ¿nos encontramos entonces ante un error fragante de la Naturaleza?</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No necesariamente. Los hermanos Wright, y el resto de la humanidad "sabían" en 1903 que era imposible volar con un artefacto más pesado que el aire, pero al ser personas tozudas y poco racionales, consiguieron volar. La moraleja de este ejemplo es que la Naturaleza no da ninguna causa por perdida, y no le importa hacer sufrir inútilmente a muchos miles de individuos, si con ello puede conseguir un avance significativo. También hemos de sacar la enseñanza de que la posibilidad de que se nos ocurra una solución genial para acabar con el agujero de ozono es tan insignificante, que no merece la pena dedicarle ni un segundo de nuestro tiempo a menos que seamos genios de la meteorología o presidentes de países importantes.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y llegados a este punto, la conclusión final que sacamos es que debemos dejar de preocuparnos por el agujero de ozono, la posibilidad de que nos impacte un meteorito gigante o que se agote el petróleo y la Humanidad se autodestruya en guerras al estilo Mad Max.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para debilitar este tipo de problemas que deambulan por nuestra mente, hay que cortarles todo tipo de apoyo: No leer sobre el tema, no hablar sobre el tema, no pensar sobre el tema, no escribir sobre el tema. Si el problema irrumpe en nuestra conciencia, debemos de identificarlo como uno de los temas proscritos, y arrojarlo con energía de la conciencia. Negarnos activamente a pensar en él y fijar nuestra atención en cualquier cosa que pueda interesarnos, desde leer un libro, salir a dar un paseo, ver la televisión o telefonear a un amigo o familiar. Lo importante es no consentir que tome el control de nuestra mente ni por un segundo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si le negamos sistemáticamente el acceso a la conciencia, el problema se irá debilitando y cada vez consumirá menos recursos de nuestra mente. Es importante señalar aquí que estos problemas están acaparando muchas neuronas para mantenerse activos, neuronas que no podemos utilizar en otros menesteres.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En la medida en que un problema se debilita, va cediendo las neuronas que está utilizando y estas quedan a disposición de otros problemas de tipo no-insolubles que pueden utilizarlas para encontrar soluciones y hacernos la vida más fácil. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Problemas tratables </b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los problemas tratables se caracterizan porque, si bien su núcleo, su razón eficiente, no es tratable, si podemos adoptar estrategias paliativas que anulen o reduzcan el efecto pernicioso que tiene sobre nosotros.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, supongamos que somos proclives a las lesiones cutáneas (manchas, quemaduras solares y riesgo de melanoma). No podemos actuar sobre el sol ni sobre la composición de la atmósfera, pero sí podemos adoptar una serie de hábitos saludables (crema de protección solar, evitar las horas del medio día, usar sombrero, utilizar camisas en la playa, etc.) que reduzcan los efectos adversos del problema.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La táctica para gestionar este tipo de problemas debe consistir en documentarse bien sobre el problema y sus posibles soluciones y, acto seguido, elaborar un plan de medidas efectivas. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si, por ejemplo, tenemos la tensión alta, habría que documentarse de cuáles son sus efectos y riesgos (infarto, ictus, daños hepáticos, embolia cerebral, etc.). A continuación, en función de la gravedad del tema, consultar a un especialista y establecer una serie de contramedidas para eliminar, reducir o controlar el problema : dieta adecuada, ejercicio diario, control del peso, visitas periódicas al especialista, tratamiento médico si fuera necesario, etc.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En este supuesto, no valdría aplicar el principio recomendado para los problemas intratables (no pensar en ellos), autoconvencerse por pura comodidad de que "no pasa nada" o seguir un tratamiento "homeopático" que nos haya recomendado el curandero de turno, asegurándonos que cura de forma natural y sin efectos secundarios.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En resumen: Informarse bien en medios fiables de la naturaleza e implicaciones del problema. A continuación elaborar un plan efectivo, validado a ser posible por un experto, y por último ejecutar el plan a rajatabla.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si seguimos esta táctica, el problema no irrumpirá continuamente en la conciencia porque "sabrá" que se está haciendo todo lo posible por solucionarlo. Sería el caso del que tiene un grave asunto en manos de una gestoría y visita con frecuencia a los gestores preguntándoles "¿qué hay de lo mío?". Si la respuesta que recibe es "ya nos pondremos a ello", aumentará su angustia y el número de visitas, cada vez en tono más desagradable y apremiante. Por el contrario, si comprueba que se está trabajando en ello y le informan de los avances conseguidos, el solicitante se irá tranquilo, no incordiará y disminuirá la frecuencia de sus visitas. Recordemos que las entidades que hemos dado en llamar "problemas" tienen su propia personalidad (derivada de la nuestra) con sus propios objetivos, recursos, estrategias, miedos y capacidades para castigarnos o premiarnos en función de nuestra actitud ante sus demandas. De ahí que haya que aprender a respetarlas y tenerlas en cuenta si no queremos que nuestro cerebro se convierta en un infierno y nuestra vida en un desastre.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Nuestra recomendación: haga una lista de sus problemas tratables, y póngase a la tarea de elaborar un plan de mejora para cada uno de ellos. Dedique todos los días media hora al menos en la elaboración y puesta en práctica de ese plan y comprobará que se sentirá mejor, y dormirá más tranquilo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Problemas solucionables</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los problemas solucionables son aquellos cuya resolución está enteramente en nuestras manos con sólo dedicarles el suficiente tiempo. Son ejemplos de problemas tratables: sacarse el carnet de conducir, arreglar y ordenar la vivienda, cambiarle los neumáticos al automóvil, etc.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En apariencia este tipo de problemas son los más fáciles de manejar, si no fuera porque su número crece día a día y la pereza o el malestar que nos ocasiona invertir dinero o esfuerzo en su resolución nos hace ir demorándolos hasta que se vuelven inaplazables o, caso infrecuente, se arreglan por sí mismos.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Al no resolverse inmediatamente, estos problemas acaparan recursos, nos infringen dolor cuando penetran en la conciencia y acaparan cuantiosos recursos neuronales. Y lo peor es que la suma de todos estos recursos atrapados, puede pesar tanto en la economía energética de nuestra mente que acaben debilitándonos y sumergiéndonos en un estado depresivo, desde donde todavía es más difícil afrontarlos.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En no pocas ocasiones estos problemas comienzan siendo pequeños (tengo una caries) pero al abandonarlos indefinidamente van creciendo (me duele la muela en la que tengo la caries) y pueden volverse realmente graves y difíciles o imposibles de solucionar. El dentista nos dice que nos ha de sacar la muela y para reponerla tenemos que hacernos un implante que es 20 veces más caro que arreglar la caries inicial, y no presta el mismo servicio que la muela original, además de requerir mantenimiento de por vida y con el riesgo de que puede soltarse y haya que volver a empezar desde cero.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La técnica de abordaje que se sugiere para este tipo de problemas es la siguiente:</span><br />
<br />
<ol><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cuando surja un problema de este tipo, anótelo en la lista correspondiente y déjelo para estudiarlo el día siguiente o anote en la agenda la fecha en que podrá abordarlo.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cada día, al comenzar la jornada, revise todos los problemas pendientes, elimine aquellos que ya están resueltos o que haya decidido no resolver. En cada uno de los demás, anote las nuevas ideas o acciones que se le ocurran para facilitar su resolución y elimine aquellas acciones que ya realizó o ha decidido descartar por alguna razón.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Elija el problema en el que pueda trabajar en el momento presente y dedíquele al menos media hora de atención poniendo todos los recursos a disposición del problema. Cuando haya terminado, tómese un descanso de unos minutos y elija el siguiente problema hasta terminar el tiempo que haya reservado a esta labor. Si está trabajando, de vacaciones o parado dispondrá de diferentes cantidades de tiempo para asignarlo a la resolución de estos problemas pendientes.</span></li>
</ol><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Siguiendo esta técnica, mejorará mucho su vida. Tenga en cuenta que el esfuerzo que dedica a los problemas es una inversión muy rentable. Si lo hace así, evitará que crezcan y se agraven, dejarán de importunarle y disfrutará de la satisfacción diaria del trabajo bien hecho. Su presión mental disminuirá y su mente funcionará con mayor agilidad y vivacidad al haber limpiado su cerebro de todos esos parásitos que lo habitaban consumiendo y acaparando recursos neuronales.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para gestionar la resolución de problemas recomiendo la técnica Pomodoro, de la que ya <a href="http://tertuliafilosoficatoledo.blogspot.com/2011/03/nos-ayuda-la-inteligencia-ser-felices.html">hablé</a>.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;"><b>No creer en ideas estúpidas</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Son muchas las personas que a fuerza de oír y leer insensateces acaban creyéndoselas y eso, que podría parecer una conducta inofensiva, acaba ocasionándoles un sufrimiento tan innecesario como fácil de eliminar. No debemos olvidar que la mayor parte de lo que oímos y leemos son insensateces.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Aunque la lista de esas insensateces es muy larga, nos limitaremos en esta ocasión a sólo dos:</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Se nos suele decir</span></b> (acabo de oírlo en un video de boca del ya difunto Steve Jobs) que estamos perdiendo nuestra vida haciendo cosas que no nos gustan y que bastaría con cambiar nuestro modelo de vida para ser felices.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Frente a esta insensatez, tantas veces repetida, hay que afirmar enérgicamente que: TODOS LOS DIAS HACEMOS AQUELLO QUE MÁS PLACER NOS PROCURA O, LO QUE ES LO MISMO, AQUELLO QUE MENOS DOLOR NOS CAUSA. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Hay quien piensa cada mañana frente al espejo mientras se acicala: "No me gusta mi trabajo de administrativo, pienso que soy un artista incomprendido y que estoy perdiendo mi vida en un trabajo insatisfactorio, muy por debajo de mis posibilidades. Eso me hace muy infeliz y acabo pensando que soy estúpido llevando esta vida insatisfactoria".</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Nos ayudaría mucho más pensar esto otro: "La verdad es que no sirvo para otra cosa distinta y que si dejara mi trabajo y me dedicara al arte, posiblemente acabaría en la ruina y con depresión, aunque existe la posibilidad de que triunfara como lo hizo Van Gog, después de muerto. La cuestión importante es que no puedo saberlo de antemano y dada la ínfima probabilidad de que sea un autentico genio y que se me reconozca, lo más inteligente que puedo hacer es agarrarse a lo seguro y no arriesgarse a acabar tirado en la calle rebuscando en los cubos de basura".</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si en lugar de pensar que nuestra vida es un desastre y que podríamos cambiarla con una simple y mágica decisión, nos convencemos de que nuestro cerebro es una máquina de evaluar riesgos y que nos dice en cada momento lo mejor o lo menos malo para nosotros, podremos ser más felices. Otra cosa distinta es que emprendamos acciones para mejorar nuestras expectativas sin comprometer lo que ya tenemos. Por ejemplo, dediquemos dos horas diarias a dibujar o a tocar música si creemos que tenemos talento para ello.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Hay que tener siempre presente que los que cuentan bellas historias de éxito son los que triunfaron porque los que se pasan la vida sentados en los bancos de los parques, no cuentan historias y si las cuentan nadie las lee. Retrospectivamente, Steve Jobs, un triunfador, interpreta todas sus decisiones, hasta la de abandonar los estudios, como claves para su éxito. Igualmente un fracasado podría explicarnos cómo sus mejores decisiones fueron la clave de su fracaso final.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La historia retrospectiva de un triunfador sólo sirve para confundirte, haciéndote creer que las cosas son tan sencillas como tomar decisiones estúpidas y confiar en la propia fe para salir adelante.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Moraleja: No creer en historias estúpidas, no leer libros de autoayuda y pensar que eres muy afortunado de tener lo que posees, ya que podría ser muchísimo peor. Naturalmente no estoy abogando por el conformismo, pero sí por intentos de prosperar que no comprometan lo que ya se posee.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: red; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Los demás son más afortunados que yo</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La <a href="http://tertuliafilosoficatoledo.blogspot.com/2007/06/le-envidia.html"><b>envidia</b></a> es un mecanismo adaptativo que todos tenemos para autosuperarnos en base a la comparación con los demás. Por lo general estamos convencidos de que nuestros semejantes son más afortunados y felices que nosotros y eso nos produce sufrimiento. La razón de ser de ese sufrimiento es empujarnos a prosperar, pero no debemos dejarnos arrastrar por ese mecanismo adaptativo más de lo necesario.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para reducir la angustia provocada por la envidia, debemos pensar que nuestros semejantes, como también hacemos nosotros, esconden sus desgracias para no dar a los demás la satisfacción de alegrarse con ellas. Si el desgraciado percibe que los demás se divierten, se siente molesto y más aún si lo hacen a costa de sus desgracias.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">También hay que tener en cuenta que aun en el supuesto de que alguien que conocemos fuese un triunfador genuino y que todo le fuese bien, conviene recordar que no es oro todo lo que reluce. Cuando una persona vive en una situación de éxito por encima de la media se acostumbra enseguida y no disfruta de ella al hacerse cotidiana. El error que cometemos al juzgar su situación es pensar que su nivel de disfrute es permanente y tan alto como el que nosotros sentiríamos si accediésemos a su estatus. Sería como si un hambriento creyera que el que puede comer tanto como quiera sería tan feliz como si él mismo accediera a un plato de sabrosa comida después de haber pasado dos días en ayuno forzado.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La felicidad depende, en último término, del nivel de endorfinas en sangre y éste es una constante fisiológica como la presión arterial o el ritmo cardiaco. Puede oscilar, si, en función de los acontecimientos, pero pronto se estabiliza en un valor medio propio de cada individuo, y las fuertes satisfacciones hay que pagarlas con depresiones <a href="http://tertuliafilosoficatoledo.blogspot.com/2011/09/querer-es-poder.html"><b>compensatorias</b></a>. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Así que no hay que envidiar demasiado a nadie, porque al fin y a la postre, todos los bienes terrenales, no importa su cuantía, se traducen en endorfinas y las endorfinas son gratuitas y segregadas por nuestro propio cerebro. Poseyendo lo necesario para llevar un estilo de vida similar al de nuestros conciudadanos, la felicidad depende más de nuestra fisiología que de nuestros éxitos mundanos. Eso sí, no hay que dejar que los problemas se acumulen en nuestro cerebro, porque eso si puede inducir estados depresivos, es decir, déficit permanente de endorfinas. Los fracasos continuados son interpretados por la madre Naturaleza como ineptitud funcional crónica y puede disparar el mecanismo del <a href="http://tertuliafilosoficatoledo.blogspot.com/2009/11/por-que-no-nos-suicidamos.html"><b>suicidio</b></a> para ocupar nuestro lugar con otro espécimen mejor dotado. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y sólo me queda desear al lector que haya llegado hasta aquí, suerte y buen criterio, porque paciencia y tesón ya lo ha demostrado.</span>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-29569186875107018562011-09-10T18:44:00.001+02:002014-06-12T11:39:31.239+02:00Querer es poder<div style="text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzeENZAu14Of81MvGQIO4AlexuPF78Ejd9EqNALMfHrXTE2LUM6atST8LE4RcpCEb4laifSiWQ6BRI7oS8BZsgqK6QFbIvQd3VjcJr-4zT3dgW7Z7oAIazDF44WGvO7jn7n_5hMgLkig-A/s1600/Querer-es-poder.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzeENZAu14Of81MvGQIO4AlexuPF78Ejd9EqNALMfHrXTE2LUM6atST8LE4RcpCEb4laifSiWQ6BRI7oS8BZsgqK6QFbIvQd3VjcJr-4zT3dgW7Z7oAIazDF44WGvO7jn7n_5hMgLkig-A/s1600/Querer-es-poder.jpg" /></a><span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Nuestra mente es, entre otras cosas, el campo donde se libra la eterna batalla entre el querer y el poder. Y hasta tal punto esto es así, que podríamos definir el cerebro humano como una máquina cuya misión es la de satisfacer los deseos que ella misma genera a partir de las pautas codificadas en los instintos.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No obstante lo dicho, no siempre conviene al individuo satisfacer sus deseos, porque en no pocas ocasiones, detrás de la satisfacción vienen las consecuencias desagradables, y con ellas el dolor y el arrepentimiento. Después de un mordisco a la manzana de la infidelidad puede venir la expulsión del paraíso familiar y tal vez la ruina económica. Después de una opípara comida rica en exquisitas grasas, viene el colesterol, el ictus y el repugnante michelín.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Así que, una vez más, nuestra vida se complica más allá de lo razonable, tal vez como tributo a tener como aliada esa máquina prodigiosa que es la mente humana, más al servicio de los intereses de la especie que de los nuestros. Y la razón de ello es que sólo somos útiles a la madre Naturaleza, en la medida que contribuimos a afianzar y mejorar ese costoso diseño que representa nuestra especie, del cual sólo somos copias imperfectas destinadas a ser sacrificadas en el banco de pruebas de la selección natural.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Empeñarnos en satisfacer nuestros deseos y cumplir con los designios de la Naturaleza o renunciar a ellos y evitar así sus nefastos efectos colaterales? </span><br />
<span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span>
<span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Esta es la pregunta que intentaremos responder en esta ocasión.</span></div>
___________________________________________________________<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yack</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: blue;"><strong>Si, como individuos</strong></span>, contemplamos nuestra situación en el escenario de la lucha por la vida, constataremos que nuestro destino estaba ya decidido antes de nuestro nacimiento. La Naturaleza tenía ya bien meditado su plan maestro, en el que cada uno de nosotros tiene asignado el humilde papel de una junta, tuerca o arandela, y el trágico fin de reventar por la acción combinada del desgaste y la presión a que nos vemos sometidos en la gran máquina de la Vida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Una vez hayamos desempeñado nuestro papel, seremos reciclados y sustituidos por otras piezas de recambio: nuestros descendientes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong><span style="color: #990000;">Aunque podríamos conformarnos</span></strong> con este análisis fatalista, no vamos a ceder a la tentación porque, como veremos, aún nos queda un as en la manga que hay que saber jugar: Y ese as que nos queda por jugar se llama "inteligencia". Veámoslo más de cerca.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No son pocos los que afirman (creemos que erróneamente), que la inteligencia es sólo una característica más, cuyo único fin es el de ayudarnos a llevar a buen término nuestra rutinaria función de elementos de brega recambiables. Pero aquí hay un detalle importante que se suele pasar por alto, y es que la inteligencia nos concede el privilegio y la ventaja de poder observar con perspectiva nuestra situación individual. Y eso es una buena noticia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong><span style="color: #134f5c;">Con la ayuda de nuestra inteligencia</span></strong> y de la inestimable aportación de Darwin, sin duda uno de los mayores benefactores de la Humanidad, podemos comprender las intenciones de la Naturaleza, y desde esta comprensión, proveernos de un pequeño (o no tan pequeño) margen de maniobra para optimizar nuestro comportamiento. Y con el término “optimizar” queremos decir, reajustar nuestra conducta instintiva para hacerla más placentera, aun a costa de menoscabar los intereses de la Naturaleza, o lo que viene a ser lo mismo, de la especie.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Lo veremos más claro con un ejemplo:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los salmones están programados para remontar la corriente, enfrentándose con todo tipo de peligros, hasta alcanzar el nacimiento del río, desovar allí y morir por extenuación.</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y no es que la Naturaleza sea cruel con sus criaturas. Simplemente es práctica, y para que la especie salmón prospere y sobreviva, conviene que los huevos se depositen en el nacimiento del río. La razón de ello es que gracias a esta estrategia los alevines podrán dejarse caer río abajo hasta llegar al mar, sin tener que gastar energía en luchar contra la corriente, puesto que ese trabajo ya lo hicieron sus progenitores, pagándolo con su vida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si existiese en algún universo paralelo, una especie de salmón inteligente, que comprendiese la razón última de su afán de remontar la corriente y lo que les espera al final, podría idear una conducta más acorde con sus intereses individuales. Por ejemplo, podría llegar a la conclusión de que le resultaría más práctico remontar la corriente hasta encontrar un remanso tranquilo donde depositar los huevos, y disfrutar en él de una plácida existencia hasta el final de sus días. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong><span style="color: #741b47;">Pero esta conducta “inteligente” perjudicaría</span></strong> los intereses de la especie, o lo que es lo mismo, pondría en peligro el diseño “salmón” que tal vez desaparecería de la faz del planeta como resultado de este planteamiento individualista.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Sin embargo, a ningún humano le preocupa que nuestra especie desaparezca dentro de un millón de años y, además, dada la peculiar naturaleza de nuestra especie, su dominio del medio y el poder resolutivo de su tecnología, no parece probable que nos extingamos por el simple hecho de incumplir ciertas directivas genéticas. </span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, a pesar de las técnicas de control de la natalidad, contrarias a las directivas de la Naturaleza, seguimos creciendo gracias a que nuestra tecnología reduce la tasa de mortalidad y compensa así la disminución de nuevos nacimientos.</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span>
<strong style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: #741b47;">Y dicho esto, pasemos a considerar</span></strong><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> qué acciones podríamos emprender para escapar, aunque sólo sea parcialmente, de ese poderoso ciclo (>DESEAR>CONSEGUIR>VOLVER A DESEAR>) que nos arrastra, como al salmón, hacia un punto imaginario donde creemos que se encuentra la felicidad, pero dónde sólo hallaremos la muerte y la decepción, una vez cumplido nuestro destino.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Resulta evidente que nuestra mente está diseñada para que sólo seamos felices durante los periodos en que ascendemos río arriba, superando obstáculos y evitando las fauces de las hambrientas alimañas. Por otra parte, no podemos evitar el sufrimiento cuando nos encallamos o resbalamos y nos vemos arrastrados buena parte del trayecto que tan trabajosamente recorrimos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Es decir, que la Naturaleza se ha asegurado de instalarnos en la cabeza, junto a la inteligencia, un detallado mapa emocional con instrucciones precisas de lo que tenemos que hacer, o no hacer, para obtener placer y evitar el dolor. Así que no vale la solución de quedarse en la desembocadura del río, sin intentar siquiera avanzar unos metros corriente arriba, porque en tal caso nos sentiriamos muy desgraciados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La clave del éxito hay que buscarla en el concepto de gradiente. El grado de felicidad no depende de la altura que ocupemos en el curso del río, sino de la velocidad de ascenso. Así, un salmón que ascienda a 5 Km/h en el primer tramo, puede ser más feliz que otro que haya alcanzado el último tramo del río, pero que sólo avance a 1 Km/h.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong><span style="color: #990000;">Lo que importa, volviendo al escenario humano</span></strong>, no es el cargo o la posición que se ostente, sino las expectativas de mejorar esa posición. El ejecutivo que gana un millón de euros anuales y teme que lo degraden a un puesto de inferior categoría en el que sólo gane 750.000 euros, sufrirá un estrés insoportable y probablemente decaiga en una profunda depresión. Por el contrario, un mozo de almacén que gana 10.000 euros al año, se siente inmensamente feliz si cree que lo van a ascender a encargado de 2ª, con un sueldo de 15.000 euros.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y llegados aquí, hemos de sacar algunas conclusiones prácticas que nos ayuden a ser felices que es, en definitiva, el objetivo primordial de todo individuo y el que aquí nos interesa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong>1 El placer del ascenso se acorta y el dolor del descenso se alarga</strong></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El dolor que nos ocasiona la pérdida del estatus por degradación es más fuerte y duradero que el placer obtenido por los ascensos. Esta asimetría es comprensible si recordamos que la Naturaleza no está interesada en ser "justa" sino en que ascendamos a cualquier precio, y de ahí que nos cierre la puerta hacia el fracaso amenazándonos con un fuerte castigo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, el placer que obtenemos al ser nombrados jefes del grupo en el que trabajamos, es mucho menor y duradero que el dolor que sufriríamos si finalmente nos degradaran y volviésemos a ocupar el puesto inicial. Otro ejemplo: nos acostumbramos muy pronto a unos zapatos cómodos pero tardamos mucho en adaptarnos a unos zapatos incómodos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Moraleja</b>: No te muevas de una posición en la que te sientas cómodo hacia una posición inestable se mayor estatus, creyendo que no tienes nada que perder porque lo peor que podría ocurrirte es volver al punto donde ahora estás. El retroceso es vivido como fracaso por ti y por los demás y el costo es mucho mayor que el beneficio de un éxito de la misma magnitud.</span></div>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: blue;">2 Cuanto más arriba estemos, más fácil y doloroso será caer</span></b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Ante una posible mejora de estatus (un ascenso por ejemplo) debemos tener en cuenta que, en general, cuanto más arriba estemos en el río, más turbulentas y rápidas serán las corrientes. Es decir, más trabajo nos costará mantener la posición y evitar el retroceso por arrastre.</span></div>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Moraleja</b>: No debemos buscar o aceptar un ascenso si creemos que nuestra posición se volverá más incómoda que la que ahora tenemos, porque si finalmente caemos hasta la posición inicial sufriremos una gran decepción, más dolorosa y duradera que la satisfacción que conseguimos al ascender. Sería el ejemplo de un soltero que decide casarse con una pareja de trato difícil, encandilado por las satisfacciones inmediatas que espera conseguir. </span></div>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">3 Separar los acontecimientos placenteros</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cuando se disfruta de una experiencia placentera (comprar el último modelo de smartphone, por ejemplo) se segregan endorfinas y esto produce placer. Sin embargo, si todos los días nos compramos un nuevo smartpfone o cualquier otro capricho, el incremento permanente de endorfinas en sangre induce un reajuste automático en los receptores celulares que se vuelven menos sensibles. El resultado es que los sucesivos estímulos producen respuestas de menor intensidad y que cada vez, como les ocurre a los adictos a las drogas, necesitaremos dosis mayores para mantenernos en el mismo nivel.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Es el síndrome de los supermillonarios y de las estrellas de Hollywood a las que les sale todo bien durante demasiado tiempo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En los casos de superabundancia de éxitos sucesivos el sujeto, lejos de ser más feliz, sólo consigue elevar la necesidad de nuevos éxitos para mantener el nivel de satisfacción. Como es imposible superarse continuamente, acaban cayendo en la depresión a pesar de disfrutar de experiencias que a los demás les parecen sublimes. En no pocos casos incurren en las adicciones a las drogas en un intento desesperado de mantener el nivel de satisfacción en un valor aceptable.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La solución a este problema pasa por espaciar las experiencias agradables. Si tenemos a la vista dos eventos agradables, distanciarlos tanto como sea posible. Así permitimos a la curva de satisfacción alcanzar un máximo y descender suavemente hasta alcanzar el nivel normal. Después se planifica la siguiente experiencia y se optimiza la satisfacción.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si acumulamos experiencias agradables en un mismo día, se alcanzará un pico muy alto, que descenderá rápidamente y producirá una depresión posterior. Si medimoss el monto total de felicidad conseguida con la suma de varias experiencias acaecidas en un mismo día, será mucho menor que el que conseguiríamos distribuyéndolas en varios días.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cuanto más separación haya entre los acontecimientos placenteros mayor rendimiento global. En especial hay que evitar la coincidencia temporal de acontecimientos muy placenteros.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La planificación ideal consistiría en procurar experimentarr una satisfacción diaria, encajando en nuestra agenda las experiencias agradables (ir al cine, cenar en un restaurante, pasar una tarde con un amigo, etc.) distribuyéndolas a lo largo de la semana. También es buena idea tener experiencias agradables en reserva para cuando nos falle una programada o atravesemos un bache producido por algún evento desagradable.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, si tenemos pensado comprarnos un capricho, dejemoslo en reserva para un mal día.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">También se recomienda, si es posible, planificar las experiencias agradables para las primeras horas del día. Las endorfinas generadas circularán por nuestra sangre durante varias horas y eso nos producirá euforia duradera y sostenida. Si el nivel de endorfinas es muy alto al llegar la noche, nos costará dormir y al día siguiente, agotado el efecto de las endorfinas, habremos de enfrentarnos a la resaca de una noche sin sueño profundo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Reservemos la noche para recuperarnos del bajón que sucede a un "subidón" de endorfinas acontecido a primeras horas del día.</span></div>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Tener experiencias agradables planificadas para el futuro</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Algo que se suele ignorar es que la principal fuente de satisfacción no es la consecución aquí y ahora de acciones placenteras, sino la creencia justificada de que en un futuro cercano tendremos esas satisfacciones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, pensar que tras unos meses de preparación conseguiremos el puesto de trabajo con el que siempre hemos soñado, generará endorfinas diariamente durante meses o incluso años. La ventaja de estas endorfinas es que se producen en pequeñas cantidades pero con carácter sostenido, lo que nos proporciona un fondo de satisfacción permanente. Es lo que llamamos "felicidad".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El avaro, que podría parecernos estúpido, en cuanto que renuncia a las satisfacciones que le depararía gastar su dinero en placeres, sigue otra astuta estrategia: cambia las inyecciones bruscas y perturbadoras de endorfinas que consigue el comprador compulsivo, por una lluvia suave y continua que se prolonga y mantiene durante toda la vida. Estas endorfinas provienen de la creencia justificada en que con ese dinero que no gasta, podrá comprar grandes satisfacciones, tan pronto lo decida, pero para que la lluvia fina de endorfinas continúe, debe renunciar a satisfacciones intensas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No proponemos aquí la avaricia, y ni siquiera la creencia en un paraíso donde seremos eternamente felices a cambio de renunciar a los placeres mundanos, pero si recomendamos tener planes a medio y largo plazo que involucren experiencias agradables.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Estos proyectos a largo plazo son productores fiables de endorfinas de mantenimiento, y tal vez la auténtica clave de la felicidad, en contraposición a la azarosa vida del buscador compulsivo de placeres intensos que navega en una permanente tempestad de fuertes satisfacciones y profundas depresiones.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: blue;"><strong>En resumen</strong>, nuestro estado de satisfacción está regulado por endorfinas, que son sustancias químicamente semejantes a los opiáceos que consumen los adictos. La diferencia es que no se pueden comprar, sino que hay que extraerlas de nuestro propio cerebro por el procedimiento de superar los retos que nuestros instintos nos plantean continuamente (conquistas sexuales, comida nutritiva rica en azucar y grasa, ascensos en la escala social, acaparamiento de riquezas, etc.)</span></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Calibri;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: blue;">Lo que sí podemos hacer con nuestra inteligencia es planificar con juicio las dosis, evitar el consumo compulsivo y tratar de dosificarnos sabiendo que los excesos se pagan y que es preferible dosis pequeñas y sostenidas con ligeras fluctuaciones que dosis fuertes que generen el inevitable síndrome de abstinencia y la necesidad de conseguir crecientes dosis a cualquier precio.</span></span> </span></div>
YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-65315780256181506132011-06-12T21:11:00.003+02:002012-03-09T09:13:45.765+01:00Transhumanismo<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkyh7nWCA0LtD23Oc830VJ_RgXQB2wDz3QtDv-4xlGrUFSjq44fHo60mMcrqyVwMUojE7LMPUjsMXap_nydS6z2WtPK4Ng8Il5RZS21tKRWmoWIqYY4E-LxUd1zfiv84N4SDhtVfxJxXqE/s1600/Singularidad.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkyh7nWCA0LtD23Oc830VJ_RgXQB2wDz3QtDv-4xlGrUFSjq44fHo60mMcrqyVwMUojE7LMPUjsMXap_nydS6z2WtPK4Ng8Il5RZS21tKRWmoWIqYY4E-LxUd1zfiv84N4SDhtVfxJxXqE/s1600/Singularidad.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b style="color: blue;">Bajo la denominación</b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> de “Transhumanismo”, o más abreviadamente </span><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">H+</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, se viene desarrollando un movimiento ideológico al que se suman cada vez más científicos, filósofos y gentes de toda condición, cuyo objetivo más cercano y urgente es alcanzar la inmortalidad por vía tecnológica.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b>No es nada nuevo para la Humanidad</b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> la búsqueda de la inmortalidad y prueba de ello es que, aún en pleno siglo XXI, más de la mitad de los ciudadanos de países desarrollados, creen que después de la muerte, vivirán eternamente felices en el paraíso.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El Transhumanismo responde también a esa ansia de inmortalidad que alienta en el ser humano, aunque se diferencia de la religión en un punto crucial.<br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><i>Mientras que la creencia</i></b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> religiosa carece de fundamentación lógica, el Transhumanismo surge auspiciado por un desarrollo tecnológico que, por primera vez en la historia, ofrece los conocimientos y tecnologías capaces de afrontar, con posibilidades de éxito, el viejo anhelo de la inmortalidad o, más exactamente, el de la eterna juventud.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En esta ocasión consideraremos la viabilidad del proyecto H+, y la posibilidad real de alcanzar la inmortalidad basándonos en el conocimiento científico y no en la fe.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
<object data="http://www.rtve.es/swf/4.0.31/RTVEPlayerAudio.swf" height="37" id="player1055861" type="application/x-shockwave-flash" width="425"> <param name="movie" value="http://www.rtve.es/swf/4.0.31/RTVEPlayerAudio.swf"><param name="allowScriptAccess" value="always"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="flashvars" value="assetID=1055861_es_audios&location=embed"></object><br />
<ul style="background: url("http://www.rtve.es/favicon.ico") no-repeat left 2px; border-bottom-color: rgb(153, 153, 153); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; display: block; font-size: 10px; padding: 4px 0px 8px 5%; text-align: left; width: 95%;"><li style="display: inline;"><a href="http://www.rtve.es/alacarta/" title="A la carta"><strong>A la carta</strong></a></li>
<li style="display: inline;"><span style="color: black;"> > </span><a href="http://www.rtve.es/alacarta/rne/" title="Radio">Radio</a></li>
<li style="display: inline;"><span style="color: black;"> > </span><a href="http://www.rtve.es/alacarta/rne/radio-nacional/" title="Radio Nacional">Radio Nacional</a></li>
<li style="display: inline;"><span style="color: black;"> > </span><a href="http://www.rtve.es/alacarta/audios/no-es-un-dia-cualquiera/" title="No es un día cualquiera">No es un día cualquiera</a></li>
<li style="display: inline;"><span style="color: black;"> > </span><a href="http://www.rtve.es/alacarta/audios/no-es-un-dia-cualquiera/dia-cualquiera-juan-carlos-izpisua-evitaremos-envejecimiento/1055861/" title="No es un día cualquiera - Juan Carlos Izpisúa: ¿Evitaremos el envejecimiento?">No es un día cualquiera - Juan Carlos Izpisúa: ¿Evitaremos el envejecimiento?</a></li>
</ul><br />
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="300" src="http://www.youtube.com/embed/34oflfI9_dI" width="400"></iframe><br />
<br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/xeL45RSRLb0" width="400"></iframe><br />
<br />
____________________________</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b>Yack:</b></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><br />
</b></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Hubo un tiempo remoto</span></b> en el que la Tierra era un planeta turbulento carente de vida. En algún momento, hace aproximadamente 4.000 millones de años, una molécula adquirió, por casualidad, la capacidad de hacer copias de sí misma y en ese mismo instante comenzó la sorprendente historia del fenómeno Vida.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Gracias a un sencillo mecanismo cíclico que combina la duplicación imperfecta y la selección natural, esa molécula primigenia, a través de miles de millones de generaciones, acabó dando lugar a todos los individuos y especies que han existido, entre ellas, la nuestra, el Homo sapiens.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><i>Pero, si esta historia nos parece sorprendente</i></b>, estamos asistiendo ahora, a despecho del desconocimiento de gran parte de la población, a la emergencia de un nuevo paradigma evolutivo. El Homo sapiens se ha convertido en el equivalente de la molécula primigenia que dio lugar al árbol de la vida, y nos encontramos ahora justo en el momento en el que alumbraremos una nueva etapa evolutiva, aun más sorprendente que la anterior.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La inteligencia humana, valiéndose de ese instrumento prodigioso que es la tecnología, y basándose en el conocimiento acumulado, está asumiendo el control de la evolución biológica y, al mismo tiempo, generando los primeros especímenes de una nueva e incipiente categoría de seres vivos no biológicos.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El siglo XXI se recordará como el momento histórico en el que se produjo el cambio de fase en la evolución de la vida. En esta nueva fase, el motor de la evolución deja de ser la ciega selección natural y es sustituido por el diseño consciente, fruto de la colaboración necesaria entre hombres y máquinas inteligentes.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><b>El avance exponencial de la informática</b></span>, la ingeniería genética y la nanotecnología se acerca a un punto crítico desde el que, por primera vez, podemos comprender los mecanismos secretos de la vida y, al mismo tiempo, rediseñar esos mecanismos para que cumplan con nuestras expectativas.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero ¿cuáles son nuestras expectativas? Las que la Naturaleza ha programado en nuestro cerebro de primates: ser felices, lo que significa vivir tanto como sea posible y prosperar.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hasta ahora la muerte ha sido un mecanismo necesario en la evolución darwinista basada en la duplicación imperfecta y en la selección natural. Ahora que podremos rediseñarnos conscientemente, a un ritmo millones de veces más rápido que la evolución darwiniana, estaremos en condiciones de iniciar una nueva fase en la que la muerte ya no es necesaria.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En este punto, muchas personas sienten el vértigo del abismo. ¿Debemos continuar? ¿Dejaremos de ser hombres y nos convertiremos en otra cosa o desapareceremos digeridos por las máquinas que hemos creado?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;"><b><i>No debería preocuparnos demasiado</i></b></span> este futuro, en cuanto que el modelo biológico nos garantiza una muerte segura y cruel en un plazo máximo de 80 años. Por otro lado, la pregunta es la misma que se podría haber hecho la molécula primigenia que dio lugar al árbol de la Vida. Recordemos que esta molécula no era un ser vivo, y sin embargo dio lugar al proceso del que surgió la vida biológica.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En este sentido, no tenemos opción para elegir, y tampoco se trataría de desaparecer (y eso ya lo tenemos asegurado como individuos), sino de dar lugar a un nuevo modelo evolutivo radicalmente distinto, en el que la fase biológica quedará atrás, junto con la muerte, el dolor, el sufrimiento y todas estas propiedades inherentes al modelo de evolución darwinista.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero, ¿cómo se producirá el gran cambio?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394;">Los gurús de la </span><span class="Apple-style-span" style="color: red;">H+</span><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394;"> nos hablan de una cercana</span></b> “Singularidad” que puede acontecer en no menos de medio siglo, aunque la fijación de la fecha es tan difícil como controvertida.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero centrándonos en la predicción nuclear, lo que ocurrirá será que el avance exponencial de la informática acabará culminando en máquinas más inteligentes que el propio ser humano. Estas máquinas tomarán a su cargo el rediseño de sus descendientes en un bucle de realimentación tan rápido que en sólo un año serán capaces de resolver cualquier problema que aqueje a la Humanidad. De hecho, estas máquinas serán tan poderosas, gracias a la inteligencia y a los conocimientos que poseerán, que los humanos las percibirán como dioses capaces de concederles todos sus deseos. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #b45f06;">Y dado que el primer deseo</span></b> que le plantearemos será la inmortalidad, las máquinas desarrollaran terapias y procedimientos basados en nanotecnología e ingeniería genética que repararan nuestros tejidos envejecidos e incluso, en una fase posterior, los rediseñaran para que sean ilimitadamente autorreparables y mucho más eficientes de lo que son ahora.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">A esta fase se le llama “Singularidad” porque los cambios serán tan rápidos y drásticos que resulta imposible hacer predicciones más allá del hecho de que el ser humano alcanzará la inmortalidad y podrá acceder, como individuo, a una especie de paraíso virtual después de que su mente, actualmente atrapada en el tejido biológico, sea transferida a un soporte no biológico y conectado a una realidad virtual a medida de sus deseos.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">Finalmente el hombre accederá</span></b> a su viejo sueño de morar eternamente en el paraíso, aunque en esta ocasión será una experiencia real (aunque virtual), y no una promesa que sólo se cumplirá después de la muerte.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com53tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-5595459853143492422011-06-07T10:13:00.008+02:002011-08-22T20:36:42.622+02:00El Movimiento 15-M<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3LdMc3muPX6es6N9MB7pzRvHb6u8RAzriw_CzoRrxqXNig3wJTymEnxHqiIkIQipmQ86P2MNfQkDZEHpoKSuRFx4JeCfyqEWULr3y2S9Wvw7wHJ_efqUO0e1vuwdyG4C_Jd0IJ8VVZH6I/s1600/15-m.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3LdMc3muPX6es6N9MB7pzRvHb6u8RAzriw_CzoRrxqXNig3wJTymEnxHqiIkIQipmQ86P2MNfQkDZEHpoKSuRFx4JeCfyqEWULr3y2S9Wvw7wHJ_efqUO0e1vuwdyG4C_Jd0IJ8VVZH6I/s1600/15-m.jpg" /></a></div><span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong>Con sorpresa primero y con preocupación después</strong>, hemos presenciado en Madrid cómo la plaza de la Puerta del Sol era ocupada por un creciente grupo de personas de diversa edad, procedencia e ideología, cuya única seña de identidad era su condición de “indignados”.</span><br />
<br />
<span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> <span style="color: #990000;"><strong>Probablemente</strong></span>, si todos aquellos que nos sentimos “cabreados”, (lo de <i>indignados</i> vamos a reservarlo para las víctimas del terrorismo), nos hubiésemos sumado a la concentración, la totalidad de las plazas y recintos de España abrían quedado abarrotadas y aún hubieran hecho falta varias hectáreas adicionales para dar cabida a semejante tumulto.</span><br />
<span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong><span style="color: #38761d;">Pero dejando a un lado</span></strong> el hecho de que estemos indignados o no, lo que aquí trataremos de dilucidar es si ocupar plazas públicas a las bravas es un método legitimo y adecuado para resolver problemas, como el de la crisis económica/política, o si por el contrario sólo es una manera de echar gasolina a una hoguera que amenaza con achicharrarnos a todos si no actuamos pronto y con sentido común.</span> </span></div><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="330" src="http://www.youtube.com/embed/LOmh3jcV28g" width="410"></iframe><br />
<br />
<em><span style="color: #0b5394;">Se puede ser un adolescente irresponsable con más de 90 años y creer que unos aficionados pueden arreglar el Sistema a martillazos. He aquí un ejemplo.</span></em><br />
<em><span style="color: #0b5394;">Podemos coincidir o no con parte de este discurso, pero no por ello podemos apoyar a quien incumpla la ley so capa de proclamar sus ideas. Para eso tenemos el costoso sistema democrático.</span></em><br />
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="330" src="http://www.youtube.com/embed/rtC2evQmL-U" width="410"></iframe><br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #6aa84f; font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><i>La economía es una de las disciplinas más complejas y difíciles de comprender, debido a que en ella intervienen factores muy complejos que se influencian mutuamente. Pretender que los Indignados del 15M tengan algo que aportar en este tema, es cuanto menos ilusorio y peligroso. En este vídeo se da un repaso ameno a lo que es la economía y lo lejos que estamos de comprenderla cabalmente.</i></span><br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><strong><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yack:</span></strong></div><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: #cc0000;"><strong>Resulta sorprendente y espeluznante</strong></span> a un tiempo, constatar la cantidad de políticos, politólogos, pensadores, filósofos y periodistas de medio pelo, que apoyan este movimiento, aún sin estar de acuerdo con muchos de sus postulados. Según argumentan estos valedores del Movimiento 15-M, lo que ellos apoyan y elogian es la actitud de rebeldía activa frente a una situación económica/social/política que no les gusta. </span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si ahora preguntáramos a cada uno de los defensores y protagonistas del 15-M, qué es lo que no les gusta de la actual situación y qué harían para mejorarla, nos encontraríamos con soluciones contradictorias y opuestas. Es decir, están de acuerdo en que las cosas van mal, pero no en el diagnostico ni en el remedio. ¡Gran comienzo!</span></div><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong><span style="color: #073763;">Elegir la postura que debemos adoptar</span></strong> frente al Movimiento 15-M resulta muy fácil si recordamos que la Civilización, y más concretamente la Democracia, se basa en el estricto cumplimiento de la ley promulgada por los representantes legítimos de los ciudadanos. Y si la primera acción del Movimiento 15-M es incumplir la ley, ocupando una plaza pública para proclamar públicamente sus ocurrencias, vamos por muy mal camino.</span><br />
<br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: #38761d;"><strong>No vamos a entrar aquí</strong></span> en dilucidar si la proclama del Movimiento 15M pasa de ser un manojo de ocurrencias propias de adolescentes que aún no han comprendido cómo funciona el sistema que los mantiene confortablemente vivos (véase África como sistema alternativo). Nos limitaremos a afirmar que la única actitud posible, como ciudadanos democráticos, es la de exigirles que respeten la ley y sólo a partir del momento en que cumplan esa condición, dejarles expresar libremente sus opiniones . Y para expresar sus ideas disponen, como el resto de los ciudadanos, de todos los medios de comunicación: Internet, prensa, radio, televisión y la opción de manifestarse públicamente después de haber obtenido la correspondiente autorización de las autoridades, como hacen, por ejemplo, las víctimas del terrorismo, que deben estar mucho más indignadas.</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero el problema es que si siguen ese procedimiento, poca gente sabría de su existencia porque entrarían en competencia con el resto de grupos ideológicos y quedarían a la altura que les corresponde en función de la calidad de su mensaje. El método de coger un rifle, subirse a una torre y empezar a disparar a todo el que pase por allí es muy efectivo para atraer la atención de los medios de comunicación y difundir un comunicado ideológico, pero ese no es un método legal ni aceptable. En tales casos, como ocurre con el movimiento 15-M, la atención de la comunidad se obtiene por el incumplimiento de la ley y no por el mensaje. Mucha gente comete el error de fijar su atención en el mensaje, por el simple hecho de que sus autores están incumpliendo la ley y atropellando los derechos de los demás. </span></div><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong><em>En un país de ciudadanos responsables</em></strong>, que entendieran lo que es la democracia y la importancia crucial de cumplir la ley, en lugar de apoyar a los insurrectos, exigirían mayoritariamente al ministro de interior que acabara de inmediato con la situación de incumplimiento fragante de la ley.</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: #a64d79;"><strong>El error que ese está cometiendo</strong></span> consiste en aplaudir a quien se salta la ley por el simple hecho de que les caen simpáticos. La ley es la garantía de nuestros derechos y libertades y si permitimos saltársela a los que piensan como nosotros, tendremos que admitir que también la incumplan los que no piensan como nosotros. Y al poco tiempo de seguir esta conducta, tendremos una batalla campal en las calles, que puede acabar muy mal. Imaginemos lo que ocurriría si otro grupo de extrema derecha decide ocupar también las plazas y proclamar su ideología.</span></div><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Bien, pues algo tan simple como la necesidad del respeto a la ley, sin excepciones, es un concepto que aún no ha llegado a la mente de buena parte de la ciudadanía española, y lo que es peor, a los políticos, periodistas, filósofos, y gente supuestamente bien preparada. Punset, por ejemplo, se declara a favor de la rebelión aduciendo ciertos paralelismos demenciales.</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Seguimos pensando que se puede mejorar un sistema, extraordinariamente complejo y sofisticado, golpeándolo bárbaramente, en lugar de utilizar los métodos que el propio sistema proporciona para cambiarlo de manera pacífica y consensuada.</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong><span style="color: #134f5c;">Este es un buen ejemplo</span></strong> de por qué no funcionan algunas democracias. Y la razón última es que buena parte de los ciudadanos y de las clases dirigentes no han comprendido en qué pilares se apoya el sistema y olvidan lo que puede ocurrir si el odiado sistema se desmorona bajo la presión de la indignación irracional de sus ciudadanos traducida en el incumpliendo la ley. </span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si el motor de nuestro automóvil deja de funcionar, no se puede arreglar a martillazos por muy indignados que estemos. El único método es comprender su funcionamiento, detectar el problema y aplicar una solución puntual que sea capaz de mejorar el rendimiento. </span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En el caso de las escuderías de Fórmula I, los ingenieros estudian permanentemente el motor de sus coches buscando nuevas soluciones que mejoren el rendimiento. Nunca se cuestionan cambios drásticos que comprometan el diseño actual, fruto de una larga y costosa evolución.</span></div><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En nuestro caso, al estar indignados con el hecho de perder puestos en la competición, nos estamos planteando la opción de dejar que unos aficionados indignados, armados con martillos y destornilladores, se encarguen de rediseñar el motor. </span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Esta es la ciudadanía que tenemos y estos son los políticos que nos merecemos.</span></div><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: #741b47;"><em><strong>Por último, añadiré algo obvio</strong></em></span>, o que debería ser obvio. Si queremos, por ejemplo, independencia judicial, votemos a los partidos que tengan en su programa este objetivo y si no existe ese partido, creémoslo. No hay otra solución posible y la indignación hay que manifestarla el día de las votaciones, votando al partido que ofrezca el programa que más se acerca a nuestras expectativas. </span><br />
<br />
<div style="text-align: center;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><strong>Y lo demás son atajos hacia el desastre</strong>.</span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-86695136007166377592011-05-27T23:30:00.000+02:002011-05-27T23:30:24.495+02:00¿Hasta dónde debe llegar la solidaridad?<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2TBSUrBDNmyK-Ju-T6srjnuZZMpz87VUxHIm2fCutLcQIulZBOPM8DllZodnm3ahCnhTLvyJzU0uKM2fnIXWGy4DvmZHyPyIlP4XMGUyNlgRigasdOUMJYgJ6EJShHKiWSVTIuAdn0VVb/s1600/Solidaridad.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2TBSUrBDNmyK-Ju-T6srjnuZZMpz87VUxHIm2fCutLcQIulZBOPM8DllZodnm3ahCnhTLvyJzU0uKM2fnIXWGy4DvmZHyPyIlP4XMGUyNlgRigasdOUMJYgJ6EJShHKiWSVTIuAdn0VVb/s1600/Solidaridad.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Uno de los términos más empleadas en la jerga de los políticos es el de “solidaridad”, que junto con el de “libertad” poseen la dudosa virtud de blindar moralmente cualquier propuesta que se promulgue bajo su advocación.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los políticos, verdaderos maestros en el arte de convencer, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>emplean con profusión estas ideas-fuerza para conferir a su discurso la doble virtud del altruismo desinteresado y la obligación moral de cumplirla en nombre del bien general. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero sería bueno, para no caer en esta vieja trampa dialéctica, proceder a trinchar y diseccionar esta hermosa palabra, hasta poner al descubierto la ponzoñosa carga que puede transportar en su interior.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Yack: </b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;"><b>En cierta ocasión asistí </b></span>a una manifestación multitudinaria, en la que la ciudadanía protestaba “solidariamente” por un grave atentado terrorista que había tenido lugar en la capital.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los políticos, como es costumbre en ellos, habían visto en este trágico acontecimiento una oportunidad para recaudar votos y, naturalmente, no desaprovecharon la oportunidad.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero esto, por sabido y previsible, no es algo que merezca mencionarse aquí. Lo que sí me llamó la atención, fue <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que estando yo, junto con otros asistentes, presenciando desde una plataforma<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>elevada la marea humana que discurría a mis pies, comenzó a llover. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><i><b>En ese momento los que habíamos tomado</b></i></span> la precaución de traer paraguas lo abrimos para protegernos de la lluvia, pero cuál no sería<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mi sorpresa, ver que un grupo de manifestantes comenzó a increparnos, exigiéndonos que cerráramos los paraguas como muestra de solidaridad. En principio lo tome por una broma impropia de la ocasión, pero en vista de que las amenazas y los insultos arreciaban, opte, junto con los demás, por cerrar el paraguas en evitación de males mayores.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Lo que acababa de ocurrir sólo era una manifestación de la envidia que los manifestantes expuestos a la lluvia sintieron hacia los que, por casualidad, nos encontrábamos en mejor situación y, dado el ambiente de “solidaridad” que se respiraba, tuvieron la inspiración de que podrían usarlo para darse la satisfacción de fastidiarnos por el procedimiento de bajarnos a su nivel.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Esta pequeña anécdota puede servirnos para ejemplarizar el doble filo del concepto de solidaridad. La solidaridad suele entenderse como un compromiso tácito que deben suscribir todos y cada uno de los miembros de un grupo, relativo a un determinado comportamiento que el grupo considera necesario o conveniente. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si un grupo de personas se queda atrapado en un ascensor durante varias horas, la solidaridad dicta que deben compartirse los alimentos disponibles. Pero, ¿qué debes hacer si vives en la Alemania Nazi y la sociedad te exige que “por solidaridad” delates a judíos inocentes?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">Con este último ejemplo vemos claro que cuando</span></b> la solidaridad deja de ser una opción para convertirse en una obligación, priva al individuo de su libertad moral y eso puede llegar a ser peligroso, tanto para el individuo como para la sociedad misma.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Desde un punto de vista estrictamente práctico, debemos admitir que es comprensible que la solidaridad se vuelva obligatoria en situaciones críticas, porque la especie humana basa una buena parte de su poder en la coordinación necesaria de sus miembros en torno a una idea o a un proyecto, pero, ¿qué ocurre con el individuo?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los políticos y los ideólogos en general son muy hábiles manejando estos conceptos-trampa para enredar al mayor número de personas y arrastrarlos a la consecución de sus fines personales, que no siempre son los más adecuados para el grupo. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para no dejarnos embaucar por ideologías dañinas ni arriesgarnos a ser reclutados por grupos con propósitos destructivos e interesados, conviene seguir estar normas generales:</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"></div><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">No adscribirse a grupos organizados</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> de sesgo ideológico (sectas, partidos políticos radicales, grupos religiosos, etc.) pues sin apenas darnos cuenta caeremos en sus redes emocionales que a través de las relaciones interpersonales, nos obligarán a cambiar nuestra conducta y nuestra percepción ética en la dirección que interesa a sus dirigentes.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No leer ni escuchar discursos ideológicos de dudosa fiabilidad. La mayor parte de las personas carecen de una formación suficiente para detectar las falacias que se esconden en discursos y proclamas hábilmente diseñadas para convencer. Esto es válido para religiones, grupos políticos extremistas, teorías económicas o filosóficas.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Una vez más, recomendamos la lectura de libros de ciencia, de fecha reciente, y si nos salimos del campo científico, limitarnos a autores recientes y de reconocido y general prestigio.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">No confundir la habilidad dialéctica o literaria</span></b> con la veracidad de los contenidos. A menos que se sea un experto en el tema, solemos dejarnos llevar por la calidad formal de un mensaje, así como por la notoriedad mediática, que no meritoria, de su autor. Por desgracia, los seres humanos medimos la fiabilidad de una información por la confianza que nos inspira quien emite el mensaje.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El único criterio de fiabilidad, en aquello que desconocemos, debe sostenerse en la confiabilidad acreditada del medio o la persona que lo respalda. Por ejemplo, una noticia o una información que es respaldada por un premio Nobel y refrendada por la comunidad científica, o por los principales periódicos de un país, puede considerarse fiable. Pero no así, si sólo es patrocinada por un personaje conocido por sus excentricidades o sostenida por un científico en solitario, sin el apoyo de la comunidad científica. Tampoco vale que sea publicado por la prensa sensacionalista o marginal, cuando el grueso de la prensa seria la ignora o la rechaza.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y aún en el caso de que se cumplieran los mejores augurios, si se trata de una información potencialmente peligrosa, conviene diferir nuestra decisión en espera de confirmaciones posteriores para protegernos de las modas que sólo a posteriori puede saberse si son perjudiciales.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Tener siempre presente que todos los seres humanos son, en el fondo, egoístas aunque los más hábiles sepan revestir sus intereses personales con el ropaje de la solidaridad para ocultar sus auténticas intenciones. Conviene preguntarse siempre, </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">qué es lo que busca el patrocinador de un mensaje y una vez determinado este punto, pasar a reconsiderar el mensaje a la luz de esta primera reflexión. De todas maneras, no basta con la buena intención. Además, los proyectos deben ser viables y capaces de alcanzar el objetivo que se proponen, lo que suele ser muy difícil de determinar a priori.<br />
</span></li>
</ul><br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47;">En resumen, evitar caer</span></b> en las redes sociales de grupos ideológicos y reservarse siempre la libertad para decidir si se quiere o no ser solidario con una causa. La solidaridad, no pocas veces, es la estrategia de los farsantes y manipuladores y nunca debemos dejar que sean los demás los que decidan cuando debemos ser solidarios.</span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-73865455914884156962011-05-04T14:04:00.007+02:002011-06-08T07:57:22.272+02:00Cuál es la esencia de la democracia<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSLYcoRMv-gLJkJipY6PFSaHrdfiAngOtTHoMaqCXeWxdEDf2ZdhgHQz_W0KmnAFxYcdjvU7UqjAytSKAgQWo_iyhkWRCMnz4I7AJZBxb34CvGrLGpWw7aTrUswsIiMF3AfdIXgtwHCCti/s1600/Democracia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSLYcoRMv-gLJkJipY6PFSaHrdfiAngOtTHoMaqCXeWxdEDf2ZdhgHQz_W0KmnAFxYcdjvU7UqjAytSKAgQWo_iyhkWRCMnz4I7AJZBxb34CvGrLGpWw7aTrUswsIiMF3AfdIXgtwHCCti/s1600/Democracia.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Se da por verdad incuestionable que</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> el sistema democrático es la forma de gobierno más avanzada y justa, hasta el punto de que en la actualidad cualquier sistema de gobierno debe ostentar en algún lugar bien visible el marchamo de “democrático”.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Salvo las dictaduras comunistas, que poseen su propia etiqueta de legitimidad, basada en el concepto de revolución proletaria, no existe en la práctica modelos alternativos a los sistemas democráticos, si bien es cierto que la pureza de esa propiedad intangible que es la “democracia” puede variar en un amplio espectro, en función de los intereses y creencias de quien la juzgue, la disfrute, o la padezca.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><i><b>En esta ocasión intentaremos</b></i></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> llegar hasta el núcleo mismo del concepto de democracia, por el procedimiento de despojarla de todos sus adornos retóricos hasta quedarnos con su esencia última. Si lo conseguimos, tal vez lleguemos a comprender qué es la auténtica democracia, como funciona, cuáles son sus debilidades, sus fortalezas, y cuales sus peores enemigos.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: x-small;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="340" src="http://www.youtube.com/embed/46AF2LTmv-Q" width="400"></iframe><br />
<br />
<em>Es posible reconfigurar todo el sistema democrático a nuestro gusto con sólo votar a los partidos que incluyen en sus programa las reformas que queremos. Pero si votamos a los partidos mayoritarios que no las incluyen, no debemos quejarnos. Los resultados electorales ponen de manifiesto lo que hacemos y eso es lo que tenemos.</em> <br />
<br />
<br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b>Yack:</b></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><br />
</b></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><b>El homo sapiens es una estirpe de los primates</b></span> y, como tal, vive en grupos sociales muy jerarquizados. La organización jerárquica supone, en último término, que unos mandan y otros obedecen porque de no ser así, de no haber jerarquía, sería imposible organizar y coordinar un grupo numeroso de monos egoístas y agresivos.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero aquí surge el primer problema grave: a todos nos gusta mandar y a nadie le gusta obedecer y, sin embargo, la organización social está fundada en la obediencia sistemática. Empezamos obedeciendo a nuestros padres, y continuamos obedeciendo a nuestros hermanos mayores, a los adultos, a los maestros, a los jefes, a las autoridades, a los médicos, a los políticos, etc. etc.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Entonces, ¿esta aparente contradicción (estamos programados para obedecer y aborrecemos obedecer), podría interpretarse como un error de diseño en el que hubiese incurrido la Naturaleza? </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En modo alguno, dado que, por definición, la Naturaleza no comete errores de este calibre, por lo que habremos de suponer que el error está en nuestro análisis apresurado. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">¿Por qué hemos sido diseñados para obedecer siendo el caso que nos gusta mandar?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La explicación es que para colocarse en posición de mandar, primero hay que desarrollar las propias capacidades y habilidades hasta el límite de nuestras posibilidades y ese estimulo permanente nos mejora como individuos y favorece el progreso de la especie. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><i><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">Sólo los mejor cualificados para mandar</span></b></i> consiguen alcanzar la cúspide del poder mediante una agotadora carrera de obstáculos y, si finalmente llegan a la meta en los puestos de cabeza, reciben como premio el poder y también una amplia panoplia de bienes y dones terrenales: riqueza, confort, sexo, admiración, respeto, etc.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Bien, si esto es así, y lo es, nos encontramos con un grupo de homo sapiens organizados en torno a un sistema jerárquico en continua renovación, basado en una mezcla variable de poder físico y de inteligencia social.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En la antigüedad, la agresividad apoyada por la fuerza física y, sobre todo por la inteligencia social (talento para la conspiración y el control de grupos), eran las bazas principales para alcanzar el poder y perpetuarse en él. Este modelo se basaba en cohesionar en torno al líder a un pequeño grupo dirigente y mantener aterrorizados a los súbditos para que no cayeran en la tentación de conspirar contra el líder y su grupo.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Sin embargo, a medida que la sociedad </span></b>se fue complejizando, fragilizando y enriqueciendo gracias a los avances tecnológicos, los sistemas políticos basados en el terror y en los castigos brutales fue perdiendo fuerza en favor de sistemas menos violentos y agresivos.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La población se hizo tan numerosa y extensa que fue necesario delegar el poder y esa delegación debilitaba al poder mismo, al facilitar las revueltas organizadas desde la periferia.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #45818e;"><b>Una mejora importante, tendente</b></span> a reducir el costo social de la violencia intraespecifica, fue asociar los derechos de sucesión a la legitimidad de la sangre, lo que impedía, o reducía, las sangrientas guerras civiles que generaba la lucha por el poder. Este método dio tan buenos resultado que todavía se sigue aplicando en algunos países avanzados, aunque debidamente “democratizado”, bajo la forma de monarquías parlamentarias.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La última invención en este terreno ha sido el sistema de gobierno democrático, basado en un conjunto de normas muy precisas que especifican la estructura de la organización jerárquica y, más importante aún, el protocolo por el que se puede acceder al poder supremo. Y todo ello auspiciado por una puesta en escena muy convincente, dirigida a escenificar el hecho de que es el grupo social en su conjunto, representado por cada uno de sus miembros, quien elige libre y conscientemente a sus mandatarios mediante sufragio universal.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La principal bondad de este método reside, en teoría al menos, en que si los gobernantes elegidos no cumplen sus promesas o no hacen bien su trabajo, los administrados (votantes) tienen la opción de “castigarlos”, sustituyéndolos por otros, cada cierto tiempo (elecciones).</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Otra ventaja del sistema democrático es que, sobre el papel, todos los miembros del grupo tienen la oportunidad de acceder al poder supremo. Esta expectativa genera un amplio grupo de aspirantes al poder (los llamados “políticos”) que viven de la política (o más exactamente de los administrados). Y, dado que no tienen otro medio de ganarse el sustento, están muy interesados en mantener a toda costa la estructura democrática, ante un pueblo iletrado en política y en otras muchas cuestiones que, si es capaz de creer en la vida eterna después de la muerte, puede creer casi cualquier cosa que se le cuente. El colectivo iletrado, incapacitado genéticamente para autogobernarse, debe subvencionar el costoso criadero donde medra la casta política. O al menos esa es la idea que subyace a los sistemas democráticos.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47;">Pero la idea más sólida sobre</span></i></b> la que se apoya el sistema de gobierno democrático es la de que no hay ninguna otra alternativa mejor. Es costosa, si, pero una guerra civil es mucho más costosa y una dictadura inaceptable, en especial para los políticos, que verían frustradas sus aspiraciones de llegar algún día a mandar, a ser los jefes, los monos alfa de la tribu. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La casta política lo sabe bien y utiliza la amenaza real de la guerra civil y de la dictadura para dar cobertura a un colectivo privilegiado, que acoge a todos aquellos miembros del grupo que poseen “dotes de mando” y que, por tanto, se pasarán la vida empleando se talento en conspirar contra el poder establecido sin importarles que su actividad acabe en una guerra civil o en el mejor de los casos en una degradación de la convivencia y de la productividad económica del grupo social que les da cobijo.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero si el conjunto de la ciudadanía accede a financiar generosamente sus actividades políticas (y no políticas), la sociedad puede disponer de un sistema de gobierno pacifico, en el que los políticos se alternan en el poder dentro de un orden establecido por ellos mismos, que les interesa respetar a cambio de los beneficios que reciben mientras el sistema se mantenga estable. Si ese orden democrático degenera en guerra civil, tal vez algunos políticos logren alcanzar el poder, pero lo más probable es que sean pasados a cuchillo por las masas enardecidas y liberadas momentáneamente de la coerción benéfica del poder.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Y visto lo visto, hemos de admitir que, nos guste</span></b> o no, somos monos egoístas y jerárquicos que necesitamos jefes que nos digan lo que tenemos y no tenemos que hacer. También hay que admitir que a lo mejor que podemos aspirar es a un sistema de gobierno democrático aunque resulte caro de mantener. Y, por último, sólo nos queda proporcionar algunas recetas fáciles de aplicar, sobre cómo deberíamos comportarnos para sacar el mayor beneficio de un sistema de gobierno tan oneroso de mantener.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por desgracia, no basta con tener y pagar un sistema democrático para obtener beneficio de él. La preparación del usuario y la forma en que lo usa es crucial. Sería como adquirir un costoso ordenador y no saberlo usar. Tiempo y dinero perdido.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Entonces, ¿Cuáles son las normas de uso de ese complejo y costoso mecanismo que llamamos gobierno democrático?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La buena noticia es que sólo hay que tener tres ideas claras para sacarle todo el rendimiento. La mala noticia es que la mayoría de ciudadanos no saben, ni quieren saber, y menos aún aplicar esas tres ideas simples, dedicándose en su lugar a intentar sabotear el sistema en su beneficio, ya sea material o emocional. Al final, la racionalidad es derrotada por las emociones, y ninguna emoción es más placentera para un homo sapiens que hacerle daño a los miembros del grupo rival.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero entremos ya en esas tres sencillas normas:</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b>En las elecciones, debe leerse todos los programas</b></span> de los partidos que concurren a las urnas y votar por aquel que más se acerque a lo que desearíamos. </span></span></div><div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo2; text-indent: -18pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
No hay que caer en el error de votar al partido menos malo que tiene posibilidades de ganar, porque si así lo hacemos, estamos validando y perpetuando en el poder a un partido y a un programa con el que estamos en desacuerdo.</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo2; text-indent: -18pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
Si votamos a un programa y a un partido minoritario, nuestro voto no se desaprovechará porque estará indicando a los políticos lo que quieren sus votantes y eso hará que se muevan hacia ese punto. Utilicemos nuestros votos para posicionar a los partidos y no dejemos que sean ellos los que marquen el territorio donde los votantes han de colocar la ofrenda de sus votos, dejándose llevar por el perverso concepto de voto “útil”.</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c; font-size: large;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c; font-size: large;">A la hora de valorar una ideología política</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> o una teoría económica, observemos lo que ocurre cuando se aplica en el mundo real y tengámoslo en cuenta en el futuro. Cualquier teoría o proyecto puede parecernos perfecto cuando está escrito en papel, o sale de la boca de un político hábil en el arte de la oratoria, pero cuando hay que juzgarlo es en el momento se aplica en el mundo real, en nuestro país, y ahora. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La Realidad es un terreno complejo y reactivo donde conviven millones de fuerzas e intereses invisibles, pero eficaces, que se activan tan pronto se aplica un nuevo modelo de actuación. Lo importante de un modelo es que resulte eficaz para llevar a buen término el objetivo que patrocina.</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo2; text-indent: -18pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
Sería el caso de un ingeniero que diseñara unas alas técnicamente perfectas, pero que al colocarlas a un voluntario y arrojarlo desde una torre, éste se estampara en el suelo. ¿Qué importa que las alas sean técnicamente perfectas, armoniosas y elegantes, si no pueden cumplir la misión para las que fueron creadas? </span><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">J</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">uzguemos los resultados y no las intenciones.</span></span></i></b><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75; font-size: large;">Respetar y obedecer las leyes y decisiones</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red;"> </span><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47;">del Gobierno electo, colaborando, en todo momento, con el esfuerzo personal al progreso de la nación, aunque no se esté de acuerdo con el programa y la actuación del Gobierno.</span></span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Cualquier Gobierno, por muy honesto y eficaz que sea, puede fracasar si es extorsionado y saboteado por grupos organizados de ciudadanos, ya sea bajo el disfraz de oposición, sindicatos, grupos de presión, ecologistas, religiones, etc.</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
Para tener un sistema democrático eficaz, es condición necesaria respetar los resultados de las urnas, y dejar las manos libres al Gobierno para que ponga en marcha su programa. Si saboteamos su actuación, nunca llegaremos a saber si su programa era bueno. Naturalmente asumimos que el Gobierno está limitado en su discrecionalidad por las leyes vigentes y por la Constitución, pero habrá que confiar al poder judicial, la determinación de si han o no incumplido las leyes. En otro caso, volveríamos a entrar en el circulo vicioso anterior y serían los ciudadanos los que gobernaran o impidieran gobernar desde la extorsión permanente e irracional al Gobierno o a los poderes del Estado. </span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por otro lado, si sólo colaboramos cuando el partido gobernante es el que hemos votado, siempre habrá una parte importante de la población que se dedicará a sabotear al Gobierno para hacerlo caer y recuperar el poder en elecciones anticipadas.</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Esta es la gangrena de los países menos avanzados política y socialmente, que nunca llegan a disfrutar de una democracia estable y plena, y todo ello por falta de educación, por no entender el concepto de respeto mutuo, por no entender que la esencia de la democracia es respetar al que no piensa igual, se esté o no de acuerdo con él, para que los demás también nos respeten a nosotros.</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Otra idea importante que no llegan a entender estos pueblos atrasados, es la de que en política resulta imposible determinar con objetividad quien lleva razón. Mientras que en la ciencia, esto puede hacerse porque existe el juez supremo e inapelable del experimento objetivo, en las ciencias sociales no existe tal juez y por eso en politica hay que establecer un sistema automático de alternancia en los que se asume la convención de que los ganadores tienen la razón, en tanto no pierdan las elecciones.</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpLast"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000; font-size: large;"><i>Podemos estar seguros de que</i></span></b>, en la medida en que se apliquen estas tres normas, los pueblos tendrán democracias más eficaces, seguras y justas. En la medida en que no se apliquen, tendrán democracias que no se distinguirán de las dictaduras, o incluso serán peores que éstas. Y la prueba de ello es que estos países suelen alternar dictaduras y democracias, porque las democracias degeneran hasta el punto de que son los propios ciudadanos los que reclaman una dictadura ante el panorama que tienen ante sí.</span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-86938097440241840612011-03-24T12:35:00.001+01:002011-04-02T22:50:45.115+02:00¿Nos ayuda la inteligencia a ser felices?<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjonvjeG6OBipg_rTwd5RPhrajmQ2tcoaqhrPJVRSAb0CszWdO4SHy0SJky9EpNvfprfIaRsJmwDR-u_5MSLLTRWpccmD9X3b-eg8aSfnuqLK01sq1u6_JCHKiQsx4ti0tkmxAWIv9bvvz7/s1600/inteligencia-y-felicidad.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjonvjeG6OBipg_rTwd5RPhrajmQ2tcoaqhrPJVRSAb0CszWdO4SHy0SJky9EpNvfprfIaRsJmwDR-u_5MSLLTRWpccmD9X3b-eg8aSfnuqLK01sq1u6_JCHKiQsx4ti0tkmxAWIv9bvvz7/s1600/inteligencia-y-felicidad.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394;">Si consideramos el hecho de que somos la única especie que posee la inteligencia suficiente para saber la inevitabilidad de su propia muerte, estaremos de acuerdo en que, al menos en este caso, la inteligencia contribuye a nuestra infelicidad.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por otro lado, resulta evidente que gracias a la inteligencia, disponemos de deliciosos alimentos con sólo alargar la mano, hemos triplicado nuestra esperanza de vida y desarrollado la tecnología que nos salvaguarda de muchos de los peligros que acechan a las demás especies.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Estos dos ejemplos demuestran que la inteligencia puede ponerse de nuestro lado o en nuestra contra según qué casos.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En esta tertulia trataremos de establecer con mayor fundamento cómo afecta la inteligencia a nuestras expectativas de ser felices.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">____________</span><br />
<br />
<br />
<iframe frameborder="0" height="230" src="http://player.vimeo.com/video/21241266" width="400"></iframe><br />
<a href="http://vimeo.com/21241266">"El sistema escolar es anacrónico" Ken Robinson</a> from <a href="http://vimeo.com/user5427717">Claudio Alvarez Terán</a> on <a href="http://vimeo.com/">Vimeo</a>.<br />
<br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Yack:</b></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Si la inteligencia tiene</span></b> como fin la resolución de problemas complejos, cuanto más inteligente se es, más cantidad de problemas difíciles se está en condiciones de resolver.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero, ¿resolver problemas difíciles ayuda a ser feliz?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Sin ningún género de dudas la respuesta a esta pregunta no puede ser otra que un rotundo sí. Y la prueba más concluyente de la afirmación precedente es que muchas personas compran libros de crucigramas y sopa de letras para divertirse resolviendo problemas. Y si este no fuese argumento suficiente, todos conocemos por propia experiencia la satisfacción que experimentamos al resolver problemas, y tanto más, cuanto más difícil era el problema y mayor el sufrimiento que nos ocasionaba.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero antes de seguir adelante, mencionaremos una excepción a esta regla: Imaginemos una persona de tan escasa inteligencia (un niño por ejemplo) que no llega a comprender la inevitabilidad de la muerte y al mismo tiempo pertenece a una familia pudiente que le asegura una vida confortable y feliz, hasta donde esto es posible. Este caso sería la excepción a la regla, y sólo podría darse en individuos poco inteligentes que tuvieran la suerte de contar con alguien lo suficientemente inteligente como para cuidar de él mismo y de la persona a su cuidado.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y siguiendo con el caso más habitual, y encontrada ya la solución al primer problema que nos planteamos, podemos pasar a considerar la cuestión subsiguiente: Si resolver problemas nos ayuda a ser felices, y cuanto más inteligentes seamos, más problemas podremos resolver, surge la inevitable pregunta: ¿Se puede mejorar la propia inteligencia? Y si así fuera, ¿cómo?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">Como vimos anteriormente, la inteligencia no es</span></b> otra cosa que la facultad o habilidad para resolver problemas. Cada ser humano nace con una determinada inteligencia, o más exactamente, con una determinada panoplia de inteligencias sectoriales que le permitirán resolver, con mayor o menor facilidad, determinados tipos de problemas.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Afortunadamente, la inteligencia genética con la que nacemos puede mejorarse mediante el aprendizaje y el entrenamiento intensivo. Y de lo anterior se sigue que, si queremos ser más felices, deberíamos entrenar la inteligencia para mejorar nuestras expectativas. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El ejemplo de lo que proponemos podría ser el de un joven que aspira a convertirse en un gran jugador de futbol y que no tendría otro camino para conseguirlo que entrenar intensivamente siguiendo un buen plan que optimizara su esfuerzo.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">Pero, ¿qué tipo de inteligencia debemos mejorar</span></b>?, ¿la que poseemos en mayor grado o aquella otra en la que somos deficitarios?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Esta es una pregunta tan importante como difícil de responder. Encontramos personas que se han especializadlo en mejorar el tipo de inteligencia que mejor rendimiento les ofrecía (Einstein y la física, Mozart y la música) y han tenido mucho éxito.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Otras, como Demóstenes, se empeñaron en elevar el nivel de una facultad en la que eran deficitarios y consiguieron también el éxito que los catapultó a la fama.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Entonces, ¿qué hacer?</b></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La decisión depende del entorno en que nos desenvolvemos. Por lo general, lo más práctico es invertir en la habilidad que más desarrollada tenemos, porque si así lo hacemos, contaremos con una ventaja en la salida y, por lo tanto, más posibilidades de llegar a la meta en buena posición. Sin embargo, a veces el entorno en que vivimos nos exige la mejora de una habilidad en la que somos deficitarios, y a menos que podamos demostrar genialidad en otra, y salvarnos con ella, es preferible dedicar toda la energía a mejorar la facultad crucial, en la que somos deficitarios.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, supongamos que un individuo es deficitario en sus habilidades sociales y eso le priva de importantes satisfacciones y oportunidades en el campo de la amistad, el sexo, el trabajo, el ocio, etc., pero como compensación posee una buena inteligencia matemática.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La cuestión que nuestro sujeto de estudio tendría que dilucidar es si debería dedicar su mayor esfuerzo a mejorar en matemáticas, que es su única apuesta ventajosa o, por el contrario, sería preferible dedicar sus mejores esfuerzos a potenciar su escasa habilidad social.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Lo que solemos hacer en estos casos es volcarnos en las actividades que nos reportan mayor satisfacción, que suelen ser aquellas en las que obtenemos mejores resultados, dejando a las demás reducidas a su mínima expresión. Si imaginamos que nuestro cerebro es una huerta, dirigiremos el caudal de nuestra energía a las plantas que mejor crecen y dejaremos que se angosten las más depauperadas.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero, ¿es buena esta política si lo que buscamos es ser tan felices como sea posible?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Considerado el asunto desde el punto de vista omnisciente de la Naturaleza, es obvio que sería una buena estrategia general la de exhortarnos a explotar intensivamente nuestros talentos naturales o genéticos. La sociedad necesita especialistas para avanzar en cada uno de los diferentes campos en que se divide la actividad humana: buenos fontaneros, buenos escritores, buenos científicos, buenos músicos, etc. Y esa es la razón por la que sentimos mayor placer cuando nos entregamos a actividades que ya sabemos hacer y que ejercemos con mayo destreza que nuestros semejantes. Esa recompensa extra, que nuestro cerebro nos concede, representa a la mano invisible de la Naturaleza, mostrándonos el camino a seguir.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Pero aquí y ahora no estamos interesados en complacer</span></b> a la Naturaleza, y con ella a los intereses de la especie, sino en encontrar el camino que haga más feliz al individuo, con independencia de que sea el más conveniente para el conjunto de la sociedad.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Consideremos el caso del gran matemático Gauss. ¿Quién conocería a Gauss si no hubiera desarrollado su gran talento matemático? Sabemos que Gauss carecía de habilidades sociales y que cuando tenía que dirigirse a un auditorio sufría mucho por causa de su timidez y tartamudez.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero a Gauss esta estrategia le funcionó, porque su talento matemático le salvó de la indigencia y elevó su estatus social hasta un nivel en el que era respetado por los demás, aunque sólo fuese por su enorme talento matemático y la fama que éste le deparó. Pero, si imaginamos que Gauss sólo hubiera poseído un talento matemático excepcional pero sin llegar a la genialidad, o que no hubiese tenido la suerte de toparse con un maestro que descubriera y promocionara su talento, las cosas hubieran sido muy distintas para él.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">De todo lo anterior se deduce que cada individuo debe considerar con cuidado su situación vital, en el contexto social dónde le ha tocado vivir y en base a eso, decidir dónde dirigir su mayor esfuerzo y cómo distribuir la energía sobrante.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Una vez decidido este punto, debe invertir su energía en la mejora de las facultades que considera cruciales para conseguir la mayor dosis de felicidad que le sea posible.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, un inmigrante que llega a un país en el que se habla otra lengua, con independencia del talento natural que posea, debe dedicar la mayor parte de su energía a aprender bien el idioma del país receptor, por muy poca habilidad que tenga para los idiomas.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En resumen, en cada momento hay que decidir racionalmente, en qué nos conviene más invertir nuestra energía, y a continuación poner a contribución la propia voluntad para evitar que la energía se desvíe hacia las actividades más placenteras y motivadoras que no estén contempladas en el plan.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En cuanto a la cuestión de cómo mejorar nuestras habilidades, veamos algunas recomendaciones:</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"></div><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Planificar el tiempo diario que dedicaremos a cada una las actividades, en función de su importancia y dificultad.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Diseñar un método para hacer más eficientes y agradables el aprendizaje de las actividades cruciales, partiendo de la información que poseemos. Más adelante, iremos readaptando el método en función de la experiencia acumulada y de los resultados obtenidos.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Aprovechar el tiempo improductivo para realizar los ejercicios y prácticas que se adapten a esas ocasiones. Por ejemplo, si aprendemos idiomas podemos grabar en el teléfono móvil las lecciones y aprovechar el tiempo de desplazamiento para aprender.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Alternar temas difíciles con temas fáciles/divertidos para evitar el cansancio y la pérdida de concentración.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Ajustar los tiempos de trabajo a la capacidad de atención. Si sólo podemos concentrarnos en una tarea durante 10 minutos, dividamos el tiempo en bloques de 10 minutos separados por 2 minutos de descanso, o intercalemos otras actividades diferentes. Esta planificación, debe ajustarse a las características personales de cada uno.</span></li>
</ul><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">En resumen, de lo que se trata</span></b> es de decidir con claridad que habilidades debemos aprender o mejorar, planificar y dosificar con inteligencia nuestra energía mental para conseguir los objetivos que nos hemos propuesto y aplicar la fuerza de voluntad para atenernos a lo ya decidido, en tanto no haya razones objetivas para cambiarlo. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Disponer de un plan escrito donde se recoja las decisiones y las estrategias, así como el cumplimiento diario, es casi imprescindible, pues este servirá de refuerzo y recordatorio día a día.</span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-91060552050019510072011-03-04T14:13:00.003+01:002011-03-04T14:18:57.475+01:00Filias y fobias<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSUeMLWfQOqO9Zwf71GPj6__R0rFSXqNQg2P024v51XvUI3OhxvoBBtjfwumiFjPPWGSrSiNPtUFA0dZ_fY3wex-N1XcIyRIWjS7UWKCKDaXjgythwCn0ZczYXjukVbIX-2ZDwcbVUbK-C/s1600/filias-y-fobias.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSUeMLWfQOqO9Zwf71GPj6__R0rFSXqNQg2P024v51XvUI3OhxvoBBtjfwumiFjPPWGSrSiNPtUFA0dZ_fY3wex-N1XcIyRIWjS7UWKCKDaXjgythwCn0ZczYXjukVbIX-2ZDwcbVUbK-C/s1600/filias-y-fobias.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Desde el mismo instante en que nacemos, iniciamos la tarea de dividir los componentes de la realidad en tres categorías: deseables, neutros e indeseables.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Con el transcurso del tiempo, vamos cambiando de categoría algunos de estos elementos: el sexo que era neutro se vuelve apetecible y las apetecibles golosinas, se convierten en una amenaza para nuestra salud y para nuestro buen aspecto. Sin embargo, lo habitual suele ser mantener la clasificación original: el dolor, el miedo, el temor, son siempre elementos a evitar.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Nos preguntamos ahora qué motivaciones subyacen a nuestras clasificaciones, por qué cambiamos de opción a lo largo de nuestra vida y, por último, si sería deseable poder decidir consciente y racionalmente qué elementos odiar, cuales desear y qué otros deberían resultarnos indiferentes.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y si la respuesta a esta última pregunta fuese afirmativa, habría que intentar averiguar cómo podríamos vencer a nuestras fobias y filias irracionales y sustituirlas por aquellas otras que creemos que más nos convienen.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Este será el tema de la tertulia.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Yack<o:p></o:p></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
</b></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Resulta obvio que como</span></b> seres humanos compartimos un mapa de la realidad poblado de elementos agradables (el dinero, el sexo, los automóviles lujosos, etc.), elementos desagradables (las serpientes de cascabel, los accidentes, las enfermedades, etc.) y de otros neutros (las nubes, las piedras del lecho de un rio o las hojas de los árboles).</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">A la hora de establecer el criterio general por el que se rige esta clasificación, sería fácil deducir que “bueno” es todo aquello que nos produce placer, “malo” sería lo que induce en nosotros dolor o sufrimiento y “neutro”, lo que no posee genera ninguna de las dos emociones mencionadas.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #45818e;"><b>Si consideramos que</b></span> nuestro objetivo primario es sobrevivir y nuestro objetivo secundario es prosperar, es fácil entender por qué o para qué la Naturaleza nos ha dotado de fobias y filias de diferente intensidad: para que nos guíen entre los múltiples objetos que conforman la realidad. Y la razón por lo que lo ha hecho así es la de proporcionarnos una especie de brújula emocional orientada siempre hacia el polo Norte del placer, con el único fin de empujarnos hacia todo aquello que nos resulta placentero y alejarnos de lo desagradable. Añadiremos que lo agradable coincide (o debería coincidir) con lo que nos conviene y lo desagradable coincide (o debería coincidir) con lo que nos perjudica, en relación con nuestro objetivo primario de sobrevivir como individuos y con nuestro objetivo secundario de prosperar como especie.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y ampliaremos lo que acabamos de afirmar, puntualizando que cada vez que, no importa la causa, desoímos las indicaciones de nuestra brújula emocional y seguimos un rumbo diferente, nuestro propio cerebro nos infringe un castigo, que es proporcional al grado de desviación y a la intensidad del placer al que apuntaba la aguja imantada del placer, y que hemos desobedecido.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Hasta aquí, todo parece lógico y razonable, pero a poco que profundicemos nos encontraremos con situaciones conflictivas que no responden con exactitud al modelo expuesto anteriormente. Por ejemplo, aunque el medicamento que nos curará una gripe sea de sabor amargo y hasta repugnante, debemos beberlo contra nuestra propia voluntad, forzando las indicaciones de la brújula emocional y pagando con ello en sufrimiento.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">De manera similar, sabemos que el tabaco produce placer, pero también sabemos que a largo plazo puede llevarnos a la tumba tras largos sufrimientos, así que deberíamos desobedecer las indicaciones de nuestra brújula emocional, aunque ello nos suponga, una vez más, sufrimiento. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red;"><b>S</b></span><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">egún esta última constatación empírica, parece existir </span></b>una cuarta categoría de objetos que, por algún error en nuestro sistema cognoscitivo, son identificados erróneamente, lo que puede llevarnos, si no tomamos oportunas contramedidas, al desastre, al fracaso de nuestro proyecto vital.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La pregunta pertinente sería ¿cómo puede ser esto posible? ¿cómo puede equivocarse la sabia Naturaleza, la gran diseñadora, en algo tan crucial como es la brújula emocional? Y, no menos importante ¿cómo podemos luchar contra este error de la infalible Naturaleza?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Existen dos razones que explican este aparente error de la Naturaleza: </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Consideremos el caso del elemento “heroína”. El consumo de esta sustancia es claramente perjudicial para el individuo, pero al mismo tiempo representa un objeto tan deseable que el adicto no puede sustraerse a su atracción, aun a costa de arruinar su propio proyecto vital.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">La explicación a esta paradoja hay</span></b> que buscarla en el hecho de que la heroína es una sustancia artificial que no estaba accesible al ser humano durante su evolución y por lo tanto no se tuvo en cuenta su existencia durante el largo proceso de diseño de su mente. La heroína es una sustancia opiácea, químicamente equivalente a las endorfinas que circulan por nuestra sangre y que se encargan de recompensar al individuo en función de sus éxitos vitales. Por ejemplo, cuando conseguimos un ascenso en el trabajo, o conquistamos a una pareja atractiva, el cerebro libera endorfinas en la sangre que activan los centros del placer y, como consecuencia, nos sentimos felices. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Al inyectarse heroína en la sangre, el heroinómano está haciendo trampas, empleando un producto artificial para puentear el mecanismo neurológico de castigo y recompensa y, como consecuencia, su vida deriva inexorablemente hacia el desastre. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El segundo mecanismo podríamos ejemplarizarlo con la afición o adicción de un adolescente a jugar con videojuegos en lugar de dedicarse al estudio. Es decir, preferir el placer y la recompensa inmediata frente al esfuerzo que sólo será recompensado en un futuro lejano e incierto.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Este “error” del diseño del cerebro humano es más sutil y difícil de explicar. El problema está en que nuestra sociedad se ha complejizado extraordinariamente desde los tiempos en que vivíamos en las cavernas. Gracias a nuestro gran cerebro y a nuestra capacidad para generar sociedades complejas, hemos desarrollado una cultura tan poderosa que ha condicionado enteramente nuestras vidas. Para poder desempeñar en ella un papel útil y relevante, necesitamos dedicar mucho tiempo y esfuerzo a comprender la complejidad de ese inmenso hormiguero tecnológico que hemos creado y eso exige mucha dedicación a la tarea formativa. Es aún peor: lo que debemos aprender es tan abstracto y alejado de nuestro hábitat natural, que no proporciona recompensas atractivas. Por ejemplo, en nuestro hábitat natural, el esfuerzo de subir a un árbol para recolectar una jugosa baya, era rápidamente recompensado y el propio acto de escalar llegaba a ser placentero en la medida que nos acercaba al objetivo deseado. Sin embargo, aprender la resolución de las ecuaciones diofánticas, con el único incentivo de que nos ayudará, en el plazo de cuatro años, y si todo está de nuestra parte, a aspirar a un puesto de ingeniero en telecomunicaciones que nos proporcionará el dinero necesario para visitar lujosos restaurantes, es mucho menos natural y estimulante. Pero esa separación entre esfuerzo y resultados es consustancial e inseparable de la complejidad tecnológica que da soporte a nuestro confortable y seguro hábitat artificial.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #b45f06;">El resultado de todo lo que antecede</span></b> es que somos una especie, tal vez la única especie, que está abocada a forzar permanentemente las indicaciones de nuestra brújula emocional, dedicando tiempo y esfuerzo a realizar acciones desagradables, y en no menos ocasiones, a renunciar a las más gratificantes. Pero, sin duda alguna, el sacrificio se ve ampliamente recompensado si tenemos la paciencia y la fe necesaria en el modelo de sociedad tecnológica y avanzada. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si lo pensamos bien, los animales pasan su existencia aterrorizados por la posibilidad de ser devorados por un depredador y rara vez disponen de alimentos para saciar su hambre. La gran diferencia entre el hombre y los animales, en este sentido, es que el hombre es capaz de renunciar voluntariamente a ciertas conductas placenteras y a comprometerse a realizar a menudo tareas desagradables, mientras que los animales deben experimentar mayores dosis de sufrimiento por razón de fuerza mayor, si quieren conservar la vida.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">A estas alturas, resulta del todo evidente el beneficio de optimizar y gestionar nuestras pulsiones animales a través de un programa racional que tenga en cuenta la complejidad de nuestra sociedad. Este programa, que podríamos identificar con la educación apoyada en una inteligencia superior, posee la capacidad de extraer el máximo beneficio posible para el individuo o el grupo humano al que pertenece. Y la prueba de que el sistema funciona es la diferencia que existe entre la vida de un animal en estado salvaje y la del hombre civilizado.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y resuelta ya la primera parte de nuestro propósito, pasemos a la segunda, es decir, a la de proporcionar al lector algunas claves que le ayuden a optimizar su vida en base a la redefinición de un mapa de la realidad emocional, a una nueva catalogación de los objetos apetecibles, neutros e indeseables.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Afrontar con éxito las fobias </span></b></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Con frecuencia nos enfrentamos a la situación de tener que realizar acciones o tareas que nos resultan desagradables, aunque nuestra inteligencia racional, nos dice que debemos hacerlas por nuestro propio beneficio futuro.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para afrontar con éxito este tipo de situaciones, recomendamos los siguientes métodos:</span></div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></b></div><div class="MsoNormal"></div><ul><li><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Fragmentar las tareas: </span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si es posible, dividamos la tarea en subtareas y concentremos nuestra atención y voluntad en realizar una a una esas subtareas sin considerar el conjunto. Si, por ejemplo, debemos ingerir un plato de dieta que no nos gusta, dividámolos en trocitos pequeños y vayamos comiéndolos entre otros platos más apetitosos.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si, por ejemplo, tenemos que hacer la declaración de Hacienda, dividamos la tarea en diez o doce pasos: Bajarse el programa de Internet, Recopilar toda la información fiscal que necesitamos, rellenar los datos más fáciles, resolver las casillas más problemáticas y anotar las preguntas que debemos plantear a los asesores fiscales para resolver las dudas, etc.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para resolver una tarea compleja, es muy útil desglosarla por escrito e ir tachando las subtareas a medida que se vayan terminando.<br />
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</span></li>
<li><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Asignar un calendario cómodo y seguirlo a rajatabla: </span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Comenzar la realización de una tarea molesta y difícil sin interrumpirla hasta haberla concluido o hasta quedar exhausto, no es el mejor camino. Esta forma de abordarla suele acabar en fracaso porque, debido a su dificultad, solemos optar por diferirla hasta el último momento, justo cuando ya se ha perdido la última oportunidad de hacerla bien.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Lo más recomendable en estos casos, es asignar un tiempo diario (entre 15 y 30 minutos) a la ejecución de la tarea y, una vez terminado este, dejarla pendiente para continuarla al día siguiente. Dedicar 30 minutos a una tarea, por muy incómoda que sea, es un reto asequible que no resulta agobiante y por tanto fácil de afrontar. La satisfacción que experimentaremos cuando hayan pasado los 30 minutos y sintamos que hemos cumplido con nuestro compromiso, será un buen incentivo para emprender su continuación al día siguiente.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para apoyar este procedimiento, resulta muy conveniente disponer de una lista de tareas diarias con el tiempo que le vamos a asignar a cada una de ellas y llevar el plan a rajatabla. La constatación de que vamos avanzando día a día en todas las tareas incomodas que nos hemos impuesto, nos hará sentirnos bien y dejaremos de temer a esas tareas desagradables que sabemos que tenemos que hacer, tales como estudiar, limpiar u organizar la casa.<br />
<br />
</span></li>
<li><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Buscando la excelencia: </span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La clave para enfrentarnos a las tareas desagradables es asociales una recompensa, aunque sea pequeña. El cerebro siempre busca el placer inmediato, y como saben muy bien los domadores de perros y de focas, siempre hay que darles algún incentivo, una pequeña golosina para premiarlos cuando han hecho bien un trabajo difícil.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Una excelente técnica, que rinde grandes beneficios adicionales, es el de hacer las cosas con un exceso de calidad, de excelencia.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El cerebro humano disfruta con la perfección y el orden, porque ambos le ayudan a llevar a cabo sus planes, aunque la perfección y el orden también tienen un coste en energía física y mental y por eso se explica que aunque a todos nos gusta la limpieza y el orden, nuestra casa o nuestra mesa de trabajo rara vez exhiben esas deseables propiedades.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Entonces, la clave está en, después de haber troceado nuestras tareas incomodas a tamaños fáciles de digerir, añadamos un plus de excelencia porque un trabajo mal hecho no proporciona satisfacción. Si por ejemplo, hacemos la comida, hagámosla a conciencia, procurando conseguir el punto óptimo y una presentación inmejorable. Luego sentémonos a una mesa bien puesta, y comamos sintiéndonos un exquisito gourmet que va a disfrutar de todo el trabajo precedente. Sólo así haremos de la tarea de cocinar un reto, un acto placentero que posee su propia recompensa. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Apliquemos la excelencia a todo lo que hagamos: ordenar y organizarla casa, limpiar, trabajar, etc. y acabaremos convirtiendo estas tareas que ahora nos parecen odiosas en oportunidades de diversión y, sobre todo, de automejora. Con el tiempo, esa automejora continua nos convertirá en personas con más opciones de éxito personal, en cualquier cosa que hagamos.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">También nos ayudará desterrar la idea generalizada de que todo aquello que no es diversión pura (ir al cine, bailar, hacer el amor, etc.) es una especie de castigo divino que hay que afrontar con resignación y con la menor implicación posible. Sustituyámosla por esta otra: Casi todo es susceptible de producir placer, si sabemos plantearlo como un reto a la excelencia y no como algo que hay que terminar “como sea” y “cuanto antes”.</span></li>
</ul><br />
<div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red;">Desembarazarnos de nuestras filias dañinas</span><o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Nos queda, para acabar este articulo, proporcionar algunas técnicas para controlar los efectos adversos de las filias perniciosas, tales como fumar, beber en exceso, afición por los juegos de azar, etc.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"></div><ul><li><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Inventariar nuestras filias perniciosas: </span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La primera condición para combatir un problema es ser consciente de él. Por lo tanto, la primera tarea es la escribir en una hoja de papel todas nuestras costumbres y hábitos que consideramos perjudiciales.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Hay que tener en cuenta que una misma actividad puede ser inofensiva o gravemente perjudicial, en función de la intensidad con la que se practique. Jugar a los videojuegos puede ser positivo, pero también puede arruinar el futuro de una persona si se convierte en una obsesión.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Las obsesiones son bucles productores de placer que surgen en nuestra mente y se retroalimentan hasta consumir tantos recursos que degradan la vida del individuo que las padece. El adicto a los videojuegos, por ejemplo, obtiene tanto placer de esta actividad, que todos los otros aspectos de su vida, pierden su capacidad natural para producirle placer y de ahí la razón por la que reestructuran su vida para poder dedicar a su bucle de placer tantas horas como sea posible. El problema está en que el monocultivo de una actividad que no produce beneficios reales, compromete seriamente el futuro del adicto y lo a isla del cuerpo social del que depende para subsistir.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">A la hora de inventariar nuestras filias perniciosas debemos ser muy honestos con nosotros mismos, y preguntarnos qué actividades tienen efectos negativos sobre nuestra vida en general y sobre las personas que nos rodean. Si sufrimos obesidad, por ejemplo, la costumbre de comer en exceso puede formar parte de ese inventario, aunque comer sea una actividad normal e intrínsecamente saludable y necesaria.</span></li>
</ul><ul><li><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Determinar una estrategia: </span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Una vez catalogadas, hay que anotar, junto a cada filia, cuál sería el objetivo a alcanzar (dedicarle sólo dos horas diarias a los videojuegos o no comer más de cinco comidas diarias, por ejemplo). A partir de esos objetivos, trazar una estrategia para alcanzar el objetivo marcado y seguirla a rajatabla, porque la principal característica que debe tener cualquier plan para ser efectivo es no admitir excepciones de ningún tipo, salvo las de fuerza mayor.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Debemos de ser realistas en los objetivos y diseñar un plan que tenga en cuenta nuestras características personales y la experiencia acumulada en relación con otros intentos fallidos anteriores. Hay que evitar pedirle demasiado a nuestra voluntad.</span></li>
</ul><ul><li><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Controlar el entorno: </span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si nuestro problema es comer, tener la despensa atiborrada de golosinas nos resultará insoportable de resistir. Si somos adictos a los videojuegos, tener la consola al alcance de la mano, resultará irresistible a nuestra voluntad, por muy sólidos que sean nuestros buenos propósitos.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La solución está en reorganizar nuestra vida y nuestras costumbres para modificar drásticamente el entorno en relación con nuestras filias a corregir.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, prescindamos de los alimentos que más excitan nuestra gula, de aquellos que pueden comerse sin preparación previa (un embutido frente a las lentejas que requiere una cocción previa). Vayamos al supermercado inmediatamente después de haber comido, o mejor, hagamos un pedido telefónico para resistir la tentación de comprar aquellos alimentos a los que hemos decidido renunciar.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Evite estar en lugar de la tentación en el peor momento. Por ejemplo, un estudiante adicto a los videojuegos puede tomar la costumbre de irse a estudiar a una biblioteca, en lugar de hacerlo en su casa, a unos metros de la videoconsola.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En resumen, se trata de reducir al mínimo las oportunidades de “pecar” por el procedimiento de separarnos tanto como sea posible del objeto de deseo y de tentación. Los antiguos eremitas habían entendido bien este concepto y para evitar los peligros de la carne, se iban a vivir en la soledad y en el aislamiento. A medida que dejamos de reincidir en la tentación, esta se debilita y ejercerá menor presión sobre nuestra voluntad.</span></li>
</ul><ul><li><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Buscar otras fuentes de placer: </span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">De alguna forma, nuestro cerebro se acostumbra a una determinada dosis de endorfinas, o de placer diaria. Si prescindimos bruscamente de esa dosis, se producirá el síndrome de abstinencia, conocido como “mono”, que no es otra cosa que la reacción desesperada de nuestro cerebro cuando detecta la ausencia del placer esperado y que presiona sobre nuestra voluntad para conseguir la dosis que echamos de menos.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para paliar este efecto, es necesario antes de empezar con el tratamiento para dejar una dependencia, buscar otras fuentes alternativas y nuevas de placer. Para ello busquemos en nuestra memoria aquellas actividades que más satisfacciones nos han procurado a lo largo de la vida y exploremos nuevas opciones. Lo importante es comprometerse con estas nuevas actividades (por ejemplo hacer la matricula en una academia de fotografía o inscribirse en un club de excursionistas). En todos los casos, conviene que sean actividades sociales, en las que estén implicadas otras personas con las que tengamos que interaccionar.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Aunque al principio resulten difíciles de practicar, supondrán una dosis de novedad que nos mantendrán ocupados, y evitará que pensemos obsesivamente en nuestra adicción. Lo peor en estos casos es la falta de estímulos, que es lo que ocurre cuando nos quedamos en casa aburridos.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">También es recomendable planificar nuestras nuevas actividades para que cada día de la semana tengamos algo interesante que hacer o por lo menos una obligación que requiera nuestra atención y nuestro esfuerzo.</span></li>
</ul><ul><li><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No permitirse excepciones: </span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La clave para abandonar una adicción, como el tabaco o el juego, es no reincidir. Cada vez que reincidimos nos volvemos a situar en el punto cero y tiramos por la borda todo el esfuerzo realizado con anterioridad. Es esencial tener muy claro que el peor enemigo de cualquier propósito, sea el que sea, son las excepciones, que nos llevan a las recaídas. Sólo se puede salir de una adicción trazando un plan para no volver a reincidir y llevándolo a rajatabla sin una sola excepción.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En el caso de adicciones, como la de comer en exceso, habría que establecer unas cantidades y unas normas que determinen qué, cuanto y cómo comer, y no salirse de ellas por ninguna circunstancia, salvo causas de fuerza mayor que escapan a nuestro control. Nunca un cumpleaños, una boda de un amigo o la nuestra, puede ser un motivo para romper nuestra plan, porque no importa la razón, cualquier infracción que cometamos, nos retornará al comienzo. Como en el mito de Sisifo, la piedra que con tanto esfuerzo hemos empujado hasta la cumbre de la montaña, rodará hasta el valle y tendremos que recomenzar desde cero.</span></li>
</ul><br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Como resumen</span></b>, fragmentar las dificultades en unidades digeribles, intercalando entre ellas experiencias agradables, planificarlo todo y seguir el plan a rajatabla, sin admitir excepciones. </span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-31624238197455384352011-02-09T17:55:00.000+01:002011-02-09T17:55:10.353+01:00Piensa mal y acertarás<div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsNOJHLGDN_-4DpToG6aVxfr_e09_98kMkBbPXWc1jSzpjHP6k2aDlplhv0SQxrQaXlGvEaW6xdeGKXBwpOFHB4mR2fJnRtTtOBWPOcjM4t0emvsXP9MkDTILe7_VDEdJhyjkaW4a6cLsw/s1600/Piensa-mal-y-acertaras.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsNOJHLGDN_-4DpToG6aVxfr_e09_98kMkBbPXWc1jSzpjHP6k2aDlplhv0SQxrQaXlGvEaW6xdeGKXBwpOFHB4mR2fJnRtTtOBWPOcjM4t0emvsXP9MkDTILe7_VDEdJhyjkaW4a6cLsw/s320/Piensa-mal-y-acertaras.jpg" width="189" /></a><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En todos los aspectos de nuestra vida</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> necesitamos hacer conjeturas sobre lo que acontecerá en el futuro para no vernos sorprendidos por los acontecimientos. Y en no pocas ocasiones, esta actividad especulativa se rige por la norma general de “Piensa mal y acertarás”.</span></div><div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">En esta ocasión</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> nos hemos propuesto averiguar si debe considerarse una buena táctica la de desconfiar por principio de la honestidad de nuestros semejantes a fin de reducir el riesgo de ser traicionados o, por el contrario, sería más acertado pensar generosamente para evitar ser víctimas de nuestra propia maledicencia.</span></div><div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;"><b>Tal vez, y como casi siempre</b>, habría que encontrar un punto medio entre la desconfianza y la candidez, pero, si así fuese, ¿dónde está ubicado ese punto medio de máxima eficacia?</div><div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;">Esclarecer este tema y profundizar en él, es la tarea que nos hemos impuesto en esta ocasión.</div><div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;">_______________</div><div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;"><b>Yack:</b></div><div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><b>La necesidad de predecir</b> el futuro es una constante en la existencia humana. Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo haciendo conjeturas sobre lo que ocurrirá en el futuro y de ahí que consideremos la capacidad profética como la más admirable y valiosa de las facultades humanas.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">Pero este afán humano de profetizar y vislumbrar por anticipado lo que acontecerá en el futuro resulta comprensible si consideramos que la vida está plagada de peligros que pueden manifestarse de improviso, sin concedernos el tiempo necesario para reaccionar y librarnos de ellos antes de que sea demasiado tarde. Es el caso del insecto que se cuestiona si debe pisar la tela de araña para alcanzar el apetitoso cebo. Sólo si es capaz de predecir el futuro, estará a salvo y podrá transmitir los genes a sus descendientes.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">Buena parte de nuestro cerebro está dedicado exclusivamente a predecir el futuro, ya sea consciente o inconscientemente, desde lo que ocurrirá en el siguiente segundo, hasta lo que acontecerá en el plazo de veinte o más años. El resto de nuestro cerebro está dedicado a imaginar actuaciones adecuadas para cambiar ese futuro imaginado, si es que nos parece incompatible con nuestros intereses.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">En realidad, y por razón</span></b> de nuestra compleja estructura social, el trabajo más duro está enfocado a interpretar y a predecir la conducta de nuestros semejantes, porque son estos los elementos más relevantes para nuestro éxito vital. Y aquí, debemos mencionar dos noticias importantes, una mala y otra buena. </div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">La buena es que disponemos de las neuronas espejo para recrear en nuestra propia mente la de nuestros semejantes y saber así lo que piensan y lo que sienten y, por extensión, lo que harán en el futuro. </div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">La mala noticia es que nuestros semejantes se han hecho expertos en engañarnos, en simular sentimientos falsos y en ocultar los verdaderos, con el único propósito de tergiversar nuestros minuciosos cálculos sobre cuáles serán sus conductas futuras. </div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">Y si damos por cierto todo lo precedente, estaremos de acuerdo en que ha quedado meridianamente claro que nos encontramos inmersos en una compleja y tupida red de interacciones sociales, generadas por un gran número de agentes egoístas que tratan de aprovecharse de nuestra candidez, ya sea para vendernos un reloj de oro falso, ya sea para conseguir nuestros favores sexuales sin cumplir con la contraprestación pactada.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Y puesto que nuestra propia</span></b> experiencia personal nos dice que la práctica totalidad de las personas con las que nos relacionamos intentarán, tarde o temprano, abusar de nosotros, dedicamos cuantiosos recursos mentales a interpretar sus comportamientos para predecir cuándo y cómo se producirá el abuso o la traición, con el fin de evitarlo mediante una oportuna y sutil maniobra.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">Pero, antes de continuar, convendría contestar a la siguiente pregunta: ¿por qué desean nuestros semejantes traicionarnos o perjudicarnos? Aunque no es el tema de este articulo, mencionaremos, a manera orientativa, las dos razones más frecuentes: </div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"></div><ul><li><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">La envidia</span></b>, que es dolor por el bien ajeno, y que puede contrarrestarse infringiendo daño al individuo envidiado y obteniendo placer con su sufrimiento.<br />
<br />
</li>
<li><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">El beneficio oportunista</span></b> que se obtiene cuando se incumple un acuerdo tácito o explicito, en el momento en que su incumplimiento nos favorece.</li>
</ul><br />
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="font-family: arial, sans-serif; text-indent: -18pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">Frente a este comportamiento generalizado de nuestros semejantes, la única actitud razonable y adaptativa es aquella que podríamos resumir en “piensa mal y acertarás” si es que queremos sobrevivir en una sociedad tan competitiva como la humana. </div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">Y es tan obvia la necesidad de esta actitud de desconfianza sistemática, que no vamos a insistir en ella. Sin embargo conviene examinar con detenimiento un importante riesgo, asociado a esta actitud, que se suele pasar por alto: El de pensar mal de nuestros semejantes cuando no hay razón objetiva para ello.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><b>Veamos ahora la razón</b> por la que con cierta frecuencia pensamos “demasiado mal” y por qué esa estrategia nos lleva a “no acertar” con el consiguiente costo asociado.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">El ser humano posee un enorme talento para construir historias coherentes (modelos o maquetas) a partir de hechos aislados e inconexos, como demuestran las múltiples teorías conspiratorias que existen para cada acontecimiento importante. </div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #674ea7;">Pero no nos precipitemos</span></b> en condenar nuestra facultad fabuladora. Esta habilidad resulta esencial para la supervivencia porque es la clave para hacer predicciones, hasta el punto de que antes de poder incluso pensar en hacer predicciones, necesitamos una maqueta virtual, un modelo mental de la situación que actúe a manera de bola de adivino y que admita ser interrogada en términos de: ¿Qué ocurriría si…?.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">El problema está en que una vez que se ha esbozado un modelo explicativo, cuesta mucho renunciar a él, y antes que cambiarlo, se suele preferir seguir adelante con el mismo modelo. Para conservar su coherencia interna, se descarta, o reinterpretan los elementos que no encajan en la trama ideada, en lugar de revisar y cuestionar, desde el principio, la verosimilitud de la maqueta virtual. Es lo que suelen hacer los marxistas, los freudianos, o los creyentes en alguna fe religiosa, capaces de reinterpretar y asimilar sin dificultad, cualquier acontecimiento o descubrimiento nuevo que ponga en entredicho sus creencias irracionales, su modelo virtual, y con tanto más ahínco cuanto más tiempo e ilusión han invertido en él.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">También se da este fenómeno en la elaboración y desarrollo de teorías sobre las personas y acontecimientos que tienen lugar en nuestras vidas. Por ejemplo, si somos celosos y nuestra pareja cancela una cita, sin aportarnos una explicación que nos resulte satisfactoria, empezamos a sospechar que nos está siendo infiel. A partir de ese momento, todo lo que ocurra, o deje de ocurrir, será interpretado en clave de la teoría inicial y, como consecuencia, nuestro comportamiento y actitud hacia ella irá evolucionando a media que se consolida la teoría de la infidelidad.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #b45f06;">Aunque existe la posibilidad de que nuestra teoría</span></b> de la infidelidad fuese correcta, y eso nos permitiera idear contramedidas para minimizar el perjuicio, también podría ocurrir que nos estemos equivocando desde el principio y hayamos perdido la oportunidad de cuestionarnos la hipótesis inicial (la infidelidad), impulsados por el afán de ver confirmada nuestra conjetura profética. Si continuamos por ese camino, es muy probable que nuestro cambio de actitud hacia nuestra pareja, que ahora creemos infiel, genere una reacción adversa en ella que confirme nuestra teoría de que ha dejado de amarnos, llegando finalmente a la paradoja de haber generado una falsa profecía con el poder de autocumplirse.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">No han sido pocas las relaciones familiares, de amistad, y amor que, en virtud de este proceso perverso, han evolucionado hasta romperse sin que ninguna de las partes acierte a explicárselo, siendo la verdadera causa del proceso una conjetura errónea de un individuo demasiado proclive a pensar mal o poco riguroso a la hora de valorar la objetividad de los hechos que ha desencadenado una escalada de agresiones mutuas.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Para evitar estos lamentables casos</span></b>, que pueden traer a nuestras vidas muchos sinsabores y dolorosas pérdidas, es conveniente fijarse el propósito de evitar hacer conjeturas e interpretaciones que no estén plenamente justificadas y ratificadas por los hechos objetivos. </div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">Dejarse llevar por una hipótesis sin fundamentar sobre la conducta de nuestros semejantes, puede meternos en un callejón sin salida que nos lleve a perder una valiosa relación.</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;">Y ahora, recapitulemos: Si queremos evitar los efectos nocivos que las conjeturas erróneas sobre nuestros semejantes pueden acarrearnos, sigamos estas sencillas normas:<br />
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</div><div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="text-indent: -18pt;"></div><ul><li style="font-family: arial, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;"><b>Cuando detectemos</b></span> en nuestros semejantes una conducta incomprensible, no nos empeñemos en encontrar una explicación a toda costa. En la mayoría de los casos, la causa nos resultará inaccesible por mucho que nos esforcemos en descubrirla.<br />
Por ejemplo, es posible que nuestra pareja haya recibido una noticia que la ha deprimido, pero que por su naturaleza privada no puede difundir. Si nos empeñamos en descubrir la causa de su estado de ánimo circunspecto, tal vez lleguemos a la conclusión de que se siente molesta con nuestra compañía y con ello iniciaremos una interpretación de alto riesgo que puede desembocar en una teoría tan errónea como peligrosa.<br />
<br />
</li>
<li style="font-family: arial, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394;">Si detectamos en la conducta de una persona</span></b> con la que nos relacionamos, un cambio brusco de actitud hacia nosotros, suspendamos el juicio hasta que transcurran varias semanas. Démosle tiempo para que cambie o rectifique y respondamos con afecto ante sus actitudes provocativas o incomprensibles. Si su actitud persistiera y se hiciese crónica, cabría interrogarla con diplomacia sobre si hay alguna razón para su cambio de actitud (podría deberse a una interpretación errónea de algún hecho relacionado con nuestra propia conducta).<br />
En el caso de que no nos facilitara explicaciones satisfactorias, sería el momento de empezar a considerar una estrategia de defensa activa.<br />
<br />
</li>
<li style="font-family: arial, sans-serif;"><b>En cualquier caso, siempre existe la posibilidad</b> de que el comportamiento atípico de la otra persona obedezca a un plan de ataque o de traición, como sería el caso de una pareja que ha encontrado otra alternativa mejor y se siente incómoda y agresiva con nosotros.<br />
Como nunca podemos estar seguros de si esta actitud es sólo aparente o auténtica, transitoria o permanente, producto de nuestra imaginación o de nuestra intuición certera, lo más práctico es actuar como si no nos hubiéramos dado cuenta, pero tomando las medidas oportunas para minimizar el riesgo de que se trate de una auténtica traición.<br />
Es decir, manejar las situaciones dudosas manteniendo la teoría emocional de que no existe una autentica traición, pero ajustando la propia conducta (no explicita) para prevenir, en la medida de lo posible, los daños más graves que podrían ocasionarse en el supuesto de que la traición se confirmase.<br />
Por ejemplo, si hemos decidido tener descendencia con nuestra pareja, habría que diferir la fecha aduciendo otras razones, hasta tener una idea clara de la naturaleza del problema que hemos detectado, o nos ha parecido detectar, en su comportamiento.</li>
</ul><div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: arial, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">En resumen</span></b>, evitar entregarse a interpretaciones negativas de la conducta de nuestros semejantes y no dejar que éstas interfieran con nuestra actitud, pero tomar precauciones discretas para prevenir los riesgos que se podrían derivar de una posible confirmación de nuestras conjeturas más pesimistas. </div><br />
<div class="MsoNormal" style="color: blue; font-family: arial, sans-serif;"><br />
</div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-90018783923532555532011-01-30T12:51:00.003+01:002011-01-30T12:53:13.980+01:00¿Es injusta la vida?<div class="MsoNormal"></div><div class="MsoNormal"></div><div style="background-color: transparent; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9ptGLRGgkkhbqbZQaCOtKlZk6IVcSqz1eLz4rZuCDW_6pYRveuO67GCspcNgA33MCTmeCTFNq9JUWwF9G5hcg4gzmYco1oT9AqALC54HW9TsneHy6ESTB6Za6znbQOb7ygoVMUhZbqjjB/s1600/Injusticia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9ptGLRGgkkhbqbZQaCOtKlZk6IVcSqz1eLz4rZuCDW_6pYRveuO67GCspcNgA33MCTmeCTFNq9JUWwF9G5hcg4gzmYco1oT9AqALC54HW9TsneHy6ESTB6Za6znbQOb7ygoVMUhZbqjjB/s1600/Injusticia.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">A menudo sentimos la convicción profunda de que la vida no es justa, y tal vez tengamos razón, pero veamos en primer lugar, lo que se suele considerar injusto.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: transparent;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span></span><br />
<ul><li style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si justo significa “equitativo”, es decir, que todos deberíamos comenzar nuestras vidas con las mismas oportunidades, hemos de decir que la vida es muy injusta. El hecho de que seamos genéticamente diferentes unos de otros, implica que unos estarán mejor dotados que otros para afrontar las dificultades del entorno en que les toque vivir.</span></span></li>
</ul><ul><li style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si justo significa “igualitario”, en el sentido de que todos deberíamos tener lo mismo, con independencia de nuestras circunstancias personales, también habría que decir que es injusta.<br class="kix-line-break" />Si al nacer somos diferentes y, además, nuestras vidas transcurren en entornos más o menos favorables, resulta evidente que durante el transcurso de la vida las diferencias se irán acrecentando.</span></span></li>
</ul><ul><li style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Si justo significa que cada cual debería tener lo que se merece, en función de su esfuerzo por conseguirlo, habría que decir que la vida es razonablemente justa, si descontamos los efectos de la injusticia genética y la del entorno.<br class="kix-line-break" />Esta tipo de injusticia, que podríamos llamar “meritoria”, es el motor del progreso humano, la causa de que el que está por debajo se esfuerce por superarse a sí mismo y en escalar la estructura social para alcanzar un lugar más confortable.</span></span></li>
</ul><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="background-color: transparent;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span><br />
<span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Entonces, y según lo anterior, la única estrategia recomendable para enfrentarse con la injusticia de la vida es hacer balance de lo que cada uno tiene y concentrarse en hacer lo mejor que sea posible con esos materiales, en exprimir sus posibilidades al límite.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: transparent;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span><br />
<span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Tenemos ejemplos portentosos de lo que se puede hacer con voluntad y entusiasmo y también tenemos ejemplos lamentables de cómo se puede dilapidar un valioso patrimonio.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: transparent;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span><br />
<span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Dedicar nuestra energía a lamentarnos de lo que nos falta, es la mejor forma de profundizar en el fracaso personal, porque cuanto menos tenemos, mayor es la necesidad de esforzarse para compensar nuestras carencias y conseguir salir adelante.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: transparent;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span><br />
<span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Y es precisamente en los casos en los que concurren las mayores carencias y las circunstancias más desfavorables, donde se dan los mayores prodigios en lo que se refiere a sacar a la luz lo mejor de la naturaleza humana.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: transparent;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span><br />
<span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Hacer de tripas corazón”, es una frase popular que define muy bien esta tarea casi sobrehumana que emprenden algunas personas para demostrar a los demás y a sí mismas lo que se puede conseguir a fuerza de voluntad y entusiasmo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: transparent;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span><br />
<span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Si nos obligamos a nosotros mismos a rechazar con energía la idea de que somos víctimas de la injusticia cósmica, y ponemos toda nuestra energía en salir adelante, tenemos muchas posibilidades de dejar de ser víctimas y de enorgullecernos de nuestros logros.</span></span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com22tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-83876637210376538412011-01-26T23:37:00.001+01:002011-01-26T23:44:19.472+01:00¿Somos lo que hacemos o lo que decimos?<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVy4-Di0aeZ8a2msnoLw6uJ0l8F71SyFLNvW_m-UsM2rVawRJ7Nxv7yC2-NvIuSzs5tZx2MOnaAI919LW879oQYJJdTdVzy_YYnz1L5LPQ9bozmr_rZfSfS7mleGYgtCMYeKfe0KoUunDv/s1600/heroes.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><br />
<img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVy4-Di0aeZ8a2msnoLw6uJ0l8F71SyFLNvW_m-UsM2rVawRJ7Nxv7yC2-NvIuSzs5tZx2MOnaAI919LW879oQYJJdTdVzy_YYnz1L5LPQ9bozmr_rZfSfS7mleGYgtCMYeKfe0KoUunDv/s1600/heroes.jpg" style="cursor: move;" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Según el conocido dicho popular</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> “por sus actos los conoceréis” cabría concluir que lo que determina la naturaleza profunda de un individuo es su conducta, lo que hace o deja de hacer en las situaciones comprometidas.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero no nos dejemos llevar por la tentación del análisis fácil. Profundicemos un poco más.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cada uno de nosotros posee unas creencias, unos deseos, unas aspiraciones y una ética. Llamemos a ese conjunto “personalidad verdadera”.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #b45f06;">Sabemos, sin embargo, que</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> no siempre se manifiesta en nuestra conducta esa personalidad profunda que identificamos con nuestra verdadera esencia. ¿Por qué?</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La razón es que el entorno actúa sobre nosotros como una especie de frontón que nos devuelve la pelota en función de cómo la lancemos. Antes de decir en voz alta lo que pensamos o actuar como desearíamos, tenemos que imaginar cómo reaccionará el entorno y en base a esa conjetura, realizar el cálculo del costo que tendrán nuestras acciones.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Lo habitual es expresarse y actuar según el criterio</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> del máximo beneficio en función del entorno y a ese estilo de comportamiento podríamos llamarlo “personalidad optimizada en función del entorno”.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Así, si estuviéramos en un país donde se lapidan a las mujeres adulteras, nos cuidaríamos de exponer públicamente nuestra opinión al respecto y si hubiésemos vivido en la Alemania nazi, evitaríamos ayudar a cualquiera que fuese judío, aunque nuestros deseos fueran otros.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Así que, según lo que antecede, habría que suponer que tenemos una personalidad profunda, con la que nos sentimos identificados y otra personalidad externa, que fluctúa y se adapta al entorno. La personalidad externa actuaría como un filtro corrector para las manifestaciones de la personalidad profunda, a fin de optimizar su comportamiento básico.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">El gran hombre</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, ese que trasciende a los libros de historia y que deja su huella en el mundo, se caracteriza por regirse siempre por su personalidad profunda y no dejarse intimidar por el entorno. Por el contrario, el sujeto insignificante, se caracteriza por amoldarse rápida y descaradamente a cada situación, cambiando continuamente de discurso y de comportamiento, en función de lo que más le conviene en cada caso.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La pregunta que ahora nos hacemos es: ¿Cuál estrategia es mejor? ¿En qué se diferencia el gran hombre del hombrecillo?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> La diferencia fundamental está en la eficiencia computacional de la mente del gran hombre, capaz de imponer su personalidad interior al entorno, sin tener que pagar un alto costo por ello.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El gran hombre es capaz de transformar el entorno para adaptarlo a su forma de pensar y de actuar, tal como han demostrado los grandes líderes sociales, mientras que el hombrecillo no dispone de recursos mentales y se ve obligado a adaptarse al entorno para paliar y compensar la ineficiencia computacional de su entramado sináptico.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Pero en el fondo, casi todos somos grandes hombres</b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> y no tenemos por qué recriminarnos cuando nos comportarnos como hombrecillos en algunas ocasiones críticas, pues ya pagamos por ello un alto precio en vergüenza y oprobio.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Algunos hombrecillos, que no han comprendido esta importante noción, intentan imitar a los grandes hombres, pero al hacerlo sólo consiguen dolorosos desengaños y fracasos que sólo contribuyen a humillarlos aún más, si es que en el intento no pierden la vida o empeoran drásticamente su situación tras el fallido acto “heroico”. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>La moraleja final con la que nos quedamos</b> es que para ser un héroe hay que servir y si no eres Batman, y te arrojas desde un sexto piso para salvar a la chica que cuelga de una cornisa, sólo conseguirás romperte todos los huesos y ni siquiera salvarás a la chica.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En esta tertulia trataremos de profundizar en este tema, buscando una fórmula para compatibilizar nuestra personalidad profunda y heroica con la personalidad externa, camaleónica y proclive a la indignidad. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y es que, al final, sólo somos máquinas de supervivencia y si la propia dignidad se atraviesa en nuestro camino, no hay otra alternativa que pasar por encima, aunque nos duela.</span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-72681517348502732502011-01-18T09:17:00.001+01:002011-01-18T09:19:57.624+01:00Guías espirituales<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjHuUkJQY8iIAL0GuTLw-gJr2nO8rlaX-TNV82xnkQVWK9PDMCoqsQpW66lAB9ZSsKc2r3r_NN4HjlnLlEeRlpGJ9HVcKYQWDE3h27GiYkL3zsSnQpYIY2QgnauGuAHYF9642IhneqccTw/s1600/guias.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjHuUkJQY8iIAL0GuTLw-gJr2nO8rlaX-TNV82xnkQVWK9PDMCoqsQpW66lAB9ZSsKc2r3r_NN4HjlnLlEeRlpGJ9HVcKYQWDE3h27GiYkL3zsSnQpYIY2QgnauGuAHYF9642IhneqccTw/s1600/guias.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Ante las dificultades</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> que se presentan en nuestra vida, no son pocas las personas que buscan desesperadamente una brújula, un oráculo omnisapiente que pueda indicarles el camino a seguir, el objetivo a alcanzar.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y en respuesta a esta apremiante necesidad humana de conocer el futuro para anticiparse a él y cambiarlo o eludirlo en su propio beneficio, surge el próspero negocio de los gurús y los guías espirituales.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Sacerdotes, economistas, psicólogos</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, adivinos, echadores de cartas, políticos, líderes de sectas, se disputan el próspero negocio que supone la sustanciosa bolsa de incautos que confían en el criterio de otros para orientar sus vidas hacia el éxito.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Frente a esta tentación, hay que tener tres cosas claras: </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"></div><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #e69138;">Todos estos iluminados</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, con buena o mala intención, buscan ante todo su propio bienestar y sólo están interesados en el de sus acólitos en la medida que es compatible con el suyo propio. Esto significa que nos costará cara su asesoría hasta el punto de que, en no pocos casos, ésta se convertirá en nuestro principal problema.<br />
</span></span></li>
</ul><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47;">Cualquier sistema nuevo</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> que parece funcionar en primera instancia no tiene por qué funcionar a medio y largo plazo. Uno puede acudir deprimido y angustiado a un guía espiritual, contarle entre sollozos su problema y recibir un alivio inmediato al experimentar la sensación de que es comprendido, disculpado y dotado de una receta mágica para solucionar en un plis plas el angustioso problema que le ha llevado allí. Se conseguiría el mismo efecto si se tomase un ansiolítico.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
Pero otra cosa muy distinta es lo que ocurre cuando se diluye la euforia inicial y se enfrenta uno al problema original con las mágicas “herramientas” que nos ha proporcionado el guía.</span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
<b><i>Cuando finalmente</i></b> nos atrevemos a reconocer y a confesarle que no funcionan, nos convence con menos amabilidad de la habitual de que no son sus herramientas las que no funcionan, sino nosotros, que no seguimos al pie de la letra ni con el fervor necesario sus instrucciones. Ahora la culpabilidad retorna asociada al hecho de que no obtenemos los resultados esperados y a que estamos defraudando a nuestro guía espiritual. Y además hay que pagarle por habernos añadido una nueva razón para que nos sintamos culpables.</span></li>
</ul><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Nadie conoce mejor que</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> nosotros mismos la complejidad de los problemas personales en los que concurre nuestra propia personalidad y nuestras especiales circunstancias, formadas por un millón de pequeños factores sutilmente interrelacionados. Los guías espirituales se limitan a suministrar, en el mejor de los casos, una solución teórica basada en su propia personalidad, interés y visión simplificada de nuestra situación, que podría servirle a él, pero no a su aturdido discípulo que es muy diferente.</span></span></li>
</ul><br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>La conclusión es obvia</b>: los guías espirituales son un fraude basado en la angustia que nos genera el afrontar las dificultades de la vida. Hay que tener claro que sólo nosotros podemos enfrentarnos a ellas y que si la angustia crece por encima del nivel aceptable, debemos consultar a un siquiatra que nos ajuste los niveles de neurotransmisores mediante inhibidores o coadyuvantes químicos. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Recordemos que, en última instancia, nuestras emociones están ocasionadas por el nivel en sangre de sustancias químicas como la dopamina o la adrenalina, si bien su liberación, en condiciones normales, está motivada por la naturaleza de los acontecimientos externos, valorados por nuestra mente en términos de expectativas de supervivencia y prosperidad.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En esta tertulia se profundizará en este tema, a fin de determinar si existen guías espirituales que puedan tener alguna utilidad, cuáles son esos guías y como habría que testearlos para determinar si son competentes o simplemente farsantes disfrazados de buenas intenciones.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-9956150695820237842011-01-07T11:18:00.004+01:002011-11-21T09:03:54.259+01:00El conocimiento<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrw5tO7Qg_CuCBZ7bF63hVSUl_wqJFF0deRiHZ4CVgqzppEh4hCTRdTadrTvjSFR5GqEShQjLFeaxfXKhayII1UB1RY6E5KP8QH7dH6IsEGKJIhKDcaZqMKn3g7wgmIYyz5qoYP96_mbn5/s1600/Conocimiento.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrw5tO7Qg_CuCBZ7bF63hVSUl_wqJFF0deRiHZ4CVgqzppEh4hCTRdTadrTvjSFR5GqEShQjLFeaxfXKhayII1UB1RY6E5KP8QH7dH6IsEGKJIhKDcaZqMKn3g7wgmIYyz5qoYP96_mbn5/s1600/Conocimiento.jpg" style="cursor: move;" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Nacemos con un cableado sináptico</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> que nos permite realizar las funciones básicas y nos proporciona cobertura para el posterior desarrollo de las funciones intelectuales superiores. Pero es a lo largo de la vida, cuando realmente adquirimos el conocimiento que nos permitirá adaptarnos óptimamente a nuestro entorno.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Tal vez la pregunta clave, en el orden</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> práctico, sea la de si existe un conocimiento erróneo y dañino y otro correcto y beneficioso.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por lo que sabemos, la historia está llena de ejemplos de conocimientos falsos (la tierra plana, teorías religiosas, etc.), que prosperaron durante siglos e incluso milenios, ocasionando guerras sangrientas, absurdos sacrificios humanos y costosos retrasos en desarrollo técnico y científico.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Aún hoy, en el siglo xxi</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> y en los países más avanzados, más de la mitad de la población sigue aplicando en su vida cotidiana creencias erróneas, basadas en la magia, la fe, el error y el fraude y, por esta razón, la humanidad aún sigue pagando un alto precio por razón de no haber erradicado definitivamente los conocimientos erróneos con los que convive.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Y esta situación nos lleva a una pregunta crucial: ¿Cómo puede diferenciar el ciudadano medio de un país civilizado, los conocimientos válidos de los erróneos? </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Y la respuesta es</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> que no existen fórmulas sencillas de aplicar. Y una de las principales razones para ello es que las falsas creencias suelen ser emocionalmente gratificantes y, por esa misma razón, han llegado a formar parte fundamental del armazón vital y emocional de muchas personas. Por ejemplo, el marxista convencido, no puede renunciar a la gratificante convicción de que aplicando el materialismo dialéctico puede interpretar fácilmente cualquier aspecto abstruso de la realidad. Tampoco el creyente está dispuesto a sustituir su modelo beatifico y providente del universo por otro frio y amenazador desprovisto de todo atisbo de compasión y amabilidad hacia su persona.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Como recetas a tener en cuenta a la hora de adquirir conocimientos validos, cabría considerar las siguientes:</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><ul><li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No leer todo tipo de libros, pensando que todo aquello que está impreso y ostenta un autor conocido y prestigioso, es digno de leerse, y menos aún, de creerse o tenerse en cuenta.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Desconfiar de los autores antiguos y clásicos, tanto más cuanto más antiguos, porque su prestigio está basado en la admiración irracional por lo vetusto y añejo y sus ideas, por razón de la época en que fueron pergeñadas, suelen ser obsoletas y equivocadas en su mayor parte.<br />
<br />
</span></li>
<li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Leer siempre autores modernos y de prestigio internacionalmente reconocido, que disertan sobre temas que conocen a fondo y sobre los que hay consenso general. Ignorar las teorías extravagantes por muy sugerentes que puedan resultar.</span></li>
</ul><ul><li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span>En temas emocionales, éticos y virtuosos, desconfiad por principio de cualquier teoría que no esté fundamentada en sólidas bases científicas y, en todos los casos, validarla con la propia experiencia, sin arriesgarse, para probarla, con experimentos en el ámbito personal.</span></li>
</ul><ul><li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En materias relativas a la salud, cuestiones científicas y técnicas, atenerse siempre a la opinión de la comunidad científica, representada por el consenso de los científicos más relevantes en cada campo. Hay que recordar que un científico, aisladamente, no es fiable si disiente de la opinión de la comunidad científica.</span></li>
</ul><br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-indent: 0px;"><span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: small;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red;">En resumen,</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> hay que ser muy conservador a la hora de elegir los contenidos, recurrir siempre a material publicado en el siglo xxi, no dar credibilidad a las ideas revolucionarias que aún no han sido aceptadas mayoritariamente e informarse en Internet de la valoración que se hace del autor y de la teoría antes de dedicar tiempo a su estudio. Naturalmente hay que consultar lugares de seriedad reconocida (Wikipedia, Enciclopedia británica, revistas acreditadas como Nature o Investigación y ciencia, etc.) y comparar las respuestas hasta encontrar coincidencia.</span></span></span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><br />
</div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #b45f06;">No hay que olvidar que</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, si bien algunos de los más grandes científicos fueron en su momento revolucionarios, de cada millón de revolucionarios sólo uno lleva razón y los demás están equivocados. Como no podemos saber de antemano cual es el que está en lo cierto, lo más práctico y razonable es rechazar, por principio, cualquier idea revolucionaria por muy atractiva que nos parezca. Recordar que de cada millón de locos, sólo uno es un genio incomprendido, pero sólo se le puede identificar después de que haya quedado acreditada su genialidad por el resto de los cuerdos.</span></span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Así, Einstein pudo pasar por un excéntrico en un primer momento, pero cuando se constató que llevaba razón fue elevado a la categoría de genio. La comunidad científica sólo rechaza a los locos, pero admira y venera a los genios revolucionarios que demostraron tener razón.</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpLast"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;"><i>Hay mucha gente que piensa que</i></span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> cualquier loco con ideas extravagantes es un genio incomprendido, pero la realidad es que existe una alta probabilidad de que efectivamente </span><i style="color: blue;"><b>sea un loco incomprensible</b></i><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">.</span></span><br />
<br />
</div><br />
<object style="height: 390px; width: 400px"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/n3hpzvKmLzc?version=3&feature=player_embedded"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowScriptAccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/n3hpzvKmLzc?version=3&feature=player_embedded" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" allowScriptAccess="always" width="400" height="360"></object>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-31354138655732098732011-01-04T19:20:00.006+01:002011-01-04T19:35:27.415+01:00La Navidad<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGPbc84A1oW0_O0_sk7rKFMcAFzrZdaQB1R1LWqxKhwgLJOVL5CUB4IXixiyHSXo2HucDfUVzucyTZl9rD1LcoDjpFDKqXpplHgsquLcyY9M8n88rq-QARiHfTvEN4jnFdfukbe8QC5H-z/s1600/Navidad.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGPbc84A1oW0_O0_sk7rKFMcAFzrZdaQB1R1LWqxKhwgLJOVL5CUB4IXixiyHSXo2HucDfUVzucyTZl9rD1LcoDjpFDKqXpplHgsquLcyY9M8n88rq-QARiHfTvEN4jnFdfukbe8QC5H-z/s1600/Navidad.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>No nos interesa aquí el oscuro origen de la Navidad</b>, ni las deidades o demonios que fueron conformando la costumbre milenaria de celebrar, no se sabe qué, al final de cada año.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Lo que aquí nos interesa </b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">es juzgar, a la luz de la propia experiencia personal, el fenómeno Navidad aquí y ahora. Y son sólo tres los aspectos que vamos a considerar:</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"></div><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: blue; font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman';"> </span><b><span class="Apple-style-span" style="color: #b45f06;">Gasto desaforado</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> que nos obliga a comprar regalos “sorpresa” para todo aquel que espera y cree tener derecho a un presente de nuestra parte. El resultado es que la mayoría de los regalos son desacertados y, peor aún, obligan al receptor a corresponder en la misma cuantía, so pena de caer en desgracia y ser objeto de venganza y desprecio. En resumen, doble gasto obligado, con el único propósito de “quedar bien”, o más exactamente, de “no quedar mal”. </span></span></li>
</ul><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Alimentación forzada y obligatoria</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> de productos refinados (generalmente dulces), caros y exóticos, que no comemos en el resto del año (nadie sabe por qué) y que nos aportan, como mínimo 3 kilos de grasa extra que hemos de eliminar a toda costa en los próximos meses, mediante perseverantes sacrificios.</span></span></li>
</ul><div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"></div><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="color: blue; font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman';"> </span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Viajes a los lugares de origen</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> (el pueblo, la remota ciudad donde nacimos) o, alternativamente, a regiones remotas que deben estar situadas allende los océanos. Todo ello con el único objetivo de poder responder luego al insistente interrogatorio a que nos someterán nuestros allegados, sobre dónde pasamos las fiestas. En ningún caso sería socialmente aceptable reconocer que se pasaron en casa, como cualquier otro día normal del año.</span></li>
</ul><br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y aquí viene la reflexión. Es posible que todos estos rituales absurdos, costosos e incómodos, tuvieran algún sentido o utilidad en otros tiempos, en otros lugares, pero no necesariamente en los países avanzados del siglo xxi. </span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"></div><ul><li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">¿Para qué intercambiar regalos sorpresa cuando ya tenemos todo lo que necesitamos y el único problema que persiste es el de disponer de un lugar donde almacenarlos?</span></li>
</ul><br />
<div class="MsoNormal"></div><ul><li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">¿Para qué someterse a una sobrealimentación forzosa de productos dañinos para la salud, cuando ya hemos desterrado la hambruna que atenazaba a nuestros antepasados y el problema que ahora sufrimos, en relación con la alimentación, es el exceso de grasa alrededor del vientre?</span></li>
</ul><br />
<div class="MsoNormal"></div><ul><li><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">¿Para qué reunirse, precisamente en esas fechas, con los parientes remotos, cuando existe el teléfono, Internet, los medios de transporte rápido, y más que renovar los lazos, la reunión forzada y multitudinaria, sólo genera disturbios familiares y debilitamiento, en no pocos casos, de los ya débiles lazos afectivos.</span></li>
</ul><br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">Y no estamos proponiendo</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, que si el lector se divierte con su propia forma de celebrar la Navidad, no lo haga. Como en casi todas las actividades humanas, hay gente que se divierte y quien lo hace por obligación.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Nos toca ahora sacar conclusiones</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> y, sobre todo, aplicarlas en la próxima ocasión que nos toque pasar por este trance navideño, dejando a un lado los tópicos impuestos y siguiendo, únicamente, nuestro propio criterio.</span></span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-7224388418625332212010-12-25T21:39:00.006+01:002010-12-25T23:29:07.498+01:00¿Te hace la cultura mejor persona o sólo más sabio?<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbhyVeUe9HdEJbZZYi-zc6Ub4eqgmGzsdGhOr0eRq2xCfMCYQRrTexVN-zKjIT_7S6rFrjcbUhfvshIlxlkNRaGFJAvtPHM-qSXxsFwtdo0b-OMcpJNpRHA2YsmnBzX_eQK8bD1q_dAVaW/s1600/Cultura.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbhyVeUe9HdEJbZZYi-zc6Ub4eqgmGzsdGhOr0eRq2xCfMCYQRrTexVN-zKjIT_7S6rFrjcbUhfvshIlxlkNRaGFJAvtPHM-qSXxsFwtdo0b-OMcpJNpRHA2YsmnBzX_eQK8bD1q_dAVaW/s1600/Cultura.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">La cultura puede definirse como la acumulación</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> de experiencia personal y experiencia social en la mente de un individuo. Pero, sabemos por experiencia, que la mera acumulación de información (experiencia+cultura) no garantiza un buen juicio ni una ética eficaz.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Podríamos considerar, para abordar este tema</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, que la mente humana se compone de datos (experiencia y cultura) y de una máquina de inferencia (inteligencia) para el procesamiento de esa información. </span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La inteligencia, en tal caso, serviría para encontrar, basándose en los datos </span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">disponibles, soluciones correctas a los problemas nuevos. Así una persona con mucha experiencia o cultura podría dar un diagnostico acertado siempre que el problema que se le planteara fuera equivalente a alguno de aquellos cuya solución ya conoce. Por el contrario, un individuo inteligente tendría mayor capacidad para encontrar respuestas correctas a problemas del tipo que no figuran en la base de datos de su memoria.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Naturalmente que cuantos más datos se disponga, mejores serán las predicciones a igualdad de inteligencia, porque por muy buena que sea la inteligencia, necesita de la experiencia para apoyarse en ella y fraguar soluciones eficaces.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Así que, de todo esto sacaríamos la conclusión</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> de que el hecho de que un individuo exhiba una amplia experiencia y/o cultura, no debe considerarse una garantía de que sus juicios sean preclaros, ante situaciones nuevas. Esta es la razón por la que los hijos desconfían de las opiniones de los padres, basadas en una experiencia que no es homologable, en muchos casos, a la nueva configuración social donde habitan sus hijos. Y ellos aprecian, al escuchar a sus padres , que realmente no saben de qué están hablando, lo que dispara su desconfianza en los juicios paternos.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #134f5c;">En cuanto a la ética de un individuo, también</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> podría haber un importante sesgo en función del ambiente en que transcurrió su vida o de las fuentes culturales de las que se haya nutrido. Una vez más, la inteligencia es el factor decisivo que permite tomar decisiones acertadas para un problema determinado. La inteligencia ética consiste, como siempre, en adoptar la actitud social que más beneficia al individuo que toma la decisión, teniendo en cuanta todas las consecuencia futuras que su elección pueda desencadenar. Si la configuración social es de tal naturaleza que le resulte más rentable ser "bueno" lo será, pero sólo en la medida óptima, ni más, ni menos.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por ejemplo, Galileo demostró inteligencia al ignorar todos los datos anteriores, validados por el mismísimo Aristóteles, y elaboró un nuevo modelo planetario. Pero también demostró inteligencia ética al valorar las consecuencias negativas que sobre él tendría su entorno si exponía sus ideas heréticas en una sociedad dominada por el fanatismo religioso.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Gracias a esa inteligencia ética, pudo salvar, a un tiempo, la vida y sus ideas revolucionarias, a un precio razonable.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En resumen, los datos son importantes, pero más aún la capacidad de combinarlos eficientemente para encontrar soluciones a problemas nuevos, ya sea en el terreno técnico, o en el ético.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Ahora nos toca reflexionar sobre todas estas consideraciones.</span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-85057036735844935582010-12-24T17:16:00.003+01:002010-12-25T23:14:32.235+01:00¿Qué es la fama?<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVpKJUSyZ0nlSG97H5lyH28Hg2TDfjlUnA62_xV3Yb8dfP1WVyEVOx78MeJYDW9wsue7oH1i3nvRWIqjv7mcGm8zCnxKrq5jryTZ99AjLdkzfa1Tw_W7OaKo2xBahduQwzrFr-xnyP-FIv/s1600/fama.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVpKJUSyZ0nlSG97H5lyH28Hg2TDfjlUnA62_xV3Yb8dfP1WVyEVOx78MeJYDW9wsue7oH1i3nvRWIqjv7mcGm8zCnxKrq5jryTZ99AjLdkzfa1Tw_W7OaKo2xBahduQwzrFr-xnyP-FIv/s1600/fama.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Podríamos considerar que la fama </b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">es el estado que un individuo alcanza cuando es conocido y reconocido en un ámbito mayor que el que le corresponde a la mayoría de sus conciudadanos. Según esto, la fama es tanto mayor, cuanto más numeroso sea el conjunto de personas que conocen al famoso y mayor su ámbito geográfico (barrio, ciudad, país, continente, planeta), pero ¡cuidado! </span><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Hay mala y buena fama</b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Nerón y Julio Cesar son igualmente famosos</b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">, pero a Nerón se le conoce por sus maldades y a Cesar por sus brillantes victorias militares y su buen juicio político.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Entonces, ¿es bueno o malo ser famoso?</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Evidentemente la mala fama obra en contra de los intereses del individuo y, salvo casos especiales, nadie la busca ni la desea, sino que le sobreviene con motivo de una actuación inmoral, que por accidente salió a la luz.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>Sin embargo, la buena fama</b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> es una situación positiva que casi todos buscamos. De alguna manera, la buena fama es el testimonio fehaciente de que hemos conseguido una hazaña que muy pocos de nuestros semejantes han conseguido. Desde matar al dragón que retenía a la princesa hasta vender un millón de libros o de discos, es algo que requiere una capacidad y un talento excepcional.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por otro lado, la fama nos reporta un sinfín de ventajas: Gente a la que no conocemos, nos tratará con mayor deferencia que a sus propios amigos y se ofrecerá generosamente a satisfacer nuestros más mínimos deseos, aunque sólo sea para alardear luego de haberse relacionado con un personaje famoso. Todas las puertas se abren al famoso, antes incluso de que las golpee con sus nudillos, siendo el caso que el resto de los mortales debemos pagar un elevado peaje por cada puerta que queremos abrir.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La fama, por tanto, actúa como un sistema de super recompensa</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> social que premia al que consigue sobresalir en alguna actividad bien valorada por la sociedad. Y para conseguir ese gran premio que es la fama y sus muchas ventajas, todos realizamos un sobreesfuerzo en la esperanza de llegar algún día a ser famosos. Y eso es bueno para la sociedad y también para el individuo que la consigue.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Aquel que desprecia la fama, y alardea de ello, imita a la zorra que al intentar, sin éxito, alcanzar las uvas, exclamó: ¡</span><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><i>No las quiero, todavía no están maduras</i></b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">!</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Nuestra misión es, en este caso, descubrir los caminos que debemos recorrer para alcanzar la buena fama, aunque sólo sea entre nuestros allegados, y comprender los mecanismos de recompensa social que pondremos en marcha si es que finalmente la alcanzamos.</span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-21560215988555717932010-11-29T10:15:00.004+01:002011-01-03T09:42:53.341+01:00Ciencia y pseudociencia<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgga7UePLHsbOAzZIKUB7KoFyY8jFs92PMng7ItRkOEdk8BzAYap2QZiLZ_-pOENXt0qmdmq9nav2JA0Ow_m5e7Rdx3PEsZocJFaMyfcVkNddPjTndXeNfJDT7_RDejKNZd9S-nKPuJpUra/s1600/pseudociencia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgga7UePLHsbOAzZIKUB7KoFyY8jFs92PMng7ItRkOEdk8BzAYap2QZiLZ_-pOENXt0qmdmq9nav2JA0Ow_m5e7Rdx3PEsZocJFaMyfcVkNddPjTndXeNfJDT7_RDejKNZd9S-nKPuJpUra/s1600/pseudociencia.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Discernir entre autentica ciencia</span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> y falsa ciencia es una habilidad que muy pocos seres humanos poseen. Pero aquí surge la primera cuestión: ¿por qué existen las pseudociencias?</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">La razón de ello es que la ciencia ha conseguido, a fuerza de trabajo, rigor y, sobre todo, resultados tangibles y prodigiosos, un codiciado prestigio. Es por tanto, natural que los farsantes se atavíen con las ropas y las maneras de los científicos e intenten vender sus técnicas inútiles y peligrosas, como “científicas” y eficaces.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">El problema es que al aceptar una pseudociencia</span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> como parte de la auténtica ciencia, corremos el grave riesgo de caer atrapados en sus redes y perder en ellas la salud y/o el dinero.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">En esta tertulia trataremos de establecer una frontera clara entre las ciencias y las pseudociencias y establecer los criterios que nos ayuden a diferenciarlas sin posibilidad de error.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: x-small;">Aquí un interesante vídeo sobre la ineficaz manera en que la gente gestiona sus creencias.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">______</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><embed allowfullscreen="true" allowscriptaccess="always" height="300" src="http://blip.tv/play/AYKY8kAC" type="application/x-shockwave-flash" width="400"></embed></span></div>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5242396473940413011.post-17562336785122808972010-11-26T13:38:00.001+01:002011-10-04T18:39:03.126+02:00¿Somos los responsables de nuestros éxitos y fracasos?<div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPOkR-g0kIZFdmEwmi_xDswEZUNjUXJU245T7QEb3NPVF4_ZnoRcvuA1KnkZnuAk40GXlp0MEjacfbfS8Xp6uSpIoqmU3-uyR_TNMxclsPatj1oOLtvrrByyu2FM2YRYqrGDWcteZxyRw9/s1600/Exito-y-fracaso.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPOkR-g0kIZFdmEwmi_xDswEZUNjUXJU245T7QEb3NPVF4_ZnoRcvuA1KnkZnuAk40GXlp0MEjacfbfS8Xp6uSpIoqmU3-uyR_TNMxclsPatj1oOLtvrrByyu2FM2YRYqrGDWcteZxyRw9/s1600/Exito-y-fracaso.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Cuando nacemos</span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, lo hacemos con un patrimonio genético que va a condicionar, en buena parte, nuestras capacidades y nuestras limitaciones. Resulta evidente que en el momento del nacimiento, sólo interviene el azar puro, puesto que carecemos de conciencia y, por lo tanto, de capacidad para actuar sobre el entorno.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Pero desde el momento mismo que abrimos los ojos</span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> a la luz del día, comienza un proceso mágico y sorprendente por el cual amplificamos, día a día, nuestra capacidad para actuar sobre el mundo real y modificar así, nuestro propio destino como individuos.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Sin lugar a duda el entorno en que nacemos, las circunstancias casuales que acontezcan a lo largo de nuestra existencia, nuestra configuración genética y otros aspectos de la realidad, van a condicionar, en mayor o menor grado, nuestra vida. </span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Pero, puesto que no podemos controlar el azar, debemos concentrar nuestro esfuerzo en todo aquello que depende de nuestra voluntad, que no es poco.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Todos conocemos casos en los que un individuo, que nació en circunstancias desfavorables, ha superado, </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">a fuerza de voluntad, </span><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">a su propio destino y ha alcanzado metas inimaginables.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Entonces, si como se deduce de estos casos ejemplares</span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">, con el sólo ejercicio de la voluntad podemos cambiar nuestra vida en la dirección que deseemos, ¿qué nos impide en la práctica hacerlo? ¿por qué razón nos dejamos vencer tantas veces por las circunstancias? ¿de quién es, en definitiva, la culpa de nuestros fracasos? </span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Ahora nos toca analizar esta cuestión para tratar de averiguar </span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><b>qué debemos hacer para cambiar nuestro propio destino</b></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> en la dirección que hayamos elegido, si es que tal cosa es posible, como parecen demostrar ciertas vidas inexplicablemente exitosas.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">_____________</span></span></div><br />
<iframe width="400" height="300" src="http://www.youtube.com/embed/ppT6UeCKcIE" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>YACKhttp://www.blogger.com/profile/00577542374200693326noreply@blogger.com7