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¿Queremos ser inmortales?

Todos los hombres son mortales, Pedro es hombre, luego, Pedro es mortal.


Este sencillo, lapidario y lúgubre silogismo se ha venido considerando de una lógica tan inapelable como desesperanzadora desde que fue formulado hace ya algunos siglos en la Grecia clásica. Pero desde entonces el hombre ha progresado mucho: Ha abolido la lógica aristotélica por inútil, ha pisado el suelo lunar, ha secuenciado el genoma humano, ha creado ordenadores personales que pueden derrotarle en el juego del ajedrez y, al fin, ha puesto en marcha el Gran Colisionador de Hadrones para confirmar la existencia del bosón de Higgs, reproduciendo en un laboratorio, el Big Bang que dio origen al universo.

Considerando todo lo anterior, tal vez habría que reformular el funesto silogismo aristotélico en estos otros términos:

Todos los hombres eran mortales, Pedro es un hombre, luego Pedro podría ser, o no, inmortal.

En esta tertulia exploraremos la posibilidad tecnológica de que en el siglo XXI, el hombre llegue a alcanzar el mítico y ansiado sueño de la eterna juventud y, si así fuera, qué consecuencias tendría en su vida, en sus expectativas vitales, en la conformación de la sociedad humana.
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8 comentarios:

  1. Maite8:41

    Hola a todos. Yo, personalmente no quiero ser inmortal. Sé que formo parte de un ciclo vital y cuando se acabe, pues ya está. Tampoco lo anhelo , no me gustaría para nada vivir en esta vida eternamente.

    Me parece que la vida, la que nos toca vivir es bastante dura, estamos llenos de necesidades, peligros, enfermedades que nos acechan, etc. podría seguir escribiendo......

    Más me gustaría que nos preguntáramos el tiempo que vamos a vivir, cómo hacerlo mejor y cómo vivir más tranquilos, sin tanta necesidad absurda y sin tantas prisas.

    No sé lo qué os parecerá pero no siento ninguna gana de ser inmortal en esta sociedad tan materialista y absurda que nos toca vivir.-

    Un saludo, Maite

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  2. En realidad, el ser humano está intentando mejorar y alargar su vida desde que toma conciencia personal e histórica de sí mismo.

    Y la prueba de ello es la religión, la medicina, la tecnología, las cremas de belleza, las operaciones de estética, etc.

    Y es natural que así sea porque somos, ante todo, seres vivos, y eso significa amar la vida por encima de todo. Traemos de fábrica un programa maestro para mantenernos vivos a toda costa y otro programa subordinado para buscar la felicidad, que como ya dijimos, consiste en cumplir con los requerimientos del programa maestro de supervivencia.

    Entonces, la inmortalidad es simplemente la expresión del proyecto que da origen y sentido a nuestra existencia.

    Lamentablemente, la propia naturaleza nos somete a un proceso (el envejecimiento) de degradación progresiva que acaba con nuestra vida de manera dolorosa, siendo la vejez y la muerte la negación de nuestros deseos fundamentales y, por lo tanto, lo peor que nos puede ocurrir.

    Pero la naturaleza va a lo suyo y no le importa hacernos sufrir negándonos lo que previamente nos ha obligado a desear.

    Sin embargo, tenemos un cerebro de posibilidades casi ilimitadas, y gracias a él, podemos cambiar las cosas, alargando nuestra vida y haciéndola más confortable. Y eso es, justo, lo que estamos haciendo desde que nos convertimos en homo sapiens.

    El final de este proceso tendrá que ser, por pura lógica, la consecución de la inmortalidad asociada a una vida placentera. De hecho, hemos triplicado en poco tiempo la esperanza de vida y mejorado extraordinariamente el confort.

    Y ese proceso no va a detenerse nunca hasta que se alcance el éxito completo.

    La inmortalidad bien entendida sólo significa que cada individuo tendrá en sus manos la elección de morir o no, de envejecer o no. Es decir, la opción de librarnos de la condena a muerte que pesa sobre nosotros y hacerla depender de nuestro libre albedrio.

    Por ejemplo, la mayor parte de la humanidad no puede comer todos los días y menos aún alimentos de buen sabor y calidad. En las sociedades más avanzadas se ha conseguido este propósito lo cual no significa que se haya renunciado a la posibilidad de no comer o comer alimentos desagradables. Pero muy poca gente renuncia a esa ventaja, de la misma forma que muy poca gente renunciaría a la eterna juventud si tal posibilidad existiese.

    Pero nadie debe preocuparse. Siempre tendrá la opción de envejecer naturalmente, y sufrir todas las penalidades de la degradación progresiva, si es eso lo que prefiere.

    En este tema se da una paradoja curiosa: He conocido a muy pocas personas que deseen ser inmortales, pero muchas menos que deseen morir. Tal vez la clave está en que nos imaginamos la inmortalidad como una prolongación forzosa e infinita de una vejez decadente.

    Si consideramos que la inmortalidad sólo sería la posibilidad de mantenerse joven durante el tiempo que cada uno quisiese, pero ni un segundo más, todos la aceptaríamos como el don más preciado que pudiéramos recibir.

    Y espero que en esto estemos todos de acuerdo.

    Saludos.

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  3. Hola



    Creo que si reformulamos la pregunta las respuestas serían mas positivas, no quiero decir que la pregunta esté mal echa si no que puede estar mal interpretada. Es por que la pregunta "¿Queremos ser inmortales?", da la sensación de que seremos inmortales pero viejos. Digo viejos por que creo que nos cuesta -no- relacionar la edad con la vejez y la vejez con la invalides. Viejos se relaciona con mal estar, con invalidez y esperando la muerte, y mas aún con extrema vejez. Pero si hiciéramos la pregunta de otra forma:



    * Una pregunta en que da la posibilidad de que si estamos a buena edad podríamos vivir tal como estamos. Es: ¿Te mantendrías vivo eternamente, como si tuvieras la misma edad actual?



    * O tal vez una pregunta con mejores resultado que la anterior sería: ¿Desearías vivir joven eternamente?



    Las respuestas ahí creo que serían mas positivas, pero el echo de vivir toda la eternidad a algunos les da un poco de miedo. Es que creo que también se relacionará, y tal vez sea cierto, en que de pronto nos aburriremos de vivir. Pero hay que tomar en cuenta que si somos jóvenes y no tenemos depresión, ni nada. Creo que eso ni siquiera no lo preguntaríamos mucho, por que la juventud no se lo pregunta casi nada, es mas, si eres joven y le dices a alguien de tu edad: "Estoy aburrido de vivir". Te quedarán mirando como extraño. Entonces, si la condición de juventud eterna es para siempre y los mantenemos en el mismo estado como si fuéramos jóvenes, tal vez, esa misma pregunta, nos lo preguntaríamos, pero lo pensaríamos como algo fuera de lugar, o por lo menos con esa sensación. En realidad mas que la juventud es permanecer con una buena salud. No ser un cerebro en un frasco.

    También otra cosa es la experiencia que uno aya tenido en la vida, si es buena o mala, también influirá en la respuesta.

    Saludos

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  4. Writkas tienes razón en lo que dices. Habría que preguntar ¿quieres ser siempre joven? para que se entendiera mejor el concepto.

    De todas maneras, sorprende la cantidad de objeciones que la gente pone a esta propuesta, además de las que se derivan de haber creído erróneamente que de lo que se trata es de permanecer eternamente joven.

    Te diré algunas de las que recuerdo:

    - Si no morimos, seremos demasiados en el planeta.
    - ¿No sería más urgente evitar que tantas personas muriesen de hambre?
    - Si no existiese la muerte la vida no tendría sentido o carecería de interés.
    - Una vida ilimitada sería aburridísima.
    - Tendríamos que trabajar eternamente.
    - Eso sería antinatural pues la muerte forma parte de la vida.

    De estas objeciones se desprende que muy pocas personas se han planteado en serio la posibilidad de ser eternamente jóvenes. En su lugar, casi todas han intentado autoconvencerse a sí mismas (y con la ayuda de los curas que venden su particular inmortalidad desde los púlpitos) de que la muerte y la vejez no son tan malas, después de todo.

    Realmente, la tecnología que haría posible la inmortalidad solucionaría el problema de la superpoblación, como de hecho, con el alargamiento de la vida en las sociedades desarrolladas, está ocurriendo.

    También esa tecnología ayudaría a solucionar la pobreza y la superpoblación que es la consecuencia del atraso.

    En cuanto al aspecto existencial, por lo que sabemos la juventud involucra un estado de euforia e interés permanente, independiente del tiempo que se viva. Los ancianos pierden el interés porque sus funciones cerebrales están debilitadas por el envejecimiento y no porque hayan vivido mucho tiempo. Por otro lado, la muerte no da sentido a nada, sino que se lo quita, porque cuando se es joven y se tiene mayores expectativas de vida, es cuando más sentido parece tener la vida.
    El anciano carece de horizonte y considera absurdo emprender cualquier proyecto que implique esfuerzo y tiempo, porque carece de ambos.

    En cuanto a lo de trabajar eternamente, tendríamos la oportunidad de mejorar nuestra formación y aprovechar nuestra experiencia para elegir el tipo de trabajo que más nos gusta.
    Y si, pese a todo, preferimos envejecer y morir, siempre quedará esa puerta abierta para el que desee seguirla.

    Por último, añadiré que, tal como dices al final, la respuesta podría depender del tipo de vida que hayas llevado y de tu carácter eufórico o depresivo, pero eso también vale para los jóvenes, que no en todos los casos están interesados en vivir. En cualquier caso, un anciano deprimido podría mejorar considerablemente de estado de ánimo si recuperase un cuerpo y una mente joven y saludable.

    Saludos cordiales.

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  5. Perilius13:53

    Si la inmortalidad fuera opcional, me parecería bien. Ahora bien,antes habría que preguntarse y aclararse sobre qué es la vida y qué es el Yo. Porque si gracias a las nuevas tecnologías medicas logro mantener mi juventud y mi salud a base de transplantes de corazón, higado, piel, ojos, pulmones, y finalmente el cerebro... ¿Seguiré siendo el mismo Yo o será como si me hubiera reencarnado en otra persona? Y si resulta que no me transplantan nada pero de algún modo consiguen mantenerme joven de cuerpo, pero a pesar de todo contraigo Alhzeimer y pierdo totalmente mis recuerdos... ¿Estaré muerto o vivo?

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  6. Todo lo que es bueno, por definición, es opcional y puedes dar por seguro que nadie te va a obligar a ser inmortal si tú no quieres.

    Por otro lado, se da por supuesto que si la medicina y la tecnología consiguen algún día la inmortalidad, antes de alcanzar semejante proeza habrán resuelto todos los problemas médicos y de ahí se sigue que no se podrá dar el caso de padecer una enfermedad o malformación y al mismo tiempo ser inmortal.

    La inmortalidad es la última frontera de la medicina y cuando la alcance se habrán resuelto todos los problemas relacionados con la salud que ahora nos preocupan.


    Saludos.

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  7. Buenas contertulios, la inmortalidad se da por lo menos en dos niveles: biológico y cultural (no voy a entrar en el distingo de estos dos planos). A través de nuestros hijos/as, nos prolongamos más allá de la muerte o la trascendemos a través de los hijos. O a través de las obras, el arte. Conseguimos que el tiempo que estemos vivos es mayor. El quid reside en que la manera de alargar el tiempo tras la muerte solo se lleva a cabo a través de la memoria, el recuerdo de obras literarias, de nuestros ascendentes, de manera efectiva. En términos generales, el ser humano quiere inmortalizarse por el miedo de que sabe que va a morir y no puede remediarlo, la solución: religión, medicina, familia...
    Lo cotidiano nos muestra el ejemplo más claro: "Vamos a sacarnos una foto, hay que inmortalizar este momento". Para eternizar durante un largo periodo está la imagen que funciona como espejo de un momento que ya pasó y que queremos que se mantenga inmutable en el tiempo.

    Gracias. Saludos de antemano.

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  8. En general, coincido con tu exposición. No obstante, puntualizaré me he estado refiriendo siempre a la inmortalidad biológica, que es la buena, la que el hombre ha perseguido desde que tomó conciencia de su inevitable muerte.

    En mi opinión, hemos llegado a un punto de nuestra historia en el que por primera vez será técnicamente posible abordar ese viejo sueño.

    En este enlace http://tertuliafilosoficatoledo.blogspot.com/2011/06/tranhumanismo.html se habla más extensamente de esta posibilidad.

    Saludos.

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