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¿Te hace la cultura mejor persona o sólo más sabio?

La cultura puede definirse como la acumulación de experiencia personal y experiencia social en la mente de un individuo. Pero, sabemos por experiencia, que la mera acumulación de información (experiencia+cultura) no garantiza un buen juicio ni una ética eficaz.

Podríamos considerar, para abordar este tema, que la mente humana se compone de datos (experiencia y cultura) y de una máquina de inferencia (inteligencia) para el procesamiento de esa información.

La inteligencia, en tal caso, serviría para encontrar, basándose en los datos disponibles, soluciones correctas a los problemas nuevos. Así una persona con mucha experiencia o cultura podría dar un diagnostico acertado siempre que el problema que se le planteara fuera equivalente a alguno de aquellos cuya solución ya conoce. Por el contrario, un individuo inteligente tendría mayor capacidad para encontrar respuestas correctas a problemas del tipo que no figuran en la base de datos de su memoria.

Naturalmente que cuantos más datos se disponga, mejores serán las predicciones a igualdad de inteligencia, porque por muy buena que sea la inteligencia, necesita de la experiencia para apoyarse en ella y fraguar soluciones eficaces.

Así que, de todo esto sacaríamos la conclusión de que el hecho de que un individuo exhiba una amplia experiencia y/o cultura, no debe considerarse una garantía de que sus juicios sean preclaros, ante situaciones nuevas. Esta es la razón por la que los hijos desconfían de las opiniones de los padres, basadas en una experiencia que no es homologable, en muchos casos, a la nueva configuración social donde habitan sus hijos. Y ellos aprecian, al escuchar a sus padres , que realmente no saben de qué están hablando, lo que dispara su desconfianza en los juicios paternos.

En cuanto a la ética de un individuo, también podría haber un importante sesgo en función del ambiente en que transcurrió su vida o de las fuentes culturales de las que se haya nutrido. Una vez más, la inteligencia es el factor decisivo que permite tomar decisiones acertadas para un problema determinado. La inteligencia ética consiste, como siempre, en adoptar la actitud social que más beneficia al individuo que toma la decisión, teniendo en cuanta todas las consecuencia futuras que su elección pueda desencadenar. Si la configuración social es de tal naturaleza que le resulte más rentable ser "bueno" lo será, pero sólo en la medida óptima, ni más, ni menos.

Por ejemplo, Galileo demostró inteligencia al ignorar todos los datos anteriores, validados por el mismísimo Aristóteles, y elaboró un nuevo modelo planetario. Pero también demostró inteligencia ética al valorar las consecuencias negativas que sobre él tendría su entorno si exponía sus ideas heréticas en una sociedad dominada por el fanatismo religioso.


Gracias a esa inteligencia ética, pudo salvar, a un tiempo, la vida y sus ideas revolucionarias, a un precio razonable.

En resumen, los datos son importantes, pero más aún la capacidad de combinarlos eficientemente para encontrar soluciones a problemas nuevos, ya sea en el terreno técnico, o en el ético.

Ahora nos toca reflexionar sobre todas estas consideraciones.

16 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Solo recalcar que más y mejor cultura, aumenta las probabilidades de ser más sabio y mejor persona, nada más.

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  2. Writkas9:44

    Muy de acuerdo con todo.

    Pensando en caracteristicas ideales de personas inteligentes, para mi, serian:

    + Mas facilidad y menos sesgo para cambiar de opinion.
    + Que invierte en ser una persona eficaz en sus intereses.
    + Pensamiento a largo plazo, para que sus planes no esten en direccion a la autodestrucion.
    + Trata de ser mas logico en ves de dejarse llevar por las emociones.
    + Omite pensamientos o actitudes inesesarias, perjudiciales, o demasiado ambiguas para ser consideradas inesesariamente.

    Considero que son algunas cualidades ideales para una persona inteligente. Deben faltar muchas mas, que se podrian proponer.

    Pero la cultura no es lo mismo, hay cualidades de las culturas que son solo caprichos de mantener actitudes, obsoletas o inesesarias.

    poca bateria....

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  3. Lo difícil es saber cual es la buena cultura, Yummi, pero ahí es donde entra el sentido común que es, en último término, la única brújula de nuestras elecciones.

    Writkas, comparto tus opiniones y me quedo con esta: Tratar de ser más lógico en vez de dejarse llevar por las emociones.

    Normalmente es la lógica la que está al servicio de las emociones, que son mandatos genéticos, urgentes e inapelables.

    Lo ideal, y lo que tendríamos que intentar, es poner las emociones al servicio de la lógica, o al menos aprender a manejarlas con lógica porque en la sociedad avanzada donde vivimos, es la lógica la que debe predominar.

    Y no hay que olvidar que las emociones son imbatibles si se las ataca de frente y a contrapelo.

    Saludos.

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  4. Muy de acuerdo con todo.

    Añado que la cultura no se tiene por que dar de forma inteligente, sino que funcione solamente. Es mas producto del azar que de la inteligencia.

    Y pienso que no es malo que la gente pierda su cultura y costumbres, etc. Por que al final existen costumbres mejores y mantener las antiguas es no querer cambiar.

    Pero igual a todos les pasa, que ver objetos antiguos que se relacionan con la infancia o simplemente con otro tiempo, parecieran que esos objetos están llenos de emociones, pero es solo una ilusión, los objetos no sienten emociones por nosotros y es tonto. Pero sin embargo seguimos coleccionando cosas y manteniendo cosas que ya no tienen utilidad. En realidad no se que beneficio tiene todo eso.

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  5. La cultura, en cierto sentido, puede considerarse el conjunto de creencias comunes de un grupo humano y será tanto mejor cuanto más coherente sea con la realidad.

    En cuanto a la costumbre de coleccionar cosas, tal vez se deba a que impregnamos de emociones los objetos que estaban presente al experimentarlas.

    Quizás se deba a que nuestro cerebro intenta establecer correlaciones relevantes entre las emociones y los escenarios donde tuvieron lugar.

    La necesidad de encontrar correlaciones es obvia pero a veces esas correlaciones son espurias, aunque, como no tenemos forma de diferenciarlas de las correctas, las asumimos todas.

    Por ejemplo, si tocamos una bola de acero caliente, deducimos que las bolas de acero queman. Y eso, aunque es falso, tiene una parte de verdad. Sólo experiencias posteriores irán afinando nuestras creencias sobre las bolas de acero y los objetos calientes.

    Tal vez creamos que conservando los objetos que presidieron buenos tiempos, consigamos reproducir esas sensaciones y aunque la lógica nos dice que no, existe una lógica primitiva y emocional que nos ayudó cuando sólo eramos monos irracionales, que aún sigue funcionando bajo la nueva capa de neuronas que dio lugar a la civilización tecnológica.

    Saludos.

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  6. Julia15:54

    Yack y dónde dejas los sentimientos. No siempre la lógica es mejor que los sentimientos. Cómo puedes saber a quien hacerle caso.

    Os mando un saludo mientras espero la solución.

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    1. Anónimo1:14

      los sentimientos surgen cuando valoramos la vida y predomina el amor de verdad las costumbres es un complemento de un tiempo pasado que en el presente sirve para mejorar las costumbres

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  7. ¿Hay que dejarse llevar por los sentimientos?
    Los sentimientos pueden ser buenos en el ámbito de las parejas. Nuestro inconsciente y consciente se fijan en lo superficial de la persona, en la parte física y psicológica, en los hombres y las mujeres es igual. Serían buenos por que los hijos de esas parejas mas selectivas son mas saludables. La atracción es mucho mas superficial de lo que la mayoría de la gente cree.

    Pero también todo esto puede fallar, al considerar los sentimientos propios de la persona por encima de todo. Hay una pregunta que considero muy buena para diferenciar lo que uno siente y lo que es correcto, es: ¿Te gusta tal persona por como es o por lo que te hace sentir?

    Los sentimientos parecen ir mas relacionados al ámbito evolutivo, que de la moral.

    Como también en la intuición. La intuición genera respuestas muy elaboradas, por que el subconsciente procesa mucha más información que el consiente. Pero aunque mucha gente cree que elegir por intuición es lo mejor (yo también lo creí), no lo es, por que el cerebro tiene como prioridad el sobrevivir, que la verdad o las respuestas correctas. [Mas información en el programa Redes 78: El cerebro no busca la verdad sino sobrevivir]

    Al parecer las decisiones del cerebro son mas evolutivas que correctas.

    ¿Es bueno usar la intuición?
    La intuición no es mala porque el inconsciente procesa mucha mas información que la parte consiente. Pero hay que considerar que a el cerebro le interesa mas la supervivencia que la verdad.

    ¿Es mejor decidir por intuición o por lógica?
    La respuesta es difícil por que hay que analizar en que caso tomar decisiones por intuición o por lógica. Por eso la respuesta varía mucho, dependiendo que.

    No olvido que tratar de ser razonable es una excelente estrategia, por ejemplo: alguien quiere comprar un auto deportivo de última generación y esta muy estresado por que no le alcanza con el dinero que tiene. A esa persona le irían bien estas preguntas:, ¿necesito realmente un auto tan caro?, ¿voy a utilizar toda la velocidad de este auto?, ¿que sea un auto lujoso es una prioridad?, etc.

    Me fui por las ramas de nuevo xD , pero igual considero bueno lo que escribí.

    Que estén bien todos

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  8. Intentaré daros mi opinión a los dos (Julia y Writkas):

    La buena lógica debe tener en cuenta los sentimientos, pero no dejarse arrastrar por ellos. La experiencia y el sentido común son las únicas guías que nos permite saber cuándo seguir a los sentimientos y cuando a la lógica.

    Los sentimientos marcan objetivos biológicos no solo para el individuo, sino para la especie.

    Por ejemplo, si te enamoras de otra persona, pueden entrar en conflicto tus intereses como individuo y tus intereses como miembro de la especie.

    Como miembro de la especie, habrás cumplido el objetivo si consigues tener descendencia con una pareja sana y bien formada, pero como individuo te interesa, sobre todo, que esa persona tenga un carácter que te ayude a ser feliz tanto sexualmente como en otros ámbitos. Los sentimientos te impulsan en una dirección, pero la lógica debe servirte para hacer cálculos más allá de la atracción sexual que te impele a procrear.

    No es fácil, pero hay que intentarlo al menos.
    En resumen, enamórate de quien te conviene y atenderás a los intereses de la especie (sexo reproductivo) y a los tuyos propios (una pareja ideal con la que compartir tu vida).

    Saludos.

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  9. Julia20:44

    Te voy a plantear un caso real:
    Hay dos chicos que me han pedido una relacion. Uno es guapo, inteligente y tiene un buen trabajo pero el otro no es nada de esto pero cuando estoy con el me lo paso pirata.
    La logic a me dice que me decida por el guapo pero los sentimientos no me dejan de decidirme.
    A ver que harias tu en mi lugar.

    Esperamos una respuesta los tres :)

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  10. Difícil me lo pones Julia. De entrada te diré que sólo podrás saber si te has equivocado cuando sea demasiado tarde para cambiar la elección y además, que probablemente acabes creyendo que te equivocaste, elijas al que elijas. ¿Por qué? Porque el rechazado, como les ocurre a los actores que mueren jóvenes, siempre conservará intacta su lozanía y atractivo en tu memoria, mientras que el elegido se irá arrugando, afeando y agriando.

    Dentro de veinte años, cualquiera de los dos que hayas elegido se habrá degradado y entonces, echarás de menos al que no elegiste. Pero esto ocurre con todas las decisiones que tomamos, así que es bueno tener en cuenta este aspecto para reducir la decepción inherente a toda elección.

    Pasando al terreno práctico, yo te recomendaría que consideres las virtudes y defectos de cada uno y los imagines dentro de 20 años. Por ejemplo, los chistes se vuelven aburridos con el tiempo, después de haberlos oído miles de veces, la chispa se apaga, la belleza se pierde y además es un riesgo de cara a conservar la fidelidad de tu pareja. A la larga, lo que mejor funciona son las virtudes estables y más resistentes al deterioro (honradez, seriedad, responsabilidad, educación, respeto, actitud positiva frente a la vida, etc.).

    Lo que ahora puede parecer divertido por novedoso y excéntrico, a la larga se vuelve insoportable y motivo de continuas disputas y decepciones.

    Sin embargo, hay que tener en cuenta que con el paso del tiempo pueden ocurrir toda clase de acontecimientos azarosos que cambien las previsiones iniciales.

    En cualquier caso, y por muchos cálculos que hagas existe una importante dosis de riesgo irreductible. De lo que se trata es de evaluar la probabilidad de éxito a largo plazo y eso debes hacerlo más con la cabeza que con el corazón, porque la cabeza la tenemos para pensar a largo plazo y el corazón sólo para el corto plazo.

    Lo ideal sería que el corazón y la cabeza coincidieran.

    Bueno, eso es todo lo que puedo decirte. Añadiré que mi última recomendación es que olvides lo que has leído y hagas lo que mejor te parezca.

    No me gustaría sentirme de alguna manera responsable de lo que te ocurriera en el futuro. Estas decisiones deben tomarse por sí mismo, asumiendo toda la responsabilidad e intentando estar a la altura de la decisión.

    Lo que mucha gente ignora es que el comportamiento de tu pareja puede depender más de tu actitud con él que de su propio carácter.

    Así que, elijas a quien elijas, piensa que es responsabilidad tuya el conseguir que las cosas sean como a ti te gustaría que fueran.

    Saludos y suerte con la elección.

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  11. Julia13:40

    Gracias Yack por haberlo intentado. Pensaré sobre lo que has dicho y decidiré que hacer. Puedes estar tranquilo que no te voy a hacer ningun caso. ¡Palabra de honor!

    Hasta otra ocasion.

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  12. Anónimo21:30

    Hola a todos, feliz año.



    Aunque tengo pendiente algún comentario más en la entrada sobre hombres y mujeres, me pide el cuerpo decir algo al respecto de lo que aquí se trata.

    Yo pienso que, en realidad, ser más sabio implica ser mejor persona. En esto soy bastante socrático. Siempre, eso sí, que hablemos de Cultura con mayúsculas. Entendido a lo posmoderno, el concepto de cultura se dilata infinitamente hasta abarcar la astrología, la ablación del clítoris o cualquier exabrupto exótico. No hace mucho mantuve una discusión con alguien que defendía la idea de que la cultura no nos hace mejores. Argumentaba que los alemanes nazis eran muy cultos y racionales, pero que ello no impidió que organizaran el holocausto judío: un genocidio terrible pergeñado fría y racionalmente. En realidad -decía mi contertulio- la razón estaba detrás de tal barbarie. (Buen oxímoron, por cierto). Mi respuesta fue que la elaboración y ejecución de tal plan pudo ser un alarde de racionalidad, pero no el hecho de masacrar al colectivo judío. Los nazis pudieron mostrarse muy racionales en CÓMO conseguir su macabro objetivo (asesinar a millones de personas), pero se mostraron terriblemente irracionales al CONCEBIR ese objetivo.



    En mi opinión, una criatura que obrara con extraordinaria racionalidad, siguiendo los dictados de la lógica, estaría privada de hacer el mal. Estaría diseñada para concebir sólo fines justos. El bien es lo justo, y lo justo se alcanza a través de la lógica.



    Por lo demás, los sentimientos empáticos forman parte de nuestra naturaleza humana o biológica, pero, en sí mismos, no son la causa de una conducta ética.



    Cordiales saludos

    Raus

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  13. Feliz año también a ti, Raus.
    Sin duda, la cultura occidental, que para mí es la única que merece este nombre más allá del aspecto folclórico, potencia la generosidad y el respeto a la vida y a la dignidad humana.

    También habría que considerar el efecto benéfico que la abundancia tiene sobre la ética, pero al ser la riqueza patrimonio casi exclusivo de la civilización occidental, es difícil separarlas.

    En mi opinión, la sabiduría propende a la bondad y a la justicia con nuestros semejantes, aunque no con nuestros enemigos. Si suponemos que "sabiduría" significa conocer el funcionamiento de la realidad y ser capaz de realizar suposiciones correctas (experiencia + inteligencia) hay que deducir que al vivir en una sociedad avanzada, fundamentada en la cooperación, en la paz y en la justicia, la honradez y la generosidad tendrán su recompensa a la larga. Y eso es lo que yo creo.

    Ahora bien, si aplicamos la generosidad y la equidad indiscriminadamente, podría darse el caso de que favoreciésemos a personas o grupos oportunistas cuyo objetivo fuese acabar con nosotros y hacerse con el poder despótico. Pero en tal caso la auténtica sabiduría debería hacernos prever esa situación y llevarnos a cambiar nuestra conducta para neutralizar a esos individuos o grupos potencialmente peligrosos.

    Supongo que lo que ocurrió en la Alemania nazi fue que por una conjunción desafortunada de circunstancias, el pueblo alemán identificó erróneamente a la comunidad judía como enemiga y causante de todos sus males.

    Y una vez que se ha decidido (acertada o equivocadamente) que un grupo representa un peligro cierto, se activan mecanismos ancestrales de defensa que inhiben los sentimientos humanitarios y los sustituyen por otros de odio y destrucción.

    Este mecanismo no es malo ni irracional, sino necesario y lógico, según demuestra la historia de la humanidad, pero a veces se dispara erróneamente y las consecuencias pueden ser desastrosas, como ocurrió en la Alemania nazi.

    Los alemanes, gracias a esta terrible experiencia histórica han incorporado a su mente y a su cultura información relevante sobre la gravedad de equivocarse al juzgar las intenciones de un grupo étnico y han tomado contramedidas muy severas para evitar repetir el error.

    También Europa y Occidente en general a tomado buena nota de tal error, y tal vez, como consecuencia de ello, nos estemos exponiendo al peligro contrario, es decir, a pensar que todo el mundo es bueno y merece nuestra confianza.

    Sabemos que determinados grupos con ideologías destructivas que odian la cultura occidental están invadiendo pacíficamente los países occidentales, sin que estos tomen ninguna medida de defensa. Podríamos imaginar un futuro no muy lejano en que Occidente sucumba ante la barbarie, cuando los enemigos nos superen numéricamente, y entonces cabría preguntarse si nuestra actitud buenista fue más racional que la de los alemanes.

    Por desgracia no existen criterios fiables para decidir sobre estas cuestiones más allá del sentido común y de la capacidad de imaginar el futuro, que no es otra cosa que la sabiduría.

    Podemos equivocarnos por un exceso de desconfianza o de confianza.

    Generalmente los errores de exceso de confianza son más dañinos para la sociedad que los comete, y tal vez por eso sean más escasos.

    Consideremos el caso Hiroshima, una ciudad intacta, preservada de los bombardeos para medir los efectos de la bomba atómica, aniquilada en unos segundos por el bando antinazi, es decir, por los buenos. De nuevo, la reactivación imparable del primitivo y feroz mecanismo de supervivencia en el que nada o poco puede hacer la sabiduría, la cultura o la inteligencia, porque el control lo ha tomado el miedo y el viejo mandato de sobrevivir a cualquier precio.

    Saludos.

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  14. Anónimo1:33

    Llevas razón, Yack. La confianza -dice el refranero- mata al hombre. La humanidad ha tardado mucho tiempo en descubrir la manera racional de tratar con los objetos del mundo con el fin de saber si eran iguales o desiguales, o si eran iguales en lo esencia o a qué efectos. Los martes 13 son iguales que los martes 14 ó 16 ó... Los negros son igual que los blancos o los amarillos en cuanto dignidad y humanidad. La ciencia y la ética son frutos postreros de la historia del pensamiento. Hoy estamos muy cerca de romper irreversiblemente el fino tejido de que se compone la racionalidad, de quebrar ese fino prisma que nos permite comprender los conceptos de "igualdad" y "diferente". En consecuencia, estamos cada vez más apartados de la sabiduría y la justicia aneja a ésta. Nuestro sistema se caracteriza más por la bondad que por la justicia. Se puede ser bondadoso y (pero) muy injusto. No sólo estamos en riesgo, como bien dices, de acoger con los brazos abiertos al enemigo bárbaro e innúmero por un exceso de confianza y generosidad: nuestras sociedades se pudren por dentro desde el momento en que consideran iguales cosas que no lo son lo son. Hacemos iguales al padre y al hijo, al alumno y al maestro, al paciente y al médico, al pseudoartista y al artista, el dialecto regional y el idioma universal, al analfabeto y al catedrático... Más aún y peor: ponemos por debajo al que, por lógica y naturaleza, debería estar por encima (al hijo por encima del padre...). Es decir, hemos invertido el orden lógico de demasiadas cosas, de demasiadas relaciones. Y esto no puede más que abocarnos al fracaso más estrepitoso.

    Ese "todos iguales" del buenismo vigente (que acaba en pura y dura inversión de relaciones y, por ende, en perversión), condice perfectamente con el relativismo posmoderno de Feyerabend, con su "todo vale" supuestamente liberador. Ética, estética y filosofía de la ciencia sucumben bajo la apisonadora igualitarista. El igualitarismo, el relativismo ,la duda sistemática y paradógica, el escepticismo (humeano) son los sustentáculos de la anomia y el nihilismo. Son los instrumentos ideológicos con que nos abrimos al mundo. Somos el colmo de la tolerancia y la apertura: hasta el punto de tolerar la intelerancia más sangrante. Otrora nos caracterizó lo contrario: la cerrazón, el dogma de fe, el etnocentrismo, el patriotismo, la jerarquía dura, el clasismo, el racismo y la xenofobia... Estábamos encastillados en nuestra mismidad, encerrados en nosotros mismos. Hoy no queremos ser nosotros, queremos ser todos los demás, adoptar identidades de quita y pon. Al fin, no somos nada, veletas, náufragos en un mar de dudas y contradicciones.

    Nada podemos hacer para borrar los errores del pasado. Importa el presente y el futuro. ¿Qué ocurrirá con la civilización? Abiertos a la barbarie foránea y podridos de igualitarismo, somos presas fáciles para colectivos invasores cuya mentalidad no conoce la duda. Me temo lo peor: que el paro, la pobreza y la desesperanza jueguen sus cartas. Que acabemos secuestrados por la amígdala. Ante la grave crisis que sufrimos, o bien recobramos la cordura o bien nos abismamos en un nuevo pozo de irracionalidad. Quizá, como contestación a ese buenismo tan dañino, se esté cociendo una vuelta al fascismo o a cualquier otra respuesta sustentada en el pánico. Es evidente que hace mucho que hemos perdido todo atisbo de sabiduría. Ahora toca la selva.

    Saludos.

    Raus

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  15. Muy de acuerdo con tu discurso. La inteligencia está al servicio de la amígdala y por otra parte el paisaje paleolítico ya ha sufrido demasiados cambios, demasiado rápidamente, como para que no aparezcan graves disfunciones.

    No dejo de asombrarme de que a estas alturas, con un cerebro antediluviano seamos capaces de manejarnos en la sociedad del siglo XXI, aunque sea con continuos tropezones.

    “Se puede ser bondadoso, pero muy injusto” es algo que poca gente entiende colgados aun del catecismo y de la doctrina moral de la Iglesia. La ética tiene su propio campo de actuación y, como todo, ha de adaptarse permanentemente a los rápidos acontecimientos que se están sucediendo a creciente velocidad.

    Lo de “amar a los demás, como a nosotros mismos” puede ser razonable en tu círculo de personas de confianza, pero no con tus enemigos. En mi opinión, la única forma de comprender la realidad y de mejorar nuestro posicionamiento frente a ella pasa por la ciencia, y el método científico.

    En particular, en lo que se refiere a la sociedad humana y sus vertiginosos cambios, el mejor método sería la experimentación conservadora y controlada, basándose en el modelo darwinista pero sometido a la validación permanente, basada en la confrontación entre objetivos y los resultados obtenidos.

    También comparto tus dudas sobre el futuro de una civilización presa del buenismo antropológico, que no es otra cosa que estupidez disfrazada de bondad.

    Mi única esperanza pasa por una tecnológica y una ciencia que acaben rescatándonos de las pulsiones más destructivas que hemos heredado de nuestros antepasados cavernícolas.

    Saludos cordiales.

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