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Los fanatismos

En esta tertulia se tratará sobre el concepto de fanatismo, sus causas, motivaciones y los posibles efectos benéficos o perjudiciales sobre la sociedad humana.

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Partiremos de la base de que cualquier mecanismo sicológico que existe y tiene una amplia representación en el ámbito de la especie humana como por, ejemplo, el fanatismo, debe tener, necesariamente, una utilidad para la especie, aunque en determinados casos, pueda producir efectos negativos o perversos. Pero el riesgo de utilizar mal una determinada capacidad humana es inseparable del de la capacidad misma.

El fanatismo es la capacidad que tenemos los seres humanos para abrazar acríticamente una doctrina, unas consigna, una ideología o un líder y aceptar y asumir sus dictámenes tal cual, renunciando por adelantado a ejercer crítica alguna.

La capacidad sicológica conocida por fanatismo es necesaria para emprender proyectos de gran envergadura en los que se requiere la coordinación de cientos o miles de personas, como sería el caso, por ejemplo, de una guerra o de un cambio social profundo y urgente.

Si los pertenecientes al grupo activo no renunciasen a sus propias ideas, sería imposible establecer un criterio único de actuación y las fuerzas del grupo se disiparían en enfrentamientos internos que pondrían en peligro el éxito del objetivo común. Por lo tanto, para evitar este riesgo, el ser humano ha desarrollado un sentimiento específico para gestionar estas situaciones al que llamamos fanatismo.

El fanatismo es necesario y útil pero, evidentemente, puede ser nefasto si se aplica sobre un proyecto errado. Por lo tanto, más que el fanatismo, habría que poner especial cuidado en desarrollar un sistema crítico en cada individuo que le permitiera evaluar los efectos a largo plazo de un proyecto antes de sumarse a él fanáticamente. El problema, por tanto, no está en la existencia del fanatismo sino en la falta de juicio crítico a la hora de abrazar proyectos equivocados en sus fines y en sus medios,

En resumen, diríamos que la estrategia que la sociedad debería seguir no sería la de luchar contra el sentimiento del fanatismo, sino preparar y educar a sus miembros para que fuesen capaces de discriminar entre la verdad y el error, entre el bien y el mal para reducir el riesgo de adscribirse a una causa injusta o dañina.

5 comentarios:

  1. Anónimo22:00

    Todos conocemos el significado de la palabra fanatismo, e incluso conocemos a algún fanático. La palabra en su origen viene de FANUM, PERTENECIENTE AL PUEBLO O PROTECTOR DEL TEMPLO, por lo que el principal significado es de orden religioso, aunque posteriormente se ha ampliado su significado: fanático religioso, fanático del futbol, fanático del rock, etc. etc.
    Sicológicamente se explica como un ahorro de energía.Efectivamente, el fanático de algo no tiene dudas, no acepta la crítica, no le interesa el debate, no busca la verdad : es un dogmático. Su contrario es el relativista, aquel que tampoco busca la verdad, porque todo es relativo para él, no hay ninguna verdad. Además el fanático logra sentirse seguro al eliminar las incertidumbres, refuerza sus creencias y esto refuerza su fanatismo. También le libera del temor que a su vez le refuerza el fanatismo. En definitiva, como he dicho, todo esto le supone un ahorro de energía, que no gasta en dudas: ¿Hago esto o lo otro?, Compro esto o no? ¿Me caso o no ?, etc. etc.

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  2. Anónimo22:09

    En mi anterior comentario, dije que el origen de fanatismo viene de la palabra FANUM, PERTENECIENTE AL PUEBLO, cuando quise decir PERTENECIENTE AL TEMPLO.

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  3. Anónimo14:53

    Estoy de acuerdo con todo.

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  4. A veces me cuesta entender la falta de flexibilidad del la gente dogmática. Romper la creencia de alguien con pocas palabras es muy difícil. He intentado derribar las creencias de algunos amigos, pero estos ni siquiera ponen atención a lo que digo.

    A veces siento que esa incapacidad es parecida es tan fuerte como no responder a la suma de 1 + 1.

    Antes no lo veía pero es sorprendente, la facilidad de la gente a recrear el mundo, de llenar los espacios de los cuales no tenemos respuestas. Esto es un punto importante.

    También esto del fanatismo es un tipo de competencia de quien es mas fanático y a la ves consiente, para sobresalir de los demás. Pero solo que estos no se dan cuenta de ello. Esperan a ver cada cierto tiempo algún sigo que concuerde con su creencia, ignorando todas las otras veces en las cuales no hubieron signos e incluso signos contradictorios.

    Dije en una entrada de mi blog: http://writkas.wordpress.com/2009/10/02/creer-no-creer-verdad-especular/
    Que el fanatismo como toda ideología o religión tiene causas y efectos, no es solo algo de la mente y imaginación. Sino que es algo en lo cual, la persona, esta convencido de que es cierto. Y claro que es dañino un tipo de creencia que desapruebe el pensamiento critico, o que apruebe matar norteamericanos para irse al cielo.

    Pero yo pienso que todo el fanatismo extremo es malo, por que cuando la gente es fanática ignora los pensamientos lógicos o sociales, le cuesta acceder a ellos. Y es fácil para una persona fanática ser persuadida por algún representante de su religión o ideología, en un estado de abundante fanatismo.

    En mi opinión, no se debe tolerar que gente induzca a otros a una sexta, religión, ideología a ignorar el pensamiento crítico. Tampoco inducir al fanatismo por que después de ello es fácil manipular.

    Saludos, excelente el blog!!

    xD

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  5. Estoy de acuerdo con todo lo que dices Writkas y añadiría que el fanatismo actual responde a una necesidad ancestral: actuar sin tener conocimientos suficientes para tomar decisiones inteligentes.
    Como desconocemos el funcionamiento de la economía, de la política, de la tecnología, nos agarramos a una corriente ideológica que nos inspire confianza y asumimos sus creencias y métodos.
    Aunque estamos condenados al fanatismo, nuestra única esperanza es contar con un modelo de la realidad lo suficiente preciso como para ayudarnos a elegir bien la ideología a la que nos adscribimos.
    Al final todo a lo que podemos aspirar se reduce a tener un modelo coherente del mundo y, lamentablemente, en las escuelas y en la universidad se enseña de todo menos eso.
    Saludos y gracias por tu participación.

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