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¿Somos justos con nuestros semejantes?


La justicia presupone juzgar y tratar a nuestros semejantes de acuerdo con criterios objetivos, consensuados y admitidos como “justos” por la mayoría. Por ejemplo, es justo que se respete el orden de llegada a un dispensario de salud a la hora de ser atendido por el médico. No sería justo que el orden lo estableciera el celador en base a sus preferencias personales o a las dadivas que les ofrecieran los pacientes.

Pero lo que aquí nos interesa es en qué medida la aplicación de la justicia se ve afectada por otros factores, cuáles son esos factores y en qué medida intervienen.

La simple experiencia personal nos revela inmediatamente que, en términos generales, somos tanto más justos cuando menos coste tenga para nosotros el dictamen.

Nuestra objetividad, a la hora de juzgar una conducta o decidir qué acciones habría que emprender ante un determinado conflicto, se ve influida por los siguientes factores:
Si nuestros intereses personales se ven afectados.
Si somos parte en un litigio, siempre estaremos a favor del criterio que nos beneficia, por muy injusto que sea este. Sólo aceptaremos que no llevamos razón cuando presintamos claramente que no vamos a ganar en el juicio y queramos evitar el daño suplementario de la condena pública.

Si entran en juego personas cercanas a nosotros y con las que mantenemos lazos de amor u odio.
En tales casos, nos sentiremos inclinados a ser comprensivos o intolerantes en función de nuestros sentimientos, salvo que nuestra postura sea pública y no nos interese “quedar mal” ante el interesado o el grupo al que pertenecemos él y nosotros.
Hasta tal punto esto es cierto que la sabiduría popular aconseja “mantener la boca cerrada” o “en boca cerrada no entran moscas” para evitar el posible coste que supone pronunciarse públicamente y con ello ganarse, como mínimo, la animosidad de una de las partes.
Aunque la solidaridad con los miembros del propio grupo ha de mantenerse en público, no siempre se hace en privado. Este sería el caso de los miembros de un partido político, que aunque pueden odiarse secretamente, se ven obligados a defenderse en público para no “dar mala imagen” y con ello perjudicar los intereses del partido que, a la larga, son también los suyos.

Si las personas objeto de nuestros juicios nos resultan simpáticas/antipáticas, atractivas/repulsivas.
Los sentimientos que las personas despiertan en nosotros, también son importantes a la hora de juzgarlas. No obstante, aquí también rige la regla de que si hemos de expresar nuestro juicio en público, solemos cambiarlo o atemperarlo para no manchar nuestra imagen o atraer las represalias de la persona objeto de nuestro juicio desfavorable.

Las ocasiones en las que más crueles podemos llegar a ser, se dan cuando la víctima nos resulta antipática o repulsiva, por motivo justificado o no, y sabemos que no existe riesgo de represalias de ningún tipo. Es lo que ocurre con las víctimas del bullying o el moving , que antes que antipáticas o repulsivas son tan débiles que atraen y desencadenan la ira y la injusta agresión de sus compañeros.
Este extraño fenómeno es auspiciado por condicionamientos genéticos que tienen por objeto presionar a los miembros más débiles del grupo, ya sea para que maduren o si no lo consiguen para que perezcan. Esta conducta, que se nos antoja cruel, injusta y hasta absurda, tenía su razón de ser en épocas y lugares donde la comunidad humana carecía de los alimentos imprescindibles para sobrevivir. Eliminar a un individuo suponía una oportunidad para un recién nacido. El problema es que esta conducta, por ser de naturaleza genética, todavía sigue desencadenándose cuando se dan las circunstancias adecuadas, aunque las circunstancias que la justificaban, como estrategia orientada a la supervivencia,  ya no se dan.

En cualquier caso, el concepto de justicia está ligado a la cultura, a la época y a las circunstancias y es necesario tenerlo  muy en cuenta. Un mismo acto puede ser aplaudido o repudiado, según el contexto. Matar a un semejante, por ejemplo, puede ser aplaudido por el grupo beneficiario si se realiza en una guerra o se practica entre bandas rivales.

El concepto de justo o injusto nunca es del todo objetivo, sino referido a un grupo social que comparte unas mismas creencias morales.

Por último cabe señalar que, en general, nos vemos obligados a emitir juicios éticos coherentes con los intereses de los que nos están oyendo. Porque, en definitiva, todo lo que forma parte de la naturaleza humana está al servicio de la utilidad, y siempre será más útil defender los propios intereses y evitar represalias que defender a desconocidos en nombre de la justicia.

Sin embargo, por necesidades de eficacia grupal, es necesario contar con una serie de leyes “justas” que al ser aplicadas, eviten las continuas luchas que de otro modo se producirían y que disiparían demasiada energía. La justicia, por lo tanto, sólo es un mecanismo incruento y económico de resolución de conflictos en una especie basada en la cooperación grupal.

En esta tertulia se profundizará en los mecanismos psicológicos que nos permiten enjuiciar a los demás, y, sobre todo, cómo evitar las consecuencias negativas de ponerse en situación de ser juzgado severamente por razón de nuestros propios juicios justos.

3 comentarios:

  1. Hola a todos.

    Normalmente no somos justos.

    Con la gente que estimamos o cercana, somos mas generosos y con la gente que no pertenece a algún grupo relacionado con el nuestro. Los tratamos de forma mas justa y los que odiamos, ya sea por su grupo social opuesto o forma de pensar opuesta, los tratamos de forma mas injusta.

    Es bueno tomar en cuenta lo que dice Yack, que el ser justo o no, está ligado a la cultura.

    También juzgamos las habilidades de las personas por la belleza. Por ejemplo, normalmente se cree que las cantantes mas bellas cantan mejor que las que no los son.

    Y también hace tiempo ya se sabe en sicología que el grupo social al que pertenecemos influye mucho en nuestros actos, influye en el trato que le damos a las otras personas de grupos opuestos, un trato mas negativo. Todos los tipos de tratos que les damos a las personas están muy influenciados por nuestras emociones. Nuestras emociones nos dominan y no somos los únicos animales que debemos aprender a controlarlas, el resto de los primates también lo hacen.

    El trato que le damos a las personas es muy a nuestra conveniencia, para pertenecer a un grupo social, para mejorar nuestra autoestima (inconscientemente tratamos de que nuestros amigos salgan mas feos en las fotos que nosotros), para obtener cosas, etc.

    Para evitar ser juzgado por nuestro juicios, hay que ser mas amigable y explicar nuestra postura. Si se impone nuestra postura de forma radical, se consigue odio hacia nosotros y otros que te aplaudan por pensar parecido.

    Que estén bien

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  2. Dices en tus comentarios que el grupo al que pertenecemos condiciona nuestra conducta y en eso llevas toda la razón.

    En definitiva, la verdad moral la establece el grupo en base a sus intereses grupales.

    La justicia está pensada para optimizar las relaciones dentro del grupo, pero no para aplicárselas a un grupo rival, que por definición no tiene derechos, empezando por el de ser tratados con justicia.

    En nuestra sociedad actual, al estar globalizada, se ha convertido en una especie de "supertribu" planetaria que requiere de una ética y de una justicia universal(derechos humanos).

    Esa es la razón por la que hemos llegado a manejar el concepto de justicia como algo objetivo y aplicable a todos los seres humanos sin excepción.

    Naturalmente, esa convención universalista salta por los aires cuando se declara un conflicto entre países o facciones dentro de un mismo país,tanto más cuanto más grave es el conflicto.

    Por otro lado, dices que la belleza tuerce el juicio. Esto es así porque inconscientemente, queremos ganarnos el favor del más guapo, ya sea para obtener sus favores sexuales, ya sea porque suponemos que tiene mayor poder y predicamento entre los miembros del grupo y será mejor aliado que el feo.


    Saludos cordiales.

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  3. Anónimo14:42

    Por que no:)

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