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Guías espirituales

Ante las dificultades que se presentan en nuestra vida, no son pocas las personas que buscan desesperadamente una brújula, un oráculo omnisapiente que pueda indicarles el camino a seguir, el objetivo a alcanzar.

Y en respuesta a esta apremiante necesidad humana de conocer el futuro para anticiparse a él y cambiarlo o eludirlo en su propio beneficio, surge el próspero negocio de los gurús y los guías espirituales.

Sacerdotes, economistas, psicólogos, adivinos, echadores de cartas, políticos, líderes de sectas, se disputan el próspero negocio que supone la sustanciosa bolsa de incautos que confían en el criterio de otros para orientar sus vidas hacia el éxito.

Frente a esta tentación, hay que tener tres cosas claras:

  • Todos estos iluminados, con buena o mala intención, buscan ante todo su propio bienestar y sólo están interesados en el de sus acólitos en la medida que es compatible con el suyo propio. Esto significa que nos costará cara su asesoría hasta el punto de que, en no pocos casos, ésta se convertirá en nuestro principal problema.
  • Cualquier sistema nuevo que parece funcionar en primera instancia no tiene por qué funcionar a medio y largo plazo. Uno puede acudir deprimido y angustiado a un guía espiritual, contarle entre sollozos su problema y recibir un alivio inmediato al experimentar la sensación de que es comprendido, disculpado y dotado de una receta mágica para solucionar en un plis plas el angustioso problema que le ha llevado allí. Se conseguiría el mismo efecto si se tomase un ansiolítico.
    Pero otra cosa muy distinta es lo que ocurre cuando se diluye la euforia inicial y se enfrenta uno al problema original con las mágicas “herramientas” que nos ha proporcionado el guía.

    Cuando finalmente nos atrevemos a reconocer y a confesarle que no funcionan, nos convence con menos amabilidad de la habitual de que no son sus herramientas las que no funcionan, sino nosotros, que no seguimos al pie de la letra ni con el fervor necesario sus instrucciones. Ahora la culpabilidad retorna asociada al hecho de que no obtenemos los resultados esperados y a que estamos defraudando a nuestro guía espiritual. Y además hay que pagarle por habernos añadido una nueva razón para que nos sintamos culpables.
  • Nadie conoce mejor que nosotros mismos la complejidad de los problemas personales en los que concurre nuestra propia personalidad y nuestras especiales circunstancias, formadas por un millón de pequeños factores sutilmente interrelacionados. Los guías espirituales se limitan a suministrar, en el mejor de los casos, una solución teórica basada en su propia personalidad, interés y visión simplificada de nuestra situación, que podría servirle a él, pero no a su aturdido discípulo que es muy diferente.

La conclusión es obvia: los guías espirituales son un fraude basado en la angustia que nos genera el afrontar las dificultades de la vida. Hay que tener claro que sólo nosotros podemos enfrentarnos a ellas y que si la angustia crece por encima del nivel aceptable, debemos consultar a un siquiatra que nos ajuste los niveles de neurotransmisores mediante inhibidores o coadyuvantes químicos. 
Recordemos que, en última instancia, nuestras emociones están ocasionadas por el nivel en sangre de sustancias químicas como la dopamina o la adrenalina, si bien su liberación, en condiciones normales, está motivada por la naturaleza de los acontecimientos externos, valorados por nuestra mente en términos de expectativas de supervivencia y prosperidad.

En esta tertulia se profundizará en este tema, a fin de determinar si existen guías espirituales que puedan tener alguna utilidad, cuáles son esos guías y como habría que testearlos para determinar si son competentes o simplemente farsantes disfrazados de buenas intenciones.

5 comentarios:

  1. Concuerdo con todo lo que dices Yack.

    Añado. La gente que es tipo espiritual o que cree que hay algún ser que le sube el autoestima, etc. En los casos en que la persona es fanática de sus creencias, aparenta ser una persona que no siente rencor, odio, mal, etc. Siendo que el fanatismo hace todo lo contrario, hace reforzar la idea que convence a esa persona de que sus creencias son correctas y por lo tanto las demás personas están equivocadas en sus creencias.

    Hasta te hacen creer que la otra gente o uno mismo esta mal por que no tienes o no tienen las creencias supuestamente correctas. Y lo e visto en mucha gente que es religiosa que piensan que te irá mal en la vida o se es infeliz por no tener la creencia correcta. Por que es verdad, por ejemplo, en las iglesias se vive diciendo que las demás personas no comprenden la verdad y están mal, etc. Y lo dicen como si nada. Así que tampoco son libres de rencor y tampoco son las mejores personas.
    __

    Y aveces visitar a un guía espiritual, puede ayudar ¿por que? . Por que los guías espirituales sugestionan a los pacientes con formulas mágicas, que pueden ayudar hasta cierto punto. Y a veces la gente cree que tal formula mágica es la que soluciono sus problemas, siendo que no es cierto por que lo mas probable es que la sugestión aya funcionado.

    Esto confunde mucho las cosas, ¿quien no a visto personas que dicen que tienen depresión, y luego de una semana andan como si nada?. La gente confunde depresión con tristeza, la tristeza es normal y la depresión es una enfermedad, si dice que es parecido a un refriado pero de las enfermedades mentales. La tristeza puede ser muy fácil de recuperar con efectos de sugestión, la depresión cuesta mas aunque igual la sugestión es efectiva. Pero no siempre la terapia incluso con sugestión funcionan, a veces fármacos + terapia suele dar mejores resultados, pero no siempre garantiza nada.

    No creo que no importen las creencias de la gente con tal de que funcionen. Pienso que es malo que la gente crea en cosas sin fundamentos, pienso que aportan a ser una persona que hace muchas correlaciones que no siempre son asertivas. Mucha gente se explica la vida como si ellos son los que crearan el universo, aunque sea de forma inconsciente. La gente que es religiosa o espiritual tiende a explicar las cosas como el cree que son y inventan, y saben un montón de argumentos para evitar que alguien contradiga lo que dice. Pero no considera mucho los argumentos que los desfavorecen y si no les quedan argumentos te ponen una etiqueta tipo 'comunista' 'consumista' 'mundano', etc. Y eso hace que todo lo que dices en contra de el tenga esa barrera.

    En los casos de la gente que es muy fanática de sus creencias pueden llegar hasta la violencia física si los intentas cambiar de forma brusca.
    ___

    Pienso que lo mejor que se puede hacer, es saber tips de ciencia, para mejorar nuestra vida. Cosas como, que alimentos comer o no comer, que hace mal, que actitud tener para ser mas feliz, etc. Pero hay que donde sacar esa información, no siempre de los amigos, no siempre de los familiares, ni si quiera de los canales 'culturales populares' como discovery channel y history channel. Pero en todos estas fuentes existen excepciones en las cuales se puede confiar.

    Saludos

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  2. Tienes toda la razón Writkas en tus comentarios.

    Por desgracia, la habilidad dialéctica se confunde con el conocimiento real y algunos individuos la utilizan para estafar a sus semejantes.

    La única forma de inmunizarse contra estos embaucadores dialecticos es la de hacerse con una sólida formación científica, leyendo únicamente a los científicos reconocidos por la comunidad científica cuando hablan ex cátedra. Con esto quiero decir que un científico puede equivocarse como cualquier otra persona cuando habla de temas que no son de su especialidad.

    La comunidad científica nunca recurre a la dialéctica para defender sus argumentos, sino al experimento objetivo verificable. Cualquier científico que incumple esta norma es atacado sin compasión por sus propios colegas, porque con su conducta está manchando el valioso prestigio atesorado por los demás, de tal forma que la comunidad científica comparte un único y solidario prestigio que no tolera que se ponga en entredicho por ninguno de sus miembros.

    Y esto me recuerda una frase que leí sobre la ciencia: El fundamento de la ciencia es la honestidad intelectual.

    Saludos cordiales.

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  3. Veo que pones en el mismo saco a echadores de cartas y a los psicólogos y economistas. No es que esté en desacuerdo, pero me parece que una postura muy valiente que no sé si te habrá llevado a muchas polémicas. ¿Conoces el libro "El cisne negro" de Talens?. En él se cuestiona de manera muy dura a los economistas y científicos sociales que apenas aciertan nada más alla del puro azar.
    Un saludo

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  4. Hola Miquel, es cierto que ir contra los psicólogos o los economistas provoca las críticas indignadas de los demás, pero esto también ocurre cuando descalificas a los acupuntores, homeópatas y echadores de cartas, así que es mejor dejarse de sutilezas y decir lo que piensas, sin más límite que tus propias convicciones.

    Sobre la psicología tengo malas experiencias y aunque admito que puede ser útil en un 5% de los casos, como por ejemplo en conductas patológicas en las que sólo los especialistas tienen experiencia, (no necesariamente capacidad para curarlas), creo que la mayoría son farsantes inocuos o peligrosos que se creen científicos porque tiene un título oficial. El problema de la psicología es que resulta muy difícil entender la complejidad de la mente humana y buena parte de nuestro cerebro y nuestros esfuerzos están dedicados a eso. Así que, por haberse leído algunos librotes de psicología, un psicólogo no adquiere una ventaja significativa respecto al común de los mortales que han dedicado, aún sin ser conscientes de ello, mucho tiempo a “estudiar” y comprender la conducta de sus semejantes y la suya propia.

    Por resumir la idea, entiendo que todos somos “psicólogos profesionales”, porque como animales sociales, nos va la vida en ello, y como en todo, hay personas más hábiles que otras en comprender y manipular a los demás. Un buen psicólogo es aquel que posee esa cualidad innata y al tener una consulta, puede ayudar a mucha gente, pero no por los librotes que haya leído sino por su habilidad genética y adquirida para detectar los problemas de los demás y ofrecerles una estrategia que les ayude a superar esos problemas. Pero hay muy pocos psicólogos que superen la eficiencia de su propio paciente, más allá del efecto placebo, y eso porque el paciente es un auténtico experto en su problemática. La mayoría de los consejos de un psicólogo son tan simplistas como falsamente útiles. Gracias al efecto placebo, pueden parecer excelentes a corto plazo pero a la larga suelen ser desastrosos, aunque el psicólogo siempre se las ingenia para demostrar que el desastre en realidad era inevitable y que su estrategia era buena.

    El problema de los economistas es otro. También existen correlaciones matemáticas útiles descubiertas por los economistas, pero lo que resulta imposible de predecir son las creencias y los comportamientos de la gente en situaciones extremas. El precio de una vivienda está sujeto a la ley de la oferta y la demanda, pero también depende de las creencias de los usuarios. Para una misma configuración de oferta y demanda los precios pueden subir o bajar en función de lo que crea el gran público y las creencias son harina de otro costal y no se dejan introducir en las ecuaciones. La gente puede cambiar de creencia de un día a otro, como ocurrió en el gran crack del 29, en el que, sin que hubiera ocurrido nada, se paso de confiar en el crecimiento ilimitado de las acciones a la caída, también ilimitada, de las mismas acciones. Y ninguna ecuación ni teoría económica predijo tal acontecimiento a priori. A posteriori, todas.

    He leído el Cisne negro y coincido con la tesis fundamental: Es imposible hacer predicciones mejores que el mercado, que es el consenso de toda la información y creencias de los agentes económicos. Es decir, que jugar a bolsa es equivalente a jugar al bingo, con la ventaja sobre este de que la economía crece a lo largo del tiempo (el bingo no) y todo el que participa en ella crece a ese ritmo, sin importar que estrategia siga. Da igual que estés enchufado a Reuters las 24 horas o que eches los dados para tomar las decisiones. De hecho se ha comprobado que una partida de monos es tan eficiente como un grupo de inversionistas profesionales jugando en bolsa.

    continua...

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  5. ... continuación

    Lo que no estoy de acuerdo es que se pueda romper este sortilegio por el procedimiento de apostar a los acontecimientos inesperados (cisne negro). La única ley que rige para los jugadores, ya sean bingueros u operadores de bolsa, es que el volumen de posibles ganancias esta siempre vinculado y es igual al de posibles pérdidas y que la única decisión relevante que puede tomar el jugador es la de cifra máxima de pérdidas y de ganancias que le harían retirarse del juego.

    En cuanto a los científicos sociales, habría que ver cada caso por separado. Un auténtico científico sólo emite teorías con capacidad predictiva demostrable. Lo demás son farsantes disfrazados.

    Saludos cordiales.

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