La clonación
La clonación es una nueva técnica que permite obtener embriones a partir de células especializadas como, por ejemplo, las que tenemos en la piel.
Los embriones clonados se obtienen a partir de una célula embrionaria normal a la que se reemplaza el núcleo por el de una célula especializada del donante.
Una vez que se introduce el núcleo donante en el citoplasma de la célula embrionaria enucleada, éste es reprogramado y al fusionarse con el citoplasma forma una célula embrionaria completa, pero teniendo en su interior el material genético del donante.
Una vez que tenemos la nueva célula embrionaria, podemos gestar un individuo completo, idéntico al donante o bien emplearla para obtener células madre compatibles con el donante que pueden resolver diferentes problemas médicos.
Así pues, la clonación nos permite obtener células madre del donante (clonación terapéutica) o un individuo completo (clonación completa).
Hasta ahora, la clonación completa sólo se ha realizado sobre animales, pero no hay obstáculo técnico que impida hacerlo con el ser humano, si bien todavía no existen garantías de éxito asegurado.
En esta tertulia se verá que implicaciones podría tener la clonación completa de seres humanos.
Yack:
Aunque el debate actual sobre clonación se ciñe, casi exclusivamente, a la clonación terapéutica, prefiero centrarme en las posibilidades que la clonación completa de seres humanos, abrirá para la humanidad en este siglo y siguientes.
El ser humano nace con una configuración física y psíquica que depende fundamentalmente de la calidad del genoma de sus progenitores y de la suerte que haya tenido a la hora de que ese material se recombine en el momento de la fusión de los gametos paternos.
A partir de ese momento, su destino estará fijado en mayor o menor medida. Si nace con el Síndrome de Down, por ejemplo, ni su espíritu ni su cuerpo podrán desplegar todas las opciones que, como ser humano, le corresponden.
La fábrica de seres humanos es, al día de la fecha, una lotería, una tómbola en la que se compra un boleto y no se sabe lo que se obtendrá a cambio.
La clonación humana significa una nueva oportunidad para la humanidad que está por nacer aún, como una posibilidad de garantizar que el recién nacido tendrá las mejores oportunidades para llevar una vida en plenitud.
Esto no significa, en modo alguno, que no habrá diferencias entre los hombres, pero sí que esas diferencias se reducirán en cantidad y magnitud para mejorar. Podrá haber variedad, pero manteniendo una calidad general buena o muy buena en relación con la media actual.
Pero, ¿cómo funcionará el sistema?
En el futuro, las familias que deseen tener hijos podrán optar por solicitar un embrión de calidad contrastada que asegure que su nuevo hijo será una personas sana, vigorosa, con buena salud física y mental, optimista, longeva, emocionalmente equilibrada y, hasta razonablemente hermosa.
¿Pero cómo asegurarse de todo esto?
Bueno, si por ejemplo seleccionamos la persona más inteligente entre 10.000 tendremos a alguien muy, muy inteligente. Consideremos que seleccionamos las 3.000 personas en todo el mundo que han tenido más éxito en sus vidas, es decir, que han demostrado ser capaces de resolver con éxito todos sus problemas vitales y han llegado con buena salud a los 90 años, como mínimo.
Bastaría con tomar una célula de estos individuos afortunados y crear un banco genómico con ellas. Los padres que lo deseasen podrían consultar el currículo de estos individuos seleccionados, su aspecto físico, sus peculiaridades, etc. y decidirse por aquel que más les gustaría tener como hijo.
La gestación se llevaría a cabo por el procedimiento normal, implantando el embrión activo en el útero de la madre y a partir de ahí sería un embarazo normal. Sólo que el nuevo bebé tendría asegurado un genoma de primera calidad y su vida se desarrollaría con el viento a su favor.
Pero esto no significa que este nuevo ser sería idéntico a aquel del que procede y que tal vez haya fallecido ya. Él tendrá su propia vida, su propia personalidad, aunque sustentada en un “hardware” de primera calidad.
Con la clonación conseguimos dos importantes objetivos:
El primero es reducir el riesgo de malformaciones y deficiencias congénitas tales como la propensión a la diabetes, a la ceguera, a la obesidad, síndrome de hiperactividad, etc. etc.
El segundo es que mejoramos espectacularmente sus opciones como individuo, asegurando que tendrá todas las oportunidades para ser una persona de excepcional calidad humana y física, puesto que su antecesor lo fue.
Por desgracia, nuestro cuerpo, nuestra salud, nuestras limitaciones físicas y mentales determinan grandemente nuestra personalidad y nuestra libertad para llevar una vida plena.
La clonación es la posibilidad que nos brinda la tecnología de superar esas limitaciones, y además, sin perjudicar a ningún ser humano como ocurría con otras estrategias eugenésicas.
En cuanto a la posibilidad de que los individuos clonados se sientan discriminados o señalados de alguna forma, pensemos que los hermanos gemelos son clones y que, además, viven en el mismo lugar y tienen la misma edad y sin embargo, no se crean dificultades significativas. Si pensamos que los clones tendrían diferentes edades y vivirían en lugares distintos, el impacto sobre el individuo sería inapreciable. Además, cuando la sociedad constate las ventajas de tener hijos por el método de clonación, en relación con tenernos por el método tradicional, en dos o tres generaciones serían mayoría los seres humanos nacidos por clonación.
El hecho de que hasta ahora no se haya considerado esta posibilidad se debe exclusivamente a que no se había desarrollado la posibilidad técnica de conseguirlo. Tan pronto como los primeros seres humanos clonados aparezcan en la pantalla de televisión, y todo el mundo pueda ver que son seres normales, sólo que mejores que la media, las peticiones aumentarán exponencialmente y el cambio se producirá en un tiempo record.
Los seres humanos somos reacios a los cambios importantes, pero cuando comprobamos que el cambio es para bien, dejamos a un lado nuestras reservas y nos lanzamos hacia las nuevas oportunidades de mejora. Cuando de lo que se trata es de mejorar a nuestro futuro hijo, y las consecuencias de hacerlo serán para toda la vida, la nuestra y la suya, la alternativa es clara.
Por desgracia, existe una lamentable historia en torno a los intentos de mejorar la especie mediante sistemas demenciales y una amplia bibliografía y cinematografía en la que todo este tipo de intentos acaba trágicamente, con el natural afán de darle más interés al guión. Sin embargo, no hay nada más convincente que la realidad para disipar todas esas fantasías irreales e infundadas.
Al margen de la utilidad que la clonación tiene para asegurar las mejores oportunidades para nuestros hijos, también ofrece soluciones para las legítimas aspiraciones personales:
Los padres que han perdido a su hijo, podrán recuperarlo a través de la clonación y con ello recuperar la esperanza de traerlo a la vida, al menos en el aspecto emocional que para ellos tenia.
Las parejas con problemas de infertilidad, tendrán la oportunidad de tener hijos iguales a uno u otro conyuge o, mejor aún, un clón de un modelo con garantías de éxito.
Las personas que han perdido o no tienen pareja, podrán optar a proyectarse en el tiempo, a través de un clón que herede su genoma, sus bienes y su educación. Sería como tener una segunda opotunidad de corregir los propios errores en un hijo idéntico y que no habría que compartir con otra persona, con la que no siempre estamos de acuerdo, como queda ampliamente demostrado en la conflictividad actual.