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La ejemplaridad

La palaba “ejemplaridad” y el concepto asociado a ella, pertenece a ese grupo de creencias firmemente arraigadas en la mente social, que en el transcurso de los últimos 30 años, han sido barridas violentamente por el ideario progresista.

¿Es conveniente que haya personas o conductas ejemplares? ¿Deben copiarse, sin más, estas conductas?  ¿Cómo se sabe si una conducta es ejemplar o reaccionaria?

Preguntas como estas anticipan que no es tarea fácil dar a esta cuestión una respuesta categórica, por lo que tendremos que reflexionar sobre ella desde una posición mental abierta. Claro que habrá que tener presente la sabia advertencia de Carl Sagan: “Conviene tener la mente abierta, pero no tanto que se nos caiga el cerebro”.
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2 comentarios:

  1. magnolia hernández17:00

    Lo didáctico supone que "ejemplaridad" es un rasgo consistente- ¿lo es?

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  2. Como todo que tiene que ver con la ética y la moral, la ejemplaridad de una determinada conducta viene determinada por un contexto social e histórico.

    Se dice que una conducta es ejemplar cuando representa una guía útil a una sociedad para prosperar y mejorar sus cotas de bienestar a corto y largo plazo.
    Pero el problema es que sólo sabemos si realmente es ejemplar, cuando vemos sus consecuencias desde el futuro para poder juzgar su efecto a largo plazo.

    También ocurre en biología. Sólo sabemos si la deriva evolutiva de una especie fue positiva cuando disponemos de datos que nos dicen en qué acabó.

    En tiempos de la Santa Inquisición, quemar herejes era una conducta ejemplar, puesto que servía (o al menos eso se pensaba entonces) para evitar que apartasen con sus insidias a los creyentes de la verdad suprema.

    Retrospectivamente, ahora que sabemos que el modelo que manejaba aquella sociedad era radicalmente falso, es fácil ver que no era una conducta ejemplar la de los inquisidores.

    Vivimos en un mundo complejo en el que hay que tomar decisiones en el presente a riesgo de equivocarse, pero no tomar decisiones también tiene un costo inasumible.

    Para resolver este problema tenemos el cerebro, que aunque falla a menudo, acierta las veces suficientes como para ser extraordinariamente útil.

    Saludos.

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