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Las relaciones humanas y la amistad

El hombre pertenece a una especie social, lo que significa que necesita relacionarse con los demás miembros de su grupo para desarrollar sus capacidades y aspirar a una vida productiva y confortable.


Junto a la relación sexual y paternofilial, la amistad es una de las formas de comunicación e interacción más importantes y valiosas para el animal humano puesto que suponen una ventaja estratégica que, en muchos casos, se vuelve crítica para la propia supervivencia.

En esta tertulia abordaremos la amistad en cuanto a modelo de interacción social, lo que nos permitirá profundizar en su comprensión y sacar algunas conclusiones de orden práctico en relación con ella.

2 comentarios:

  1. En efecto, es fundamental para el ser humano relacionarse con sus pares (amistad, familia, amor) y, teniendo en cuenta que “La Naturaleza es sabia”, ¿por qué permite que algunas personas carezcan de aptitudes que les permitan desarrollar adecuadamente capacidades sociales, y no les dote –en muchas ocasiones- de los más elementales instintos para entablar relaciones? (autismo y variante como el Síndrome de Asperger, etc…)

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  2. Interesante cuestión la que planteas, Dulcinea. Que la naturaleza es sabia es sólo una frase y como tal sujeta a revisión. Yo diría eficaz, más que sabía, sin importarle mucho el coste de su eficacia, porque lo pagan las criaturas que han salido de sus manos.

    En primer lugar, el autismo severo puede ser una simple mutación que se produce durante la duplicación de las cadenas de ADN y no hay que darle más vueltas. Los errores no tienen sentido ni explicación. Sólo son errores que, a partir de cierta gravedad incapacitan a su poseedor para transmitirlos a su progenie. Los que se transmiten, no pueden ser demasiado graves como para descartar la posibilidad de que lleguen a ser útiles en algún caso.

    Pero la naturaleza gusta de jugar a todas las opciones, hace quinielas y aunque suele apostar por los resultados más probables, también hace quinielas inverosímiles, para llevarse el premio gordo si por casualidad acierta.

    Pero, ¿por qué no somos todos guapos, sabios y con buena salud? Tal vez sea bueno que seamos distintos para que compitamos y así quede al descubierto cual es, en cada momento y situación, la característica más útil. Por ejemplo, ser enano puede ser una ventaja si hay que esconderse en el hueco de un árbol para zafarse de un depredador, pero no para enfrentarse con él a cielo abierto. Si todos fuésemos iguales, no habría selección natural y eso sería muy malo, porque no evolucionaríamos.

    No hace mucho tiempo leí que la incompetencia comunicativa (sin llegar al autismo o al síndrome de Asperger severo) podía haber salvado a sus poseedores del contagio letal en casos de plagas generalizadas, como la peste negra. Al estar aislados del grupo, debido a su incompetencia comunicativa, podrían haber servido de bote salvavidas para la dotación genética de los que murieron como consecuencia de su afán de juntarse para hablar. Así que, hasta los más graves inconvenientes pueden volverse útiles en condiciones extremas.

    Pero esto sólo es una especulación con cierto fundamento. Que la naturaleza es sabia se infiere del hecho de que haya diseñado varios millones de especies sorprendentes, incluida la nuestra, sin ayuda externa y partiendo de cero. Lo demás son interpretaciones poéticas discutibles.

    Saludos cordiales.

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